Calle de la Herrería (Segovia)

Calle de la Herrería
Tipo calle
Localización Segovia (España)
Coordenadas 40°57′01″N 4°07′22″O / 40.950306098662, -4.1227685376951
Nombrado por herrero

La calle de la Herrería es una vía pública de la ciudad española de Segovia.[1]

Descripción[editar]

La vía, de título de origen gremial, conformaba con la de la Nevería, la del Malcocinado —estas dos ahora una sola, la del Cronista Lecea— y la de la Cabritería el conjunto conocido popularmente como «las Cuatro Calles».[2][3]​ Discurre precisamente desde la del Cronista Lecea, donde entronca con la de la Cabritería, hasta llegar a la de Juan Bravo. Tiene cruces con el callejón de la Pescadería, la travesía del Patín, la calle de la Infanta Isabel y la de José Canalejas. Aparece descrita en Las calles de Segovia (1918) de Mariano Sáez y Romero con las siguientes palabras:[4]

Herrería.—Se dirige desde la de la Cabritería a la de Melitón Martín. Como dijimos al tratar de la de Cabritería,[a]​ es una de las llamadas Cuatro Calles, estrecha, concurrida; sus casas repletas de vecindario y todas sus puertas ocupadas con tiendas y puestos de venta de artículos de comer y beber. A la entrada de esta vía hubo de antiguo y por muchos años, una conocida y acreditada herrería, que es lo que ha dado nombre a la calle.

En Guía y plano de Segovia (1906), obra de Félix Gila y Fidalgo, se menciona lo siguiente:[2]

De la Plaza Mayor, en el ángulo formado por la iglesia de San Miguel y una arquería en espectación de destino, sale una calle estrecha, de casas pequeñas, portales dedicados á la venta de carnes, pescados y frutas, la del Malcocinado, que forma una encrucijada con las de la Nevería, Cabritería y Herrería, sitio que se llama vulgarmente las Cuatro calles.

Notas[editar]

  1. En la entrada referente a la calle de la Cabritería, dice Sáez y Romero lo que sigue: «Estas cuatro calles son estrechas, de casas viejas con mucho vecindario y dedicadas sin exclusión, a la venta de artículos de inmediato consumo, carnicerías, pescaderías, fruterías, tabernas, figones, panaderías, buñolerías, alguna posada, alguna barbería y así, tiendas por el estilo. Son de constante tránsito, siempre impedido por estar ocupadas por mercaderes y labriegos, obstruyendo el paso continuamente y reinando en ellas la animación y el bullicio propios de los sitios y puestos de venta al menudeo de artículos de comer».[1]

Referencias[editar]

  1. a b Sáez y Romero, 1918, p. 22.
  2. a b Gila y Fidalgo, 1906, p. 214.
  3. Carlos Álvaro (16 de diciembre de 2009). «Las cuatro calles». El Norte de Castilla. Consultado el 6 de marzo de 2023. 
  4. Sáez y Romero, 1918, p. 82.

Bibliografía[editar]