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Usuario:JuanMarcos/Taller

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Carmen Cañadas, Pintora Granadina.

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Biografía.

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Carmen Cañadas Fernández, nacida en 1959 Almuñecar, Granada. Hija de Da. Emilia Fernández Aragón y del Pintor granadino Miguel Cañadas Carrascosa. Formada de manera autodidacta en el propia casa-taller en la que creció, se traslada a Mallorca en 1984, donde desarrolla el grueso de su producción artística.

Carmen creció en un contexto netamente artístico, la casa del pintor granadino Miguel Cañada. Desde muy joven demostró un talento especial para la pintura, realizando su primera exposición profesional en 1974, a la edad de 16 años. Tras la muerte de su padre, la familia Cañadas pasa por momentos difíciles, la precariedad hace estragos en ella y los dos hermanos pequeños son apartados del núcleo familiar. Carmen Cañadas crece entonces con su madre hasta que en 1984 se traslada definitivamente a Mallorca, isla en la que reside actualmente.

Contrae matrimonio con Rafael Guerrero, con quien tiene tres hijos Ivan, Layo y la actriz y directora Debora Guerrero. Alterna durante algunos años su carrera artística con la docente, siendo profesora de arte en varios institutos y formando en su propio taller a futuros artistas. En 2016 contraerá matrimonio en segundas nupcias con uno de sus modelos fetiches, el oficial de policía y decorador Rafael Frutos.

Ha sido artista invitadas en importantes certámenes nacionales e internacionales, siendo portada de Arts Madrid en 2015 y seleccionada en 2016 para el International Artist Grand Prize Competition de 2016 de Taiwan.

Estilo Cañadas.

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La obra de Carmen Cañadas se articula fundamentalmente en forma de series, elaborando en cada una de ellas una reflexión sobre la realidad estética o social del momento. Es por eso que la obra de la artista granadina es difícilmente apreciable atendiendo únicamente a sus principales exponentes, pues son el conjunto de imágenes que componen la serie la que muestra el total de la reflexión que la artista sobre el aspecto de la realidad que es objeto de su interés.

Pese a la facilidad que aporta la Isla de Mallorca como entorno, Carmen Cañadas huye del tópico pictórico de las islas, siendo inusual que recurra a temas paisajistas. En las contadas ocasiones en que lo hace, sus paisajes urbanos revelan una dimensión distinta de Mallorca, más próxima a la vivencia de una persona autóctona que a la visión de un turista. Pero si bien es cierto que el estilo naturalista de Carmen Cañadas le permite plasmar imágenes urbanas de soberbia factura, como es el caso de Paisaje Urbano MA-1 o MA-15, en el que el mismo punto de observación constituye parte esencial de la interpretación de la obra y la reflexión sobre el continuo cotidiano de Sa Roqueta, no es menos cierto que es en el retrato dónde su obra alcanza las más altas cotas y dónde la artista parece disfrutar más de su trabajo.

La producción de retratos de Carmen Cañadas es fácilmente reconocible. De factura naturalista, con un empleo magistral del claroscuro que recuerda a Rembrandt o al mejor Caravaggio. Sus fondos neutros, sin espacios apreciables, rompen en contraste con unos rostros, manos o cuerpos enérgicamente iluminados (frecuentemente de manera lateral) en el que el juego de luces y sobras realza los volúmenes y confiere un realismo pasmoso a su obra. Algo fácilmente apreciable en el retrato a Rafael Peña titulado Proceso o cualquiera de las piezas de la serie Máscaras como o el retrato a Miguelito o al mismo modelo del proceso, Rafael Peña.

En sus series de pequeño formato, la artista hace sobre todo gala de su dominio del dibujo y el color. Mostrando frecuentemente a personajes anónimos y escenas cotidianas que recogen la esencia de una reflexión o estudio sobre el objeto del retrato. En estas series, la artista recurre en ocasiones al empleo de fotografías antiguas de su entorno, familia y allegados, reinterpretando la pretérita y cercana realidad con caracteres propios del presente en un discurso universalizable.

En esta búsqueda de una reinterpretación de imágenes del pasado con caracteres reflexivos modernos, Carmen Cañadas recurre en ocasiones a la revisión de obras o imágenes conocidas, dotándolas de un nuevo discurso. Este es el caso de algunas de sus obrar más emblemáticas como Última Cena, Creativo Creando o Meninas en Miriñaque.

El Retrato en Cañadas

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"Mis motivaciones son siempre las mismas: El ser humano como el paisaje más complejo y completo."[1]

Carmen Cañadas es ante todo una retratista, su técnica depurada permite a la autora alcanzar niveles de realismo excepcionales, pero no es una forma sino un fondo, una reflexión, lo que está tratando de captar la artista en su obra, por eso no es raro verla recurrir al disfraz, al artificio o incluso al exceso interpretativo del modelo. En este juego, el conocimiento del título de la obra resulta en ocasiones fundamental para la comprensión de la misma, como en el caso de Casta Meretrix que en ausencia del título, bien podría colgar de la pared de cualquier iglesia.

El retrato de Cañadas busca ante todo plasmar una esencia, un instante que invita a la reflexión sobre las distintos caracteres de lo humano. Sus modelos son casi un prontuario de la diversidad de caracteres que la artista captura, no se produce así una selección estética sino intelectual del modelo en el que la obra se muestra como una síntesis, una suma de todos los momentos vitales.

En este empeño vemos dos estrategias fundamentales. En ocasiones la artista toma al modelo en su realidad material y extrae, a través de diversas sesiones fotográficas y conversaciones, aquello que quiere mostrar al conjunto. En ese momento, la génesis de la obra es casi un diálogo entre la imagen y su representación, mientras que otras veces el modelo se transforma en un actor, en un interprete de la reflexión que Cañadas quiere mostrar.

Esta doble estrategia, en la que un/a modelo puede ser fuente y vehículo de reflexión, es clave en la interpretación de la obra de la artista granadina, pues nos invita a asumir la obra desde caracteres biográficos o históricos, propiciando a la reflexión en unas ocasiones sobre la propia identidad y en otras, sobre el impacto de la modernidad en ella.

Esto es fácilmente apreciable en el modelo que más veces ha sido recogido en la obra de Cañadas, su actual marido, Rafael Frutos, un modelo sumamente versátil y expresivo que en obras imponentes como La Autoridad nos hace sentir miedo frente a los monstruos del sistema y en el pequeño retrato de la serie Mascaras, se muestra cercano y atento.

Algunos datos de interés

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  • En su famosa reinterpretación de La Última Cena, en la que un obispo ocupa el papel central de una mesa en la que los comensales son meretrices, cabareteras, payasos, arlequines y hasta un guardia civil, podemos ver presidiendo la mesa al actual Presidente del Consejo Insular de Mallorca Miquel Ensenyat.
  • En Creativo Creando, un tributo a Miró que implica una profunda reflexión sobre las formas de la realidad y en el que más que reinterpretar, desvela aquella parte de la escena, la esencia no captada en la conocida fotografía del artista. Supone una composición de imagen, tanto en la representación de los elementos escultóricos como en los detalles de la obra del autor, de forma que la totalidad de los elementos que componen Creativo Creando son rastreables no en la obra del artista catalán, sino en las imágenes generadas sobre ella y su autor.
  • Las Meninas en Miriñaque es una reinterpretación a escala del cuadro original de Diego de Velazquez. El costosísimo marco de la obra, es también una reproducción a escala del marco original de las Meninas que cuelga de las paredes del Museo del Prado.
  • El Cobijo, está protegido por un marco realmente contundente en siete alturas que completa y ayuda a comprender la obra, este marco ha debido ser reestructurado en numerosas ocasiones para adaptarlo a las exigencias de los espacios de exposición. _____ Rosados, madre de Rafael Frutos, sirvió de modelo a una de las obras más internacionales de la artista, seleccionada en el International Artist Grand Prize Competition de 206.
  • La Firma: Cañadas no firma las obras en el anverso, la obra queda así intacta para su contemplación y adquiere un plano de preeminencia sobre la autora que se reserva el reverso del lienzo para indicar fecha, nombre y firma de los originales de la artista granadina.
  • El Lienzo: La elección de lienzo en clave en el reconocimiento de la obra de Cañadas, el lienzo grueso que utiliza es un soporte en apariencia basto que permite a la artista mantener en todo momento la percepción de contemplar una obra de arte, no un trozo de la realidad mecánicamente capturada.

Enlaces y Agracecimientos a las Galerías.

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Facebook de Carmen Cañadas

http://xn--carmencaadas-hhb.com/

http://www.galeriaveintinueve.com/

http://www.lacasaenmarcada.com/

http://www.zenitart.com/

http://artgallering.com/

Entrevista a El Cobijo, de Carmen Cañadas

  1. Quitana, Carlos. Entrevista al cobijo de Carmen Cañadas.