Anexo:Exploraciones en la Patagonia insular occidental durante la colonia

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Según la historiadora M. Ximena Urbina, se pueden distinguir 8 etapas en la exploración de la zona desde la isla de Chiloé hasta la salida occidental del estrecho de Magallanes, que son:[1]

  1. Expediciones enviadas desde Concepción y Valdivia para reconocer el estrecho de Magallanes, 2.ª mitad del siglo XVI.
  2. Malocas o entradas para "coger piezas", salidas desde Chiloé a fines del XVI y primeras décadas del XVII.
  3. Visitas misionales a los archipiélagos de las Guaitecas y de los Chonos, 1a mitad del siglo XVII.
  4. Expediciones de búsqueda de los Césares, 1620-1676.
  5. Malocas en la segunda mitad del siglo XVII.
  6. Expediciones como consecuencia del naufragio de la fragata Wager en Guayaneco (1741)
  7. Expediciones de búsqueda de establecimientos de ingleses, 1749-1792.
  8. Expediciones de interés científico: Moraleda, 1793 y 1794.

Esta lista incluye solo las expediciones enviadas a la costa oeste al norte del estrecho de Magallanes.

Origen de las primeras expediciones[editar]

Desde el año 1520, la corona tenía interés en explorar esta región, por el desconocimiento de la zona, en concreto los territorios al sur del Estrecho, los cuales estaban asociados a la idea de que poseían grandes riquezas. Tras la expedición de Fernando de Magallanes, fueron al menos cuatro expediciones las que intentaron navegar y situarse en la zona sin éxito. Entre ellas las expediciones de Francisco García Jofré de Loayza (1525-1526), miembro de la expedición de Juan Sebastián Elcano, la de Simón de Alcazaba (1535), la de León Pancaldo (1538) y la de Francisco Camargo (1540).[2]

La conquista de Chile a partir del año 1540, propició las condiciones idóneas para la concretar la conquista del estrecho por parte de la Corona. El gobernador Pedro de Valdivia pretendía construir en la zona un nuevo puerto para controlar los pasos por mar de las rutas marítimas mundiales, extender la jurisdicción del Reino de Chile hacia el sur y navegar el estrecho de Magallanes, para anexionarlo a los dominios de la corona como zona segura, a la vez que ampliar la contratación de la especería, y descubrir y poblar esa parte del estrecho consolidando los dominios de la corona en la zona frente a potencias externas.

La anexión del Estrecho de Magallanes se consiguió finalmente en el año 1552, cuando los reyes dieron el visto bueno a la solicitud de Valdivia, la cual fue llevada a la Corte por Jerónimo de Alderete. Se resolvió en un año, coincidiendo con la muerte de Valdivia en una batalla con los “araucanos” en el año 1553. Teniendo presente la muerte del gobernador de Reino de Chile y el interés de los piases rivales de España por apropiarse del Estrecho, se toman varias decisiones geopolíticas con el objetivo de dar seguridad y fijar la posesiones de la corona en la zona. Se cambió las jefaturas del Virreinato del Perú en 1556, nombrando nuevo virrey a Andrés Hurtado de Mendoza, y nuevo gobernador para el Reino de Chile a García Hurtado de Mendoza.

A fines de octubre de 1553 zarpó desde la ciudad chilena de Valdivia la expedición de Francisco de Ulloa (1553), ordenada por el gobernador de Chile Pedro de Valdivia. Esta fue la primera expedición que recaló al estrecho por su boca occidental en enero de 1554. Las naves navegaron aproximadamente 90 millas dentro del estrecho desde donde regresaron al norte debido al mal estado de las embarcaciones y antes de que llegaran el mal tiempo.

Posteriormente, entre 1557 y 1559, la corona aplica la doble estrategia de observar y posicionarse en la zona a través de una expedición por mar, liderada por Juan Ladrillero, y otra expedición por tierra, encabezada por García Hurtado de Mendoza. Esta estrategia queda recogida en una carta al rey, escrita en 1558 por el Consejo de Indias, donde se exponía las razones de esta estrategia. Los argumentos esgrimidos eran el control y estimular la conexión del continente para el fortalecimiento de la seguridad frente a amenazas externas y a posibles rebeliones internas.

siglo XVI[editar]

  • Expedición de Francisco de Ulloa (1553). El gobernador de Chile don Pedro de Valdivia comisionó a don Francisco de Ulloa para reconocer la ruta del Estrecho de Magallanes. Para esto puso bajo su mando dos pequeñas naves de 50 toneladas de arqueo cada una, las que zarparon a mediados de 1553 desde Valdivia. Las naves eran comandadas por el propio Ulloa y la otra por Francisco Cortés Ojea.
    Ulloa fue el primer navegante en reconocer y navegar el golfo que se abre entre la Isla Grande de Chiloé y el continente, al cual llamó golfo de los Coronados, en homenaje de los cuatro santos coronados: Severo, Severino, Carpóforo y Victorino, que vivieron en la última parte del siglo III y a comienzos del IV.
    Además del golfo citado, Ulloa descubrió: la Isla Grande de Chiloé, la isla Guafo, el archipiélago de los Chonos y la península de Taitao.
  • Expedición de Juan Ladrillero (1557). Esta expedición zarpó de Valdivia el 17 de noviembre de 1557, fue la primera piedra de un ambicioso proyecto, tanto civil como militar, para cerrar el paso entre los océanos Océano Atlántico y Océano Pacífico, salvaguardando así toda la costa americana del Pacífico de cualquier amenaza para los dominios de la Corona española. Cartografiar el Estrecho de Magallanes tenía un objetivo estratégico, y fue uno de los primeros informes de lo que hoy consideraríamos como inteligencia militar.[3][4]
  • Expedición terrestre de García Hurtado de Mendoza (1558). De Valdivia salió una columna expedicionaria al mando de García Hurtado de Mendoza. En Carelmapu obtuvo de los indígenas 50 piraguas con las que cruzó el canal de Chacao. Según su informe la isla estaba habitaba por 50.000 indígenas.
  • Expedición de Martín Ruiz de Gamboa (1567). El general Martín Ruiz de Gamboa fue enviado por el Gobernador de Chile para que ocupara el archipiélago de Chiloé. Ruiz de Gamboa hizo el trayecto por tierra hasta el punto el Astillero, cruzó el canal de Chacao y desembarcando en Chiloé fundó la villa San Antonio de Chacao. Ruiz de Gamboa también fundó la ciudad de Castro.
  • Expedición de Pedro Sarmiento de Gamboa a los canales patagónicos y del estrecho de Magallanes (1579-1580) enviada por el virrey del Perú a reconocer las costas y los pueblos al sur de Chile. Antes de esta eexpedición, Sarmiento había buscado al pirata inglés Francis Drake y después de la expedición fundó lo que pasaría a llamarse posteriormente Puerto del Hambre.

En 1581 existió un proyecto para fortificar la hoy llamada primera Angostura del estrecho y así impedir el pasode naves enemigas.[5]

siglo XVII[editar]

  • Expediciones jesuitas del siglo xvii. Los jesuitas Melchor Venegas y Mateo Esteban en 1613-14, Agustín Villaza en 1623 y Melchol Venegas en 1629 exploraron las islas al sur de Chiloé, conocían ya el paso a pie del istmo de Ofqui. Su afán era la evangelización de los nativos.[6]: 60–61 
  • Expedición de Juan García Tao (1620). El piloto práctico Juan García Tao zarpó desde Castro con 3 pequeñas embarcaciones, reconoció las islas Guaitecas y el archipiélago de los Chonos. Llegó hasta el istmo de Ofqui y a su regreso confirmó la existencia más al sur de Ofqui de la “Ciudad de los Césares”, este hecho fue el aliciente para futuras expediciones.
  • Expedición del sacerdote Nicolás Mascardi (1670). El sacerdote jesuita Nicolás Mascardi efectuó varios viajes de reconocimiento y evangelización en la región, recordándose especialmente el del año 1670 en el que recorrió el estero Reloncaví, Ralún y llegó hasta el lago Nahuelhuapi. En otro viaje descubrió el Río Palena.
  • Expedición de John Narborough a Chile. (1670) El marino inglés John Narborough recaló en la isla Ipun y en isla Guafo en su navegación hacia el norte de Chile. Una vez en Valdivia se le negó el avituallamiento y debió volver a Inglaterra.
  • Expedición de Bartolomé Diez Gallardo (1674-75) El virrey del Perú, designó al sargento mayor Bartolomé D. Gallardo, chilote, para que verificara la información de que al sur de Chiloé existían poblaciones inglesas. Diez Gallardo zarpó desde Castro con 30 soldados y 40 indígenas en 7 piraguas. Fue el primer hombre blanco en llegar a la laguna San Rafael y en cruzar el istmo de Ofqui, lo que hizo con 3 piraguas. En el golfo de Penas apresó a un indígena que le aseguró que más al sur había poblaciones de hombres blancos. Dicha información ocasionó el envío de posteriores expediciones.
  • Expedición de Antonio de Vea (1675-76). El virrey del Perú dispuso el envío de dos naves bajo el mando de Antonio de Vea, las que zarparon del Callao en septiembre de 1675 rumbo a Chiloé donde se le unieron otras dos embarcaciones pequeñas. De Vea llegó a la Laguna San Rafael, atravesó el istmo de Ofqui y al no encontrar poblaciones blancas regresó a Chiloé.

siglo XVIII[editar]

  • El motín del HMS Wager y el viaje de los sobrevivientes hasta Chiloé a través del istmo de Ofqui impulsaron el conocimiento de la zona y motivaron por lo menos dos expediciones, ambas dirigidas por Mateo Abraham Evrard, una al rescate de los metales en el sitio del naufragio y otra destinada a la construcción de un fuerte que debía disuadir a los ingleses.
  • Expedición de Mateo Abraham Evrard a la isla Wager (1743). Rescate de los restos metálicos de la fragata inglesa HMS Wager.
  • Fuerte San Fernando de Tenquehuén, ubicado al norte de la península de Taitao, estuvo ocupado solo 18 meses.
  • Expedición de los sacerdotes José García Alsué y Juan Vicuña (1762). Los padres José García Alsué y Juan Vicuña, sacerdotes jesuitas efectuaron un viaje de reconocimiento al río Buta Palena, siendo los primeros hombres blancos en llegar a ese lugar.
  • Expedición del sacerdote José García (1766-67). El padre José García Alsué, salió de la misión jesuita de Cailín con el propósito de evangelizar a los indígenas que vivían al sur del Golfo de Penas. Zarpó en 5 piraguas con 40 hombres, la mayoría indígeneas. Atravesó el istmo de Ofqui y llegó hasta la entrada del canal Fallos. Existe un completísimo informe redactado por el padre García sobre este viaje.
  • Viaje de Cosme Ugarte (1767) A fines de 1767 el gobernador de Chiloé don Manuel de Castelblanco envió una expedición a cargo del piloto Cosme Ugarte y del teniente Pedro Mancilla para verificar si había colonias inglesas en la patagonia. Se cree que la expedición se efectuó en piraguas pues el diario del viaje no se conservó y existe sólo un extracto en el Depósito de Hidrografía de Madrid. Este señala que el 3 de febrero de 1768 la expedición se encontraba en la entrada del canal Fallos y que el 10 del mismo mes habían iniciado el regreso al norte.
  • Expedición de Machado y Sotomayor (1768–69) En la primavera de 1768 el gobernador de Chiloé don Carlos Beranger envió una nueva expedición a los canales australes para completar los estudios iniciados por Cosme Ugarte. Para ello armó la goleta Monserrate y dos piraguas las que puso al mando del teniente José de Sotomayor y a Francisco Machado como piloto de la goleta. El total de hombres entre marinos y militares era de 60. La expedición zarpó de Chacao el 17 de diciembre de 1768 y se dirigieron hasta la laguna San Rafael. Atravesaron el istmo de Ofqui con las dos piraguas con las que reconocieron en forma detallada las islas que se encuentran a la entrada del canal Messier, recorrieron el canal Fallos llegando hasta la isla Campana y regresaron al norte llegando a Quicaví el 8 de mayo de 1769.
  • Exploración de Diego Barrientos (1775) Diego Barrientos, un particular, equipó una expedición explorando las cordilleras de Llanquihue y Aysén. Buscando la Ciudad de los Césares, reconoció el río Palena y el estero Comau.
  • Viaje de Benito Marín y Juan Real (1778–79) Estos religiosos emprendieron el viaje en dos piraguas en busca de gentiles a los cuales evangelizar. Atravesaron el istmo de Ofqui y llegaron al canal Fallos, embarcaron 11 indígenas kawésqar y regresaron con ellos a Chiloé.[7]
  • Exploración de los sacerdotes Benito Marín y Julián Real (1778-79). Los sacerdotes Benito Marín y Julián Real efectuaron una expedición en 3 piraguas a los archipiélagos de los Chonos y de Guayaneco en búsqueda de indígenas gentiles llegando hasta la laguna San Rafael.
  • Expediciones del sacerdote Francisco Menéndez (1779 –91). El padre Francisco Menéndez efectuó cinco exploraciones durante este período: La primera, 1779, al golfo de Penas siguiendo la ruta del istmo de Ofqui. La segunda, 1783, a las islas Achao y Buta-Chauques, estero Comau y subió por el río Bodudahue pasando la cordillera hasta el este. El viaje siguiente, 1786, fue al mismo sector del anterior. El cuarto viaje, 1791, lo hizo por orden del Virrey del Perú y fue al sector del lago Nahuelhuapi. Finalmente, su última expedición fue desde la laguna Cayutué hasta llegar al lago Mascardi. Sus viajes fueron importantes porque sus descripciones de la región fueron muy completas.
  • Expedición de Lázaro de la Rivera (1782). Por orden del Virrey del Perú, el alférez Lázaro de la Rivera exploró y levantó los planos de San Carlos de Ancud, parte de Castro, el canal de Chacao, carta de Valdivia, islas Guaitecas e Inchemó.
  • Expedición del piloto José de Moraleda y Montero (1787-96). José de Moraleda y Montero, piloto español, inició los trabajos hidrográficos propiamente tales en la región, Para ello se le puso a disposición una falúa con doce remos, iniciando sus trabajos el 3 de enero de 1987, trabajos que fueron mantenidos en secreto e ignorados por mucho tiempo. Moraleda midió una base de 1.000 varas en San Carlos de Ancud, levantó el canal de Chacao y luego la costa oriental de la Isla Grande de Chiloé. Entró en Tenaún y luego se dirigió al sur recorriendo efectuando el levantamiento hidrográfico del canal que lleva su nombre. Posteriormente se dirigió al estero Reloncaví, recorrió el lago de Todos los Santos y reconoció los poblados de Calbuco y Melipulli, actual Puerto Montt.
    El trabajo más útil de Moraleda fue su derrotero con instrucciones para navegar el canal de Chacao, la boca del Guafo y los canales interiores. La Armada de Chile, en su honor, le puso su nombre al más importante de los canales de la región.
  • Expedición Malaspina (1789-94). El Virrey del Perú le ordenó al piloto Moraleda que le facilitara sus planos a Alejandro Malaspina para que este recorriera la costa occidental de la isla Grande de Chiloé. Fue el primer navegante que trajo el teodolito a la región, lo que le permitió hacer observaciones más exactas.
  • Relación del sacerdote González Agüeros, más conocido como el padre Agüeros. Residió mucho tiempo en la zona y escribió la historia de Chiloé, acompañada de un mapa de la zona, obra que recibió la aprobación de la Academia de Historia de Madrid. Este libro, que se encuentra en el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, es una buena obra de consulta para cualquier estudio que se desee efectuar de Chiloé.[8]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. * Mónica Ximena Urbina, Expediciones a las costas de la Patagonia occidental en el período colonial, Magallania, 2013, vol. 41. págs. 51-84
  2. «De Panamá a Magallanes: pasajes-mundo y secretos de la tierra desde la figura de Juan Ladrillero.». JTrashumante. Revista Americana de Historia Social, núm. 16, pp. 34-57, 2020 Universidad de Antioquia. Consultado el 30 de agosto de 2023. 
  3. «La derrota a través del Estrecho de Magallanes: El viaje olvidado de Juan Ladrillero (1557-1559).». Julián González-Barrera. Consultado el 30 de agosto de 2023. 
  4. «La derrota a través del Estrecho de Magallanes: El viaje olvidado de Juan Ladrillero (1557-1559).». Julián González-Barrera. Consultado el 30 de agosto de 2023. 
  5. Joaquín Zuleta Carrandi, "La fortificación del estrecho de Magallanes: un proyecto al servicio de la imagen de la monarquía", Revista Complutense de Historia de América, 2013, vol. 39, 153-176 ISSN: 1133-8312 http://dx.doi.org/10.5209/rev_RCHA.2013.v39.42682
  6. Urbina, 2013
  7. Instituto Hidrográfico, 1982, pp. 30-33.
  8. Instituto Hidrográfico, 1981, pp. 23-31.