Ir al contenido

Usuario:JDRB/Hermana Coral

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Mª del Carmen Bellido García de Atocha (Lebrija, Sevilla, España, 10 de septiembre de 1934– Lebrija, Sevilla, 03 de mayo de 1987), más conocida como Hermana Coral, fue una misionera, escritora en lengua española, profesora en la Universidad de Osaka (Japón), una de las más importantes impulsoras de la Congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda en América.

Co-fundadora de la Casa de la Congregación del Santo Ángel de la Guarda en Los Ángeles (California - EEUU), fundadora de La Casa de mi Tierra, (Kamagasaki – Osaka, Japón), fue una monja católica perteneciente a la Congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, fundada en 1839 en Quillán, Departamento de l´Aude (Francia), por el Sacerdote Luís Antonio Ormières y la Madre San Pascual.

Su obra social se caracteriza por su denuncia pública sobre la falta de derechos humanos en Kamagasaki (Japón). Colaboradora de la obra histórica que comenzó su padre, D. José Bellido Ahumada, publicó la tercera edición de "La Patria de Nebrija". Al igual que otros misioneros, ha sido una defensora de las libertades y los derechos individuales, especialmente de ancianos y niños.



Biografía[editar]

La Hermana Coral, Mª del Carmen Bellido García de Atocha, nació en Lebrija (Sevilla) el 10 de septiembre de 1934. Cursó sus estudios de bachiller en el Colegio del Santo Ángel de Sevilla. Ya desde la más temprana adolescencia sintió la necesidad de servir a los más necesitados, por lo que, siguiendo la doctrina del P. Ormières, con tan solo 18 años comenzó su noviciado en Carabanchel Alto (Madrid), para terminar profesando como Hermana del Santo Ángel de la Guarda en 1954. Tras pasar por las Casas que la Congregación tenía en Badajoz y Sevilla, volvió a Madrid para cursar los estudios de Filosofía y Letras primero, y de Pedagogía en Sevilla después. Tal y como tenía previsto, al convertirse en licenciada por la Universidad de Madrid, comenzó su andadura como misionera, siendo enviada esta vez a Los Ángeles (California), para poner la primera piedra de la Congregación en suelo americano con el objetivo de trabajar con el pueblo hispano. Durante este tiempo tendría la oportunidad de perfeccionar su inglés. Tres Hermanas, junto a la Hermana Coral, fueron recibidas por His Eminence Cardinal James Francis McIntyre, Arzobispo de Los Ángeles: Rvda. Madre Milagrosa, Hermana Reparadora y Hermana Aurora. Durante siete meses convivieron con las Hnas. del Inmaculate Heart, quienes las acogieron y ayudaron hasta que el día 2 de junio de 1963, fiesta de Pentecostés, se abre la primera casa de las Hnas. del Santo Ángel de la Guarda en California.

Enseñanza[editar]

Una vez completada su misión en América, en 1967 llega a Japón, dónde ocupa la plaza de profesora de Español solicitada por el Obispo de Osaka Monseñor Paul Yoshigoro Taguchi, en el Departamento de Idiomas, Sección de Español, de la Universidad de Eichi (Hyogo). Sus alumnos la definían como “buena profesora, cariñosa, cercana, amiga cuando la necesitaban, buena consejera,…”. Siempre se esforzó por adaptarse al nuevo contexto y estilo de vida. No solo enseñó con rigurosidad el idioma español, pues sus alumnos llegaron a ganar premios en concursos nacionales de oratoria y teatro en español, sino también, sevillanas, castañuelas, guitarra, canto, etc. --JDRB (discusión) 20:22 21 feb 2013 (UTC)

Misionera[editar]

Su espíritu de sacrificio y su inquebrantable voluntad hicieron que creciera su necesidad misionera. En otoño de 1962 se celebraba la primera de las cuatro sesiones de las que constaba el Concilio Vaticano II convocado por el papa Juan XXIII y presidida por él mismo; Aquel Concilio que hacía una llamada a todos los religiosos a dirigir sus miradas hacia los pobres, los débiles y los desheredados. Esa llamada caló hondo en el corazón de la Hermana Coral. Buscó a esos desfavorecidos y los encontró. En una visita al barrio de Airín (Kamagasaki), del distrito Nishinari de Osaka, pudo comprobar la realidad de la sociedad japonesa; fue entonces cuando decidió dedicarse en cuerpo y alma al servicio a los demás. Los ancianos fueron su predilección. Hasta el último momento los atendió humana y espiritualmente. A pesar de la oposición del Profesor Kensaku Okitsu y de otros miembros de la Universidad, debido a la dureza del trabajo que pretendía realizar, fundó “La Casa de mi Tierra” en el conocido como “Parque Triangular” junto a religiosos alemanes, en la que, además de ancianos, atendía a indigentes, desvalidos, minusválidos, marginados sociales, etc., realizando todo tipo de trabajos: cortándoles el pelo, las uñas, dándoles de comer, lavando ropa, y un sinfín de actividades destinadas a mejorar la vida de los más desfavorecidos. “Restaurante Wakaya”, se llamaba el centro que fundó la Hermana Coral en el que daban de comer a los ancianos (Furusato no Ie), fundado diez años atrás por los franciscanos. Por supuesto había unos componentes que nunca faltaron en los menús: el cariño con el que los trataba y su eterna sonrisa. En 1979 se terminó de construir “La Casa de los Niños”, donde se comenzaron a atender a los niños del barrio. Aquí la Hermana Coral desempeñó también una labor abnegada y entusiasta. Por fin había conseguido hacer realidad su sueño: Transmitir cultura y formación religiosa a los más jóvenes al tiempo que se convertía en el ángel de la guarda de multitud de seres humanos sin esperanza. En 1974 vivía con, por y para ellos. Desde el rincón de Andalucía que la vio nacer, viajó hasta el lejano Oriente un alma caritativa, una persona capaz llevar vida y amor, cultura y fe. Entrega y fidelidad a la doctrina de Jesús, estas son las palabras que mejor resumirían su vida. Además de todo esto, la labor se extendía mucho más allá de la propia supervivencia: juegos de ajedrez, televisión,…, incluso llegó a bailarles flamenco en las tradicionales fiestas de respeto a los mayores (Keirō no Hi). Más de 200 ancianos se reunían allí a diario durante los años en que la Hermana Coral protagonizó aquella inmensa labor misionera. A veces, volvía a la pequeña y modesta vivienda que compartía con otras Hermanas misioneras acompañada por algún anciano donde no tenía dónde pasar la noche.

Trabajo[editar]

Esto no fue todo. Sus acciones y su lucha se extendieron más allá de aquel barrio marginal. Hasta su último aliento, reivindicó a las autoridades, “más calor humano para los pobres”. “La gente importante, los políticos de este país deberían conseguir un lugar donde no entrara el viento y el agua para albergar a estos ancianos”. Llegó a realizar cientos de fotografías durante sus años de servicio al prójimo; Fotografías de ancianos sin familia, sin sonrisas, pero que la Hermana Coral consiguió que les abrieran su corazón. Muchos de ellos tuvieron pocos momentos de felicidad en sus vidas, y solo ella consiguió captar con su cámara algunos de esos momentos. A cada una de aquellas fotografías, Coral añadía un nombre y una fecha de nacimiento, para luego clasificarlas y guardarlas cuidadosamente en una caja de madera. Desgraciadamente, la Hermana Coral ingresó en el Hospital de la Facultad de Medicina de la Universidad de Osaka en junio de 1984 para ser operada de un cáncer de mama. Apenas dos años después volvió a ser intervenida en el mismo Hospital. Tras su delicada situación, fue trasladada a España para recuperarse junto a sus seres queridos. En los años en los que la Hermana Coral realizaba su labor misionera, morían aproximadamente en el barrio de Airín unas noventa personas sin familia ninguna que habían vivido solas casi toda su vida, y muchas de ellas morían sin que nadie se percatara de ello. Las fotografías de Coral sirvieron para identificar a muchas de ellas. Cuando falleció la Hermana Coral, se celebró un funeral en su honor en el Centro Furusato No Ie, en el que se colocó su fotografía junto a otras 40 realizadas por ella. Una anciana que asistió dijo: “Me hizo la única foto que me han hecho en mi vida; ya no veremos más aquel flamenco”, mientras sus lágrimas acariciaban su rostro. La labor de la Hermana Coral fue continuada por el padre Fujivara, siguiendo tomando fotografías tal y como lo hiciera ella en vida.

Derechos Humanos[editar]

Este es el resumen de una lucha, una vida dedicada al servicio, sin condiciones, una lucha contra la injusticia social, una lucha por los más desfavorecidos. Paradójicamente la festividad denominada Día del Respeto a los adultos mayores (敬老の日, Keirō no Hi), tiene carácter anual y pretende honrar a los ancianos japoneses, así como sensibilizar a la población sobre la importancia de la experiencia de estas personas, que han servido a la sociedad durante muchos años. Tradicionalmente, en Japón se respeta y venera a los ancianos, por ser quienes tienen más experiencia y por haber contribuido más que nadie a la construcción de la sociedad, sobre todo después de la segunda guerra mundial. Este rasgo es, quizás, uno de los que más diferencian a Japón de la mayoría de los países occidentales. En los pueblos más pequeños todavía se mantienen la tradición del “keirokai”, una ceremonia en las que los alumnos de las escuelas y la gente joven cantan y bailan, como parte de una celebración que incluye comida, té y dulces, gratuitos para los ancianos, algo por lo que la Hermana Coral fue admirada y respetada por todos los que la conocieron. El “Keiro no Hi” es una festividad muy importante en la cultura japonesa. Se trata de un día cargado de significado y mensaje para las nuevas generaciones, a las que se les transmite la importancia del respeto a los adultos mayores, en vez del rechazo típico que sufre la tercera edad en las sociedades occidentales. Esta fue la gran denuncia de la Hermana Coral. En el hospital, justo antes de abandonar Japón, un reportero de Mainichi Shinbun (Noticias Diarias), uno de los periódicos más importantes del país, el 6 de marzo de 1987 entrevistó a la Hermana Coral: “Yo, desde mi primera visita a Airín hasta ahora mismo, no he cambiado lo más mínimo en mi manera de pensar. El gobierno es demasiado frío en su manera de tratar a las personas económicamente débiles. Este modo de proceder no se ve en EEUU ni tampoco en Inglaterra. Hace falta una política con más calor humano. Desearía también que los ciudadanos japoneses dejaran de ser indiferentes y mirasen como cosa propia al barrio de Airín. Con un saludo y mi agradecimiento a todas las personas de Airín.”. Muchos medios se hicieron eco en no pocas ocasiones de la labor y entrega de la Hermana Coral al pueblo japonés.

Su legado[editar]

La aportación de la Hermana Coral al mundo de la cultura no solo llegó a Extremo Oriente, sino también podemos disfrutar de su legado en España. Tras su paso como Catedrática de Lengua española en la Universidad de Osaka, y por expreso deseo de su padre, continuó y finalizó “La Patria de Nebrija”. Varios años de preparación, tanto en Japón, como en España, Carmen Bellido, como era conocida en el mundo editorial, tras su regreso a su ciudad natal después de su segunda operación, a pesar de continuar luchando, esta vez contra su enfermedad, aún tuvo tiempo de culminar la obra comenzada por su padre, el Historiador y Académico de la Real de la Historia D. José Bellido Ahumada, miembro de la Comisión del Patrimonio Artístico y Cultural de Sevilla y Cronista Oficial de la Ciudad de Lebrija. Se trata de la publicación de la nueva edición, ampliada de “La Patria de Nebrija”, una completa y exhaustiva investigación histórica y arqueológica realizada en Lebrija, así como un estudio de dos personajes nacidos en tan ilustre ciudad: Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera “Gramática” en lengua castellana y Juan Díaz de Solís, descubridor del Río de la Plata. La primera edición de esta obra se publicó en 1945 y la segunda en 1971. La tercera edición incluye nuevos hallazgos arqueológicos y nuevas investigaciones en esta tierra andaluza. Todo el libro está avalado por un sinfín de documentos originales de gran importancia y de hallazgos estudiados por el Museo Nacional de Arqueología de Madrid. Carmen Bellido, la Hermana Coral, una humanista de su tiempo, misionera y santa, persona erudita y cultivada en muy diversos campos, licenciada en Filosofía y Letras, Pedagogía, Catedrática de Lengua española en Japón, fundadora e impulsora en su Congregación, evangelizadora en tierras orientales, luchadora por los derechos humanos, respetada en todos los círculos históricos, merecedora sin duda del homenaje de todos los que la conocimos.

Referencias[editar]

Enlaces externos[editar]

http://www.omp.es/omp/misioneros/carimasmisioneros/hermanasangelguarda.htm

http://www.hnassantoangel.com/

--JDRB (discusión) 17:02 10 feb 2013 (UTC)