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Usuario:Mnmye

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FORMACIÓN DEL DOCENTE Y EL DESEMPEÑO PROFESIONAL

El término formar, implica criar, educar, adiestrar con el propósito que la persona adquiera cierto desarrollo, aptitud o habilidad en lo físico o en lo moral. Mientras que la formación hace referencia a la acción y efecto de formar, de dar forma, de dar una expresión correcta y adecuada a lo que estaba impreciso; es la manera de arreglar lo que estaba desordenado. La formación docente se concibe como el proceso en el que se distinguen escenarios educativos, con rasgos tendentes a privilegiar estilos de capacitación; apoyados en el ejercicio repetitivo del conocimiento acumulativo comúnmente adoptado como mero residuo para la aplicación. Bajo una nueva perspectiva la formación docente debe ser asumida como un proceso donde se debe incluir la participación de los actores involucrados en el mismo y por supuesto en el proceso enseñanza y aprendizaje, donde predomine una participación activa e innovadora. Igualmente se plantea un discurso en formar a un docente para una nueva práctica pedagógica, donde el acto de enseñar conduzca a un saber social educativo que reivindique el proceso de la interdependencia, de lo interactivo y lo ínter-retroactivo en la relación hombre-contexto.

Consideraciones sobre la Formación Docente[editar]

La formación del docente se ha convertido en un reto desde todos los órdenes, donde corresponde asumir/se con sentido de responsabilidad formar/se para desempeñar todas las funciones y roles que corresponde ejercer desde los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo.Ante el desafío de constituir la educación en un espacio formativo afincado en el pensar.

La preocupación central es la formación del ser humano y en tanto constitución del sujeto. Desde nuestra perspectiva no se trata de cualquier formación sino de aquella que se basa en la forma de pensar los límites de lo dado, ya sea en la práctica científica o histórica – política, lo que significa ruptura de encuadre en el plano cognoscitivo y en el socio cultural; tarea que puede ser estimulada desde lo educativo, dada la injerencia en la conformación de subjetividad, en particular las actitudes del sujeto con su realidad. (p.52).
Lizarraga – Colli (1992),Los desafíos del presente y la formación de profesores. Revista de Sociología y Antropología

Ámbitos de Actuación del Docente[editar]

La formación del docente responde a las necesidades de las políticas públicas de cada país. Está dirigido a todos los que desean tener las herramientas, destrezas y habilidades para ser facilitadores en el quehacer educativo, desde la educación infantil, hasta la educación universitaria. La formación docente tiene que ir paralelo a los requerimientos de la sociedad, cambia esta y debe cambiar la educación. Su preparación incluye aspectos generales básicos de las ciencias de la educación y la relación con otras ciencias. Es decir, que la educación es un proceso permanente y se realiza durante toda la vida. La totalidad de la vida siempre es una experiencia; de alguna manera lo expresan:

Toda experiencia es una oportunidad potencial de aprendizaje.(p. 18).
Boud, D. Cohen, R. y Walker, D. (2011).,El aprendizaje a partir de la experiencia: Interpretar lo vital y lo cotidiano como fuente del conocimiento

Roles del Docente[editar]

El docente se forma para ocupar diferentes roles, entre ellos, como ciudadanos, líderes, investigadores, extensionistas, servidores sociales, gerentes, siempre en búsqueda de ciudadanos probos, responsables y productivos. Como ciudadanos, el docente es consciente de su rol ético y político y debe participar responsablemente en la solución de problemas de su comunidad, pueblo o nación. Los educadores deben comenzar a formar personas con mentalidad amplia y flexible, con convicciones profundas, dispuestos a servir a la humanidad. Como líder, que sepa administrar justicia con honradez y buena fe; además, sepa colocar por encima de sus propios intereses, los intereses del grupo. [1]​ Es decir, si su liderazgo cumple con esa función constructivista en cada encuentro con el conocimiento, el docente es un líder. Como investigadores,extensionistas y servidores sociales facilita a través de orientaciones, asesorías en el aprendizaje y tratamiento en las dificultades de acuerdo a la práctica educativa. El rol de investigador en el campo de la docencia es permanente, [2]​ El docente en sus roles conduce al cambio en su desarrollo personal, profesional y de formación. El docente extensionista transfiere, transforma, proporciona conocimientos a las comunidades, apoya con servicio social. Siempre se habla de extensión universitaria, pero el hecho educativo se circunscribe en todos los ámbitos de la educación, por lo tanto, la extensión docente es la vinculación con las comunidades y su entorno.

El docente al realizar servicio social, mira más allá, mide efectos, consecuencias, no ve nada más el aquí y el ahora; los docentes buscan más hacia una gestión participativa y transformacional del hecho educativo y por ende del hecho social. En cualquier nivel del sistema educativo el docente cubre también el rol de gerente, específicamente en actividades de aula.

Formación y Desarrollo Profesional del Docente[editar]

La docencia juega un papel preponderante ante los vertiginosos cambios que imperan en la sociedad, como formadores del talento humano que asumirá la responsabilidad de dirigir los procesos de avance social, por tanto se requiere contar con docentes cuya formación y desarrollo se realice como un proceso complejo y multidimensional, de allí que el ejercicio de la función docente adquiere una nueva dimensión y requiere de un educador con competencias realmente sólidas, tanto en el componente personal como en el profesional. La carrera universitaria del docente conduce a la obtención del título y posteriormente los cursos de actualización y de postgrado, dirigidos no solo a los profesionales de la educación, sino a todos aquellos profesionales no docentes que cumplen el rol de formadores en la educación. El desarrollo del docente transforma su Praxis educativa y se realiza a modus propio a conciencia de cada docente estableciendo un compromiso personal en torno a la permanente actualización y fortalecimiento de sus conocimientos y estrategias a ejecutar en el proceso de enseñanza - aprendizaje.

Rol de La Universidad en la Formación Docente[editar]

El Docente, requiere en la actualidad la ejecución e integración de diferentes roles entre los que encuentran la investigación y la docencia, ambas con un nivel de excelencia, de modo tal que ser un buen investigador no sea excluyente de ser un buen profesor. De allí que, se hace ineludible considerar al profesor universitario holísticamente como docente, investigador y, si es el caso, gestor; tomando cada una de estas funciones, mayor o menor protagonismo en las tareas en que este se desarrolla según sus preferencias personales y necesidades de la institución. En ambos casos deberá de forma continua y permanente mejorar sus conocimientos y competencias, tanto didácticas como pedagógicas en la docencia, innovación e investigación, para afrontar nuevas demandas sociales e institucionales y fortalecer la construcción de su excelencia profesional.

Formación del Docente Universitario[editar]

El Docente demanda una formación inicial que le proporcione las competencias precisas para dar respuesta a los nuevos desafíos, pero más aún necesita una formación continua y permanente, ya que sólo desde ella podrá hacer frente con razonable éxito a las demandas conflictivas, y lograr niveles adecuados de desarrollo y satisfacción profesional, superando actitudes negativas ante los cambios continuos en el mundo de la educación. La Universidad cuenta con excelentes profesionales preparados en distintas áreas disciplinares que los forma para desarrollar con experticia, su función en su respectiva especialidad, de allí que cobra importancia el desarrollo profesional del docente universitario ante la necesidad de mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y de la docencia motivado, fundamentalmente, por los cambios sociales, culturales, tecnológicos entre otros, constantes que exigen en muchos casos el desarrollo de planes de estudios actualizados, flexibles y homologados que vayan a la par de dichos cambios.

Actualización Continua y Permanente del Docente Universitario[editar]

La educación permanente puede definirse como el proceso que mejora los conocimientos referentes a la actuación, las estrategias y las actitudes de quienes trabajan en las instituciones educativas. A nivel internacional, se observan distintas iniciativas y programas para la formación de profesores universitarios que contribuyen a mejorar la calidad de la docencia, donde se considera el nivel de profundidad de los estudios (coloquios, programas de especialista, magíster, doctorado), sobre su formación continua y permanente; donde la finalidad prioritaria es favorecer el aprendizaje de los estudiantes a través de la mejora de la actuación del docente. Cabe destacar que en el marco de la formación del docente universitario, se concibe al profesor como un experto en pleno ejercicio profesional y por tanto las acciones formativas en las cuales participa, apuntan a su desarrollo profesional. Para Benedito, V. y Otros. (1995), el desarrollo profesional de los docentes universitarios se debería guiar a través de las diferentes orientaciones.[3]​ La renovación del profesor universitario aspira, en la sociedad actual, a considerar su actividad como creadora y transformadora, propia de los seres humanos entre los que se establece una relación comunicativa. Los valores cambiantes y las grandes evoluciones de una sociedad globalizada, replantea visiones actualizadas de la educación y de la formación del profesorado. Es por ello que cobra importancia, la formación y actualización del profesor universitario como factor esencial para el mejoramiento y desarrollo de la calidad de la institución a la cual pertenece. Sin embargo, no es fácil producir cambios profundos y perdurables que permitan alcanzar esa meta, porque el cambio implica modificar actitudes, creencias, conceptos y comportamientos.

Producción Investigativa del Docente[editar]

La sociedad actual exige cambios en la educación, en relación a la forma de enseñar y aprender. El docente orienta a los estudiantes a aprende a resolver problemas y situaciones concretas de la vida cotidiana con idoneidad, articulando: el saber, el hacer, el ser y el vivir en comunidad. El docente debe propiciar la creatividad e innovación con conciencia crítica, responsable y ética de las acciones realizadas, promoviendo en ellos el deseo propio al estudio y así generar el habito de comprender, construir, dudar, argumentar, expresar y aceptar posturas diferentes a las de él. Para que los docentes logren estimular en los dicentes el aprendizaje autónomo, la investigación e innovación deben estar previamente formadas y preparadas indiferentemente de laborar en educación inicial, básica, media diversificada, profesional y superior. Friere señala que enseñar exige investigación. No hay enseñanza sin investigación ni investigación sin enseñanza. Esos quehaceres se encuentran cada uno en el cuerpo del otro. Mientras enseño continúo buscando, indagando. Enseño porque busco, porque indagué, porque indago y me indago. Investigo para comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo. Investigo para conocer lo que aún no conozco y comunicar o anunciar la novedad.[4]​ El docente cumple diferentes roles en la práctica educativa, siendo la tarea más ardua e enriquecedora el iluminar en los estudiantes el interés a la curiosidad, a generar interrogantes y dudas para buscar respuestas. El docente acompaña al estudiante en la busca de soluciones y comprobaciones teóricas y prácticas para producir nuevos conocimientos, para sumergirse en el campo de la investigación es necesario que tenga formación en la misma.

Investigación podría ser definida como el trabajo humano que tiende al descubrimiento de cualquier situación. Es un procedimiento ordenado, controlado y riguroso, mediante el cual manejamos objetos, hechos o ideas, con el fin de extender, corregir o verificar el conocimiento sobre ese objeto. Para ello se procede a la aplicación de métodos científico procurando obtener información relevante y verdadera. (p.37).
Stracuzzi (2006),Metodología de la Investigación Cuantitativa.

El docente investigador induce a los estudiantes a indagar en cualquier situación, a la vez debe realizar una serie de pasos consecutivos, minuciosos y controlados mediante la aplicación de un método científico para verificar, demostrar, validar y profundizar un problema concreto contribuyendo al desarrollo de conocimiento científico.

Modelos Innovadores de la Formación Docente[editar]

El referido tiene como propósito contribuir en la generación de conocimientos y sumar aportes para la formación inicial del docente, por considerarlo el elemento fundamental que practica la enseñanza, quien realiza la investigación en su quehacer profesional/laboral para buscar una cualifiación educativa de los diferentes actores, para dar respuestas a las necesidades del entorno social de la región, en donde todos los involucrados del centro educativo estén inspirados y optimistas para trabajar multidisciplinariamente y así asumir los retos de las exigencias de la globalización y competitividad de país generando innovaciones. Por consiguiente se tomo como referencia Los Modelos Innovadores de Formación Docente de Murillo (2006), es un estudio de siete modelos institucionales de formación inicial de docente de América Latina y Europa. Este modelo resalta la transformación del currículo al incorporar la investigación en tres enfoques: los docentes como investigadores, la investigación como una forma de mejorar la docencia aportando conocimiento para el desarrollo de la educación y, la investigación como metodología didáctica. [5]

Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Formación Docente[editar]

En la actualidad, las Tecnologías de la Información y la Comunicación también conocidas como TIC, representan una fuente de influencia y generación de modelos, patrones sociales y valores que hacen necesariamente repensar los procesos de aprendizaje y los procesos de enseñanza. En ese contexto, surgen las siguientes preguntas: ¿qué deben aprender y cómo deberían aprender los futuros docentes?; ¿cómo diseñar e implementar la formación inicial y continua del docente en el contexto de la sociedad de la información, del conocimiento y de las tecnologías? Por lo tanto, se hace referencia a aquellos conocimientos que la formación considera básicos para aprender a enseñar y, por ende, cómo se presenta, se comunica y se construye ese mismo conocimiento. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, son valiosas herramientas que facilitan el proceso de enseñanza/aprendizaje para el docente y el alumno, lo cual provee una amplitud de soluciones e incluyen las técnicas para almacenar información y recuperarla después; además de enviar y recibir información o procesar la misma para poder calcular resultados y elaborar informes. Son innovadoras herramientas comunicacionales que acercan a las personas y amplían los conocimientos. Para Cabero (1998), las TIC:

En líneas generales podríamos decir que las nuevas tecnologías de la información y comunicación son las que giran en torno a tres medios básicos: la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones; pero giran, no sólo de forma aislada, sino lo que es más significativo de manera interactiva e interconexionadas, lo que permite conseguir nuevas realidades comunicativas. (p. 198).
Cabero, J. (2005).,Cibersociedad y juventud: la cara oculta (buena) de la Luna, en AGUIAR, M.V. y FARRAY, J.I. (2005): Un nuevo sujeto para la sociedad de la información. A Coruña, Netbjblo, 13-42.

La información y la comunicación es inmediata, aun cuando haya una amplia distancia de la fuente original. Por lo tanto, uno de los aspectos desarrollado durante el uso importante de las TIC, es la Formación Docente, donde la automatización de tareas permite programar actividades que realizarán automáticamente los ordenadores con total seguridad y efectividad. La importancia de las TIC en la Formación Docente, se debe a la necesidad de innovar y liberar la creatividad tanto del docente como del estudiante, lo cual permite descubrir la incesante flexibilidad mental y formativa que demanda el nuevo siglo, por lo que la educación del siglo pasado no se ajusta a las necesidades del siglo XXI. Es menester desarrollar una educación que estimule los talentos y la riqueza individual de cada uno de los niños y jóvenes. De este modo, para que las tecnologías lleguen a integrarse en el hacer habitual de la práctica docente de los mentores en formación inicial, se debe ir al elemento del conocimiento profesional docente que da identidad diferenciada. Es decir, lo que se ha denominado conocimiento didáctico del contenido. Sobre la base de esto, se necesita un cambio profundo en el modo como se organiza la formación inicial docente debido a las transformaciones que presenta la sociedad, lo cual obliga a pensar en la educación en general y, en particular, la formación del profesorado, desde una perspectiva diferente. Desde esta óptica, los atributos de las competencias para el uso educativo de las TIC, se estructuran en tres niveles o momentos: exploración, integración e innovación. Cada una de las competencias señaladas, se puede desarrollar de manera independiente, lo que implica que un docente puede estar en momentos diferentes de desarrollo en cada una de estas competencias. El avance de la tecnología incide en forma determinante de las diferentes maneras de aprender.

Referencias Bibliográficas[editar]

Boud, Cohen y Walker. (2011). El aprendizaje a partir de la experiencia: Interpretar lo vital y lo cotidiano como fuente del conocimiento. Madrid, España: Narcea, S.A. de Ediciones.

Cabero, J. (2005). Cibersociedad y juventud: la cara oculta (buena) de la Luna, en AGUIAR, M.V. y FARRAY, J.I. (2005): Un nuevo sujeto para la sociedad de la información. A Coruña, Netbjblo, 1342. Disponible en: http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/ciberjuve.pdf [Consulta: 29 de junio de 2016].

Lizarraga-Colli(1992). Los Desafíos del Presente y la Formación de Profesores. Revista de Sociología y Antropología. U.L.A. Mérida.

Strauzzi S. (2006) Metodología de la Investigación Cuantitativa. Caracas. Fondo Editorial Pedagógico Experimental Libertador.

Referencias[editar]

  1. Rendon Velarde, D. (2006). «La Mística del Líder.». Panorama. Consultado el 3 de julio de 2016. 
  2. Day, C. (2005). «Formar docentes: Cómo, cuándo y en qué condiciones aprende el profesorado.». Madrid: Narcea, S.A. de Ediciones. Consultado el 1 de julio de 2016. 
  3. Benedito, Ferrer y Ferreres (1995). «La formación universitaria a debate.». Universidad de Barcelona. Servicio de Publicaciones. Consultado el 5 de julio de 2016. 
  4. Freire, Paolo (2004). Pedagogía de la Autonomía. Sao Paulo: Paz e Terra SA. ISBN 85-219-02433. Consultado el 1 de julio de 2016. 
  5. Murillo, Javier (2006). Modelos Innovadores en la Formación Inicial Docente. Santiago de Chile: Unesco. ISBN 956-8302-573. Consultado el 1 de julio de 2016.