Arte plumario

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Tocado de plumas de Moctezuma II. Museo Nacional de Antropología e Historia, México.

El arte plumario (también, arte plumaria o plumaria) es la elaboración de objetos por medio de plumas. Estos objetos mayoritariamente son artísticos, pero también considera telas y diferentes tipos de ornamentaciones.[1]

Historia[editar]

Desde la prehistoria se desarrolla la actividad humana de elaborar arreglos personales con plumas de aves; de acuerdo con las especies y tradiciones que se encuentran en cada región. Este tipo de arte es mundial y se presenta en la mayoría de culturas.

Entre los antiguos pobladores de América, se presentaba mayor riqueza y variedad de trabajos por la variedad cultural y de especies con la que fue posible elaborar todo tipo de tocados y atavíos, que servían como indicativo del rango social.[cita requerida]

Los caballeros de pies a cabeza vestían de armas todas de plumas sobre el estofado, y a los que no lo eran, no les daban cosa de pluma, sino, sobre el estofado, cuero de diferentes animales. La causa era porque había pragmática que la pluma no usase sino a quien los reyes diesen licencia por ser la sombra de los señores y reyes y llamarla ellos por ese nombre y guardábanse, cierto, con más rigor que las pragmáticas de nuestros tiempos de no traer seda.
Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme[2]
Lluvia-en-la-cara, jefe sioux, con su tocado de plumas.
Guerreros mexicas, en el Códice Mendoza.
Indígenas, en Trinidad.
Indígenas de América del Norte, en la danza del pavo amarillo.

El Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, la describe como la utilización de las plumas como materia pictórica, a modo de las teselas de los mosaicos. Fue característico de la civilización mexica, y se conservan algunas muestras posteriores a la conquista española de México.[3]​ Los artesanos del arte plumaria mexica se denominaban amantecas.

Técnica de hilo emplumado[editar]

Algunas piezas del arte plumario prehispánico poseen caractéristicas muy peculiares. Este es el caso del tlàmachtēntli de Madeline, un huipil de 300 años de antigüedad restaurado y preservado en el Museo Textil de Oaxaca.[5]​ En este huipil no se utilizaba una pluma completa, sino el plumón. El plumón se encontraba solamente atrapado entre cabos de algodón, no se hilaba junto con el algodón.

Esto hizo que los restauradores repensaran el término de “pluma hilada” que es el que se utiliza frecuentemente en la literatura. Fue al observar esta peculiaridad que se decidió llamar al tipo de tejido como "hilo emplumado" o de pluma torcida. Actualmente solo hay seis piezas en el mundo, incluyendo el tlàmachtēntli de Madeline, tejidas con hilos emplumados. En estas seis piezas se utiliza el plumón para crear un hilo que después se teje, técnica que no se ha detectado en ninguna otra cultura en el mundo.[6]

Uso religioso[editar]

En culturas como las americanas este tipo de tradición esta profundamente marcada por costumbres ancestrales y míticas por medio de las cuales el contacto entre el hombre y la naturaleza se da por medio del rol que sea asumido por el usuario de la prenda. Por ejemplo en algunas tribus amazónicas los participantes en rituales y danzas toman cualidades del ave con la que decoren sus atavíos.

Fueron famosos por sus tocados los americanos con hermosos arreglos en plumas de águilas y cuervos; en este grupo encontramos a los apaches y los crow (con arreglos similares a pendientes).

En México, fueron famosos los mexicas por sus tocados en pluma de quetzal (primera pluma comercializada en América).[cita requerida]

Los mayas, por su parte, combinaron las plumas de quetzal con arreglos de jade y obsidiana que es posible ver en varios museos del mundo.[cita requerida]

Hay que recordar que, para la mayoría de culturas de Mesoamérica, las aves y en especial el quetzal eran seres sagrados: por tener la capacidad de volar, eran asociados a los dioses del viento como Quetzalcoatl (cuyo nombre significa "serpiente emplumada").[cita requerida]

En Polinesia y Hawái, el arte plumario está muy extendido. Los yelmos de plumas y las capas elaboradas con miles de plumas de aves propias de la isla eran símbolos de dignidad, espiritualidad y poder de los jefes tribales.[7]

Uso en vestimenta bélica[editar]

En algunas culturas como la azteca además del significado ritual y religioso los guerreros se asociaban a un tipo particular de animal; este es el caso de los guerreros águila, que iban ataviados con plumas de águila.

Entre los caribes y guajiros de Colombia era conocida la costumbre de usar el número de plumas en sus atavíos según el número de enemigos eliminados en combate.

En otras parte del mundo los guerreros tenían como costumbre ir engalanados con penachos elaborados en vistosas plumas, como los de los cascos griegos y romanos y los de los caballeros medievales -véase Cimera (heráldica)-, o con largas plumas cosidas a los sombreros, como los que usaban los mosqueteros franceses del siglo XVII.

Algunos ejércitos contemporáneos siguen utilizando plumas como componente de algún uniforme, especialmente en el ejército italiano.

La moda de la pluma en la Edad Moderna y Contemporánea[editar]

Pasado el Renacimiento y hasta bien entrado el siglo XX, fue costumbre entre los caballeros y damas de cada época usar vistosos sombreros, muchos de los cuales contaban con vistosos arreglos plumajes como parte vital de su diseño; como los de la época victoriana.[cita requerida]

Bibliografía[editar]

  • Alessandra Russo, El encuentro de dos mundos artísticos en el arte plumario del siglo XVI, en Prohistoria n.º 2, Santillana, 1998, pgs. 63-91.

Referencias[editar]

  1. Muñoz, Santiago (enero-junio 2006). «El arte plumario y sus múltiples dimensiones de significación. La Misa de San Gregorio, Virreinato de Nueva España, 1539». Historia crítica No.31. Consultado el 27 de marzo de 2015. 
  2. Citado en Beatriz de la Fuente, La pintura mural prehispánica en México, UNAM, 2004, ISBN 9683667368, p. 179.
  3. Real Academia Española. «arte». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  4. García Granados, R. (1995) [1952]. "4429 Huanitzin, Don Diego de Alvarado". Diccionario biográfico de historia antigua de Méjico. México, D.F.: UNAM. vol. 3, pp. 86–87. ISBN 968-36-4291-8. Fuente citada en Diego de Alvarado Huanitzin
  5. Meneses Lozano, Héctor Manuel. (2008). Un paño novohispano: tesoro del arte plumaria (1a ed edición). Adabi de México / Fundación Alfredo Harp Helú. ISBN 978-968-9068-44-0. OCLC 567138732. Archivado desde el original el 18 de febrero de 2020. Consultado el 18 de febrero de 2020. 
  6. «Cómo restaurar un huipil emplumado de 300 años| Ciencia y Tecnocultura». Vandalismo Geek | Ciencia y Tecnocultura. 15 de junio de 2017. Archivado desde el original el 29 de junio de 2017. Consultado el 15 de junio de 2017. 
  7. Hawaiian feather helmet
  8. Feather cloak
  9. Boki (Hawaiian chief)