Discusión:Agustín Alcalá y Henke

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Este articulo no es neutral, ataca deliberadamente a otras ideologias.


No estoy de acuerdo. Más que "no neutral", es sólo una parte de la historia. Faltan los detalles más negativos del personaje y su muerte no está bien explicada.

Estoy totalmente de acuerdo. Este artículo no es neutral y se sustenta sobre una interpretación histórica politizada. Trataré de dar sucintamente mi opinión sobre la muerte de Agustín Alcalá y Henke sobre la base de la oposición a una idea esgrimida en el texto del artículo. Se dice que proclamada la II República Española la candidatura conservadora de la que formaba parte d. Agustín fue anulada por los métodos caciquiles empleados. Se añade que no existe razón alguna que permita esgrimir tal argumento, considerándose el mismo un pretexto para poner en jaque la victoria electoral local de la derecha alcalareña, ya que el proceso electoral fue limpio. Cuando se habla de métodos caciquiles suele pensarse directamente en vías como la del "pucherazo" o la de la falsificación de los censos. Sin embargo, también debe considerarse como método caciquil la creación de redes clientelares que apoyen las iniciativas políticas del patrón ante el establecimiento de estrechos vínculos personales. La tradición oral alcalareña y las investigaciones de historiadores locales ponen de manifiesto la intensa labor de d. Agustín como benefactor de los pobres y de los trabajadores, a los que brindaba buen trato repartiendo limosnas y ofreciendo puestos de trabajos dentro del contexto de la depresión económica atravesada durante los años 30 del pasado siglo XX (a lo que habría que unir el estancamiento que pesaba sobre el país tras la pérdida de la América Chiquita, siendo Cuba la mayor productora mundial de azúcar y punto de salida para los productos metropolitanos). Así, Alcalá y Henke creó en torno a su persona una red clientelar importante que revirtió positivamente sobre sus actividades industriales y políticas y que explican el triunfo electoral en las elecciones de abril de 1931. Ello me hace pensar que la sociedad alcalareña que le ofreció su apoyo era un tanto ajena a la ideología conservadora, pudiéndose encuadrar en lo que en los últimos años se ha venido a denominar en historiografía como "la tercera España", al tratarse de un sector social ajeno ideológicamente a posicionamientos políticos bien definidos y que se vio arrastrada a los conflictos de los años 30 por las otras "dos Españas". Estos importantes vínculos que unían a muchos alcalareños con la figura de d. Agustín Alcalá, y que le dieron su apoyo electoral, explican en parte su muerte, ya que dentro del sector alcalareño de propietarios de tierras y empresarios surgió una oposición que recelaba del su éxito en política y de la prosperidad de su industria, una oposición surgida dentro del mismo grupo conservador que no dudó en fraguar y financiar el asesinato de d. Agustín un día antes del Golpe de Estado que conduciría a España a la Guerra Civil.