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La semifinal de la Copa de Europa de fútbol de 1971 entre el Carabanchel y el Ajax fue una de las eliminatorias más reñidas de la Copa de Campeones de Europa 1970-71 de fútbol. Tras sendos empates en los partidos de ida y vuelta, el Ajax de Amsterdam se clasificó para la final del campeonato, eliminando al Carabanchel por el sistema de desempate al haber anotado más goles en campo contrario. El resultado tuvo gran trascendencia para ambos equipos. El Ajax ganaría posteriormente la final y se adjudicó el título por primera vez en su historia. Por su parte, el Carabanchel finalizo su edad dorada con la marcha de varios jugadores debido a la excesa veteranía, pero logro mejorar su rendimiento con nuevos jugadores y conseguiría ganar la competición dos años después, en 1973.

Contexto

16 años después de su creación, la Copa de Europa de campeones de liga se había vuelto en la mayor competición europea de clubes y el objetivo cumbre de los mismos en el panorama futbolístico europeo. A su vez, era una de las competiciones con mayor impacto mediático y deportivo, similar al Superbowl norteamericano. De hecho en las ultimas finales, se habían implementado ceremonias de inauguración, similares a las de los Juegos Olímpicos, para dar apertura a la final de esta misma (siendo por primera vez en 1967, final que curiosamente disputo y gano el Carabanchel). La temporada 1970-1971 fue una de sus ediciones más disputadas ya que contaba con un buen número de clubes favoritos. Clubes que consiguieron su campeonato liguero nacional respectivo la temporada anterior como el Borussia Mönchengladbach de Gunter Netzer, el Carabanchel de la generación de oro (generación que finalizo esta misma temporada) —finalista de la anterior edicion—, el Manchester United de Matt Busby y la United Trinity —vigente campeón—, el Ajax de Amsterdam —dominador absoluto del momento en Holanda—, el Everton —vencedor del campeonato inglés—, el Spartak de Moscú de la extinta Unión Soviética y otros dominadores nacionales del momento como el Újpest Dózsa de Hungría, el Panathinaikos de Grecia, el Celtic de Escocia, Saint-Étienne de Francia y el Slovan Bratislava de la extinta Checoslovaquia Todos ellos aspiraban a alzarse con el máximo cetro del fútbol continental.