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Usuario:Natisv/el documental en Colombia

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¿QUE DOCUMENTA EL DOCUMENTAL COLOMBIANO?

ANALISIS DE LA PRODUCCION DOCUMENTAL EN COLOMBIA COMO HERRAMIENTA DE DENUNCIA SOCIAL

por: Natalia Velez Rincon



“Se filma para descubrir, para pensar, para gozar y sufrir, para dejar constancia, memoria. En algunos casos se filma para ensalzar los grandes acontecimientos y, en otros, para darles importancia a las cosas que parecen banales. Mi trabajo ha consistido en darles importancia a gentes y temas para los que las imágenes parece que también hubieran sido negadas. Para que los cantos que no se escuchan puedan ser oídos. Para que las cosas pequeñas de la vida sean tenidas en cuenta.” (Diego Garcia Moreno)

El siguiente texto tiene como objetivo concluir la reflexión personal desarrollada a lo largo del curso en torno a rescatar y exponer el material documental en Colombia que trata principalmente sobre la denuncia social directa o indirecta de las violentas y tristes realidades del país a lo largo del siglo XX, captadas bajo el lente oscuro de las cámaras de video y convertidas en testimonio y huella de un momento especifico bajo una narrativa y una mirada particular. Esta reflexión va encaminada a pensar el porqué de la indiferencia del espectador frente al material audiovisual producido en Colombia que hace referencia a realidades violentas y realidades injustas en la diversa sociedad de nuestro país, indiferencia respecto a que, aunque no son demasiado numerosos, Colombia ha tenido a lo largo de sus historia audiovisual múltiples experiencias encaminadas a convertir testimonios e imágenes reales en un mecanismo de exposición de situaciones injustas como la pobreza, la injusticia política y la guerra, y también como mecanismo de denuncia social; sin embargo la distribución y recepción de este material es bastante reducido, obstaculizado por la inminente necesidad de dinero para estos fines y por la incapacidad material y logística para exponer estas películas en salas de exposición cinematográfica comerciales. Es bajo la anterior perspectiva que me parece importante reconocer el trabajo de los realizadores colombianos que a través de su arte expresan emociones. Colombia vive un constante conflicto desde hace ya mucho tiempo, es por esto que la denuncia es un factor fundamental en los procesos de cambio engendrados en la sociedad misma buscando un futuro mejor y más posibilidades para las personas que en este territorio habitan. El cine es un mecanismo que brinda innumerables oportunidades para el fin antes señalado, es una herramienta técnica y artística que a través de su historia misma a dado muestra de su increíble potencial como fuente de comunicación masiva, potencial que en el caso especial de nuestro país se convierte en la mejor oportunidad de expresar las inconformidades o simplemente exponer material que genere reflexión por parte del espectador.

En la primera parte de esta reflexión, el cortometraje documental caleño “Oiga, Vea” de los realizadores caleños Luis Ospina y Carlos Mayolo rodado en la ciudad de Cali en el año de 1971, sirvió de ejemplo para conocer una realización dirigida a la exposición de una realidad contrastada entre la sociedad caleña pobre y la imagen que la oficialidad quiere vender a los espectadores y visitantes de los juegos panamericanos, reivindicando las problemáticas sociales en torno a la pobreza, a la falta de trabajo, a los problemas de salud, a la hipocresía del gobierno y de las elites citadinas que invitan al goce de unos juegos que son restringidos a un sector mínimo de la población, dejando por fuera a la gran mayoría. En este documental esta presente el interés por documentar el “otro lado” de una situación aparentemente benéfica como los juegos panamericanos, otro lado que contrasta y choca de manera sustancial con el foco principal de atención que son los juegos; es un ejemplo perfecto para mostrar el interés de unos documentalistas colombianos por la grabación, exposición y denuncia de problemas sociales. Son imágenes que tienen vida por ellas mismas, así hallan sido seleccionadas y montadas por los realizadores, pero sin lugar a duda documentan una realidad. Dentro de este mismo marco, este dúo de directores caleños realizaron en la década del 70 más documentales que trataban problemas de la sociedad, entre ellos encontramos: “Cali de película” (1971), “Asunción” (1974) y “Agarrando pueblo” (1978).

Para continuar con la breve exposición de documentales de estas características en esta conclusión voy a exponer el trabajo del director también caleño Oscar Campo quien “perteneció al Caliwood de Luís Ospina, Carlos Mayolo y Andrés Caicedo, es profesor de la Universidad del valle y es uno de los gestores de la revolución documental que implicó la serie “Rostros y rastros”. La obra de campo incluye tanto ficción como documental y supera los 25 títulos.” Con el presento la película documental “Recuerdos de sangre I y II,” este trabajo se divide en dos episodios realizados en 1990 y recogen el testimonio de personas de la tercera edad en el Valle del Cauca que vivieron como actores y victimas la llamada época de la violencia después del asesinato del líder y candidato presidencial liberal Jorge Eliécer Gaitan en 1948 en la ciudad de Bogota, asesinato que trajo al país uno de los episodios mas violento y cruel de su historia: la guerra entre los partidos liberal y conservador a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, violencia que dejo muertes innumerables marcadas por la crueldad en la forma en que se cometieron, sembrando terror y odio. Los llamados “pájaro” eran los hombres armados conservadores quienes se enfrentaban a los liberales a machete y bala en los diferentes pueblos del Valle del Cauca como en Betania, un pueblo arrasado totalmente por esta violencia. Decapitar los cuerpos y exponer sus partes, cortar la garganta y sacar la lengua del muerto por la rajadura, entre otras practicas, son comunes en esta época. Los testimonios recogidos en el documental, en casos específicos son la voz de los mismos asesinos, asesinos que justifican su actuar y que no se arrepienten de lo cometido. Entre imágenes y relatos, el documental recrea momentos estremecedores, recuerdos y testimonios de una guerra civil profunda que marco el destino político y social de nuestro país. El detallismo con el que la cámara capta los gestos, expresiones y palabras de los testimonios permiten al espectador enfrentarse a un modo de pensar impregnado de una tendencia política radical, una forma de vida campesina que vivió los estragos de uno de los momentos mas violentos en la historia de nuestro país.

Este documental es un claro ejemplo del poder de los testimonio y de la imagen para exponer un momento de nuestra historia. Aunque la época reseñada hace parte de la década de los 50, la intolerancia política y la cruel violencia nos recuerdan y nos traen a la cabeza momentos presentes, permitiéndonos reflexionar sobre una realidad presente violenta muy similar, aunque enmarcada en otro contexto con la época de la película. Es por este motivo que el testimonio es vivo y dinámico, interactúa con el presente, con los pensamientos de quien lo observa; me parece en este punto crucial su exposición a un mayor espectro de publico, pues a través de este montaje audiovisual, la concientización de los problemas sociales de nuestro país y las consecuencias que la guerra puede traer, expuestas en el documental, abren la posibilidad de la reflexión y de pronto de un cambio de actitud.

En segundo lugar, quiero exponer otro tipo de documental que de una forma particular y menos explícita nos muestra la realidad violenta de nuestro país. Colombia con sentido es el titulo de un documental del director paisa Diego García Moreno que nace en la búsqueda por rescatar valores culturales tradicionales y actuales, urbanos, y rurales, de todos los colores y desde todas las partes del territorio.

El documental es el resultado de un viaje por todo el país asistiendo a los encuentros nacionales de cultura, grabando las danzas y cantos tradicionales de todas las comunidades étnicas de Colombia. El autor utilizo como hilo conductor para exponer la variedad de imágenes los sentidos del cuerpo mas otros sentidos tradicionales que el agrego completando un sin fin de significados de lo que es el cuerpo, el movimiento, el color, el lenguaje, el ritmo, la conciencia, con el fin de buscar la identidad, identidad basada en la diversidad de Colombia, estos sentidos son: el Tacto, la Vista, el sentido del Color, el Oído, el sentido del Ritmo independiente del anterior, el Gusto, y por supuesto el sentido del Tiempo, el sentido del Espacio, y la Conciencia. Algunos testimonios dan cuenta del impacto que la guerra ha tenido en el desarrollo de la cultura tradicional pues, por ejemplo, las comunidades indígenas viven el desplazamiento forzado de su territorio por la guerra entre los diferentes actores armados, de igual forma ve3n desaparecer su idioma nativo y sus raíces culturales 0por la aculturación forzada a la cual son sometidos. Otro ejemplo son los cantos de las comunidades negras chocoanas que expresan el sentimiento de opresión y la condición de pobreza la cual viven en uno de los territorios más ricos en cuanto a recursos naturales. Diego García Moreno nos ofrece una mirada penetrante a un mundo desconocido para muchos, pero un mundo que se unifica para abrirnos las puertas de un país diverso, hermosos, rico que espera el reestablecimiento de la paz y el respeto hacia la vida humana y hacia la naturaleza. En las mismas palabras del director: “Todos ellos son parte de un país en guerra. Los personajes de los casetes a lo mejor son ya puramente imágenes, recuerdos. A lo mejor cayeron en un ataque de los unos o de los otros. A lo mejor tuvieron que dejar su tierra y abandonar sus vestidos, sus brazaletes, sus instrumentos musicales al lado de sus ollas y tenedores. Esa guerra duele también porque, aparte de traer muerte, para muchos ni sus muertes se podrán acompañar con sus cantos y rituales fúnebres. Ellos también habrán desaparecido. Y la tragedia no es colombiana sino universal. Ojalá que esta pequeña recopilación de imágenes sirva de algo en la valoración de esa diversidad que conjuga la palabra y ayude, unida al gran esfuerzo de muchos otros, a terminar con ese calamitoso desangre que nos ha acompañado desde que nacimos.” (DFiego Garcia Moreno)

Estos dos ejemplos de documentales aquí expuestos son el testimonio vivo de un país que habla a través de la imagen. Un país que expresa a través del recuerdo y del baile. Un país que denuncia a través del cine. Es importante según mi opinión que los interesados no descansemos en la tarea de tratar de difundir a la mayor cantidad de gente estas experiencias del cine, pues son testimonio de la realidad de nuestro país y nos hablan de lo que somos y de lo que hemos sido. Las imágenes en movimiento son una herramienta fundamental en la tarea de generar propuestas de cambio, así mismo son indispensables para conservar testimonios de nuestra memoria como seres humanos, para documentar y brindar al futuro nuestras experiencias, para guardar un pedazo de nuestra vivencia como sociedad.