Anarquismo en Paraguay

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El movimiento anarquista en Paraguay, tuvo desde fines del siglo XIX, influencia en el proletariado urbano y también en el rural, esencialmente en los yerbatales y explotaciones madereras. Su principal figura fue el escritor y periodista Rafael Barret.[1][2]

Inicios[editar]

Los anarquistas que militaban en los sindicatos gráficos, ferroviarios y panaderos iniciaron ya en 1889 la lucha por la jornada laboral de 8 horas. El 1 de marzo de ese año los ferroviarios declararon una huelga de proporciones significativas. Pronto los siguieron otros gremios, y los carpinteros conseguirán la jornada de 8 horas en 1901, luego de una semana de huelga. El 21 de mayo de 1892 se publicó el primer manifiesto libertario, editado por el grupo "Los Hijos del Chaco": se declararon anarcocomunistas y se proponían abolir la propiedad privada, al clero, al Estado y a los ejércitos. Paralelamente se organizaron varios sindicatos de cuño libertario, destacándose la actividad del gremio de carpinteros. Ya para 1900, el anarquista italiano Pietro Gori, momentáneamente radicado en Argentina, redactó el estatuto del sindicato de albañiles.[1]​ Los inmigrantes españoles y argentinos jugaron un importante papel en la difusión del ideal anarquista en Paraguay.[3]

siglo XX[editar]

La Federación Obrera Regional Paraguaya fue fundada el 22 de abril de 1906, bajo el modelo de la exitosa FORA. Se declaró opuesta a todos los partidos políticos, proponiendo como objetivo luchar por la Federación de Asociados y Productores Libres. Su vocero era el periódico El Despertar (periódico). Los anarquistas en Paraguay tuvieron una importante presencia entre los campesinos, llegando a organizar Sociedades en Resistencia armada para enfrentar a los terratenientes.[4]

Rafael Barret fue la figura descollante del movimiento; desde su revista Germinal describió la tragedia social del obrero paraguayo, denunció la explotación inhumana a que estaban sometidos los campesinos, practicando un periodismo de investigación adelantado para su época. Entre sus artículos destacan: "Lo que son los yerbales", "El terror argentino", "Mi anarquismo", "La Elocuencia", "El dolor paraguayo", etc. Llegó a Paraguay en 1904 procedente de Argentina, como corresponsal del diario El Tiempo. En 1908 se vio obligado a exiliarse en Montevideo; murió de tuberculosis en 1910. En las letras libertarias destacó también Leopoldo Ramos Giménez, escritor y poeta.

Otro personaje de la cultura paraguaya de renombre fue Ignacio Núñez Soler, un destacado anarquista y artista plástico paraguayo.En 1916 fundó junto con Leopoldo Ramos Giménez, Modesto Amarilla, Manuel Núñez y otros una entidad obrera denominada Primero de Mayo, cuya insignia social era una Bandera negra, símbolo clásico e histórico del anarquismo universal. Sobre la base de esta organización se creó luego el Centro Obrero Regional del Paraguay (CORP)que organizó filiales en casi todas las ciudades y pueblos de la república y contó con algunos voceros como: El Combate aparecido en 1919, Renovación, Protesta Humana y Prometeo; este último apareció en el año 1914 y era dirigido por Leopoldo Ramos Giménez.

Durante la primera década del siglo XX se editaron los periódicos La Rebelión, La Tribuna y Hacia el Futuro. Entre 1920 y 1926 se publicó Renovación. La FORP y el grupo Combate publicaban folletos de Rafael Barret, el más importante periodista anarquista durante aquellos años en la cuenca del Plata y de otros autores. Los anarquistas fundaron en 1928 la Alianza Nacionalista Revolucionaria, cuya estrategia era la implantación de una República Comunera y la Unión Federalista de los Pueblos de América Latina. El 20 de febrero de 1931 un grupo obrero-estudiantil liderado por Obdulio Barthe tomó la ciudad de Encarnación declarándola "comuna revolucionaria", bajo la dirección de las asambleas populares.[5][6]​ Esto era tan solo una etapa de un plan para iniciar una revolución socialista libertaria en todo el territoriodel Paraguay. En este episodio participaron los anarquistas Félix Cantalicio Aracuyú, Ramón Durán, Ciriaco Duarte, Juan Verdi, etc.

Los anarquistas se diferenciaron también de las otras tendencias porque planteaban nuevos problemas, como el modo de vida, expresado, por ejemplo, en un manifiesto a los trabajadores paraguayos: “Queremos que el amor sea libre y no como sucede en la actualidad que se unen para toda la vida seres que jamás se han amado (...) también queremos, puesto que no nacemos por la voluntad de nuestros padres, que los hijos sean de la gran familia humana”. Los anarquistas prosiguieron de manera consecuente la crítica a la mistificación religiosa que habían iniciado los liberales desde el siglo XIX y que la burguesía en el poder había atenuado en aras de una convivencia con la iglesia católica, de gran influencia en América Latina.
Luis Vitale[4]

siglo XXI[editar]

En Paraguay ha tardado mucho más que en otros países de América Latina el resurgimiento del anarquismo tras su declive a nivel internacional a mediados del siglo XX. Posiblemente su condición como región mediterránea, la derechización radical ocurrida en la sociedad a raíz de la guerra del Chaco y la seguidilla de dictaduras militares prolongó aún más este proceso. No obstante a partir de los primeros años del nuevo siglo comienza a notarse una suerte de florecimiento de tendencias anarquistas en grupos de contracultura punk e individuos afines a las luchas sociales y culturales.

Podemos citar la aparición esporádicas de okupas como "La Terraza" y "Ñande" (okupa de malabaristas y payasos) el centro social anarquista "La Comuna de Emma Chana Y todas las demás" (las tres de un periodo de duración de 2 años como máximo hasta su disolución) y de ediciones de fanzines como Autonomía Zine, Diatriba, la revista Periférica, Grito Fanzine, Abstruso, Kupi'i fanzine y el periódico de agitación Sin Permiso. Los grafitis en las paredes capitalinas y la presencia de banderas anarquistas en marchas y manifestaciones los últimos años demuestra el despertar de cierto interés en individuos hacia tendencias libertarias que empiezan a interactuar con grupos de izquierda y sectores sociales.

Referencias[editar]

  1. a b Cappelletti, Angel & Rama, Carlos. El anarquismo en América Latina, Edit. Ayacucho, Caracas, 1990, pg. LXXVII
  2. «Rafael Barrett, anarquista y revolucionario». Rafael Barrett, abc color. 19 DE DICIEMBRE DE 2010. Consultado el 10072018. 
  3. Gonzalez, Teodosio (1931). La anarquía sus causas y sus efectos. Talleres Gráficos Argentinos LJ Rosso. p. 577. 
  4. a b Vitale, Luis. Contribución a una Historia del Anarquismo en América Latina. Ed. Instituto de Investigación de Movimientos Sociales “Pedro Vuskovic”,Santiago, 1998, pg 14.
  5. Vitale, Luis. Contribución a una Historia del Anarquismo en América Latina. Ed. Instituto de Investigación de Movimientos Sociales “Pedro Vuskovic”,Santiago, 1998, pg 13.
  6. Cappelletti, Angel & Rama, Carlos. El anarquismo en América Latina, Edit. Ayacucho, Caracas, 1990, pg. LXXVIII