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Usuario:OctavioPazLozano/Taller

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María Luisa Ibarra Goribar (Saltillo, 28 de agosto de 1812-Parras, 22 de octubre de 1886)[editar]

María Luisa Ibarra Goribar
Información personal
Nacimiento Saltillo, 28 de agosto de 1812
Desaparición Parras, 22 de octubre de 1886

Propietaria de origen coahuilense, mujer notable de su época, impulsó con su capital diversas empresas agrícolas en la hacienda de Hornos y la región lagunera. Gracias a su aportación de donar los terrenos para el derecho de vía del ferrocarril, la propietaria detonó el desarrollo urbano de Torreón.

Familia[editar]

Su padre fue Manuel Ybarra Castaños, dueño de la hacienda vitivinícola de San Lorenzo, actualmente Casa Madero. Su madre, María Isabel Goribar Arrieta, a su vez hija de Joaquín Arrieta Sánchez Navarro, miembro de una de las familias más influyentes del Coahuila[1]​.

Matrimonio[editar]

El 3 de octubre de 1834 se casó en Parras con el inmigrante vasco y agricultor Leonardo Zuloaga Olivares. A partir de entonces, el matrimonio Zuloaga-Ibarra impulsó con el capital de su esposa, rica heredera, empresas agrícolas en la hacienda de San Lorenzo de la Laguna. Entre los ranchos, se abrió hacia 1850, el rancho del Torreón, llamado así por una torre de adobe que sirvió de atalaya.

Conflicto agrario en 1865[editar]

Tras un conflicto agrario y la expropiación de las tierras del matrimonio Zuloaga-Ibarra por el presidente Benito Juárez, en 1865, Zuloaga falleció el 20 de febrero de ese mismo año. Por entonces México estaba en conflicto con Maximiliano de Habsurgo y el Imperio francés. La viuda entabló un litigio contra el gobierno para la restitución de sus bienes, e incluso tuvo que viajar a la ciudad de Meéxico para la reclamación. Después de un largo proceso se le dio la razón y logró recuperar sus extensas propiedades, aunque la condición fue ceder las tierras para el fundo de Matamoros y San Pedro de las Colonias. Tras la muerte de su marido, María Luisa sobrevivió 21 años y el primer obstáculo que tuvo que librar fue la disputa político legal de la expropiación de sus tierras. Finalmente logró con éxito recuperarlas, pero impactó negativamente en el desempeño de los ranchos. Al paso tuvo que contrae

r préstamos con la casa Guthiel, después transformada en la compañía Rapp Sommer. Sin embargo, ella se encargó de los negocios, como lo atestigua la numerosa documentación en los registros públicos y privados de la propiedad. Con la reivindicación de sus extensas propiedades, tuvo que reafirmar en diversos momentos los títulos de propiedad, pero sobre todo, reafirmó su nombre. Dicha validación permitió reconocer a través de los archivos históricos, su lugar como mujer propietaria. Después de todo, hacía dos décadas que su marido quien antes aparecía al frente, estaba muerto. Ahora ella se mostraba con todo su nombre delante de los negocios[2]​.

Llega el ferrocarril[editar]

Hacia 1883 la llegeda del Ferrocarril Central Mexicano transformó de manera significativa el lugar del pequeño rancho del Torreón. El historiador Eduardo Guerra escribió: “Los cultivos [algodoneros] se estuvieron intensificando en las labores bajo su acuciosa vigilancia y las cosechas empezaron a rendir en mayor abundancia, dejándose sentir entonces lo deficiente de los medios de transporte existentes, y cuyo alivio se esperaba con el ya anunciado advenimiento de los ferrocarriles, y por tal motivo el señor Andrés Eppen se interesó vivamente en la celebración de un contrato que fue sometido a la consideración de la señora Viuda de Zuloaga que lo aceptó, por el cual se cedían los terrenos necesarios para derecho de vía y el establecimiento de una Estación, en tierras pertenecientes a el Rancho del Torreón. Este contrato se firmó con fecha 24 de Agosto de 1883”[3]​.

Con tal acción, Luisa motivó lo que posteriormente sería el desarrollo urbano tras el cruce de ferrocarriles. Con generosidad, y acaso, una actitud visionaria —conocía el ferrocarril por su estancia en Estados Unidos—, Luisa cedió los terrenos de su propiedad a la empresa del ferrocarril. Ese hecho cambió para siempre la historia del modesto rancho, que a los pocos años, en 1907, se le reconoció a Torreón como ciudad. A Luisa se debe ese primer impulso que detonó la urbanización, y sin embargo, ni una calle recuerda su nombre en la ciudad, como sí es el caso de su marido en la colonia Los Ángeles, donde está la calle Leonardo Zuloaga[2]​.

La madre de Torreón[editar]

A la edad de setenta y cuatro años, murió María Luisa el 22 de octubre de 1886. Sin embargo, su generosidad de donar terrenos a la empresa del ferrocarril, transformó la historia de Torreón definitivamente. En este sentido, Doña Luisa se convirtió en la madre de Torreón.  

Referencias[editar]

  1. Harris, Charles H. (1990). El imperio de la familia de los Sánchez Navarro. Sociedad Monclovense de Historia. 
  2. a b Castañón, Vargas, Carlos, Adriana (2021). Archivo Municipal de Torreón, ed. Grandiosas. Ensayos sobre género e historia de las mujeres en Torreón. Archivo Municipal de Torreón/ Ayuntamiento de Torreón. p. 21, 22. 
  3. Guerra, Eduardo (2006). Historia de Torreón. Ayuntamiento de Torreón, Archivo Municipal de Torreón. p. 202.