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De Mineralibus, Sobre los Minerales

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Libro de los minerales (De mirenalibus, sobre los minerales, en ingles Book of Minerals) fue escrito en el siglo XIII por Alberto Magno, un teólogo, filosofo, geógrafo y químico que era obispo de la iglesia católica desde 1259. Este libro influenció la escritura e investigación con respecto a las piedras y minerales, en un momento histórico en donde no existía algo como la “la ciencia de la mineralogía[1]​. Muestra una clara influencia por aspectos como la astrología y la alquimia en el aspecto investigativo llevado por el libro que, desde la experimentación (no concebida desde el método científico moderno), en la época implicaron un estudio basado a partir de la lógica y la racionalidad.

Sobre el Autor

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San Alberto Magno (Lauingen, Baviera, 1193/1206-Colonia, 15 de noviembre de 1280) fue un polímata de la ciencia medieval. Estudió en la Universidad de Padua, profundizando sus estudios de filosofía aristotélica, y se doctoró en la Universidad de Paris en 1245. Comentó y clasificó textos de Aristóteles, comentando y experimentando a partir de estos textos. El trabajo enciclopédico que realizaba se basaba metodológicamente en observar, describir y clasificar[1]​.

Influenció el trabajo enciclopédico aristotélico de Tomás de Aquino y trabajó en las temáticas de botánica y alquimia. La fama de Alberto Magno se da por sus obras literarias basadas en ciencias naturales, donde explica la naturaleza y las primeras causas que la componen a partir de la experimentación, la observación y posterior clasificación de los fenómenos que estudiaba[1]​.

Influencia de la alquimia, la piedra filosofal  

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Alberto desde su libro De Mineralibus, realizó una caracterización de los minerales, como piedras y metales, donde argumentaba la factibilidad de la trasmutación. El misterio de la piedra filosofal se renombró, puesto que según la leyenda, Alberto Magno, antes de su muerte le entregó la piedra filosofal a su alumno Tomás de Aquino. Aunque no registró en De Mineralibus el descubrimiento de la piedra filosofal, registró en este que fue testigo de la creación de oro a partir de la “trasmutación[2]

Argumento

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El texto hace un análisis filosófico frente a la constitución de los minerales, iniciando con un análisis del material, abordando las primeras causas que influyen en la constitución de aquellos minerales. Su investigación pasa por el análisis de las piedras hasta llegar al análisis de los metales. Relaciona desde conexiones lógicas la constitución de los minerales a partir de elementos como la tierra, el fuego y el agua que, al entrar en contacto con el frio y el calor, influyen en la solidificación de los materiales. Aborda temas como el incohatio formae, como teoría en donde la materia intrínsecamente posee el principio formador de los minerales. A partir de esto, relaciona los imaginarios con respecto a las piedras preciosas, describe sus usos y, a su vez, los relaciona con aspectos de la astrología como: signos zodiacales, constelaciones y puntos cardinales. Argumenta la “transmutación” como una cualidad posible en los metales, que depende de la pureza que estos posean a partir de la proporción de azufre y mercurio que los constituyen[3]​.

Resumen

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Sobre los minerales se compone de cinco libros separados por tractatos que engloban los postulados de Alberto Magnus.

Libro I

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-Tractato i: Piedras en general
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Este primer capitulo sirve de introducción para el texto en general. Inicia con una breve descripción del libro por parte de Alberto Magno, a modo formal describe la estructura que abordó, el método usado para investigar los minerales, el orden implementado y los cuestionamientos que abordará a lo largo del texto. Se aborda el material de las piedras, relacionado con la estructura de la tierra. La tierra influenciada por factores como el frio y el calor, empieza a tomar la característica de la solidificación, lo que permite que se formen las piedras. Se profundiza sobre el lugar en donde se pueden producir y encontrar las piedras: los suelos sólidos y los ríos que poseen un “poder mineralizador”[1]

-Tractato ii: Las propiedades accidentales de las piedras
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La mezcla de material puede producir piedras. Elementos como el agua influyen en la transparencia y, a su vez, en el color de las piedras. Sin embargo, las piedras poseen colores que no son transparentes, estos colores se originan con mezclas de tierra y mucha agua. Estas diferencias en la cantidad de elementos que conforman las piedras, y los factores como la temperatura y la humedad que influyen en su formación, también son influyentes cuando se habla de su dureza. Algunas tienen poros y se rompen fácil o difícilmente[1]​.

Libro II: Piedras preciosas

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-Tractato i: Las causas de los poderes de las piedras
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Alberto Magno refuta que solo exista el poder en los seres vivos, y argumenta que también hay poder en los no vivos como las piedras: prueba de esto se encuentra en los imanes. Cita al filosofo antiguo Demócrito, que afirmaba que las piedras tenían alma[4]​. Argumenta que: Si las partes de algunos animales son capaces de curar dolencias, las piedras también pueden y, de hecho, ya poseen usos conocidos. Aborda distintas visiones sobre las piedras de filosofías clásicas como las corrientes platónicas y neoplatónicas, y pensamientos de Avicena. Luego, refuta ciertos postulados clásicos para dar respuesta a “la verdadera causa” del poder de las piedras preciosas. Aborda la astrología como el estudio lógico de una ciencia natural[1]​.

-Tractato ii: Piedras preciosas y sus poderes
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Se realiza un estudio de la mineralogía abordando piedras preciosas en orden alfabético, abordando características de las piedras y sus usos funcionales.

-Tractato iii: Los siglos de las piedras: Como se tienen que discutir, cuantos tipos hay y que se sabe de ellos por la experiencia.
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Aborda una caracterización desde las imágenes y figuras que han tenido las piedras preciosas a través de los siglos, y los diversos significados y supersticiones que se han creado a partir de la imagen de estas piedras preciosas. Relata la relación entre las piedras preciosas y los signos del zodiaco y su relación con los puntos cardinales: Norte, sur, este y oeste. En este sentido, explica que no solo estos aspectos influencian las piedras preciosas, sino también los cuerpos celestes tienen influencia en las cosas de la tierra. Explica que fenómenos como las constelaciones influyen en los poderes curativos, o habilidades, que otorgan las piedras preciosas[1]​.

Libro III: Metales en general

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-Tractato i: La sustancia de los metales
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Describe los metales como minerales con facilidad de manipulación. Existen metales que los crea la naturaleza misma, pero los metales realizados artificialmente se realizan por medio de la alquimia. Los metales se endurecen gracias al frio, y adquieren una característica liquida moldeable por causa del calor. Aunque esté en un estado liquido no se adhiere a nada. Argumenta que las piedras se encuentran hechas con una proporción mayor de tierra a la proporción de agua o fuego. Por el contrario, los metales poseen una proporción más alta de agua o de fuego en su constitución; teniendo los metales más humedad que las piedras. Retoma opiniones de filósofos como Avicena, Hermes y Demócrito con respecto a los metales. El frio participa en el proceso final de solidificación de los metales, pero no es el principio generador de los metales. Es el fuego, o el calor, el principio generador de los metales. Los materiales indeseados son quemados, el fuego permite que el metal se valla formando, y el metal se va formando según la expansión que tenga según el calor. La madre de los metales es la tierra y el padre es el cielo, por ende, los siete metales se relacionan con los siete planetas: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio, Luna.

Calistenes y los tratados alquimistas de la época postulaban que la verdadera forma de los metales era el oro. Los metales que no se encuentran completos, son enfermos y no logran su forma completa de oro. Para sanar el metal, se requiere de un “elixir”. Sin embargo, no hay claridad en que después de seguir ciertos pasos, se pueda convertir cualquier metal en oro: puede radicar en cuestiones sustanciales o accidentales de los metales mismos, teniendo cada metal su particularidad. Aunque Alberto Magno no descarta la posibilidad de la transmutación de los metales, sugiere que posiblemente se dé desde los astros y sus esferas[1]​.

-Tractato ii: las (accidentales) propiedades de los metales
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Los metales poseen la particularidad de mantener la humedad y la sequedad dentro de sí. La sequedad no puede salir del metal y, por ende, se endurece el material. Los metales tienen la característica de la maleabilidad y de color. Sus colores se extienden desde lo “brillante”, el blanco y los colores que se gradúan a partir de ellos (ej. Gris), y el amarillo y rojo (ej. El cobre). Poseen un sabor y un olor debido al azufre. Los metales, según Alberto, también se encuentran relacionados unos con otros, por esta razón también es factible que se puedan transmutar[1]​.

Libro IV: Los metales individualmente

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-Un solo tractato: Azufre y Mercurio
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Alberto realiza una descripción de las características del Azufre y Mercurio describiendo las sustancias que las componen. Después, agrega las características del Plomo, el estaño, la plata, el cobre, el oro y el hierro: profundizando en sus constituciones elementales a partir de los 4 elementos sublunares[1]​.

Libro V

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-Un solo tractato: Propiedades generales
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En este tractato Alberto Magno concluye hablando sobre los minerales mixtos o intermedios entre las piedras y los metales. Para Alberto los sulfuros pueden hacer parte de los metales. Propone elementos intermedios entre las piedras y los metales como: la marcasita, alumbre, atramento. Agrega también al mineral de la Sal que se encuentra hecho mayoritariamente por tierra, y se disuelve con el agua. Puede haber distintos tipos de sal con utilidad en diversos propósitos. Para finalizar, Alberto concluye con una caracterización particularizada de los siguientes minerales: Vitriolo, alumbre, arsénico, marcasita, nitro, tutty, electro[1]​.  

Referencias

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  1. a b c d e f g h i j k [Magno|Magnus, Albert] Comprueba el valor del |enlaceautor= (ayuda) (1996). Wickoof, Dorothy, ed. Book of minerals (en ingles). CLARENDON PRESS OXFORD. Consultado el 05/02/2022. 
  2. Budd, Julian Franklyn and Frederick E. (1935). A Survey of the Occult. (en inglés). London: ARTHUR BARKER LIMITED. p. 28-30. Consultado el 05/02/2022. 
  3. [Castillo|Castillo, Manuel] Comprueba el valor del |enlaceautor= (ayuda) (1996). Alberto Magno: Precursor de la ciencia renacentista. Sevilla: Ciencia de los Filosofos. p. 91-106. Consultado el 05/02/2022. 
  4. [S., Gloria M.] Comprueba el valor del |enlaceautor= (ayuda). [file:///C:/Users/scsan/Documents/Libros%20PDF/17751-Texto%20del%20art%C3%ADculo-18583-1-10-20141104.pdf Democrito, Filosofo atomista]. FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACION CENTRO DE ESTUDIOS FILOSOFICOS - Universidad del Zulia. Consultado el 05/02/2022.