Discusión:Herbert Kitchener

¿Tasador en Próximo Oriente?

¿Mande? Si el original inglés es surveyor: topógrafo o agrimensor.

Teorías de conspiración

Faltaría la más considerable de las tesis conspiracionistas sobre la muerte de Lord Kitchener, y es la misma que la ensayada por Lord Douglas, pero con el agregado que el general inglés tenía intenciones de lograr una paz rápida con los alemanes y austríacos (lo cual consta documentalmente de manera fehaciente) y marchaba a Rusia para convencer al zar Nicolás II de la conveniencia de esta política. Por eso, intereses extraños, posiblemente secundados por Winston S. Churchill, deseaban la desaparición de la escena de este prestigioso general a fin de permitir la continuación de la guerra hasta la completa destrucción de Alemania y la desaparición del Imperio Austro-Húngaro, lo que terminó convirtiendo en un pandemonio toda la zona de Europa eslava, por lo menos, durante 80 años más. De hecho, su viaje coincide con la puesta en marcha de ciertas iniciativas de paz en Austria, más tarde concretadas por el joven Emperador Carlos de Habsburgo en la persona del Sixto de Borbón, ciudadano y oficial francés, hermano de su mujer Zita de Borbón-Parma, cerca del Presidente del Consejo de Francia Aristide Briand, destituido como tal por el presidente de Francia Poincaré, a instancias del Primer Ministro Clemenceau, enemigo acérrimo de los Habsburgo y sindicado por Zita de Habsburgo como el asesino material del príncie Rodolfo de Austria en 1889. Por su parte, Briand, furioso anticlerical, o sea anticatólico, por que nadie conoce aún un anticlerical que critique a los rabinos o a los pastores protestantes, era además un notable sionista; el Imperio Austro-Húngaro era, de hecho y de derecho, la última gran potencia oficialmente católica del mundo y en cuanto tal, garante precisamente de la tolerancia de cultos que se practicaba desde antiguo en el Imperio. Kirchener había tenido largos y fructuosos contactos con los austríacos y los alemanes antes de la Guerra y no ignoraba tampoco la existencia de intereses revolucionarios en la socialista y masónica Francia, contrarios a la terminación de una guerra que, llevado hasta su extremo, provocase simultáneamente la caída de dos monarquías fuertemente tradicionales como la alemana y la austríaca, así como el ingreso de la revolución bolchevique en toda Europa. Lo demás, es Historia.