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Usuario discusión:Mikitasoto/Taller

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La historiografía medieval se escribe principalmente por hagiógrafos, cronistas, miembros del clero episcopal cercanos al poder, o por monjes. Se escriben genealogías, anales áridos, listas cronológicas de acontecimientos sucedidos en los reinos de sus soberanos (anales reales) o sucesión de abades (anales monásticos); vidas (biografías de carácter edificante, como las de los santos merovingios, o más tarde de los reyes de Francia), e Historias que cuentan el nacimiento de una nación cristiana, exaltan una dinastía o, al contrario, fustigan a los malvados desde una perspectiva religiosa. Esta historia, de la que son muestra Beda el Venerable (Historia eclesiástica del pueblo inglés, siglo VIII) o Isidoro de Sevilla (Etimologías eHistoria Gothorum), es providencialista, de inspiración agustinista, e inscribe las acciones de los hombres en los designios de Dios. Hay que esperar al siglo XIV para que los cronistas se interesen por el pueblo, gran ausente de la producción de este periodo, por ejemplo la del francés Froissart o el florentino Matteo Villani. Es, en un sentido, la continuación de la historiografía greco-romana, ya que su método no fue modificado y el historiador medieval todavía depende de la tradición. Al estudiarla utiliza solo sus criterios, que no son en gran medida científicos, por lo que no se provoca un gran avance, eso sí, el historiador medieval considera a sus fuentes desde un punto universalista. Consideraba a la historia no como un conjunto de finalidades humanas, si no como un plan divino hacia los hombres del cual ninguno podía escapar (era un plan benefactor, en todo caso). El papel del ser humano es el de instrumento para hacer progresar el curso de la historia.

La gran tarea de la historiografía medieval consistía en el descubrimiento y la comprensión del pan divino, plan apocalíptico, por lo que el historiógrafo medieval crea edades históricas, cada una instruida por un suceso central. El valor de esto radica en que la historiografía ya no se dedica a solo describir si no a comprender e interpretar. Al desentrañar la historia como un plan divino incluía al historiador medieval como un vidente, pero solo si descubría la naturaleza de tal plan divino. Por otro lado el historiador determina que los propósitos humanos no significan nada en el discurrir histórico, por que ante todo hay un plan divino, y recordemos que el hombre es solo una herramienta. Todo esto es en conjunto, el carácter teocentrista de la historiografía medieval: el historiador se desenfoca de lo que realmente sucede, en su método dejo de ser científico, y por ende se condujo a una verdadera debilidad ya que no querían un relato detallado y científico de lo que sucede, si no que quería un relato científico y preciso de los atributos divinos.