Discusión:Casa Manfredi

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Heraldismo[editar]

El apellido Manfredi es derivado del nombre propio germánico Manfredo, por lo que Mandrefi sería <<hijo de Manfredo>>. El nombre es de origen germánico pero el apellido es italiano, del mismo modo que Fernando / Hernando es un nombre de origen germánico en España pero Fernandez / Hernández ya no es germánico, sino español.--95.60.162.244 (discusión) 20:54 25 ene 2011 (UTC)[responder]

La opinión de arriba está completamente equivocada. La terminación "i" no significa en absoluto "hijo de" sino "los". En consecuencia, "Manfredi" significa "Manfredos" o "los Manfredos". El artículo no dice en ningún momento que todos los portadores del apellido sean nobles, habla de una casa en especial, la que reinó en Faenza e Imola y detalla a grandes rasgos las ramas que alcanzaron nobleza sin expandirse en otros detalles porque sería imposible abarcar una historia que se remonta a más de 1000 años. Porque, según historiadores y genealogistas de la talla de Gucciardini, Giovanni di Mussi, il Tolossano, Giulio Cesare Tonduzzi y Valgimigli, se trata de uno de los apellidos más antiguos de Europa, con sus orígenes en la remota "Consortería dei Fligli di Manfredo" emiliana. Esa descendencia engendró a su vez varios hijos que a su vez hicieron lo propio a lo largo de los diez siglos a que se hace referencia, diseminándose después por toda la península y pasando posteriormente a Francia y otros países de Europa en los siglos XV, XVI y XVII. En ningún momento se habla de que todas las ramas del apellido sean nobles ya que muchas de ellas no alcanzaron el brillo de las que sí lo hicieron y otras se fueron empobreciendo y perdiendo gloria con el correr de los años tal como aseguran Pompeo Litta, Luigi Passerini, Piero Zama y otros historiadores. De las ramas más remotas podemos decir que comenzaron a producir descendencia ya en el siglo IX. Solo por mencionar dos ejemplos, los Señores de Faenza e Imola y los de Reggio-Emilia han generado centenares de ramificaciones no solo a través de sus numerosos hijos legítimos sino también de los naturales, a los que reconocían y daban el apellido porque servían para establecer alianzas con otras casas poderosas. Esos hijos a su vez fueron produciendo otros que a lo largo de un mileno, dieron origen a la comunidad que hoy porta este apellido, muy estrechamente ligada entre sí en la Emilia Romaña, la Lombardía y Toscana. Teniendo en cuenta ese lejano origen, se trata de una gens poco numerosa si se la compara con los patronímicos españoles, portugueses, ingleses y alemanes (Álvarez, González, Fernández, Pérez, García, López, Gómez, Smith, Wilson, Williams, Brown, Miller, Taylor, Anderson, White, Harris, Thompson, Young, Scott, Russell, Souza, Da Costa, Da Silva, Oliveira, Meyer, Mayer, Schroder, Weber, Wagner, Zimmermann, Schmitt, Schneider, Berger, etc). Porque en Italia el fenómeno fue completamente diferente al de aquellos países. Allí no fue frecuente la transmisión del nombre del padre al hijo como apellido sino que, como en tiempos de Roma, se intentaba preservar el nombre del clan familiar. De ahí que los apellidos más difundidos como Rossi, Ferrari, Ferraro, Berlusconi, Bermasconi, Rosso, Esposito, Bianchi, Colombo, De Luca, Barbieri, Fontana, Longo, Greco, etc. no sean patronímicos. El marques de Turín Olderico Manfredi, hijo de Alduino el Glabro, no recibió como apellido el nombre de su padre y su hijo no lo pasó a sus descendientes que son la Casa de Saboya. Para comprender mejor esta visión, basta tomar una guía telefónica de cualquier ciudad española o latinoamericana y echar un vistazo a los portadores de esos gentilicios y una de Italia para ver a quienes llevan apellidos como el que nos ocupa o Visconti, o Sforza, o Malatesta, Orsini, Colonna, Doria, Gonzaga. Mientras estos últimos apenas abarcan una o dos columnas, aquellos ocupan numerosas páginas. La difusión de los apellidos en Italia fue un proceso diferente al de los países mencionados, mucho más cerrado, celoso y preservacionista de la identidad familiar.