Ecoflación

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La Ecoflación (un portmanteau de "ecológico" e "inflación") es un escenario futuro en "Rattling Supply Chains" (Lit.: La cadena de suministro se tambalea), un informe de investigación del World Resources Institute y A.T. Kearney, publicado en noviembre de 2008.[1]​ Se caracteriza porque los recursos naturales son cada vez más escasos y los problemas de sostenibilidad son más acuciantes, lo que provoca un aumento del precio de los productos básicos.[2]​ Los efectos del aumento del precio de las materias primas se dejan sentir en las empresas que sufren los costes medioambientales que se añaden a su coste habitual de hacer negocios.[3]​ El concepto de ecoflación se centra en que las externalidades medioambientales de las empresas sean la carga de la organización/empresa responsable, en lugar de que los costes se asignen al público en general. La ecoflación representa una valoración más precisa de los verdaderos costes asociados a las acciones empresariales. Los conceptos también hacen hincapié en la necesidad de que las empresas sean creativas e innovadoras para adaptar sus modelos de negocio y cadenas de suministro para seguir siendo competitivas en el mercado.[1]​ La idea es que cuanto más integre una empresa la sostenibilidad en su principio empresarial básico, más éxito tendrá.[4]

Motores de la ecoflación[editar]

El Instituto de Recursos Mundiales y A.T. Kearney identificaron tres factores principales de la ecoflación :

Escasez de recursos[editar]

El aumento de la población y del consumo conlleva una mayor demanda de recursos, como la madera, el petróleo, el agua y los cereales.[4]​ Mientras tanto, el cambio climático es una amenaza creciente para estos recursos, en forma de fenómenos meteorológicos extremos (incendios forestales, sequías, inundaciones, etc.) y la pérdida de biodiversidad.[5]​ Por ejemplo, a medida que los niveles de agua dulce disminuyen, y la demanda sigue aumentando a nivel mundial, debido a la ley de la oferta y la demanda, el precio del agua está destinado a aumentar, algunos predicen que entre un 20% y un 30% para el año 2050.[6]

Políticas[editar]

Las instituciones gubernamentales, como el Foro Económico Mundial, la Unión Europea y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, son cada vez más conscientes de la necesidad de reaccionar ante el cambio climático y siguen aprobando normas más estrictas para proteger el medio ambiente.[7]​ Una de estas regulaciones es la introducción del comercio de emisiones de carbono, que obliga a las empresas que contaminan más de lo permitido a sufrir el coste.[7]​ Se trata de costes que las empresas tendrán que internalizar, disminuyendo su margen de beneficios, o repercutir en el consumidor, lo que podría hacerlas menos competitivas.

Consumidores[editar]

Los consumidores también piden cada vez más a las empresas que proporcionen bienes y servicios más sostenibles.[7]​ La adaptación a estas demandas de los consumidores representa un coste para las empresas.[1]​ Por ejemplo, las empresas pueden comprometerse a utilizar material de madera reciclada en respuesta a la preocupación pública por la deforestación,[1]​ o la reducción del plástico, porque proviene de los combustibles fósiles.[8]

Abordar la ecoflación[editar]

El riesgo de ecoflación no es ineludible, y las empresas pueden empezar por tomar medidas concretas para contrarrestar sus efectos.[9]

Acciones voluntarias[editar]

Las empresas pueden adoptar medidas voluntarias para reducir las emisiones de gases y evitar la ecoflación.[2]​ Por ejemplo, las empresas pueden optar por utilizar menos plástico o plástico reciclado, o pueden modificar su sistema de distribución para aumentar la eficiencia y disminuir tanto las emisiones de gases de efecto invernadero como los costes.[8]

Oportunidades de negocio[editar]

Los motores de la ecoflación pueden ser oportunidades de negocio.[8]​ Como afirma la consultora Kearney en su informe "El coste de la ecoflación" : "Los líderes en este nuevo panorama serán las empresas que hagan de la sostenibilidad medioambiental uno de sus principios empresariales fundamentales".[4]​ Para que las empresas sigan siendo competitivas y se conviertan en líderes, la sostenibilidad es un factor importante.

Grandes cambios[editar]

Abordar la ecoflación no es una tarea que deba tomarse a la ligera, como afirma Andrew Aulisi, investigador del World Resource Institute. "No hay que hacer pequeños cambios 'cosméticos', sino trabajar con una verdadera visión de futuro", concluyó.[5]

Repercusiones de la ecoflación en los factores de coste[editar]

Metodología[editar]

Para el escenario, el Instituto de Recursos Mundiales eligió centrarse en la industria de los productos de consumo rápido (FMCG), y analiza siete tipos de productos básicos: petróleo, gas natural, electricidad, cereales y soja, azúcar, aceite de palma y madera.[5]

Impacto 1: Precios de los productos básicos[editar]

El estudio concluye que el precio de los productos básicos se verá muy afectado por los motores de la ecoflación.[1]

Impacto 2: Coste total entregado[editar]

El estudio concluye que la ecoflación aumentará el coste total entregado por las empresas.[1]

Impacto 3: Beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT)[editar]

El estudio concluye que la ecoflación provocará una disminución de los beneficios antes de intereses e impuestos de entre el 13% y el 47% entre 2013 y 2018.[1]

En los medios de comunicación[editar]

En 2009, el medio de comunicación The Humanitarian calificó la "ecoflación" como una palabra de moda.[10]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b c d e f g «RATTLING SUPPLY CHAINS The Effect of Environmental Trends on Input Costs for the Fast-Moving Consumer Goods Industry». 
  2. a b Campbell-Verduyn, Malcolm (2017). Professional Authority After the Global Financial Crisis. Palgrave Macmillan. p. 99. ISBN 978-3319527819. 
  3. n.d, n.d (2009). «Word-Watch : Ecoflation». The Futurist. May–June 2009: 2. 
  4. a b c «The cost of ecoflation». A.T Kearney. 2008. Archivado desde el original el 19 de abril de 2021. Consultado el 17 de abril de 2021. 
  5. a b c Zabarenko, Deborah (8 de diciembre de 2021). «Ecoflation, a new worry, could hit consumer goods». Reuters. Archivado desde el original el 25 de enero de 2016. 
  6. «Enjeux climats inflationnistes». Le Devoir (en francés). Consultado el 17 de abril de 2021. 
  7. a b c P. Vlachos, Ilias; Malindretos, George (2015). Markets, Business and Sustainability. Bentham eBooks. p. 177. ISBN 978-1-68108-0260. 
  8. a b c «El cambio climático comenzará a influir en los negocios». La Nación, Grupo Nación. Consultado el 17 de abril de 2021. 
  9. «L'"écoflation" menace les chaînes d'approvisionnements». Novae (en fr-FR). 10 de diciembre de 2015. Consultado el 17 de abril de 2021. 
  10. «Changement climatique – les termes à la mode». The New Humanitarian (en francés). 5 de febrero de 2009. Consultado el 17 de abril de 2021.