Usuario:Tarantino/Guardia Valona
Guardia Valona | ||
---|---|---|
| ||
Activa | 1734 - 1815 | |
Rama/s | Ejército de Tierra Español | |
Tipo | Infantería y Caballería | |
Alto mando | ||
Comandantes notables | Ramón María Narváez | |
Guerras y batallas | ||
Motín de Esquilache Guerra de la oreja de Jenkins Guerra de la Independencia |
Guardia de Corps
[editar]Los Reales Guardias de Corps, fueron creadas de manera formal el día 12 de junio de 1704 por Felipe V, como una de las primeras decisiones adoptadas dentro de un proceso de reorganización de la Caballería española, y en general de la estructura de todo el ejército. Las Guardias de Corps eran parte integrante de los cuerpos montados de la Guardia Real, que incluía además la Guardia Exterior a Caballo y más tarde, en 1730, la Brigada de Carabineros Reales. Los R. G. de Corps no sólo actuaban como guardia de Palacio, siguiendo estrechamente al Rey en sus desplazamientos entre Reales Sitios, sino que además tomaron una parte muy activa en diversas campañas de la Guerra de Sucesión, actuando como núcleo de élite del Ejército Real.
El 28 de septiembre del mismo año (1704), una Real Orden fija su fuerza y sueldos. Se compone de cuatro compañías (dos españolas, una italiana y otra walona), cada una con 194 guardias, 20 oficiales y mandos y 16 hombres de personal de apoyo. Un total aproximado de 920 hombres. En 1716, ya finalizada la Guerra de Sucesión y dentro de un proceso general de reducción del Ejército Real, se cuentan sólo dos compañías (una española y otra italiana).
Mucho más tarde, ya en época de Carlos III, se elevará su fuerza a tres compañías, llamadas respectivamente española, italiana y flamenca. Su hijo, Carlos IV, crea una cuarta compañía con nobles y gente de ultramar, la compañía americana, en 1793. Cada una de las compañías tiene ahora 184 guardias, 10 oficiales, 31 mandos intermedios y 7 hombres de apoyo, lo que resulta en 928 hombres en el total de su fuerza. De nuevo, una situación muy semejante a la de su fundación en tiempos de su antepasado, Felipe V. No obstante, en 1807 se suprimen todas las compañías "extranjeras", quedando sólo la española. Ya bajo el reinado de Fernando VII adquieren el nombre de "Guardias de la Real Persona", y se convertirán poco a poco en lo que hoy día conocemos como Guardia Real.
Baste para destacar la importancia social de los miembros de estas Guardias de Corps que el acceso a un puesto de simple Guardia requería del aval de personas influyentes ante la Corte, y que los Capitanes de las compañías solían ser miembros de la nobleza. Personajes de la importancia histórica de Godoy comenzaron su ascensión en la corte alistándose, previa recomendación, como Guardias de Corps. Paradojas de la vida, las Reales Guardias de Corps tuvieron un principal papel en los sucesos de Aranjuez que contribuyeron a su caída, al permanecer siempre estrictamente fieles a la persona del Rey y su política.
El armamento de este cuerpo era el propio de la Caballería, es decir:
Guardias: espada, dos pistolas, carabina. Oficiales: espada, dos pistolas.
Según las Ordenanzas, su armamento era del mismo tipo que la Caballería, pero de mejores calidades y acabado, y marcado de forma conveniente como perteneciente al Cuerpo. Por lo tanto, cabe suponer que las espadas de los Guardias eran, en principio, del modelo 1728 de Caballería, de guarnición de conchas, y eso confirman efectivamente los ejemplares que examinaremos a continuación. No obstante, en el Museo del Ejército de Madrid hay una espada con empuñadura del modelo 1799 (ó 1803, según los autores) en forma de semicesta en hierro, y hoja sin recazo de doble filo corrido, marcada como "Rs Gs D CORPS". Asimismo he podido localizar un ejemplar posterior, ya de la época de Fernando VII, marcado como "Guardias de la Persona del Rey", con guarnición de latón de tres gavilanes, semejante a la del modelo 1815 de Caballería de Línea. Esto indica que en efecto se seguía aproximadamente la evolución de los modelos de espadas para la Caballería. Las espadas de los oficiales, aunque en general cercanas al modelo, podían presentar fuertes diferencias.