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Usuario discusión:Yurubic

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Reflexión literaria del cuento “Hay que lavar”

En el cuento “Hay que lavar” de Pilar Dughi se proyecta la disputa entre los dos personajes principales. El primero, refiere a una mujer de 35 años que desea modificar su vida y el segundo, al padre, quien se resiste a la posibilidad de cambio ante su decadencia física y fisiológica por la edad. De manera que, ella se hace cargo de él. Además, se evidencia el deseo de la hija para que su padre use pañales y así dejar de seguir lavando diariamente las sábanas orinadas. Así también, ella pretende vender la inmensa casa vetusta donde residen y posibilitar una mejor vida para ambos. Esta historia, además explora la psiquis de sus personajes descolocándolos en situaciones monótonas e intrascendentes de la cotidianidad. Se ambienta en la urbe limeña enmarcada en una sociedad individualista y con pérdida del sentido de comunidad, de aquellos años. Por otra parte, en esta narrativa se trastoca las imposiciones sociales en relación al género. Puesto que, encierran los constructos socioculturales que exigen el cumplimiento de roles asignados por ser mujer o varón. Es así que, se vislumbra parcialmente el rechazo a la feminidad en cuanto a asumir el mandato de ser madre o casarse. Sin embargo, ella trata de conciliar la empleación de su tiempo y a su vez, asumir los roles ligados a la asistencia y servicio, ello incide en la obstaculización de su proyecto de vida. Por otro lado, se visibilizan las actitudes y pensamientos de su padre, un hombre de tercera edad. Donde los mandatos de la masculinidad hegemónica inciden en su accionar, como cuando él refiere: “He cancelado todas los recibos (…)”, reafirmando el rol de proveedor pese a su condición orgánica. A su vez, indicar que en el relato se oculta la supresión de emociones vinculadas al miedo y a la tristeza, puesto que estas deben ser rechazadas para la búsqueda de la masculinidad y así no ser considerado "débil". Así mismo, estas se interiorizan y refuerzan en los diferentes espacios de socialización, tal como el hogar. Sin embargo, orientan una experiencia de vida que oculta historias de conflicto, al demostrar constantemente ser un “hombre de verdad” ya que no basta con que se halla nacido como "hombre". Por otra parte, con respecto al final del relato, la protagonista expresa lo siguiente: “(…) [hay] algo más allá de las sábanas orinadas o limpias, del té, las galletas y los pañales (...) esperaba un especie de luz. Una señal”.[1]​. De manera que, se contempla a la fantasía como elemento para salir de la rutina. Por último, enfatizar que a través de esta narrativa se posibilita la discusión de las diferencias de poder, roles, recursos, normas, necesidades e intereses de mujeres y varones, por tanto, nos ayuda a comprender la sociedad en la que vivimos y que el género forma parte de todo lo que hacemos.

--Yurubic (discusión) 03:28 15 jun 2020 (UTC)[responder]

  1. Dughi, Pilar (2008). La horda primitiva. PEISA. p. 170. ISBN 9789972404184.