Discusión:Demonio de Maxwell

La teoría del Demonio de Maxwell (1971) introduce la Teoría de la información como solución a un problema termodinámico.

El "quid" de la cuestión radica en si se cumple la segunda ley de la termodinámica en el caso de la intervención de seres inteligentes (¿interesados?) dentro de un sistema.

Partimos inicialmente de la premisa de que el susodicho demonio es capaz de diferenciar entre moléculas de gas a diferente temperatura, y separarlas en función de dicho factor. Aprovechandonos de semejante colaborador, podríamos construir una maquina térmica con un 100% del rendimiento.

El diseño sería el siguiente: Imaginemos una mezcla equimolar de dos gases A y B, ambos con diferente calor específico (con lo cual es de suponer que, a iguales condiciones, las moleculas de uno de los dos se muevan a mayor velocidad que las del otro); contenida en un recipiente ideal en el que tenemos una pared intermedia que separa el recipiente en dos mitades, unida a un émbolo que sale del recipiente; y dotada de una "puerta" controlada por nuestro demonio.

Si por ejemplo, el calor específico de A es mayor que el de B, nuestro demonio se pondrá a trabajar y en un lapso de tiempo determinado nos habrá separado (por el simple método de abrir selectivamente la puerta a las moleculas mas rápidas para que pasen al otro lado del recipiente) los dos gases; "violando" la segunda ley de la termodinámica -ha habido disminución de la entropía del sistema-. El ciclo de la máquina se completa abriendo la puerta, y dejando que A vuelva a mezclarse con B (el movimiento espontáneo para tender de nuevo al estado de entropía máxima del sistema originará un cambio del volumen del lado en el que se encuentra B), provocando así el movimiento de la pared y con ella del émbolo, produciendo así un trabajo (se supone que entre la pared central unida al émbolo y el resto del recipiende no hay fricción).

Pero no es oro todo lo que reluce, y la segunda ley se mantiene intacta gracias a la teoría de la información.

Realmente, nuestro "Demonio" no es un trabajador tan desinteresado. El mero hecho de "saber" distinguir entre A y B ya requiere de un aporte de energía. Dicho de otro modo, el componente que hace que la ecuación cuadre es la energía invertida en "capacidad de decisión".

Para poner un ejemplo mas real de todo esto, podemos tomar los Enzimas. Estas fantásticas y abnegadas moléculas son fanáticos trabajadores que se encargan de catalizar reacciones quimicas en los organismos vivos, o de "orientarlas" hacia intereses del organismo al que pertenecen. Su "capacidad de decisión", consistente en reconocer a sus materias primas y "saber" el modo en que facilitarán la reacción deseada, viene codificada -en terminos de información- en la propia secuencia de aminoácidos de la proteína (que determina a largo plazo la "forma" de la misma, lo que la dota de funcionalidad). Para que dicha proteína existiera en esa forma (y no fuese un conglomerado aleatorio de aminoácidos), y con unas propiedades tan concretas, la celula que la ha creado ha invertido una energia en traducir los "planos" de la proteína enzimatica -el/los gen/genes que la codifican-, y en unir (según los planos) las distintas piezas -aminoácidos- que la conforman.

--80.28.230.160 02:18 17 oct, 2004 (CEST)

Demonio de Laplace

Me parece que hay un error al redireccionar la página del demonio de Laplace al demonio de Maxwell, pues son muy distintos. Uno trata sobre el determinismo y el otro de la Termodinámica.