Alfarería de agua

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Diversos modelos de botijo en el Museo nacional de cerámica Belmonte-Useros, en Chinchilla de Monte-Aragón.

Alfarería de agua es la denominación específica que reúne el conjunto de objetos de cerámica, bien de basto o vidriada,[1]​ que se utiliza para el transporte, almacenaje y consumo del agua.[2]​ Entre las piezas más populares de este capítulo de la cacharrería de barro están: cántaros, cántaras y cantarillas, los botijos, botijas y cantimploras, jarras y jarrones, tallas, barreños y lebrillos.

De la necesidad al museo[editar]

La historia de la alfarería de agua es un capítulo más del desarraigo cultural artesano. Objetos que durante siglos fueron imprescindibles en la vida cotidiana de las diferentes sociedades humanas, pasaron a ser piezas coleccionables por su valor etnográfico o trastos inútiles a pesar de su belleza.[3]

La etnóloga Natacha Seseña explicaba que las razones fundamentales de ese cambio había que buscarlas en el éxodo rural a las ciudades, la mecanización de las labores agrícolas, el uso masivo de nuevos medios de comunicación entre los campesinos y, finalmente, la desaparición de los artesanos del barro. Otro golpe a favor de la comodidad y el progreso, forzosamente necesarios, fue -anota Seseña- la traída de las aguas a los pueblos. Si el agua fluye a nuestro antojo y se conserva perfectamente en las tuberías ya no es necesario almacenarla, así pues ¿para qué tener por medio cántaros y cantarillas? Si ya no hay que quedarse a dormir en el campo porque la motocicleta o la furgoneta o el tractor te llevan a casa, ¿para qué los botijos y botijas camperas? Y habiendo calefacciones de todo tipo y mantas eléctricas ¿qué sentido tienen ya los calienta camas y los " caloríferos de barro"? Todas estas y otras muchas reflexiones también forman parte del pasado, aunque sólo son aplicables al Occidente socio-económicamente desarrollado.[4]

Alfarería de agua en un día de boda[editar]

El milagro de las Bodas de Caná es un excelente ejemplo de la rica iconografía que la alfarería de agua ha dejado en la historia de la pintura.[5]


Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Alfarería de agua es también una denominación convencional del argot tradicional; resulta imprecisa cuando se aplica exclusivamente a alfarería de basto o sin vidriar: la mayoría de las piezas que engloba y denomina se fabrican también vidriadas en parte o en su totalidad. Así se explica en el capítulo dedicado a la cerámica en la «Enciclopedia aragonesa», y en su apartado de "Cantarería", definida como una de las tres especialidades de la producción cerámica, que, a su vez, engloba obras de la alfarería más común, la llamada alfarería "de basto" o alfarería "de agua", así designadas por la falta de vidriado de su superficie, en el primer caso, y de su uso preferente para el acarreo y contenido de líquidos, en el segundo. Cerámica. Archivado el 11 de septiembre de 2014 en Wayback Machine. GEA Gran Enciclopedia Aragonesa.
  2. Sánchez Ferrer y 1989, 235.
  3. Seseña y 1997, 308.
  4. Henares y 2008, 23-32.
  5. Pleguezuelo y 2000, 123-138.

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]