Enrique Ballesté

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Enrique Ballesté
Información personal
Nacimiento 10 de octubre de 1946
Ciudad de México
Fallecimiento 19 de septiembre de 2015 (68 años)
Ciudad de México
Nacionalidad Mexicana
Educación
Educado en Universidad Nacional Autónoma de México Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Actor, dramaturgo, compositor, productor de teatro

Enrique Ballesté Galvéz (Ciudad de México, 10 de octubre de 1946 - 19 de septiembre de 2015) fue un actor, dramaturgo,[1]compositor y productor de teatro mexicano. Destacó por ser promotor en los años sesenta y setenta del llamado teatro independiente en su país, y formó a varias generaciones de actores y actrices.[2]​ Fundó el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística o CLETA con los hermanos Luis y Enrique Cisneros Luján, Ángel Álvarez Quiñones, Claudio Obregón y Luisa Huerta entre otros, así como el grupo teatral Zumbón.[3]

Datos biográficos[editar]

Hijo de Sebastián Ballesté, exiliado español, y de Margarita, mexicana, estudió letras hispánicas y teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Participó activamente en el Movimiento estudiantil de 1968[4]​ y su contemporáneo, Luis de Tavira, lo llamó "el dramaturgo del 68, porque su trayectoria de moderno juglar resume el espíritu libertario que estallara en aquel año axial".[2]​ En 1969, estrenó su creación Vida y obra de Dalomismo, que se hizo acreedora al Premio Celestino Gorostiza de ese año. Desde entonces, destacó por hacer canciones de protesta tales como Soy campesino o Jugar a la vida, que popularizó Amparo Ochoa.[5]​ Con el grupo Zumbón realizó, hacia 1984, una gira por México con la obra ¿Por qué el sapo no puede correr?.[3]​ En 1985, logró que la UNAM y el Instituto Mexicano del Seguro Social apoyaran por primera vez un montaje elaborado por un grupo independiente con la obra de Ballesté: Los Flores Guerra,[3]​ una crítica social ambientada en los meses del movimiento estudiantil de 1968 que se estrenó a finales de 1985, en el Teatro Legaria de la capital mexicana.[cita requerida]

Experiencias[editar]

Pescar águilas, paráfrasis a la obra El pupilo que quiere ser tutor, de Peter Handke.
Respira discreto, de Enrique Ballesté / 20 años del Grupo Zumbón.
Buitres y chacales, de Enrique Ballesté, participación en el Segundo Festival de México.
  • 1989 Cuentos chinos, de Enrique Ballesté, participación en el Primer Gran Festival de México.
Puente Alto, de Enrique Ballesté; premio de obra de teatro, Mexicali, Baja California.
Acercamiento a las dependencias culturales del Estado para difundir el teatro de manera popular y masiva.
Montaje de La miel amarga, de Manuel Galich.
Mexicanos al grito de guerra
Montaje de la obra Traición, de Enrique Ballesté.
Gira por comunidades campesinas de Yucatán con las obras de creación colectiva La junta nacional de los ratones y La familia Chumada.
  • 1975 Inicio del grupo de teatro y música Zumbón
  • 1974 Trabajo por un año en San Luis Potosí, con el grupo de teatro Zopilote.
Gira por América Latina durante seis meses con material musical (Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú).
Séptimo sello, de Igmar Berman (actor).
Trabajador en Orientación y Servicios Sociales, UNAM.
Diversos recitales de canciones propias durante el movimiento del 68.

Currículum Poético Ballesté[editar]

Nací de una madre bien mexicana y de un padre muy catalán refugiado en este país. Mestizo en primera línea; independencia en la sangre. Por parte de madre heredé México, sustento, base, enigma por descifrar. Por parte de padre el antifascismo y el sentido comunitario. Sin ser niño bien, con profesores del exilio español estudie el espíritu y la materia. Todo perfecto. Fui sanito. Crecí en una burbuja donde las cualidades, si las hay, florecen. Doce años después desemboque en Filosofía y Letras y vagando en el Limbo me estrelle contra el año sesentaiocho. Comenzaron las preguntas ¿Para qué las cualidades y las virtudes?  ¿Por qué un esquema viejo y sinsentido? ¿Para quién la cultura? Me cultivaba “mousse au chocolate” para una patria hundida en el hambre y el analfabetismo. ¡Que tontería! Perfecto contrasentido porque: Mis colonias:la Doctores, la Roma, la Escandon, la Portales, la Guerrero.Mis transportes: el Roma- Mérida, el Circuito- Hospitales, el tren del Valle, el Tetepilco, y por supuesto el metro. Mis equipos: el Atlante, los Diablos Rojos y el representativo nacional en todas sus especialidades atléticas .Mi música: las rancheras, el bolero, la tropical, el rock en español, lo más clásico en la música popular y lo más popular de la música clásica y claro mis canciones y mi música. Mi línea política y ética: ser derecho por la izquierda. Mi teatro: escribir  como dramaturgo solo, adaptar textos no teatrales para el teatro, y en compañía del Grupo Zumbón y del Rinoceronte Enamorado, ser creador con compañía. Mi público: el que no lo conoce o afirma que no le atañe o no le es indispensable. Entonces: ¿para que alimentar a los siempre alimentados? ¿para que lucir la metáfora en los lucideros? ¿para que encerrarse en un núcleo de amigos aplaudidores?¿porque vivir la vida entre la punta de la nariz y la esquina del ego? ¿para que escribir para los mismos? . El país es amplio. La patria es una linda abandonada. El que puede no lo hace donde debe sino donde le conviene. El que puede se guarda para si las letras y no alfabetiza. El educado se cree mucho y no se prueba. Sigo en busca de la palabra teatral, la que no puede ser substituida por los otros componentes del hecho escénico. La palabra que surge después que el cuerpo se mueve o al ser dicha mueve al cuerpo. La escenografía ubica, la luz intenciona, la música motiva, y los actores exigen un texto indispensable para ser personajes, una voz indiscutible para que camine la trama. La palabra teatral genera literatura dramática, que por sí misma  debe resultar atractiva y no solo una guía para iniciados. Las palabras y sus consecuencias, las acciones y sus propósitos corren el riesgo de perder sentido si se esperan a actuar en el momento preciso. ¿Para que empeñarse  en crear lo inútil pudiendo mostrar lo necesario? El teatro vive gracias a diferentes y exigentes oficios, y es  con la ayuda de los diferentes oficiantes que existe, pero en este país convulsionado quien garantiza que viviremos los próximos años. Me arriesgo a decir y dejar testimonio de mis preocupaciones, en el escenario.[cita requerida]

Referencias[editar]

  1. Ballesté, Enrique; Leñero, Vicente; Urueta, Margarita; Salinas, Pablo (1 de enero de 1972). Teatro mexicano, 1969. Aguilar. Consultado el 2 de octubre de 2015. 
  2. a b Rodríguez, Ana Mónica. «La Jornada: Rinden homenaje a Enrique Ballesté, maestro del teatro en libertad». www.jornada.unam.mx. Consultado el 2 de octubre de 2015. 
  3. a b c Esther, Seligson (16 de agosto de 2011). A campo traviesa. Antología. Fondo de Cultura Económica. ISBN 9786071607652. Consultado el 2 de octubre de 2015. 
  4. Chambers, Colin (14 de mayo de 2006). Continuum Companion to Twentieth Century Theatre (en inglés). A&C Black. ISBN 9781847140012. Consultado el 2 de octubre de 2015. 
  5. Lucini, Fernando González (1 de enero de 1989). Veinte años de canción en España, 1963-1983. Ediciones de la Torre. ISBN 9788486587628. Consultado el 2 de octubre de 2015.