Discusión:Disturbios del 6 de febrero de 1934

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Versión comunista o masónica del enfrentamiento, sin duda. Se culpa a la Action Française de la chirinada y, sin mayor vergüenza, se afirma enseguida que esta agrupación fué la más castigada por los asesinatos y los heridos del día 6. La totalidad de muertos es de 19, y un solo agente del orden. Los heridos son de ambos bandos: la policía —o sea el gobierno: la policía es la custodia del régimen de turno— y los manifestantes, con mayor participación en el número de heridos y muertos por parte de estos últimos. La mayor parte de los heridos graves y muertos son por heridas de bala en la cabeza y heridas fatales de garrotes en la cabeza, propinadas por la policía, por supuesto. Es de hacer notar que según el informe parlamentario confeccionado poco después de los sucesos del día 6 al día 12 de febrero (en esta última fecha murieron 3 comunistas), se acusa a la policía de “salir a matar”, bien que empleando palabras menos claras que éstas, pero los conceptos son equivalentes. La misma entrada, pero en francés, tiene mucha más información, es más clara y contiene muchísimas fuentes.

No obstante lo dicho, muchos afirman (y se puede consultar en las fuentes de la misma entrada, en francés) que los comunistas salieron a matar manifestantes “derechistas”, lo que estaría demostrado por la precisión de la mayoría de las heridas causantes de muertes, que son de bala (heridas mortales en la cabeza) disparadas con bastante y coincidente precisión, lo cual no dejó de llamar la atención al periodismo de la época. En tal caso, recordaban la “Fusillade de la rue Damrémont”, fatal episodio sucedido unos años antes donde los comunistas agredieron y asesinaron a tiros en la cabeza a cuatro miembros de la Liga de Jóvenes Patriotas (Jeunesses Patriotes) —cuyo artículo de Wikipedia en castellano no inserto aquí, por tratarse de mera propaganda comunista— pero cuya entrada en francés se puede leer con provecho por ser veraz.

Como en la España de 1931/1936, los comunistas y demás ramas del izquierdismo violento —no debe ocultarse que, antes los hechos sucedidos en Francia y que estamos relatando y comentando, la izquierda más tradicionalista se apartó violentamente de los comunistas, con los cuales no volvería a aliarse hasta 1936— eran los causantes de la mayor parte de la violencia callejera y los asesinatos políticos, incluídos los de los jóvenes repartidores de periódicos anticomunistas. Este era el verdadero clima político de la Europa de entreguerras.