Ir al contenido

Usuario:Xiuhcoatlguerrero/ChiapasXX

De Wikipedia, la enciclopedia libre


           Para las élites económicas de Chiapas, el llamado de Madero en 1911 para constituir una fuerza política con el objetivo de participar en elecciones fue un momento crucial: representó la ocasión adecuada para organizarse políticamente mediante la fundación de clubes antirreleccionistas. Los grupos políticos de San Cristóbal, buscaban, además de la renuncia del gobernador interino que sucedió a Rabasa, la desaparición del impuesto personal, implantando nuevas contribuciones que fueran más equitativas; sin embargo no existía un consenso entre estos maderistas sancristobalenses sobre quien debería de ser candidato para la gubernatura.[4]

La fundación de clubes no fue exclusiva de los políticos de San Cristóbal, ya que se formaron otros a lo largo del estado de Chiapas, los cuales buscaban fines concretos no sólo secundar los movimientos políticos que buscaban llegar a la presidencia de la república. Por mencionar algunos ejemplos, rabasistas de Tuxtla Gutiérrez, que formaron parte del porfirismo, fundaron un club para impulsar la candidatura de Manuel de Trejo, quien había sido nombrado gobernador interino a la salida de Ramón Rabasa. Otro de los clubes, llamado “Soconusco” de la ciudad de Tapachula, se componía de ganaderos acaudalados que estaban en contra de los productores de café.[5]

Madero y Emilio Vázquez Gómez quien se desempeñaba como ministro de gobernación de Francisco León de la Barra (presidente interino a la salida de Díaz) se interesaron por la situación política chiapaneca. Madero y el partido antirreleccionista, después de una reunión con la colonia chiapaneca residente en la ciudad de México, resolvieron apoyar a Flavio Guillén, lo cual no fue bien recibido por los grupos maderistas de Chiapas.[6] Ante tal designación también se mostraron opuestos los miembros de la legislatura chiapaneca, quienes como gobernador interino a Reinaldo Gordillo León. [7]

Dentro de este contexto de inestabilidad política y de pugna entre grupos locales, aliados con autoridades del centro del país, surgió una rebelión el 3 de julio de 1911. Dicho llamado a la rebelión fue realizado por habitantes de San Cristóbal entre los que se encontraban Juan Espinoza Torres, los hermanos Antero y Carlos Ballinas, así como Alberto Pineda Ogarrio quien recibió, por parte de los rebeldes, el grado de teniente coronel. Estos rebeldes tomaron las armas por inconformidad ante la designación de Gordillo León y resolvieron proponer como gobernador interino a Manuel Pineda como gobernador.[8]

Como una respuesta ente los rebeldes de San Cristóbal, el gobernador interino Gordillo Léon creó un grupo armado de voluntarios, llamado, “hijos de Tuxtla”; sin embargo, no enfrentó a los rebeldes al renunciar el 5 de julio de ese mes. A Gordillo le sucedió Policarpo Rueda, gobernador que tampoco permaneció mucho tiempo en el cargo al ser removido el 17 de agosto de ese mismo año. Junto con esta inestabilidad política, se agravó la situación con los rebeldes, ya que los inconformes de San Cristóbal recurrieron a un líder indígena Chamula llamado Jacinto Pérez y apodado “El Pajarito”, quien brindó contingentes armados para apoyar a las fuerzas militares de los san cristobalenses. A las fuerzas de “El Pajarito” se unieron otros indígenas de Soyaló al mando de Juan González.[9]

Las fuerzas rebeldes lanzaron una ofensiva que duró una semana, en la cual lograron tomar, con ayuda de las fuerzas indígenas de “El Pajarito”, Ixtapa, Chicoasén, La Concordia, San Bartolomé, Copainalá, Simojovel, Chiapilla, San Gabriel, Solistahuacán y Chiapa de Corzo, la cual retiró su respaldo al gobierno del estado el 24 de septiembre; sin embargo, la ocupación de esas localidades no fue duradera. El 8 de octubre las fuerzas gubernamentales retomaron Chiapa de Corzo y comenzaron una contraofensiva que se prolongó a lo largo de cuatro días, en la cual los rebeldes de San Cristóbal perdieron las poblaciones más importantes que habían ocupado.[10]

Esa rebelión de 1911 apenas duró unos meses, el 13 de octubre de ese mismo año se alcanzó un acuerdo entre los líderes San Cristobalenses y los Tuxtlecos, reconociendo los primeros al gobierno asentado en Tuxtla, entregando dos días después las armas y pidiendo una amnistía para los participantes en esta rebelión. Posteriormente al rendimiento de las fuerzas beligerantes de san Cristóbal, se convocaron a elecciones para gobernador interino entre Reinaldo Gordillo y José Antonio Rivera G. las cuales fueron bastante reñidas. Aunque diversas fuentes le dieron el triunfo a Rivera, un mes después de efectuadas las elecciones, el Congreso del Estado anuló las votaciones de Palenque y Chilón, con lo cual le otorgó la victoria a Gordillo León, quien había recibido el respaldo de los políticos Tuxtlecos. Gordillo sólo duró en funciones un mes al ser sustituido por Flavio Guillén.[11]

           Guillén actuó como una figura conciliadora; aunque fue visto inicialmente como un político ligado a los políticos rabasistas. Durante su gubernatura se impulsó la creación de partidos para encausar las posturas políticas de los distintos grupos del estado. En Tuxtla se formó el Partido  Liberal Chiapaneco, que reunió a los grupos de las tierras bajas que poseían intereses comerciales y agrícolas. Por su parte, en San Cristóbal se fundó el Partido Popular Chiapaneco, que tenía como bandera política regresar la sede del gobierno del estado a San Cristóbal. Esa política conciliadora de Guillén fue observada también en las elecciones de 1912, donde se renovaron la legislatura local y las cámaras de diputados y senadores federales, al no favorecer a alguna de las fuerzas políticas. [12]

           Algunas medidas de Guillén al frente de la gubernatura fueron de orden laboral, en diciembre de 1912 expidió una ley laboral, donde se prohibía la acumulación de deuda por más de un año; se prohibía heredar las deudas;  se establecía en diez horas la jornada máxima laboral y se pedía a los patrones asegurar de alguna forma a sus trabajadores frente alguna incapacidad para trabajar.[13]

           El gobierno de Guillén terminó con el derrocamiento de Madero en febrero de 1913, cuando Gordillo León se adhirió a Victoriano Huerta. Éste último político, designó como gobernador de Chiapas al general  Bernardo A.Z. Palafox, militar que recibió apoyo de las élites políticas de San Cristóbal. Dentro de ese panorama, se levantaron en armas grupos que se adhirieron a las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza, teniendo lugar algunos enfrentamientos entre los constitucionalistas y las fuerzas armadas simpatizantes de Huerta.

           Huerta fue derrotado militarmente por el ejército constitucionalista en 1914, y en Chiapas eso significó que Palafox fue removido de la gubernatura. El 14 de septiembre de ese año, llegó a Chiapas, al frente de la 21 división, el general Jesús Agustín Castro, comisionado por Venustiano Carranza para hacerse cargo de la gubernatura de Chiapas. Castro entró en conflicto con las élites políticas chiapanecas. Al poco tiempo de su llegada disolvió el Congreso del Estado y el Tribunal Superior de Justicia. El 14 de diciembre de ese año aprobó una ley que controlaba fuertemente la actividad de la iglesia, al prohibir la confesión, legalizar el divorcio, clausurar conventos, reducir la celebración de misas a una vez por semana. Pero no se quedó solo ahí, ya que también confiscó propiedades del obispo de San Cristóbal Francisco Orozco y Jiménez.[14]

           En ese mismo octubre, aprobó otra ley en materia laboral, la denominada Ley de Obreros, que también fue conocida como Ley de Liberación de Mozos. En ella se prohibía el peonaje por deudas y el enganche, así como las deudas pendientes de los trabajadores en la tienda de raya. Dentro de dicha ley también se estableció una  jornada de diez horas para los trabajadores, se fijaban salarios mínimos y se establecían seguros por accidentes o  discapacidad, además estipulaba que los propietarios rurales debían establecer escuelas para los hijos de sus trabajadores.[15]

           La presencia de las tropas de Castro en Chiapas chocó con la población, ya que las tropas cometían desmanes en las poblaciones. A ello se agregó que capturaron y fusilaron a exfuncionarios y a antiguos líderes políticos, como fue el caso de Jacinto Pérez, quien fue arrestado y fusilado  en octubre de 1914.[16] Los habitantes de las tierras bajas, principalmente, decidieron tomar nuevamente las armas en contra del gobierno de Jesús Agustín Castro, ello dio inicio a otra rebelión que fue conocida como la rebelión mapache.

La rebelión de los mapaches: 1914-1920

El dos de diciembre se reunieron 40 terratenientes a orilla del rio Canguí, en la cercanía de la ciudad de Chiapa de Corzo, declarando su levantamiento en armas en contra de las tropas constitucionalistas. Argumentaron como razones para tomar las armas: el vandalismo desatado por los carrancistas, la presencia de la división de Castro que para los mapaches era un “ejército invasor” A lo cual se agregaba su oposición ante la Ley de Liberación de Mozos.[17]

           Los alzados, además de exponer los motivos de su lucha, eligieron como líder militar a Tiburcio Fernández Ruiz, quien era un joven finquero. Cabe mencionar que los líderes de estos rebeldes eran terratenientes de las tierras bajas de Chiapas, mientras que otros propietarios y los comerciantes de Tuxtla se mantuvieron apoyando a Castro. El área que controlaban los mapaches— como fueron apodados por—  se localizaban en partes del Valle Central, la Frailesca, Villaflores y La Concordia. Sus propiedades no eran de grandes extensiones de tierra: eran rancheros de recursos modestos. A estos 40 primeros mapaches se les unieron otros rancheros de las tierras bajas junto con vaqueros, caporales, peones locales, jornaleros y exmilitares, en otras palabras, trabajadores de los rancheros.[18]

           A nivel nacional 1914 fue un año de muchos conflictos, pues a pesar de que se derrocó a Huerta, en octubre se dividieron los grupos de revolucionarios que lo sacaron de la presidencia. La ruptura entre los villistas y zapatistas, que se adhirieron a la Convención de Aguascalientes, y las fuerzas de Carranza dio inició a otra fase de enfrentamientos militares. En ese contexto de enfrentamiento entre facciones revolucionarias donde inició la rebelión mapache. Los mapaches, se definieron como villistas, al tener como enemigo común a las autoridades carrancistas.

            Los mapaches no estuvieron solos, para 1915 fueron ganando simpatizantes en otras zonas de Chiapas, como en Comitán donde se aliaron a ellos los finqueros de esa ciudad. Un año más tarde Alberto Pineda, de San Cristóbal se adhirió a ellos, aunque conservando independencia, al frente de su “Brigada Las Casas”. Pineda operó en los departamentos de Las Casas, Chilón, Palenque y Simojovel.[19]

En noviembre de 1916, llegaron a territorio chiapaneco Félix Díaz y Juan Andrew Almazán y fueron acogidos por los mapaches. En mayo de 1916, los zapatistas comandados por Rafael Cal y Mayor, quienes habían llegado a Chiapas apenas un mes antes, entablaron pláticas con los mapaches para actuar de forma conjunta, pues ambas fuerzas se asumían dentro del convencionismo, facción revolucionaria que en el ámbito nacional se encontraba enfrentada con el carrancismo. En Chiapas no se logró tal unión entre mapaches y zapatistas, principalmente porque Cal y Mayor comenzó con la repartición de haciendas postura muy diferente a la sostenida por los mapaches al ser ellos terratenientes. La ruptura se hizo completamente visible en agosto de 1916 al producirse choques entre Tiburcio Fernández y Rafael Cal.[20]

Los mapaches desarrollaron, militarmente, una técnica de guerrilla, realizando combates cortos y rápidos, huyendo posteriormente, sin entablar una batalla frontal contra las fuerzas comandadas por Castro. A diferencia de los Carrancistas, los mapaches tenían arraigo popular, por lo cual recibían ayuda de finqueros y rancheros, tanto con dinero, combatientes o distintos suministros. A estos simpatizantes de los rebeldes que los ayudaban sin tomar las armas los conocieron como “mapaches mansos” y permiten explicar que los mapaches hayan podido mantenerse en contra de las autoridades carrancistas por cuatro años.

En 1916, los mapaches hicieron esfuerzos por unificar sus fuerzas militares. Fernández Ruiz dialogó con el líder mapache de Comitán Tirso Castañón, reuniéndose ambos en abril de ese año para formar un gobierno rebelde, donde Castañón fue nombrado gobernador provisional de Chiapas, mientras que el mando militar lo mantuvo Fernández Ruiz al ser nombrado como jefe de operaciones de la Brigada Libre de Chiapas.

Las fuerzas gubernamentales en Chiapas no siempre optaron por las armas para derrotar a los mapaches, ya que en septiembre de 1916, el gobernador Pablo Villanueva entablo negociaciones con los rebeldes, estableciendo una “Junta Pacifista”, la cual no logró su propósito.[21]

Carranza después de haber llegado a la presidencia de México, mandó en julio de 1917 al general Salvador Alvarado como jefe de operaciones del sureste. Éste estableció su cuartel en Tabasco y desde ahí mando al general Alejo González a Chiapas a mediados de 1917. El mismo Alvarado llegó a Chiapas a mediados de marzo de 1918, acompañado de 2 500 efectivos. Ya en Chiapas, Alvarado empleó la técnica de concentración de pueblos, a lo que los mapaches respondieron evitando la confrontación directa con el ejército de Carranza y refugiándose en la serranía. Los enfrentamientos entre mapaches y carrancistas fueron escasos a lo largo de 1918, aunque en 1919 continuaban las escaramuzas que dejaban ver la resistencia que aún podían ofrecer los mapaches.[22]

La situación cambió en 1920, cuando a nivel nacional se originó una ruptura entre Álvaro Obregón y Venustiano Carranza a raíz de la elección de un candidato para las votaciones presidenciales, al inconformarse, Obregón y sus partidarios se levantaron en armas por medio del Plan de Agua Prieta. Dicha rebelión finalizó cuando asesinaron a Venustiano Carranza el 21 de mayo de 1920. Posterior a su asesinato, en septiembre, se organizaron elecciones donde resultó ganador Obregón, quien tomó posesión en diciembre de ese mismo año. Mientras tanto, fue nombrado, por el congreso, presidente interino Adolfo de la Huerta. [23]

Ante esa situación, en Chiapas durante marzo y abril de 1919 se acordó un alto al fuego entre el ejército y los rebeldes. Fernández Ruiz inició negociaciones con el ejército constitucionalista que se vieron finalmente frutificadas cuando se adhirió a la rebelión de Agua Prieta, al negociar su adhesión con el general Albino Lacunza, quien se encontraba al frente de la guarnición de Villa Flores. Así, Fernández se incorporó al bando ganador en 1920. Al aliarse con Lacunza y con Obregón, Fernández quedó en una muy buena posición política. Tomó la capital de Chiapas el 27 de mayo de 1920, siendo designado como jefe de operaciones militares. Más tarde, en diciembre cuando tomó posesión Obregón, el colegio electoral lo declaró gobernador constitucional.

Una vez que Fernández fue gobernador llegó a un acuerdo con Cal y Mayor, así como con Pineda para que dejaran las armas. Éste fue nombrado jefe de operaciones en Tabasco, mientras que Cal y Mayor recibió un cargo dentro de la burocracia agraria.[24] De esa forma terminó la revolución en Chiapas.

Como se pudo ver, Chiapas no estuvo aislada de los sucesos que ocurrieron en la ciudad de México o en otras partes del país. Los políticos chiapanecos reaccionaron, ya sea a favor o en contra, ante los diversos acontecimientos que ocurrían más allá de las fronteras de su estado. Por eso, es un error considerar que la Revolución Mexicana llegó tarde o jamás lo hizo a Chiapas, ya que desde 1911 se puede ver que las elites locales toman parte de procesos políticos que ocurren fuera de Chiapas pero que dejan sentir su fuerza en el estado. Esa idea del aislamiento o el retraso de la revolución en Chiapas, por lo tanto, no toma en cuenta esta capacidad de reacción de los chiapanecos ante esos acontecimientos foráneos.[25]

Época posrevolucionaria

Tiburcio Fernández en la gubernatura 1920-1924

Tiburcio Fernández tomó posesión de la gubernatura de Chiapas en diciembre de 1920. A grandes rasgos su mandato se caracterizó por eludir la aplicación de las reformas agraria y laboral que habían sido promulgadas por la constitución de 1917. Uno de los medios para lograr ese objetivo fue no asignar recursos para los inspectores que vigilaban la puesta en práctica de ambas legislaciones. [26]

           Sobre la reforma agraria, en 1921 la legislatura estatal aprobó una ley que denominaba como “pequeña propiedad” las extensiones de tierra menores a 8 000 hectáreas, por lo cual no podían ser objeto de reparto; dejaba así cerca de 70 fincas y ranchos en posibilidad de repartirse entre campesinos. Los propietarios con más de esas hectáreas, por medio de esa ley, tuvieron la oportunidad de decidir cuales hectáreas conservar, vendiendo el excedente a compradores que podían adquirir esas tierras en 20 pagos anuales. A esta ley se agregan otras que, de igual manera, pusieron trabas al reparto de tierra. Una de ellas autorizaba de nuevo las tiendas de raya y el peonaje acasillado, no teniendo estos últimos trabajadores derecho a recibir tierras.[27]

           Otra problemática que se desencadenó bajo el gobierno de Fernández fue política. Su gobierno solo se compuso de antiguos mapaches por lo que otros grupos políticos se mostraron inconformes. A ellos se agregaron antiguos mapaches que no fueron tomados en cuenta por Fernández Ruiz al integrar su gobierno. Se debe mencionar otro elemento de descontento hacia Tiburcio Fernández, que consistió en haber dejado, dentro de sus medidas económicas, a los Altos y a la planicie del Golfo, privilegiando la construcción de la carretera estatal de Arriaga a Tuxtla Gutiérrez. Ese tipo de acciones lo terminó de enemistar con los grupos políticos chiapanecos, quienes más adelante buscarían desplazar a Fernández Ruiz y su grupo.

           Parte de esa oposición a Fernández se expresó con el fortalecimiento del Partido Socialista Chiapaneco, que se formó el 13 de enero de 1920, en Motozintla, perteneciente al partido de Mariscal (el cual se integró a México por el tratado de límites con Guatemala ratificado en 1882). Dicho partido se extendió en el Soconusco, reivindicando demandas de carácter laboral, ganando simpatía entre los trabajadores estacionales de los cafetales.[28]

En 1921, el dirigente de ese partido Ricardo Alfonso Paniagua estableció una alianza con el general Carlos A. Vidal, quien tenía fincas en Pichucalco y se desempeñaba dentro del Ministerio de Defensa durante la administración de Obregón. Con el protegiendo al partido, Paniagua se lanzó con más fuerza a hace labor sindical entre los cafetaleros del Soconusco. Para 1924, en el contexto de la Rebelión delahuertista, el Partido Socialista se colocó del lado de Obregón quien les otorgó reconocimiento, el cual emplearon en las elecciones de julio de 1924 donde se elegiría presidente de la república y gobernador. Obregón respaldó la candidatura de Vidal, lo cual no significó que Tiburcio Fernández apoyara a Vidal, pues éste tenía su propio candidato, Luis Ramírez Corzo.

Las elecciones de 1924 no fueron reconocidas por la legislatura local, bajo el control de Fernández, a lo que siguió un agudo conflicto poselectoral donde los partidarios de Vidal crearon otro congreso local y tomaron la cámara legislativa. La respuesta llegó hasta que Plutarco Elías Calles tomó posesión de la presidencia en diciembre de 1924 y nombró un gobernador interino, el cual convocó a elecciones municipales para abril de 1925 y para gobernador en mayo de ese año. Vidal resultó ganador en estas últimas y tomo posesión el 20 de mayo de 1925. [29]

Carlos A. Vidal 1925-1927

Algunas de las acciones de gobierno de Vidal estuvieron encaminadas a impulsar el reparto agrario, reorganizar el sistema fiscal y a crear oficinas para contratar trabajadores para las fincas. Una de sus medidas consistió en cobrar impuestos a los finqueros por el transporte en ferrocarril del café, nombrando inspectores para vigilar el cumplimiento de dicha disposición. También expidió leyes para regular el trabajo, entre las que se encuentran las que establecieron: las Junta Central de Conciliación y Arbitraje, Las Juntas Municipales de Conciliación, comisiones especiales del salario mínimo y la creación de Oficinas Investigadoras de Contratos en Comitán, San Cristóbal y Motozintla. A esto se agrega una legislación laboral en 1927 que tuvo como objetivo señalar que los contratos colectivos entre patrón y sindicato, en los casos que hubiera éste, debían sustituir a los contratos personales, además de prohibir a los patrones la sustitución de trabajadores en huelga. [30]

En agosto de 1927 Vidal se separó de la gubernatura para apoyar la campaña presidencial de Francisco R. Serrano, quien se oponía a la reelección de Álvaro Obregón e impulsaba su propia candidatura, nombrando como gobernador interino a su hermano Luis.  Serrano junto con otro aspirante a la presidencia, Arnulfo R. Gómez planearon una rebelión en contra de Calles y a la imposición de Obregón en un segundo mandato presidencial. Esa revuelta fue descubierta y el 3 de octubre de 1924 capturaron a los cabecillas principales en Cuernavaca, Calles ordenó asesinarlos en Huitzilac. Entre los fusilados se encontraba Vidal.[31]

Al ser fusilado Carlos Vidal sus partidarios fueron removidos de sus puestos gubernamentales. El gobernador interino, Luis Vidal y el presidente de la Cámara de Diputados local, Ricardo Alfonso Paniagua fueron fusilados. Las autoridades chiapanecas más cercanas a Vidal fueron detenidas y los adheridos al vidalismo fueron depuestos. El partido Socialista Chiapaneco recibió un duro golpe que lo llevó a replegarse. [32]

Raymundo Enríquez 1928-1932

Posteriormente a los fusilamientos de Vidal y Paniagua, se nombró como gobernador interino a Federico Martínez Rojas, quien era presidente municipal de San Cristóbal; pero no duró mucho en este cargo al ser reemplazado en marzo de 1928 por Amador Coutiño, que fue nombrado por Calles y preparó el camino para el triunfo del ingeniero agrónomo Raymundo Enríquez, el cual había lanzado su candidatura en enero de ese año. Contando con el respaldo del presidente Calles, ganó las elecciones; aunque los otros contendientes en las elecciones Luis C. García y Rafael Cal y Mayor montaron sus propios congresos locales. El reconocimiento del presidente hizo que Enríquez pudiera tomar posesión el 1 de diciembre de 1928.

Algunas de las medidas de gobierno de Enríquez son consideradas de tipo agrarista, ya que durante su gestión se resolvieron 113 solicitudes de tierra repartiendo 171 889 hectáreas de tierra; sin embargo, este reparto agrario no afectó las plantaciones de café ni las zonas mapaches de La Frailesca y los Altos.[33]

También creó en marzo de 1931 una central obrero campesina: la Confederación Campesina y Obrera de Chiapas. Para resolver problemas entre trabajadores y patrones creo el Departamento de Trabajo, Defensa Proletaria y Bienestar Social que además asesoraba a los campesinos en cuestiones agrarias y revisaba los contratos colectivos.

Sobre las relaciones que Enríquez mantuvo con la iglesia católica, al haberle tocado los dos últimos años de la guerra cristera, endureció las políticas gubernamentales. Respaldando las medidas anticlericales de Calles endureció su trato hacia la iglesia católica, al clausurar iglesias y limitar el número de sacerdotes a ocho, siendo cinco ministros de la Iglesia Católica Romana, uno evangelista y los restantes miembros de la Iglesia Ortodoxa Mexicana. En esa misma ley sobre los cultos, asignó a un solo sacerdote una zona enorme, que comprendía San Cristobal, las poblaciones Tzotziles hacia el norte y la región de los Tzeltales, incluyendo Ocosingo.  Las leyes para limitar a la iglesia católica llegaron a tal punto que en San Cristóbal se reglamentó el uso de la campana de la catedral, autorizando únicamente  el toque de campanas tres veces a lo largo del día.[34] Cuando el anticlericalismo tomo mayores fuerzas fue en la administración del gobernador que sucedió a Enríquez.

Victórico Grajales 1932-1936

Aunque se puede decir que muchas de las medidas aplicadas por Jesús Agustín Castro, como limitar el número de celebraciones religiosas o vender las propiedades del obispo limitaron a la Iglesia católica no se puede decir que hayan sido un anticlericalismo arraigado y duradero, ya que durante la ocupación carrancista en Chiapas hubo pocos sacerdotes e inclusive no contaban con un obispo. Fue en la gubernatura de Victórico Grajales, que tuvo un mayor arraigo gubernamental el anticlericalismo. [35] Además de expedir leyes más estrictas hacia la iglesia, el gobierno de Grajales se caracterizó por haber encumbrado dentro de su gobierno a los rancheros de la Depresión Central, región de donde el mismo provenía al ser originario de Chiapa de Corzo.

           Grajales llegó al poder en 1932 apoyado por Plutarco Elías Calles durante el llamado “Maximato”. Algunas de las medidas que Grajales tomó fueron: la construcción de carreteras, el apoyo a la educación socialista-racionalista, que desde su perspectiva tenía como finalidad desfanatizar a la población; la creación de instituciones para apoyar a los indígenas y la implementación una campaña antialcohólica.[36]

           Durante su gestión se construyó la carretera que va de Tuxtla Gutiérrez a Arriaga, con la finalidad de unir el Soconusco con la red ferroviaria que llega hasta Arriaga. Este ferrocarril, a su vez, recorre toda la región de la costa y respondía al interés de Grajales por establecer vías de comunicación por las cuales se pudieran transportar las materias primas obtenidas en Chiapas. 

           Respecto a la educación, se trató de implantar la educación racionalista creada por el pensador español Antonio Ferrer Guardia, la cual buscaba crear seres humanos conscientes de su entorno social y alejados de los “fanatismos”. Tales postulados educativos se encontraban en sintonía con las ideas anticlericales de Grajales.  En agosto de 1934 se aprobó por el congreso local una ley que señalaba el carácter laico socialista de la educación en Chiapas,  

Las políticas gubernamentales de Grajales que rápidamente chocaron con la iglesia fueron la educación socialista y la campaña de desfanatización. Dentro de dicha campaña se encuentra las leyes que promovió para limitar el poder de la iglesia. Entre ellas están: reducir el número de ministros autorizados en Chiapas a cuatro y cambiar el nombre de los pueblos que referían a algún santo. El anticlericalismo de Grajales fue ascendiendo, en enero de 1934 autorizó únicamente un sacerdote para todo el territorio de Chiapas. No quedó en esa reforma el enfrentamiento entre la iglesia católica y Grajales, pues en octubre de 1934 ordenó la salida del Obispo y todos los sacerdotes, a excepción de un padre cismático que dejó los hábitos a finales de ese año. Otra de sus leyes creó un Comité de Salud Pública, para vigilar el cumplimiento de todas esas disposiciones.[37]

En el otoño de 1934, el gobierno promovió las quemas públicas de imágenes religiosas y otros ornamentos religiosos en ciudades como Tuxtla, San Cristóbal, Comitán y Tapachula. Aunque en algunas poblaciones como Cintalapa, Coapilla, Zinacantán o en Chamula la población se opuso;, escondieron los santos y en algunos casos se organizaron para repeler a quienes llegaran a quemar los santos.[38]

En el aspecto agrario, en 1935 reformó el código agrario estatal de 1921 en conformidad de la ley agraria federal de 1933. En esa reforma legislativa, se establecía como máxima posesión de tierra, en el caso de tierra irrigada 150 hectáreas, mientras que en terreno montañoso se extendía hasta cinco mil hectáreas. Por su parte, se establecía para cultivos de caña de azúcar, café y cacao una extensión máxima también cinco mil hectáreas. [39]

           A nivel nacional, en 1934 se elegiría al presidente de la república, situación que modificaría el panorama político en Chiapas. Grajales se opuso a la candidatura de Lázaro Cárdenas, quien surgió como candidato en la primavera de 1933. Cárdenas al recibir la aprobación de Calles ganó las elecciones, quedando bajo su tutela política, la cual se sacudió el 15 de junio de 1935, cuando dentro de un contexto de huelgas y protestas obreras, hizo renunciar a su gabinete, integrado por una mayoría callista, realizando nuevos nombramientos el 17 de ese mes (inclusive llegó a mandar fuera de México a Calles en abril de 1936) Cárdenas también obligó a 14 gobernadores a dejar su puesto, y en otros siete estados empleó las elecciones para dejar fuera a los callistas. En el caso de Chiapas, esperó el contexto electoral para elegir al sucesor de Grajales. El elegido fue Efraín Gutiérrez

Efraín Gutiérrez 1936-1940

Efraín Gutiérrez ganó la candidatura por el partido oficial en un plebiscito celebrado en abril de 1936. Detrás de su elección se encuentra un trabajo político por parte de los cardenistas que se encontraban en conflicto con Victórico Grajales y su grupo político por la elección del candidato a la gubernatura. Los cardenistas consiguieron primero el apoyo del PNR estatal, nombrando a personajes de filiación cardenista en la dirección del partido y en el comité estatal. Fuera del partido, los seguidores de Gutiérrez buscaron el voto de los católicos, al mostrarse más tolerantes que Grajales, y también recurrieron a los Tzeltales y Tzotziles que representaban una tercera parte de la población de Chiapas. Estos grupos indígenas constituían también el mayor volumen de fuerza laboral en los productos agrícolas para la exportación. Por ello era muy importante obtener sus votos.

           Para ganar los votos de los indígenas y organizarlos dentro de las estructuras gubernamentales que estaba realizando Cárdenas fue de gran ayuda Erasto Urbina, un oficial de migración que hablaba tzotzil y tzeltal. El fundó un comité electoral a favor de Gutiérrez y los cardenistas, consiguiéndoles votos de los indígenas. Urbina, una vez que asumió la gubernatura Gutiérrez, fue puesto a la cabeza del Departamento de Protección Indígena, institución desde la cual formó el Sindicato de Trabajadores Indígenas a finales de 1936. Dicho sindicato se hizo cargo de negociar las contrataciones de los indígenas de los Altos, asegurando la mano de obra para las fincas del Soconusco.[40]

           Urbina también produjo otra transformación en los pueblos indígenas de habla tzotzil y tzeltal, al reemplazar a los escribanos tradicionales con jóvenes bilingües, alfabetizados, muchos de los cuales habían participado con él en los comités electorales que impulsaron la candidatura de Gutiérrez. Muchos de estos jóvenes controlaron los municipios de los Altos después de los años cuarenta desplazando a las élites monolingües de los Altos, al actuar como intermediarios entre las comunidades y las agencias gubernamentales. Esta preminencia de los intermediarios bilingües se reafirmó cuando el Departamento de Protección Indígenas el 1 de enero de 1939 anunció que solo trataría con presidentes municipales bilingües. [41]

           En el aspecto agrario, con Gutiérrez se llevó a cabo el reparto de tierras en los Altos centrales y en el Soconusco. En esta última región comenzó el reparto en marzo de 1939 al expropiar tierras a finqueros, siendo Enrique Braun uno de los que más hectáreas perdió, cerca de la mitad de las 7 988 hectáreas repartidas en marzo provenían de él. Ya para 1940 el gobierno de Gutiérrez expropió tierras de las fincas ya no solo del Soconusco sino también de Mariscal.[42]


[1] Thomas Benjamin, “¡Primero viva Chiapas! La revolución mexicana y las rebeliones locales” en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 178.

[2] Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaria de Educación, 2004) 52.

[3] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 125.

[4] Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaria de Educación, 2004) 52.

[5] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 125.

[6] Thomas Benjamin, “Revolución interrumpida: Chiapas y el interinato presidencial, 1911” Historia Mexicana 117, (1980), 82-83.

[7] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 125.

[8] Thomas Benjamin, “Revolución interrumpida: Chiapas y el interinato presidencial, 1911” Historia Mexicana 117,  (1980), 83.  Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaría de Educación, 2004). 53. Gustavo López Gutiérrez, Chiapas y sus epopeyas heroicas III. Historia general (Tuxtla Gutiérrez: Estado Mayor de la Defensa Nacional, 1939),16.

[9] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas : Universidad Autónoma de Chiapas : Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 48. Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaria de Educación, 2004), 55.

[10] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo,1995), 125. Prudencio Moscoso, Jacinto Pérez “Pajarito: el último líder chamula (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno del Estado de Chiapas,1972 )43.

[11] Thomas Benjamin, “¡Primero viva Chiapas! La revolución mexicana y las rebeliones locales” en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 178.

[12] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 135.

[13] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 135.

[14] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 48. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 141-143.

[15] Stephen Lewis, “¿Patria (chica) o muerte? Tres episodios de lucha por la “soberanía chiapaneca, 1914-1940” en Olivia Gall, ed.  Chiapas: sociedad, economía, política y cultura, (México:UNAM, 2001), 96

[16] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 49. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995), 144.

[17] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)146. Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas : Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015),52.  Antonio García de León, Ejército de ciegos: testimonios de la guerra chiapaneca entre carrancistas y rebeldes, 1914-1920, (México: Toledo, 1991), 9.

[18] Thomas Benjamin, “¡Primero viva Chiapas! La revolución mexicana y las rebeliones locales” en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 188-189.

[19] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995),146-150. Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutierrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaría de Educación, 2004), 149-150. Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaría de Educación, 2004), 63.

[20] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)151. Antonio García de León, Resistencia y utopía: memorial de agravios y crónica de revueltas y profecías acaecidas en la provincia de Chiapas durante los últimos quinientos años de su historia (México: Era, 1997), 320. Rocío Ortiz, Lengua e historia entre los zoques de Chiapas: castellanización, desplazamiento y permanencia de la lengua zoque en la Vertiente del Mezcalapa y el Corazón zoque de Chiapas (1870-1940) (Zamora: COLMICH, 2012), 145.

[21] Alicia Hernández, “La defensa de los finqueros en Chiapas 1914-1920”, Historia Mexicana 111, (1979), 361.

[22] Alicia Hernández Chávez “La defensa de los finqueros en Chiapas 1914-1920”, Historia Mexicana 111, (1979),363. Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaría de Educación, 2004),67. Thomas Benjamin, “¡Primero viva Chiapas! La revolución mexicana y las rebeliones locales” en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 191. Gustavo López Gutiérrez, Chiapas y sus epopeyas heroicas III. Historia general (Tuxtla Gutiérrez: Estado Mayor de la Defensa Nacional, 1939), 235.

[23] Alicia Hernández Chávez “La defensa de los finqueros en Chiapas 1914-1920”, Historia Mexicana 111, (1979),364. Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaria de Educación, 2004),69.

[24] Sergio Nicolás Gutiérrez, Chiapas histórico: de la independencia a la revolución, 1821-1920 (Tuxtla Gutiérrez: Gobierno de Chiapas-Dirección de Divulgación de la Secretaria de Educación, 2004),69.

[25] John Womack, Rebelión en Chiapas. Una antología histórica (México: Debate,2009), 36.

[26] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 55.

[27] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 55. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)146

[28] Daniela Grollova, “Los trabajadores cafetaleros y el Partido Socialista Chiapaneco” Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 202- 203.

[29] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)186. Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 77-79.

[30] Daniela Grollova, “Los trabajadores cafetaleros y el Partido Socialista Chiapaneco” Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 209. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)180-188.

[31] Daniela Grollova, “Los trabajadores cafetaleros y el Partido Socialista Chiapaneco” Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 211. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)192.

[32] Daniela Grollova, “Los trabajadores cafetaleros y el Partido Socialista Chiapaneco” Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 211-212. Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995)193.

[33] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 80-81. Daniela Grollova, “Los trabajadores cafetaleros y el Partido Socialista Chiapaneco” Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 212.

[34] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015), 137-138.

[35] Julio Ríos Figueroa, Siglo XX: muerte y resurrección de la Iglesia Católica en Chiapas: dos estudios históricos (México: UNAM, 2002), 44-46.

[36] Julio Ríos Figueroa, Siglo XX: muerte y resurrección de la Iglesia Católica en Chiapas: dos estudios históricos (México: UNAM, 2002),83-86.

[37] Julio Ríos Figueroa Siglo XX: muerte y resurrección de la Iglesia Católica en Chiapas: dos estudios históricos (México: UNAM, 2002), 83-86. Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: Universidad Autónoma de Chiapas: Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015),139-143.

[38] Julio Ríos Figueroa, Siglo XX: muerte y resurrección de la Iglesia Católica en Chiapas: dos estudios históricos (México: UNAM, 2002), 88.

[39] Thomas Benjamin, Tierra rica, pueblo pobre; historia política y social (México: Grijalbo, 1995) 208. Stephen Lewis, La revolución ambivalente : forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes : Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas : Universidad Autónoma de Chiapas : Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015)235.  Julio Ríos Figueroa, Siglo XX: muerte y resurrección de la Iglesia Católica en Chiapas: dos estudios históricos  (México: UNAM, 2002)82.

[40] Jan Rus, "La Comunidad Revolucionaria Institucional: La subversión del gobierno indígena en los Altos de Chiapas, 1936-1968," en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 259.

[41] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes : Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas : Universidad Autónoma de Chiapas : Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015) 252-253.  Jan Rus, "La Comunidad Revolucionaria Institucional: La subversión del gobierno indígena en los Altos de Chiapas, 1936-1968," en Juan Pedro Viqueria y Mario Humberto Ruz, Chiapas: los rumbos de otra historia (México: UNAM- CIESAS-UDG, 1995), 259-262

[42] Stephen Lewis, La revolución ambivalente: forjado estado y nación en Chiapas, 1910-1945 (México: UNAM- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes : Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas : Universidad Autónoma de Chiapas : Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas, 2015)293-294.