Enfermedad del Nobel

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La enfermedad del Nobel o Nobelitis es el fenómeno en el cual algunos ganadores del Premio Nobel, aceptan y promueven ideas erróneas y a menudo extrañas o pseudocientíficas, generalmente en etapas tardías de su vida.[1][2][3][4][5]​ Se ha argumentado que el efecto resulta, en parte, de una tendencia de los ganadores del Nobel a sentirse empoderados por el premio para hablar sobre temas fuera de su área específica de competencia.[6][7][8]​ Y el término "enfermedad de Nobel" ha sido descrito como "irónico".[7]

Si bien se desconoce si los ganadores de este premio son más propensos a esta tendencia que otras personas[9]Paul Nurse, co-ganador del Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2001, advirtió a futuros galardonados contra "creer que son expertos en casi todo y estar preparados para expresar opiniones sobre la mayoría de los temas con gran confianza, escudándose en la autoridad que el Premio Nobel puede otorgar."[10]

Repercusiones[editar]

Si bien no está claro si los ganadores del Nobel son estadísticamente más propensos a errores de pensamiento crítico que otros científicos, el fenómeno es de interés porque proporciona una prueba de que ser una autoridad en un campo no necesariamente convierte a la persona en una autoridad en cualquier otro campo. Y, en la medida en que ganar un Premio Nobel sirva como indicador indirecto de brillantez científica y alta inteligencia general, tales características no son incompatibles con el pensamiento o creencias irracionales.[11][9]

La enfermedad del Nobel también sirve para demostrar que, para algunos ganadores de premios, ser aclamado universalmente como correcto parece reforzar el sesgo de confirmación del ganador más que su escepticismo.[12]

Ganadores reportados como ejemplos de la enfermedad del Nobel[editar]

Linus Pauling[editar]

Linus Pauling ganó el Premio Nobel de Química en 1954. Una década antes de ganar el premio, fue diagnosticado con enfermedad de Bright, la cual trató en parte con la ingesta de suplementos vitamínicos que, según él, mejoraron drásticamente su condición. Más tarde propuso tomar altas dosis de vitamina C para reducir la probabilidad y la gravedad de experimentar el resfriado común. El mismo Pauling consumía diariamente cantidades de vitamina C que eran más de 120 veces la ingesta diaria recomendada. Además, argumentó que las megadosis de vitamina C tienen un valor terapéutico para el tratamiento de la esquizofrenia y para prolongar la vida de los pacientes con cáncer. Ninguna de estas afirmaciones está respaldadas por los hallazgos científicos disponibles.[11][3][4]

Kary Mullis[editar]

Kary Mullis ganó el Premio Nobel de Química en 1993 por el desarrollo de la reacción en cadena de la polimerasa. Mullis no estaba de acuerdo con la opinión aceptada y científicamente verificada de que el SIDA es causado por el virus del VIH, ha cuestionado la evidencia de las contribuciones humanas al calentamiento global, profesaba la creencia en la astrología y afirmaba que una vez se encontró con un mapache fluorescente que habló con él.[6][11][13]

Luc Montagnier[editar]

Luc Montagnier ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2008. En 2009, en un artículo no revisado por pares en una revista que él mismo había fundado, Montagnier afirmó que las soluciones que contienen el ADN de bacterias y virus patógenicos podrían emitir ondas de radio de baja frecuencia que inducen a las moléculas de agua circundantes a organizarse en "nanoestructuras". Sugirió que el agua podría retener tales propiedades incluso después de que las soluciones originales se diluyeran masivamente, hasta el punto en que el ADN original se había desvanecido de manera efectiva, y que el agua podría retener la "memoria" de las sustancias con las que había estado en contacto, afirmaciones que colocan su trabajo en estrecha alineación con los principios pseudocientíficos de la homeopatía. Además, afirmó que la información de la secuencia de ADN podría 'teletransportarse' a través de estas ondas de radio a un tubo de ensayo separado lleno de agua purificada. Explicó este supuesto fenómeno englobándolo en el marco de la teoría cuántica de campos.[14][4][15]​ Apoyó la opinión científicamente desacreditada de que las vacunas causan autismo y llegó a afirmar que los antibióticos tienen un valor terapéutico en el tratamiento del autismo.[11]

Nikolaas Tinbergen[editar]

Nikolaas Tinbergen ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973. Durante su discurso de aceptación del Nobel, Tinbergen promovió la ampliamente desacreditada teoría sobre la causa del autismo conocida como "la madre frigorífica",[16]​ estableciendo así un "récord casi imbatible por el tiempo más corto entre recibir el Premio Nobel y decir algo realmente estúpido sobre un campo en el que el galardonado tenía poca experiencia".[4]​ En 1985, Tinbergen fue coautor de un libro con su esposa[17]​ que recomendaba el uso de la "terapia de retención" para tratar el autismo, una forma de tratamiento que no tiene respaldo empírico y que puede ser físicamente peligrosa.[3][11]

Brian Josephson[editar]

Brian Josephson ganó el Premio Nobel de Física en 1973. Josephson ha promovido una variedad de creencias desacreditadas o no respaldadas científicamente, incluida la noción homeopática de que el agua puede "recordar" de alguna manera las propiedades químicas de las sustancias diluidas en su interior, la opinión de que la meditación trascendental es útil para traer recuerdos traumáticos inconscientes a la conciencia y la posibilidad de que los humanos puedan comunicarse entre sí mediante el uso de la telepatía.[11]

James Watson[editar]

James Watson fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1962, junto con Francis Crick y Maurice Wilkins, "por sus descubrimientos sobre la estructura molecular de los ácidos nucleicos y su importancia para la transferencia de información en la materia viva". Desde al menos el año 2000, Watson ha afirmado de manera constante y pública que los negros son intrínsecamente menos inteligentes que los blancos, y que la exposición a la luz solar en las regiones tropicales y los niveles más altos de melanina hacen que las personas de piel oscura tengan un mayor deseo sexual.[11][18][19]​ Él mismo sería legalmente negro según la regla de una gota.[20]


Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Cueto, Héctor (8 de octubre de 2020). «¿Habías oído hablar sobre la enfermedad del Nobel?». Business Insider México | Noticias pensadas para ti. Consultado el 18 de septiembre de 2021. 
  2. ««La enfermedad del Nobel», cuando los premiados abrazan el racismo, la pseudociencia o los «aliens»». abc. 12 de octubre de 2019. Consultado el 3 de octubre de 2021. 
  3. a b c Gorski, David (18 de agosto de 2008). «High dose vitamin C and cancer: Has Linus Pauling been vindicated?». Science Based Medicine (en inglés). sciencebasedmedicine.org. Consultado el 13 de mayo de 2020. 
  4. a b c d Gorski, David (4 de junio de 2012). «Luc Montagnier and the Nobel Disease». Science Based Medicine (en inglés). sciencebasedmedicine.org. Consultado el 13 de mayo de 2020. 
  5. Robson, David (6 de agosto de 2019). The Intelligence Trap: Why Smart People Make Dumb Mistakes (en inglés). W. W. Norton & Company. ISBN 978-0-393-65143-0. 
  6. a b Winter, David. «The nobel disease». Sciblogs. Science Media Center. Consultado el 19 de mayo de 2020. 
  7. a b Berezow, Alex (18 de diciembre de 2016). «Paul Krugman Now Has Nobel Disease». American Council on Science and Health (en inglés). American Council on Science and Health. Consultado el 19 de mayo de 2020. 
  8. Weigmann, Katrin (Abril de 2018). «The genesis of a conspiracy theory: Why do people believe in scientific conspiracy theories and how do they spread?». EMBO Reports (en inglés) 19 (4). ISSN 1469-221X. PMC 5891410. PMID 29491005. doi:10.15252/embr.201845935. 
  9. a b Sternberg, Robert J.; Halpern, Diane F. (16 de enero de 2020). Critical Thinking in Psychology (en inglés). Cambridge University Press. ISBN 978-1-108-75530-6. 
  10. Nurse, Paul (11 de octubre de 2013). «Attention, Nobel Prize winners! Advice from someone who's already won». The Independent (en inglés). Consultado el 19 de septiembre de 2021. 
  11. a b c d e f g Basterfield, Candice; Lilienfeld, Scott; Bowes, Shauna; Costello, Thomas (2020). «The Nobel disease: When intelligence fails to protect against irrationality». Skeptical Inquirer 44 (3): 32-37. 
  12. Diamandis, Eleftherios P. (1 de enero de 2013). «Nobelitis: a common disease among Nobel laureates?». Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (en inglés) (Walter de Gruyter GmbH) 51 (8): 1573-1574. ISSN 1437-4331. PMID 23729580. doi:10.1515/cclm-2013-0273. 
  13. Mullis, Kary (1998). Dancing Naked in the Mind Field. New York: Vintage Books. ISBN 978-0679442554. 
  14. Montagnier, L; Aissa, J; Giudice, E Del; Lavallee, C; Tedeschi, A; Vitiello, G (8 de julio de 2011). «DNA waves and water». Journal of Physics: Conference Series 306 (1): 012007. Bibcode:2011JPhCS.306a2007M. arXiv:1012.5166. doi:10.1088/1742-6596/306/1/012007. 
  15. Hall, Harriett (20 de octubre de 2009). «The Montagnier "Homeopathy" Study». Science Based Medicine (en inglés). Consultado el 13 de mayo de 2020. 
  16. Folstein, S.; Rutter, M. (1977). «Genetic influences and infantile autism». Nature 265 (5596): 726-728. Bibcode:1977Natur.265..726F. PMID 558516. doi:10.1038/265726a0. 
  17. Tinbergen, N.; Tinbergen, E.A. (1985). Autistic children: New hope for a cure. London: George Allen and Unwin. ISBN 978-0041570106. 
  18. «Fury at DNA pioneer's theory: Africans are less intelligent than» (en inglés). 18 de septiembre de 2011. 
  19. Harmon, Amy (1 de enero de 2019). «James Watson Had a Chance to Salvage His Reputation on Race. He Made Things Worse.». The New York Times (en inglés). 
  20. «Un tatarabuelo de James Watson era negro, según los análisis de su ADN». El Diario Montañes. 13 de diciembre de 2007. Consultado el 7 de abril de 2023.