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Revisión del 17:55 18 dic 2008

Al igual que su creador Honoré de Balzac, Louis Lambert pasó sus años de adolescente en el College de Vendôme, leyendo muchos libros y sufriendo castigos impuestos por sus profesores.

Louis Lambert es una novela escrita en 1832 por el novelista y dramaturgo francés Honoré de Balzac (1799–1850), y se encuentra incluida en la sección de los Études philosophiques de la serie de novelas La Comédie humaine (en español: La Comedia humana). La mayor parte de esta obra está ambientada en una escuela en Vendôme, donde se examina la vida y las teorías de un niño genio fascinado por el filósofo sueco Emanuel Swedenborg (1688–1772).

Balzac escribió Louis Lambert durante el verano de 1832 mientras se hospedaba con sus amigos en el Château de Saché, y publicó tres ediciones con tres diferentes títulos. La novela contiene una trama mínima, enfocándose mayormente en las ideas metafísicas del protagonista, un niño genio, y de su único amigo (que finalmente se descubre que es el propio Balzac). A pesar de que esta obra no es un ejemplo relevante del estilo realista por el cual Balzac se hizo famoso, la novela provee de un panorama que recrea la niñez y adolescencia del mismo autor. Los detalles específicos y los eventos de la vida del autor - incluyendo castigos impuestos por parte de profesores y el ostracismo social - sugieren que esta novela es una autobiografía mezclada con ficción.

Mientras fue un estudiante en Vendôme, Balzac escribió un ensayo llamado Traité de la Volonté (en español: Tratado de la Voluntad); éste es descrito en la novela en la cual aparenta ser escrito por Louis Lambert. El ensayo trata sobre la filosofía de Emanuel Swedenborg y de otros, aunque Balzac no exploró muchos de estos conceptos metafísicos hasta muchos años después en su vida. Las ideas analizadas en el ensayo y en otras partes de la novela incluyen: la fractura entre la existencia interna y externa; la presencia de ángeles y de iluminación espiritual; y la interacción entre el genio y la locura.

Aunque los críticos empañaron la novela, Balzac seguía firme en su creencia de que con esta obra el proporcionó una mirada importante en la filosofía, especialmente en la metafísica. Pues así como desarrolló el esquema para La Comédie humaine, colocó a Louis Lambert en la sección de los Études philosophiques (en español: Estudios filosóficos), y volvió en la posteridad a los mismos temas en su novela Séraphîta, que trata acerca de una criatura angelical andrógina.

Antecedentes

En 1832, Honoré de Balzac comenzó a plasmar su nombre firmemente como escritor. Siendo el segundo de cinco hijos, Balzac fue enviado al Colegio Oratorio de Vendôme a la edad de ocho años.[1]​ Regresó de la escuela seis años después, enfermo y débil. Prosiguió sus estudios con tutores y en escuelas privadas por dos años y medio, y más tarde ingresó a La Sorbona en la ciudad de París. Después de desempañarse como asistente de jueces por tres años, se mudó a un pequeño departamento-ático en 1819 y empezó a escribir.[2]

Sus primeros esfuerzos, publicados bajo una variedad de pseudónimos, fueron novelas del tipo potboiler de impresión barata. En 1829 finalmente lanzó una novela bajo su propio nombre, titulado Les Chouans; la cual era un éxito de menor importancia, aunque el autor no ganó el suficiente dinero para relevar su considerable deuda.[3]​ Encontró fama en lo posterior con una serie de novelas incluyendo entre otras a: La Physiologie du mariage (1829), Sarrasine (1830), y La Peau de chagrin (1831).[4]

En 1831 Balzac publicó una breve narración llamada "Les Proscrits" (en español: Los Exilios), que trata acerca de dos poetas llamados Dante y Godefroid de Gand que ingresaron a La Sorbonne al principio del siglo XIV. Esta obra explora interrogantes acerca de la metafísica y del misticismo, particularmente la búsqueda espiritual para el iluminismo y la aclaración. Balzac había sido influenciado en casi su totalidad como hombre joven por el filósofo sueco Emanuel Swedenborg, cuyas teorías se impregnan en "Les Proscrits".[5]​ La historia fue publicada - junto a La Peau de chagrin, que también cava en la metafísica - como parte de una colección de 1831 titulada como Novelas e historias filosóficas (en francés: Romans et contes philosophiques).[6]

Escritura y publicación

Balzac escribió Louis Lambert mientras se hospedó en el Château de Saché, cerca a la ciudad de Tours.

En mayo de 1832, Balzac sufrió una lesión en la cabeza cuando su carro tílburi se estrelló en una calle de París. Aunque no estuvo lastimado gravemente, le escribió a un amigo sobre su preocupación de que "algunos de los engranes en el mecanismo de mi cerebro pueden estar fuera de ajuste".[7]​ Su doctor le ordenó descansar y refrenarse de la escritura y otras actividades mentales. Cuando se recuperó, pasó el verano en el Château de Saché, en las afueras de las ciudad de Tours, con un amigo de la familia, Jean de Margonne.[8]

Mientras permaneció en Saché, escribió una novela corta llamada "Notice biographique sur Louis Lambert" (en español: Prospecto biográfico sobre Louis Lambert) acerca de un niño genio interesado en la metafísica. Al igual que "Les Proscrits", Louis Lambert fue el móvil para que Balzac explore varias ideas que le fascinaran, particularmente aquellas de Emanuel Swedenborg y las de Louis Claude de Saint-Martin. Él esperó que la obra llegase a "producir un efecto de incontestable superioridad"[9]​ y le provea de "una refutación gloriosa" ante las críticas que ridiculizaron su interés en la metafísica.[10]

La novela fue publicada por primera vez como parte de los "Nouveaux contes philosophiques" (en español: Nuevas historias filosóficas) a finales de 1832, pero para al comienzo del siguiente año el autor declaró que esto era "un desgraciado aborto involuntario" y comezó a reescribirlo.[11]​ Durante el proceso, Balzac fue ayudado por un corrector de pruebas gramaticales, el cual encontró "mil errores". Una vez que regresó a su casa, el autor, "gritó con desesperación y con esa rabia que toma el control de alguien cuando ese alguien reconoce sus errores y fallas después de trabajar tan difícilmente".[12]

Una vastamente expandida y revisada novela, Histoire intellectuelle de L.L., fue publicada en un único volumen en 1833. Balzac, quien seguía insatisfecho, continuó reeditando el texto - como a menudo lo hacía entre ediciones - e incluyó una serie de cartas escritas por el niño genio, así como también una detallada descripción de sus teorías metafísicas. La edición final de esta novela fue publicada como "Louis Lambert", incluida junto a Les Proscrits en una obra posterior, Séraphîta, en un volumen titulado Le Livre mystique (en español: El libro místico).[13]

Sinopsis

Ilustración de Louis Lambert por George Barrie & Son en 1897.

La novela comienza con una descripción del antecedente del personaje principal. Louis Lambert, el hijo único de un curtidor y de su esposa, nace en 1797 y comienza a leer a una temprana edad. En 1811 Lambert conoce a la autora suiza de la vida real Madame de Staël (1766-1817), quien - asombrada por su intelecto - paga sus estudios enlistándolo en el Collège de Vendôme. Allí el joven Lambert encuentra al narrador de la historia, un compañero de clase a quien él llama "el Poeta", al cual se lo identificaría en lo posterior de la novela como el propio Balzac; rápidamente se convierten en amigos.[14]​ Evitados por los otros estudiantes y regañados por los profesores por no prestar atención, los muchachos se enlazan através de discusiones de filosofía y de misticismo.

Después de completar un ensayo titulado Traité de la Volonté (en español: Tratado de la Voluntad), Lambert se horroriza cuando un profesor se lo confisca, calificando al ensayo como "basura". Luego de esto, repentinamente una seria enfermedad fuerza al narrador a salir de la escuela. En 1815, Lambert se gradúa a la edad de dieciocho años y vive por tres años en París. Después de volver a la casa de su tío en Blois, conoce a una mujer llamada Pauline de Villenoix de la cual se enamora apasionadamente. Sin embargo, el día antes de su boda él sufre una avería mental e intenta castrarse.[15]

Declarado "incurable" por los doctores, se le ordena a Lambert descansar. Pauline lo lleva al château de su familia, donde él viviría en un estado muy similar al coma. El narrador, que ignora de estos eventos, conoce al tío de Lambert en una ocasión, y se le es dado una serie de cartas. Escritas por Lambert mientras en París y en Blois, continúan sus reflexiones filosóficas y describe su amor por Pauline. El narrador visita a su viejo amigo en el Villenoix château, donde el decrépito Lambert decía únicamente: "Los ángeles son blancos".[16]​ Pauline comparte con él una serie de declaraciones que su amado le había dictado, y Lambert finalmente muere el 25 de septiembre de 1824 a la edad de veintiocho años.

Estilo

Los acontecimientos reales de Louis Lambert se consideran secundarios a las discusiones extendidas de filosofía (especialmente metafísica) y de la emoción humana. Por la misma razón que esta novela no emplea la misma clase de realismo por la cual Balzac llegó a ser famoso, es que se la llamado como una de "las más difundidas pero menos valorables de sus obras".[17]​ Considerando que muchas historias de Balzac se centran en el mundo externo, Louis Lambert examina muchos aspectos del proceso del pensamiento y de la vida de la mente.[18]​ Muchos críticos, sin embargo, condenan el estilo desorganizado de autor y la colocación de sus propias filosofías maduras en la mente de un adolescente.[19]

Bataille d'Austerlitz de François Gérard:
la habilidad de Louis Lambert para sentirse presente en la Batalla de Austerlitz refleja el uso del realismo propio de Balzac.

No obstante, las sombras del realismo de Balzac se pueden encuentrar en el libro, particularmente en las descripciones, en primera mano, del Collège de Vendôme. La primera parte de la novela está repleta con detalles sobre la escuela, describiendo cómo los cuartos eran examinados y las complejas reglas sociales para intercambiar platos a la hora de la cena.[20]​ Los castigos también se describen extendidamente, incluyendo tareas de escritura aburridas y el uso doloroso de la correa:

De todos los tormentos físicos a los cuales nos expusieron, el más agudo era ciertamente los infligidos por ese instrumento de cuero, de casi dos dedos de ancho, aplicados a nuestras pequeñas pobres manos con toda la fuerza y toda la furia del administrador. Para endurecer aún más esta forma clásica de corrección, la víctima tenía que arrodillarse en medio del cuarto. Luego tenía que dejar esta postura para ir a arrodillarse cerca del escritorio del maestro, bajo las miradas curiosas y generalmente sin piedad de sus compañeros... Algunos muchachos gritaron y los rasgones amargos de las lagrimas antes o después del uso de la correa; otros aceptaron la imposición con calma estoica... pero pocos podrían controlar una expresión de angustia en la anticipación.[21]

Otras muestras del realismo de Balzac aparecen cuando Lambert describe su capacidad de experimentar acontecimientos solamente con su pensamiento. En un pasaje extendido, él describe, al leer sobre la Batalla de Austerlitz, "cada incidente" en esta historia. En otros él se imagina el dolor físico de un cuchillo que corta su piel. Así como lo nota André Maurois, biógrafo de Balzac, estas reflexiones proporcionan la penetración en la perspectiva del autor hacia el mundo y sus representaciones escritas.[22]

Temática

Balzac a sus 20 años de edad. El autor, con ciertas semejanzas a sí mismo, describe a Louis Lambert como de cuerpo levemente en forma, de casi cinco pies de ancho y con cabellera de finos y brillosos rizos negros.[23]

Autobiografía

Biógrafos y críticos concuerdan en que Louis Lambert es una versión finamente acoplada a la vida del autor, hecho que se evidencia por las numerosas semejanzas entre ellas.[24]​ Como estudiante en el Collège de Vendôme, Balzac fue amigo de un muchacho llamado Louis-Lambert Tinant.[25]​ Al igual que al personaje principal, la fe de Balzac fue sacudida a la hora de su primera comunión.[26]Balzac leía con voracidad en el tiempo que permanecía en la escuela, y - a semejanza de Lambert - era castigado a menudo por comportarse mal en clase.[27]​ Los detalles exactos de la escuela también reflejan el tiempo que Balzac permaneció allí: según lo descrito en la novela, se permitió a los estudiantes conservar palomas y tender jardines, y en los días festivos pasar en los dormitorios.[28]

El ensayo de Lambert sobre la metafísica, Traité de la Volonté (en español: "El Tratado de la Voluntad"), es otra referencia autobiográfica. Balzac escribió el mismo ensayo cuando era muchacho, y - al igual que en la novela - fue confiscado por un profesor enojado.[29]​ El genio de Lambert y la erudición filosófica son reflexiones del mismo-concepto de Balzac. Semejantemente, algunos críticos y biógrafos han sugerido que la locura de Lambert refleja (conscientemente o no) el propio estado mental inestable de Balzac. Sus planes a funcionar para el parlamento y otras ambiciones no literarias llevaron a observadores de aquella época a cuestionar o dudar de su cordura.[30]

Las muchas cartas que aparecen en la novela escritas por Lambert también se basan en la vida de Balzac. Después de acabar la primera versión del libro, Balzac intentó ganar el corazón de la Marquise de Castries enviándole una carta de amor hecha por fragmentos del libro.[31]​ Las cartas de Lambert a su tío sobre su vida en París a partir de 1817 a 1820, mientras tanto, reflejan los propios sentimientos de Balzac mientras que estaba en La Sorbonne al mismo tiempo.[32]

Swedenborg y la metafísica

Las obras de Emanuel Swedenborg, especialmente El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, influyen profundamente al niño genio Louis Lambert.

Las ideas del filósofo sueco Emanuel Swedenborg (y de su discípulo Louis Claude de Saint-Martin) forman parte del criterio central de Louis Lambert. La Madame de Staël estuvo impresionada con Lambert cuando ella lo encontró en un parque leyendo las teorías metafísicas de Swedenborg en la obra De Caelo et Ejus Mirabilibus et de inferno, ex Auditis et Visis. (en español: El Cielo y sus Maravillas y el Infierno) de 1758; las ideas del escritor sueco son en lo posterior reproducidas en los propios comentarios de Lambert acerca de la mente, el alma, y la voluntad. Primordialmente entre estas, está la división del ser humano en una fase interna y externa. El ser exterior, conforme a las fuerzas de la naturaleza y estudiadas por la ciencia, se manifiesta a sí mismo en Lambert como el muchacho frágil, que con frecuencia estaba enfermo. El ser interno, por otra parte, contiene lo que Lambert describe como "la sustancia material del pensamiento", y sirve como la verdadera vida en la cual él se traslada gradualmente a través de la novela.[33]

Los conceptos de Swedenborg son explorados en relación al lenguaje, al dolor, a la memoria, y a los sueños. Cuando los estudiantes toman un viaje al cercano Château de Rochambeau, por ejemplo, Lambert, que nunca había visitado el château, sin embargo, recuerda las memorias vivas del lugar que había visto en uno de sus sueños. Creyendo que su espíritu visitó el lugar mientras que su cuerpo dormía, él atribuye esta experiencia a "una separación completa de mi cuerpo y de mi ser interno" y "una cierta facultad locomotora inescrutable en el espíritu con los efectos que se asemejan a los de la locomoción en el cuerpo".[34]

Al igual que su héroes, Swedenborg and Saint-Martin, Balzac intenta en Louis Lambert construir una teoría viable para unificar el espíritu y la materia.[35]​ El joven Lambert, intenta de alcanzar estas metas en su "Traité de la Volonté" el cual - fue confiscado por uno de sus profesores - es descrito por el narrador:

La palabra Voluntad la usó para implicar... la masa de la energía por la cual el hombre puede reproducir, fuera de sí, las acciones que constituyen su vida externa.... La palabra Mente, o Pensamiento, el cual él miró como el producto quintaesencial de la voluntad, también representó el medio en el cual las ideas originan a qué pensamiento da la sustancia... Así la Voluntad y la Mente eran las dos fuerzas de generación; la Volición y la Idea eran los dos productos. Volición, él pensó, que era la Idea desarrollada de un estado abstracto a un estado concreto, de su fluido generativo a una expresión sólida... Según él, la Mente y las Ideas son el movimiento y el resultado de nuestra organización interna, tal cual como la Voluntad y la Volición son de nuestra actividad externa. Él dio precedencia de la Voluntad sobre la Mente.[36]

La exploración de la voluntad humana y el pensamiento se liga al interés de Balzac en Franz Anton Mesmer, que postuló la teoría del magnetismo animal, una fuerza que fluye entre los seres humanos. El narrador invoca Mesmer dos veces en el texto, y describe una sección del Traité de la Volonté que refleja la teoría del magnetismo animal.[37]

Religión

La crisis espiritual de Balzac a la hora de su primera comunión lo llevó a explorar a los primeros pensadores cristianos y la cuestión del mal. Como el crítico francés Philippe Bertault apunta, mucho del misticismo en Louis Lambert se relaciona con el del Cristianismo temprano.[38]​ En sus cartas, Lambert describe el explorar de las filosofías del Cristianismo, del Hinduismo, del Budismo, del Islam, y del Confucionismo, entre otros. Remontando las semejanzas entre estas tradiciones, él declara que Swedenborg "personifica indudablemente todo de las religiones o a la única religión de la humanidad".[39]​ La misma teoría informa los esfuerzos de Balzac, en Louis Lambert, y por otra parte, para complementar su creencia cristiana con misticismo oculto y realismo secular.[40]

La iglesia, por sí misma, es un tema de las meditaciones de Lambert, particularmente con respecto a los mártires cristianos tempranos. La fractura entre las realidades internas y externas, él sugiere, sirve explicar la capacidad de ésos que son torturados y mutilados para escapar el sufrimiento físico con la voluntad del espíritu.[41]​ Como Lambert dice: "¿Acaso los fenómenos observados en casi todos los caso de tormentos tan heroicamente aguantados por los cristianos tempranos para el establecimiento de la fe, no probaron ampliamente que la fuerza material nunca prevalecerá contra la fuerza de ideas o la voluntad del hombre?".[42]​ Esta fractura interna-externa también sirve para explicar los Milagros atribuidos a Jesús, que Lambert considera un "perfecta" representación de la unidad entre los dos seres.[43]

La habilidad de los mártires cristianos – como Ignacio de Antioquía, devorado por los leones – para escapar del sufrimiento a través de la fe es descrita por Louis Lambert como prueba de su Tratado de la Voluntad.

El tema religioso aparece más adelante en pasos referente a ángeles. Discutiendo el contenido de la obra "El Cielo y sus Maravillas y el Infierno" de Swedenborg, Lambert intenta convencer al narrador de la existencia de ángeles, descrita como "un individuo en el cual el ser interno conquista el ser externo".[44]​ El niño genio, por su propia cuenta, es visto como un ejemplo de este proceso: su cuerpo físico se marchita y se pone enfermo, mientras que su iluminación espiritual se amplía, alcanzando su ápice con su comentario al narrador: "Los ángeles son blancos".[45]​ Pauline, mientras tanto, es descrita como "el angel" y "el Ángel-mujer".[46]​ Sus estados angelicales paralelos se fusionan en lo que el crítico Charles Affron llama "una clase de unión perfecta, un enlace espiritual que atraviesa este mundo y el próximo".[47]Balzac volvió más adelante a la cuestión de ángeles en otros trabajos de los Études philosophiques, particularmente en Séraphîta.

Genialidad y locura

Convencido a sí mismo de que él era un genio, Balzac utilizó a Louis Lambert para explorar la dificultad de los genios en la sociedad, así como sus frecuentes progresiones en la locura. Lo habían preocupado enormemente cuando, en Vendôme, él observó la condición mental de un compañero de clases deteriorada severamente.[48]​ La locura de Lambert está representada en su máximo esplendor posible en su tentativa de auto-castración, seguido por los años que pasó en un estado catatónico.[49]​ Esta transformación es en gran medida un subproducto de su genialidad; porque su brillantez es condenada por los profesores e incompatible con la sociedad de los otros niños, Lambert se encuentra a sí mismo rechazado por el mundo.[50]​ No encuentra más éxito en París, en donde es conducido a "comer mi propio corazón en miseria".[51]​ Se transforma en un vegetal, removido enteramente del mundo físico.

Como una reflexión propia de Balzac, Lambert también incorpora la imagen de un brillante escritor al igual que su autor, con la única diferencia de que reconoce las suspicacias sobre su salud mental. Algunas de sus historias y declaraciones al público - así como su recaída antes de escribir la novela - habían llevado a algunos observadores a cuestionar la cordura de Balzac. La locura del protagonista en Louis Lambert agregó solamente peso a estas demandas. Como el biógrafo Graham Robb escribe: "Era típico de Balzac hacer uso del fuego con petróleo".[52]

Recepción y legado

La sequencia de novelas de Balzac: La Comédie humaine.

Balzac era ferozmente orgulloso de Louis Lambert y creía que representó elegantemente sus diversos intereses en la filosofía, el misticismo, la religión, y el ocultismo. Cuando él envió un bosquejo temprano a su amante de aquel entonces, ella predijo la negativa recepción que recibiría. "Dejas al mundo entero verte para sí mismos, mi estimado," ella escribió, "pero no les grite a ellos para que admiren, porque entonces las lupas de gran alcance serán dirigidas hacia tí, y ¿qué pasa con el objeto más exquisito cuando se pone debajo de un microscopio?".[53]​ La reacción de la crítica fue aplastantemente negativa, debido sobre todo a la carencia de narrativa de sustento del libro.[54]​ El comentarista conservador Eugène Poitou, por otra parte, acusó a Balzac de carecer la fe verdadera y de retratar a la familia francesa como institución vil.[55]

Balzac estaba sin inmutarse por las reacciones negativas; refiriéndose a Louis Lambert y las otras obras en Le Livre mystique, él escribió: " Ésos son libros que he creado para mi y para algunos cuantos"[56]​ Aunque él fuera a menudo crítico de las obras de Balzac, el autor francés Gustave Flaubert fue influenciado - quizás inconscientemente - por el libro. Su propia historia "La Spirale", escrito en los años 1850, lleva una semejanza fuerte del diagrama de la novela de Balzac de 1832.[57]

Mientras que las tres ediciones de Louis Lambert estaban siendo revisadas y publicadas, Balzac desarrollaba un esquema para organizar todas sus novelas - escritas y sin escribir. Llamó al esquema "La Comédie humaine" (en español: "La Comedia humana"), y lo previsualizó como una mirada panorámica en cada parte de vida francesa de ese entonces. Colocó a Louis Lambert en la sección nombrada "Études philosophiques" (en español: "Estudios Filosóficos"), donde permaneció a través de su refinamiento del proyecto que duró quince años.[58]​ Volvió a los temas que se tratan en la novela en su obra posterior Séraphîta, el cual sigue las dificultades de una criatura angelical andrógina.[59]​ Balzac también insertó a Lambert y a su amante Pauline en obras posteriores - como hizo a menudo con los personajes de novelas anteriores - especialmente en la historia "Un drama a orillas del mar" (en francés: "Un Drame au bord de la mer").[60]

Notas

  1. Robb, p. 12; Maurois, p. 29.
  2. Robb, pp. 27–53.
  3. Robb, pp. 145-174.
  4. Robb, pp. 162–186; Maurois, pp. 155–180.
  5. Hunt, p. 37; Dedinsky, p. 45; Oliver, pp. 112–113.
  6. Saintsbury, p. xii.
  7. Maurois, p. 195.
  8. Maurois, pp. 195–196; Robb, p. 201.
  9. Maurois, p. 199.
  10. Robb, p. 201.
  11. Maurois, p. 221.
  12. Robb, pp. 235–236.
  13. Bertault, p. 73; Saintsbury, p. xii.
  14. Balzac, p. 183. Refiriendose a la obra de Raphaël de Valentin en La Peau de chagrin, Balzac escribe: "Estaba en la memoria del desastre que aconteció que Louis reserve aquello, en el cuento que viene primero en estos Etudes [philosophiques], adopté el título inventado por Lambert para un obra de ficción.
  15. Balzac, p. 242–243. El tío explica:"Yo lo cuidé a él con el ciudado de una madre por su hijo, y lo encontré preparandose para realizarse a sí mismo la operación para la cual Orígenes creyó que se debía a sus talentos".
  16. Balzac, p. 247.
  17. Oliver, p. 25. Oliver no concuerda con este sentimiento.
  18. Oliver, p. 25; Dedinsky, pp. 76–77.
  19. Affron, p. 122; Hunt, p. 52; Maurois, pp. 198–199; Oliver, p. 26. Affron nombró a la novela como "un iluminado error".
  20. Balzac, pp. 154–155; Robb, pp. 13–15.
  21. Balzac, pp. 169–170.
  22. Balzac, p. 150 and 173; Maurois, p. 199.
  23. Balzac, p. 162.
  24. Robb, pp. 201–202; Maurois, p. 199; Affron, pp. 114–120; Oliver, pp. 24–25.
  25. Robb, p. 19.
  26. Bertault, pp. vii y 72.
  27. Oliver, pp. 25–26; Robb, pp. 14–20.
  28. Oliver, p. 24; Balzac, pp. 154–155.
  29. Robb, pp. 20–21; Hunt, p. 49; Oliver, p. 29.
  30. Maurois, p. 199; Robb, pp. 201–207; Affron, pp. 113–124; Oliver, p. 25. Robb indica que Balzac pudo haber sufrido de parafasia.
  31. Robb, p. 213.
  32. Bertault, p. 73.
  33. Maurois, pp. 199–200; Balzac, p. 151; Hunt, p. 48; Oliver, pp. 26–27.
  34. Balzac, p. 180.
  35. Bertault, p. 75; Oliver, pp. 27–28.
  36. Balzac, p. 185.
  37. Balzac, p. 191; Hunt, p. 49; Oliver, p. 29.
  38. Bertault, pp. 72–75.
  39. Balzac, pp. 218–219.
  40. Oliver, p. 30; Hunt, p. 52; Bertault, pp. 75–76.
  41. Oliver, p. 30; Bertault, p. 76; Maurois, p. 200.
  42. Balzac, p. 200.
  43. Bertault, p. 76; Balzac, p. 200.
  44. Balzac, p. 175.
  45. Balzac, p. 247; Hunt, p. 51; Affron, p. 120.
  46. Balzac, p. 221 and 233, respectivamente.
  47. Affron, p. 123.
  48. Robb, p. 16.
  49. Balzac, pp. 240–243.
  50. Affron, pp. 115–117.
  51. Balzac, p. 207.
  52. Robb, p. 201; Maurois, p. 195; Affron, pp. 122–123.
  53. Carta de Madame de Berny a Honoré de Balzac, citada en Maurois, p. 201.
  54. Maurois, p. 222; Affron, p. 122; Pugh, p. 29.
  55. Bellos, p. 39.
  56. Citado en Bertault, p. 74.
  57. Bellos, pp. 132–133. Bellos escribe que "la propia reacción de Flaubert sobre el descubrimiento de estas similitudes indican que él tenía sentimientos de un pupilo hacia su maestro por Balzac...".
  58. Dedinsky, pp. 78–79.
  59. Hunt, pp. 52–53.
  60. Hunt, p. 135; Pugh, pp. 52–53.

Bibliografía

Véase también

Enlaces externos