El sector del Turismo en la Comunidad de Madrid se ha perfilado como una de las actividades económicas más pujantes de esta región española. La comunidad madrileña recibió la visita de 8.651.891 turistas en 2006, un 9,41% más que el año anterior. Con esta cifra, la más alta en la historia del turismo madrileño, la región superó en número de visitantes a países como Brasil, Croacia, Suiza o Egipto.[1]
La Comunidad de Madrid añade a su relevante patrimonio histórico-artístico una variada oferta cultural, museística y de ocio. Esta base turística se completa con diferentes infraestructuras dirigidas a captar el llamado turismo de negocios, uno de los subsectores que han experimentado un mayor crecimiento en número de visitantes.
El valor turístico de la Comunidad de Madrid se incrementa por su cercanía con los Patrimonios de la Humanidad de Cuenca, Toledo, Ávila y Segovia, que se encuentran en un radio de aproximadamente 150 kilómetros; de Salamanca, a unos 200 kilómetros; y de Cáceres, a unos 300 kilómetros de la Puerta del Sol.
Contando los Patrimonios de la Humanidad de la Comunidad de Madrid y los de su entorno más próximo, se contabilizan nueve conjuntos históricos, artísticos y paisajísticos declarados así por la Unesco, en lo que constituye una de las mayores concentraciones de Patrimonios de la Humanidad del mundo.
La Villa de Madrid posee uno de los cascos históricos más extensos entre las grandes ciudades europeas. Se articula alrededor del Madrid de los Austrias, barrio que concentra la mayor parte de los monumentos de la capital, junto con el denominado Madrid de los Borbones. Sus principales atractivos turísticos se encuentran en el terreno de la pintura y, en menor medida, en el de la arquitectura,[2] con dos estilos preferentes, el Barroco y el Neoclasicismo. Apenas hay huellas románicas o góticas en su conjunto monumental y las renacentistas se limitan a escasos edificios.
La ciudad cuenta con 78 museos; 103 centros culturales; 21 salas de exposiciones; 87 galerías de arte; 600 edificios declarados Patrimonio Artístico; 1.971 monumentos; 59 teatros; 65 cines; 50 salas de música y conciertos; 348 salas de fiesta y discotecas; 7 tablaos flamencos; 2.825 restaurantes; 16.000 bares y cafeterías; y 51.714 comercios, según datos de la Dirección General del Turismo del Ayuntamiento de Madrid, referidos a 2006.[3]
El Prado es el museo de mayor afluencia de la capital, con casi dos millones de visitantes en 2006, según datos de la Comunidad de Madrid. Se encuentra en la órbita de los grandes museos internacionales, gracias a sus importantes colecciones de pintura española de los siglos XI a XVIII, flamenca de los siglos XV a XVII e italiana de los siglos XV a XVIII, y la presencia, en sus fondos, de un número muy relevante de obras maestras de pintores universales, como El Greco, Velázquez, Francisco de Goya, Patinir, El Bosco, Durero, Brueghel, Murillo, Tintoretto, Rafael Sanzio, Tiziano, Van Dyck, Rubens, Weyden o Rembrandt.[4] La escuela francesa del siglo XVII también está bien representada y, aunque las obras de la escuela alemana son escasas, entre ellas, se encuentran algunas de primer orden. No obstante, el museo muestra significativas lagunas históricas, caso de la pintura inglesa, los primitivos italianos, algunos grandes maestros holandeses del siglo XVII o la pintura del siglo XIX —con la excepción de Goya—. Hasta la primavera de 2007, presentaba importantes déficits de instalaciones, que se han subsanado con la inauguración de la ampliación diseñada por Rafael Moneo. Está en proceso de realización de una nueva ampliación, diseñada por Norman Foster.[5]
El Palacio Real de Madrid[8] es el mayor de toda Europa Occidental, con una extensión de 135.000 m².[9] Integra la colección de armas y armaduras de la Real Armería, considerada una de las dos de mayor valor histórico del mundo, junto con la colección imperial de Viena (Austria), conservada en el Museo de Historia del Arte de Viena.[10][11], además de una importante pinacoteca, cuenta con el único cuarteto completo original de Stradivarius. En la actualidad esta en sus aledaños la construcción del Museo Patrimonio Nacional, obra de los arquitectos Tuñón y Mansilla.
El llamado Madrid de los Austrias, con la Plaza Mayor, la Plaza de la Paja y la Plaza de la Villa como lugares destacados, se erige sobre el núcleo fundacional de la ciudad y su primera gran expansión urbanística, a raíz de la designación de la villa como capital, en la segunda mitad del siglo XVI. En esta zona se encuentran también la Puerta del Sol y la Plaza de Oriente, si bien su configuración actual es muy posterior a aquella época.
El Paseo del Prado conserva gran parte de su trazado original, dentro del proyecto del Salón del Prado, diseñado en pleno auge de las corrientes ilustradas.
Madrid es de las pocas ciudades del mundo que integra, dentro de su término, un espacio natural protegido de la magnitud del Monte de El Pardo y su apéndice, el Monte de Viñuelas, que, con sus 16.000 hectáreas, suponen el 26,4% del término municipal de Madrid (60.431 hectáreas). Se trata de uno de los bosques mediterráneos adehesados mejor conservados de Europa, tanto en lo que respecta a su flora como a su fauna. Además de su valor medioambiental, ambos montes albergan dos notables edificios históricos, el Palacio Real de El Pardo y el Castillo de Viñuelas, respectivamente.
No hay en la comunidad edificios románicos o góticos de calidad. El carácter militar que adquirió el actual territorio madrileño durante la Alta Edad Media, como zona fronteriza entre los reinos cristianos y las posesiones de Al-Ándalus, impidió que penetraran en la provincia las corrientes arquitectónicas de unos (caso del románico segoviano) y otros (como el mudéjar toledano). Pese a ello, existen algunos restos románicos y románico-mudéjares, si bien su interés es más histórico que artístico.[15] La iglesia del Monasterio Cisterciense de Santa María de Valdeiglesias, en Pelayos de la Presa, el templo de San Antonio de La Cabrera o la iglesia de San Bautista de Talamanca de Jarama son las mejores muestras románicas de la comunidad. También se conservan elementos románico-mudéjares en Móstoles, Camarma de Esteruelas, Valdilecha y Talamanca de Jarama.
Con respecto al gótico tardío, este estilo se presenta muy mezclado en diferentes y contados puntos de la provincia. Sobresalen la iglesia de Santa María Magdalena, en Torrelaguna, y la iglesia Magistral-Catedral, en Alcalá de Henares.
Además, existen en la Comunidad de Madrid diferentes representaciones de arquitectura urbana, algunas de notable valor histórico-artístico (el trazado urbanístico de Aranjuez, así como sus jardines) y otros con un interés meramente turístico (las plazas mayores de Chinchón, Navalcarnero o Colmenar de Oreja).
A partir de este patrimonio histórico-artístico, al que se añade la existencia de distintos espacios naturales protegidos, se ha articulado una pujante industria turística, que tiene como centro a la capital (es el punto de partida y lugar elegido por los turistas para sus pernoctaciones) y, como ramales, a los principales conjuntos monumentales y paisajísticos de la provincia, con un turismo preferentemente de paso.
En la Comunidad de Madrid hay un total de 89.576 plazas hoteleras (año 2006),[16] de las cuales alrededor de 50.000 están en la capital.[17] Al margen de la Villa de Madrid y su corona metropolitana —incluida su área de influencia (caso de Navalcarnero)—, las mayores concentraciones de plazas hoteleras se encuentran en los municipios que albergan algún Patrimonio de la Humanidad (Aranjuez, San Lorenzo de El Escorial y Alcalá de Henares), en el conjunto monumental de Chinchón y en ciertas localidades serranas, tanto de la Sierra de Guadarrama como de la Sierra Norte, en este último caso preferentemente alojamientos de turismo rural (véase el mapa adjunto, referido al año 2005). El 70,7% de las plazas disponibles en la provincia corresponde a hoteles de tres o más estrellas. Se contabilizan 14,9 plazas hoteleras por cada 1000 habitantes.
El Consorcio Turístico de Madrid es una empresa pública creada para coordinar a las diferentes administraciones, autonómicas y municipales, en la promoción turística de la provincia. Entre sus objetivos se encuentran la realización de acciones promocionales, tanto a escala nacional como internacional, y la potenciación de un tejido económico alrededor del sector de ocio y turismo. Está integrado por las siguientes administraciones y entidades: la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, el Ayuntamiento de Aranjuez, el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, la Cámara de Comercio de Madrid, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y Caja Madrid.[18]
En la lista no figura el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de ser el municipio de la región más pujante en el sector. Extremo que ha sido criticado reiteradamente por diferentes agentes sociales, económicos y políticos. Así, Pedro Sánchez, concejal socialista del ayuntamiento madrileño, denunció en septiembre de 2005 «la descoordinación y la duplicación de organismos y recursos entre la Comunidad y el Consistorio».[19]
Por su parte, la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid ha elaborado diferentes rutas turísticas, así como una división comarcal de la provincia, con las que promociona turísticamente la región. A continuación se describen los diferentes conjuntos monumentales y paisajísticos de Madrid, a partir de esa clasificación comarcal, sus principales lugares de referencia y las distintas rutas turísticas elaboradas a efectos promocionales.
Alcalá de Henares, cuyo recinto histórico-artístico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998, presenta monumentos de diferentes estilos. El edificio renacentista de la Universidad de Alcalá o Cisneriana abrió sus puertas a principios del siglo XVI, a instancias del Cardenal Cisneros. El recuerdo de Miguel de Cervantes, hijo de la ciudad, está presente en su Casa Museo y en la plaza que lleva su nombre. La iglesia Magistral, del siglo XV, pertenece al gótico tardío; su interior alberga las reliquias de los Santos Justo y Pastor, martirizados —según la tradición— en el lugar,[20] y de San Diego de Alcalá. El Palacio Arzobispal, la Casa de los Lizana, el Convento de San Bernardo, las murallas medievales y el Palacio de Laredo completan el recorrido turístico por la ciudad.
Alcalá de Henares registró en 2005, cuando se conmemoró el IV Centenario de la publicación de Don Quijote de La Mancha, una de las mayores afluencias de turistas de su historia. Aproximadamente 375.000 turistas visitaron la ciudad entre enero y marzo de 2005. Sólo la Casa Museo de Miguel de Cervantes tuvo 50.458 visitantes.[21]
En Mejorada del Campo está situada la curiosa basílica de Nuestra Señora del Pilar, conocida popularmente como la catedral de Justo Gallego, en honor al esfuerzo de este vecino del pueblo, su único constructor a lo largo del siglo XX.
Arganda del Rey: Iglesia de San Juan Bautista vista desde la Calle San Juan.
Destacan la iglesia arciprestal de San Juan Evangelista con el famoso cuadro de Claudio Coello "El Martirio de San Juan Evangelista", la Casa Grande, villa creada por los jesuitas en el siglo XVI que actualmente alberga el único museo de iconos bizantinos de Europa Occidental; el castillo-palacio de Aldovea junto al río Henares (siglo XVI) y el recién creado Parque Europa, con 16 réplicas de monumentos europeos.
A pesar de no ser uno de los destinos turísticos más importantes de Madrid, Arganda del Rey es famosa por sus vinos y tiene un patrimonio arquitectónico de cierta relevancia en la Comunidad de Madrid. Entre su patrimonio cultural más importante, deben destacarse la Ermita de la Soledad, la Iglesia de San Juan Bautista y el Museo del Tren.
Los vinos de Arganda son junto a los de San Martín de Valdeiglesias los más afamados de la Comunidad de Madrid y se exportan a Estados Unidos, Alemania, Dinamarca u Holanda, entre otros países.
La villa de Aranjuez es incluida en 2001 en la lista del Patrimonio de la Humanidad,[23] en concreto, la zona del Palacio Real, los jardines históricos, los paseos arbolados, las huertas y sotos situados en la margen derecha del río Tajo y el casco antiguo. La construcción de su Palacio Real se inicia en el siglo XV, a instancias de los Reyes Católicos, y concluye en el siglo XVIII, en tiempos de Carlos III. De este siglo datan también la Real Capilla de San Antonio y la plaza del mismo nombre, diseñada según los cánones barrocos. Del mismo estilo son la Casa del Labrador, la Casa de Infantes y el Convento de San Pascual, así como el trazado urbanístico de la villa, articulado a partir de las calles de Infantas y del Príncipe.
Los Jardines de Aranjuez tienen una gran importancia turística. Estos bosques y parques ajardinados albergan numerosas fuentes, estatuas y templetes, que han servido de inspiración a poetas y músicos. Es el caso de Joaquín Rodrigo, con su Concierto de Aranjuez, conocido internacionalmente. Los jardines históricos de Aranjuez son cuatro: el del Parterre, el de la Isla, el del Príncipe y el de Isabel II.
Aranjuez tuvo en 2006 alrededor de 500.000 visitantes, la mayor parte turistas de paso. A raíz de la apertura del Gran Casino Aranjuez en 2005, se ha conseguido que el número de pernoctaciones en la localidad vaya en aumento.[24]
San Lorenzo de El Escorial cuenta con uno de los más importantes monumentos de España. Su monasterio, mandado construir por Felipe II en el siglo XVI, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984, junto con todo el Real Sitio. Éste integra edificios como la Casita del Príncipe (en el término de El Escorial), la Casita del Infante (o de Arriba), el Real Coliseo de Carlos III, las Casas de Oficios y las Casas de Infantes. El casco histórico del pueblo, que destaca por algunas construcciones de finales del siglo XIX y principios del XX, se articula alrededor de la Lonja del monasterio y de la calle de Floridablanca.
El entorno natural de San Lorenzo de El Escorial es otro atractivo turístico del municipio escurialense. El Bosque de La Herrería y el Monte Abantos, surcado por el camino de El Horizontal, añaden a su valor medioambiental diferentes panorámicas del monasterio. También destaca el mirador de la Silla de Felipe II. Aunque la tradición afirma que fue mandado construir por el monarca para vigilar las obras de su monasterio, algunos investigadores sostienen que se trata de un altar celtibérico.[26]
La Ruta Imperial, así promocionada por la Comunidad de Madrid, se articula alrededor de los caminos utilizados por Felipe II en sus desplazamientos desde Madrid, la capital de su imperio, hasta San Lorenzo de El Escorial. Aquí destaca El Escorial (no confundir con San Lorenzo), donde pueden visitarse el Monasterio de Prestado[27] —que sirvió de residencia al monarca—, la Casita del Príncipe y la iglesia de San Bernabé. Robledo de Chavela posee una iglesia fortificada del siglo XV y, en sus proximidades, se encuentran las antenas, de hasta 70 metros de diámetro, de la Estación de Seguimiento Espacial INTANASA.
El Valle de los Caídos, situado en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial, a más de 1.300 metros de altitud, es un templo expiatorio edificado en reparación del inmenso pecado de la guerra y para la reconciliación nacional, que mandó construir Francisco Franco. Las obras fueron ejecutadas entre otros por prisioneros del bando republicano[29], tras la Guerra Civil, entre 1940 y 1958. Se trata de una basílica excavada en roca de granito, que alberga las tumbas de Franco y José Antonio Primo de Rivera junto con caídos de ambos bandos donde se ofrecen sacrificios expiatorios y continuos sufragios por los Caídos en la guerra civil española[30]. Una cruz de 150 metros, que se erige sobre cuatro esculturas de los evangelistas —obra de Juan de Ávalos—, preside todo el conjunto.
Manzanares el Real y la Ruta por los Castillos, Fortalezas y Atalayas[editar]
Manzanares el Real posee uno de los castillos más representativos de la Comunidad de Madrid. La fortaleza-palacio de la Casa de Mendoza[31] se comenzó a construir en 1475, sobre los restos de una ermita románico-mudéjar. A su valor arquitectónico se añade el valor paisajístico de su enclave, en medio de la mole granítica de La Pedriza del Manzanares y de las aguas del Embalse de Santillana. La iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XV, destaca por sus elementos románicos y góticos.
Además de su patrimonio histórico, Manzanares el Real cuenta con un rico patrimonio natural y paisajístico. La Pedriza del Manzanares, por la que desfila el río del mismo nombre, ofrece al visitante numerosos canchales de granito, de formas caprichosas, entre los que sobresale el Risco del Yelmo, una de las máximas altitudes del paraje con 1.717 metros. En La Pedriza habitan ánades reales, somormujos, garzas e, incluso, águilas reales, así como una importante población de cabras montesas.[32] Entre las manifestaciones del hombre, se han encontrado pinturas rupestres de la Edad de Bronce. El enclave dispone de tres áreas recreativas: La Garganta, la Chopera de Samburiel y Canto Cochino. Se trata de un espacio protegido desde 1930, actualmente incluido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Chinchón y la Ruta por las Plazas Mayores de la Comunidad de Madrid[editar]
Chinchón posee una de las plazas mayores más famosas de la región. Es de forma irregular, tanto en superficie como en altura, y en ella se celebran corridas de toros desde 1502. La plaza está presidida por la iglesia de la Asunción (siglos XVI-XVII), donde se conserva un cuadro de Goya. El castillo de los Condes (siglo XV) y el convento de los Agustinos[33] (siglo XVII), convertido en Parador de Turismo, son otros edificios notables de la villa.
Colmenar de Oreja —pueblo famoso por sus canteras de caliza blanca[34]— posee una plaza regular de planta cuadrada, con soportales y galerías, en la que destaca el Arco de Zacatín (1794). La iglesia de Santa María data del siglo XIII, pero tiene ampliaciones posteriores, atribuidas a Juan de Herrera. El Teatro Dieguez (1850), el Museo Ulpiano Checa, el convento de las Agustinas Recoletas (1536) y la ermita del Cristo del Humilladero (siglos XVII- XVIII) son otros monumentos reseñables.
Buitrago del Lozoya posee un conjunto medieval, a los pies del Embalse de Puentes Viejas, que rodea su muralla, en un meandro del río Lozoya. Se trata del recinto amurallado más largo (casi 800 metros de perímetro) y mejor conservado de la Comunidad de Madrid.[35] La iglesia gótico-mudéjar de Santa María del Castillo, el castillo medieval —construido en estilo mudéjar entre los siglos XIV y XV— y el Museo Picasso (una colección de 80 obras donadas por el pintor a su barbero, que era oriundo de Buitrago) son otros hitos turísticos de esta villa.
Buitrago es el centro neurálgico de la comarca de la Sierra Norte, referencia, en la actualidad, del turismo rural. Este subsector se encuentra aún en fase emergente en la Comunidad de Madrid, a pesar de su crecimiento constante en los últimos años. Ha pasado de 120.162 pernoctaciones en 2001 a 134.650 en 2005,[36] la mayoría de las cuales se concentran en la comarca de la Sierra Norte. La zona, integrada por pequeños pueblos —algunos de ellos con pocas decenas de habitantes—, reúne un buen número de atractivos para este tipo de turismo: no sólo mantiene intacto su carácter agrícola y ganadero, consecuencia de su despoblamiento, sino que posee un rico patrimonio natural, en el que destacan sus bosques de hayas y robles. Entre ellos, sobresale el Hayedo de Montejo,[37] en Montejo de la Sierra, que ocupa una superficie de 120 hectáreas, en lo que constituye uno de los hayedos más meridionales de Europa.
Otro de los atractivos turísticos de la Sierra Norte son las obras de ingeniería del Canal de Isabel II, algunas iniciadas en el siglo XIX. La comarca posee numerosas infraestructuras hidráulicas, como el de Embalse de El Atazar, el más grande de la región, o la vieja presa del Pontón de la Oliva.
El conjunto histórico de Torrelaguna, uno de los pueblos más importantes de la Sierra Norte, está declarado Monumento Histórico Artístico desde 1974. Su plaza mayor, presidida por la iglesia gótica de Santa María Magdalena (siglo XIV), mantiene su impronta medieval. El templo posee un retablo plateresco, obra de Narciso Tomé. La ermita de Nuestra Señora de la Soledad, la abadía de las Concepcionistas Descalzas y el Palacio de Salinas dan cuenta de la importancia histórica de esta villa, cuna del Cardenal Cisneros.
Patones de Arriba, que fuera el núcleo fundacional del actual pueblo de Patones, destaca por su arquitectura rural.[38] Sus casas, abandonadas a mediados del siglo XX y hoy rehabilitadas a efectos residenciales, están construidas en piedra de pizarra, habitual en esta parte de la sierra y en buena parte de la provincia de Guadalajara.
La Cartuja de Santa María de El Paular y el Valle del Lozoya[editar]
La Cartuja de Santa María de El Paular, en el término municipal de Rascafría, combina los valores naturales de su enclave, a los pies del pico de Peñalara, con su riqueza histórica-artística. Fue fundada en 1390 por el rey Juan I y fue objeto de sucesivas ampliaciones y reformas, que duraron hasta el siglo XVIII.
Muy cerca de la cartuja, se encuentra el Puente del Perdón, sobre el río Lozoya, cuyo aspecto actual data del siglo XVIII.[40]
El Valle del Lozoya se encuentra entre el ramal de la Cuerda Larga y la alineación principal de la Sierra de Guadarrama. Con una longitud de unos 25 kilómetros y una anchura media de 6 kilómetros, su paisaje está conformado principalmente por pastos y campos de cultivo, de gran interés medioambiental y turístico. Su cumbre más importante es Peñalara (2.428 m), alrededor de la cual se extiende el parque natural de Peñalara. Muy cerca discurren los puertos de Cotos, la Morcuera y Canencia.
En las proximidades del Valle de Lozoya se encuentra Miraflores de la Sierra, núcleo residencial que aún conserva mansiones y palacetes de finales del siglo XIX y principios del XX. Entre sus lugares más frecuentados, destaca el Santuario de la Virgen de Begoña, situado cerca de una garganta fluvial.[41]
San Martín de Valdeiglesias y el Valle del Alberche[editar]
San Martín de Valdeiglesias es la cabecera de una de las tres subzonas vitivinícolas de la Comunidad de Madrid, junto con Navalcarnero y Arganda del Rey. Entre sus monumentos, sobresale el castillo de la Coracera, mandado construir como fortaleza señorial por Álvaro de Luna, en el siglo XV (próximamente acogerá el Museo de los Vinos de Madrid[43]). La iglesia de San Martín Obispo se empezó a edificar en el siglo XVII, pero, de su proyecto original, sólo se terminó la tercera parte. Las ermitas de la Salud, del Ecce Homo y de la Virgen de la Nueva completan la visita a esta villa.
El Valle del Alberche, en las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, define el paisaje de la comarca de San Martín de Valdeiglesias, de gran valor medioambiental y paisajístico. Destacan los embalses de San Juan y Picadas, accesibles desde la carretera M-501, popularmente conocida como la carretera de los pantanos. En ellos está permitido el baño, la pesca y la navegación.
El término municipal de Pelayos de la Presa también está bañado por el Embalse de San Juan. Pueblo de gran tradición residencial, cuenta con el Monasterio Cisterciense de Santa María de Valdeiglesias, con un claustro del siglo XIII y otros restos románicos del siglo XII.
Navalcarnero, cabecera de una importante comarca vitivinícola, Iglesia parroquial Ntra. Sra. de la Asunción (Navalcarnero).cuenta con una de las plazas porticadas[45] más representativas de la región, construida en los siglos XVI y XVII. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de corte renacentista, data de principios del siglo XVI. El templo está presidido por una torre mudéjar de estilo toledano con chapitel barroco y su interior es de este mismo estilo. La Casa de la Cadena, también conocida como Carro o Carroza de la Virgen, es otro edificio notable, cuyos blasones nobiliarios informan de la relevancia histórica de la villa.
La cocina de Navalcarnero mantiene viva las artes culinarias tradicionales castellanas, no abandonando los platos e ingredientes de la más selecta cocina española e internacional. Prueba de todo ello es el importante abanico de restaurantes que conforman la oferta gastronómica de esta localidad, con múltiples plazas de comedor permanentes, a las que se suman la cordialidad y el buen hacer de los bares, tabernas y otros establecimientos hosteleros.
La villa de San Martín de la Vega no es una atracción turística en sí, apenas conserva la Gente en la montaña rusa "Superman: la Atracción de Acero".iglesia como monumento de relevancia, y no posee fiestas o eventos culturales de interés nacional. Sin embargo, el término municipal alberga el Parque Warner, inaugurado en 2002, único parque temático de sus características en España y junto con el Parque de Atracciones el único situado en el centro peninsular
El municipio, situado en la vega del Jarama, cuenta con algunos lugares de gran interés ecológico, como los cerros de la Marañosa y los humedales del Jarama.
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