Ir al contenido

Usuario discusión:Nikolas Martin

Contenido de la página no disponible en otros idiomas.
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Te recomiendo abrir una sección en la Discusión de la página si quieres añadir opinión no referenciada. Saludo. --Xoquito (discusión) 10:06 17 dic 2013 (UTC)[responder]

DERECHO A DECIDIR EXCLUYENTE: DERECHO A DECIDIR versus DERECHO A EXCLUIR[editar]

Desde hace algún tiempo quedo extrañado por el hecho de que la “inteligencia” de nuestro país, ahora tan circunscrita a las tertulias mediáticas de todo tipo, no evidencie la ambigüedad intencionada del lenguaje empleada por los nacionalistas radicales neocatalanes, muy cuidadosos a la hora de elegir las expresiones más demagógicas (derecho a decidir, proceso democrático... ) con las que pretenden legitimar la deriva secesionista en la que se encuentran inmersos.

Supongo que es un debate que aburre a quienes no estamos interesados con tales aspiraciones. Pero llegado un momento, preocupa la radicalización, el envenenamiento y la toxicidad dañina que se está produciendo en la opinión pública y, en general, en nuestra sociedad.

Sin ánimo de dar continuidad a este tipo de debates, si quiero manifestar la ambigüedad demagógica con la que se está empleando la expresión DERECHO A DECIDIR por los nacionalistas radicales. Es evidente que se trata de un DERECHO A DECIDIR, pero EXCLUYENTE y por tanto NO DEMOCRÁTICO. La exclusión de tal derecho queda claro a pequeña escala. Tal como lo están planeando, a nivel personal, pero también como le sucedería al resto de los ciudadanos españoles, quedaríamos excluidos de nuestro derecho a opinar y a votar sobre tales cuestiones.

Ampliando el abanico, para no quedarnos en lo que pudiera ser una simple (mi) apreciación personal sobre el tema e intentando contemplar los efectos generales que se producen a escala nacional, el DERECHO A DECIDIR tal y como lo plantea el nacionalismo radical es una opción política ANTI-DEMOCRATICA (una expresión ésta última, sin prefijo, con la que les gusta revestirse de legitimidad), teniendo en cuenta no ya solamente el conflicto jurídico que se plantea con nuestro actual marco constitucional, sino también -y especialmente como ciudadano- por su CARACTER EXCLUYENTE, al marginar a la mayoría de los ciudadanos españoles de algo que les compete. No podemos pasar por alto que, con tales aspiraciones, el nacionalismo radical pseudocatalán secuestra y arroga exclusivamente para sí la soberanía del resto de ciudadanos españoles al excluirnos de nuestro DERECHO A DECIDIR (INCLUYENTE, en este caso, pues no los deja a ellos fuera) sobre cuestiones tan importantes que nos afectan a todos, como son la territoriedad, nuestra condición de ciudadania sobre todo el territorio nacional y la unidad política del Estado Español.