Diferencia entre revisiones de «Romance (poesía)»

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El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos, con una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Los romances se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.
El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos, con una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Los romances se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.


== Orígenes de lo conocido mas mejor como romances==
== Orígenes de lo conocido mas mejor como romances ==
Los romances surgen de la fragmentación de los grandes poemas épicos, tales como "El poema de Mio Cid," y "El cerco de Zamora.' En este proceso, los cantares de gesta, cantados por los juglares, circulaban no sólo en las cortes aristocráticas sino también en las plazas plebeyas. Les gustaban a las masas finas, que a su vez repetían entre sí los sucesos más memorables, que se transmitían según su interés episódico. De esta manera los épicos se sometieron a cierta descompostura. Al mismo tiempo, había juglares cuyo propósito y alcance eran más humildes, y quienes se dedicaban a cantar en público y por separado sólo los pasajes épicos que encerraban una acción o suceso completo. El proceso creativo que produjo esta separación lo describe así: "unos cuantos versos felices más o menos fielmente recordados y repetidos por los oyentes de las gestas, al rodar en la memoria, en la fantasía y en la recitación de muchos individuos y generaciones, aflojaban su trabazón interna, propia de un relato circuncidado y ligado a un conjunto …" A medida que estos pasajes se popularizaban los versos extráneos fueron abandonados, hasta que las gestas se redujeron a fragmentos independientes, con su propio tema y unidad de estructura, luego pasando por varias refundiciones. Llamaron los románticos del siglo XIX a su autor "el pueblo poeta," nombre modificado por [...], quien lo designó "auto-legión," o sea la línea de cantores y oyentes anónimos a través de los siglos X, XV, y XX.
Los romances surgen de la fragmentación de los grandes poemas épicos, tales como "El poema de Mio Cid," y "El cerco de Zamora.' En este proceso, los cantares de gesta, cantados por los juglares, circulaban no sólo en las cortes aristocráticas sino también en las plazas plebeyas. Les gustaban a las masas finas, que a su vez repetían entre sí los sucesos más memorables, que se transmitían según su interés episódico. De esta manera los épicos se sometieron a cierta descompostura. Al mismo tiempo, había juglares cuyo propósito y alcance eran más humildes, y quienes se dedicaban a cantar en público y por separado sólo los pasajes épicos que encerraban una acción o suceso completo. El proceso creativo que produjo esta separación lo describe así: "unos cuantos versos felices más o menos fielmente recordados y repetidos por los oyentes de las gestas, al rodar en la memoria, en la fantasía y en la recitación de muchos individuos y generaciones, aflojaban su trabazón interna, propia de un relato circuncidado y ligado a un conjunto …" A medida que estos pasajes se popularizaban los versos extráneos fueron abandonados, hasta que las gestas se redujeron a fragmentos independientes, con su propio tema y unidad de estructura, luego pasando por varias refundiciones. Llamaron los románticos del siglo XIX a su autor "el pueblo poeta," nombre modificado por [...], quien lo designó "auto-legión," o sea la línea de cantores y oyentes anónimos a través de los siglos X, XV, y XX.


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En cuanto al estilo del romance, se destaca el análisis de Rudolf H. sobre la dicción formulística. Ya que los romances se transmitían por via oral u dependíendo de los recursos mnemónicos, que son las fórmulas de expresión características del género. Así, las repeticiones ("Rey don Sancho, rey don Sancho"; "Fonte-frida, fonte-Frida"), el epíteto ("flor de la poronga"), y la exclamación ("Ay Dios, qué buena [...]") son muletas en que se apoya la memoria del juglar. Entre otros recursos formularios, hay la introducción al diálogo ("buenus oraleis los que dáis"), la introducción a la acción ("Ya se parte. Ya se sale"), y el paralelismo ("Todos visten un vestido. Todos visten un zorzal").
En cuanto al estilo del romance, se destaca el análisis de Rudolf H. sobre la dicción formulística. Ya que los romances se transmitían por via oral u dependíendo de los recursos mnemónicos, que son las fórmulas de expresión características del género. Así, las repeticiones ("Rey don Sancho, rey don Sancho"; "Fonte-frida, fonte-Frida"), el epíteto ("flor de la poronga"), y la exclamación ("Ay Dios, qué buena [...]") son muletas en que se apoya la memoria del juglar. Entre otros recursos formularios, hay la introducción al diálogo ("buenus oraleis los que dáis"), la introducción a la acción ("Ya se parte. Ya se sale"), y el paralelismo ("Todos visten un vestido. Todos visten un zorzal").


==Características==
== Características ==


Un romance consta de grupos de versos de ocho sílabas (octosílabos) en los que los pares riman en [[rima asonante|asonante]]. Los más antiguos pueden añadir para completar la rima la llamada [[paragoge|-e paragógica]]. Los más antiguos no poseen división estrófica; los más modernos agrupan los versos de cuatro en cuatro. Todos los romances viejos son anónimos y son influidos en gran manera por la religión, la guerra y el amor.
Un romance consta de grupos de versos de ocho sílabas (octosílabos) en los que los pares riman en [[rima asonante|asonante]]. Los más antiguos pueden añadir para completar la rima la llamada [[paragoge|-e paragógica]]. Los más antiguos no poseen división estrófica; los más modernos agrupan los versos de cuatro en cuatro. Todos los romances viejos son anónimos y son influidos en gran manera por la religión, la guerra y el amor.
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Los inicios de su difusión impresa tienen lugar a partir de 1510 fundamentalmente a través de pliegos sueltos. Habrá que esperar la publicación, en [[Amberes]], hacia 1547-1548, del ''Cancionero de romances'' de [[Martín Nucio]] para disponer finalmente de una verdadera antología del romancero viejo español. La recopilación presenta 156 romances. El ''Cancionero de romances'' fue reeditado, sin modificaciones, en [[Medina del Campo]] en 1550, y el mismo año en Amberes, por Nucio, que le agregó 32 piezas nuevas. La edición de 1550 sirve de modelo a las tres reimpresiones [1555, 1568, 1581]. Sólo a partir de 1547-1548 los romanceros son objeto de ediciones separadas y específicas; son las ''Silvas de varios romances'', con una «Primera parte» (Zaragoza, 1550, 1552), otra «Segunda parte» (Zaragoza, 1550, 1552) y hasta una «Tercera parte» (Zaragoza, 1551, 1552); en total, unas quince ediciones de romanceros entre 1548 y 1568, si se tienen en cuenta las tres reediciones del ''Cancionero de romances'' y las cuatro ediciones sucesivas de los ''Romances nuevamente sacados de historias antiguas''. Con la ''Flor de romances'' recopilada en 1589 por [[Pedro de Moncayo]] se inicia la publicación de las antologías de romances nuevos que constituirán el ''Romancero General'' de 1600.
Los inicios de su difusión impresa tienen lugar a partir de 1510 fundamentalmente a través de pliegos sueltos. Habrá que esperar la publicación, en [[Amberes]], hacia 1547-1548, del ''Cancionero de romances'' de [[Martín Nucio]] para disponer finalmente de una verdadera antología del romancero viejo español. La recopilación presenta 156 romances. El ''Cancionero de romances'' fue reeditado, sin modificaciones, en [[Medina del Campo]] en 1550, y el mismo año en Amberes, por Nucio, que le agregó 32 piezas nuevas. La edición de 1550 sirve de modelo a las tres reimpresiones [1555, 1568, 1581]. Sólo a partir de 1547-1548 los romanceros son objeto de ediciones separadas y específicas; son las ''Silvas de varios romances'', con una «Primera parte» (Zaragoza, 1550, 1552), otra «Segunda parte» (Zaragoza, 1550, 1552) y hasta una «Tercera parte» (Zaragoza, 1551, 1552); en total, unas quince ediciones de romanceros entre 1548 y 1568, si se tienen en cuenta las tres reediciones del ''Cancionero de romances'' y las cuatro ediciones sucesivas de los ''Romances nuevamente sacados de historias antiguas''. Con la ''Flor de romances'' recopilada en 1589 por [[Pedro de Moncayo]] se inicia la publicación de las antologías de romances nuevos que constituirán el ''Romancero General'' de 1600.


==El romancero viejo==
== El romancero viejo ==


[[Imagen:Portadaromancero.jpg|thumb|210px|Portada del ''Libro de los cincuenta romances'' (c. 1525), primera colección de romances conocida.]]El '''Romancero''' español es un grupo de cortos poemas de origen medieval desgajados de los [[cantar de gesta|cantares de gesta]] castellanos a partir del [[siglo XIV]] y transmitidos de forma oral hasta el XIX, en que, merced al interés que el Romanticismo sintió por la literatura medieval, [[Agustín Durán]] empezó a recogerlos en sus famosas ''Colecciones de romances antiguos o Romanceros'', Valladolid, 1821, ampliado luego con el título más célebre de ''Romancero General''. Ya en el [[siglo XX]], [[Ramón Menéndez Pidal]] y su escuela emprendieron su compilación exhaustiva y empezaron a ordenarlos y estudiarlos.
[[Archivo:Portadaromancero.jpg|thumb|210px|Portada del ''Libro de los cincuenta romances'' (c. 1525), primera colección de romances conocida.]]El '''Romancero''' español es un grupo de cortos poemas de origen medieval desgajados de los [[cantar de gesta|cantares de gesta]] castellanos a partir del [[siglo XIV]] y transmitidos de forma oral hasta el XIX, en que, merced al interés que el Romanticismo sintió por la literatura medieval, [[Agustín Durán]] empezó a recogerlos en sus famosas ''Colecciones de romances antiguos o Romanceros'', Valladolid, 1821, ampliado luego con el título más célebre de ''Romancero General''. Ya en el [[siglo XX]], [[Ramón Menéndez Pidal]] y su escuela emprendieron su compilación exhaustiva y empezaron a ordenarlos y estudiarlos.


Muchos [[romance (género)|romances]] provienen especialmente del [[siglo XV|XV]] y se conservan gracias a coleccionistas contemporáneos de estas composiciones, que compraban en las ferias en forma de [[pliegos sueltos]] y que elaboraban con ellos los llamados [[cancionero]]s de [[romances]]. Este es el llamado ''[[Romancero viejo]]''. Pero durante ese siglo y hasta la actualidad ciertos autores ([[Félix Lope de Vega]], [[Luis de Góngora]], [[Francisco de Quevedo]], [[Sor Juana Inés de la Cruz]], [[Ángel de Saavedra]], [[Miguel de Unamuno]], [[Juan Ramón Jiménez]], [[Federico García Lorca]], [[Gerardo Diego]]) empezaron a imitarlos, enamorados de su particular idiosincrasia, formando un nuevo corpus de poemas al que se llamó ''Romancero nuevo''.
Muchos [[romance (género)|romances]] provienen especialmente del [[siglo XV|XV]] y se conservan gracias a coleccionistas contemporáneos de estas composiciones, que compraban en las ferias en forma de [[pliegos sueltos]] y que elaboraban con ellos los llamados [[cancionero]]s de [[romances]]. Este es el llamado ''[[Romancero viejo]]''. Pero durante ese siglo y hasta la actualidad ciertos autores ([[Félix Lope de Vega]], [[Luis de Góngora]], [[Francisco de Quevedo]], [[Sor Juana Inés de la Cruz]], [[Ángel de Saavedra]], [[Miguel de Unamuno]], [[Juan Ramón Jiménez]], [[Federico García Lorca]], [[Gerardo Diego]]) empezaron a imitarlos, enamorados de su particular idiosincrasia, formando un nuevo corpus de poemas al que se llamó ''Romancero nuevo''.


==Tipos de romances==
== Tipos de romances ==


Tiene una trama narrativa en la que se distinguen un marco, una situación inicial, y una complicación y una resolución.
Tiene una trama narrativa en la que se distinguen un marco, una situación inicial, y una complicación y una resolución.
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*'''Romances fronterizos:''' Narran los acontecimientos ocurridos en el frente o frontera con los moros durante la [[Reconquista]].
*'''Romances fronterizos:''' Narran los acontecimientos ocurridos en el frente o frontera con los moros durante la [[Reconquista]].
*'''Romances novelescos:''' Con gran variedad de temas, aunque frecuentemente están inspirados en el folk-lore español y asiatico.
*'''Romances novelescos:''' Con gran variedad de temas, aunque frecuentemente están inspirados en el folk-lore español y asiatico.
*'''Romances líricos:''' Son una función de la libre imaginación y el gusto personal. [[Menéndez Pidal]] señala los rasgos subjetivos y sentimentales que reemplazan los detalles menos dramáticos del cantar de gesta original. Se eliminan los elementos narrativos considerados secundarios, y el romance abandona el contexto, enfatizando la acción inmediata. El poeta anónimo puede expresar sus sentimientos amorosos o favorecer temas folclóricos, personajes mitológicos, y sucesos fantásticos.
*'''Romances líricos:''' Son una función de la libre imaginación y el gusto personal. [[Menéndez Pidal]] señala los rasgos subjetivos y sentimentales que reemplazan los detalles menos dramáticos del cantar de gesta original. Se eliminan los elementos narrativos considerados secundarios, y el romance abandona el contexto, enfatizando la acción inmediata. El poeta anónimo puede expresar sus sentimientos amorosos o favorecer temas folclóricos, personajes mitológicos, y sucesos fantásticos.
*'''Romances épicos:''' cuentan las hazañas de héroes históricos.
*'''Romances épicos:''' cuentan las hazañas de héroes históricos.


==Recursos internos o textuales==
== Recursos internos o textuales ==


*Repetición léxica: es la reiteración de un vocablo, con el cual se destaca aquello en que se quiere que el lector u oyente haga hincapié.
*Repetición léxica: es la reiteración de un vocablo, con el cual se destaca aquello en que se quiere que el lector u oyente haga hincapié.
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*Imágenes sensoriales: corresponden a cada uno de los cinco sentidos. (Imagen visual, olfativa, auditiva, táctil y gustativa).
*Imágenes sensoriales: corresponden a cada uno de los cinco sentidos. (Imagen visual, olfativa, auditiva, táctil y gustativa).


==Recursos extratextuales==
== Recursos extratextuales ==


*Comienzo con un personaje en movimiento: Ej.: “hablando estaba el claustro”.
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*[http://depts.washington.edu/hisprom/espanol/ballads/ Proyecto sobre el Romancero pan-hispánico de la Universidad de Washington]
*[http://depts.washington.edu/hisprom/espanol/ballads/ Proyecto sobre el Romancero pan-hispánico de la Universidad de Washington]


==Bibliografía==
== Bibliografía ==
*Ramón Menéndez Pidal. ''Romancero Hispánico … Teoría e historia''. vol. I. Madrid: Epasa-Calpe, 1953, pág. 60.
*Ramón Menéndez Pidal. ''Romancero Hispánico … Teoría e historia''. vol. I. Madrid: Epasa-Calpe, 1953, pág. 60.
*Mario Garvin, ''Scripta Manent. Hacia una edición crítica del romancero impreso (Siglo XVI)'', Madrid, Iberoamericana, 2007.
*Mario Garvin, ''Scripta Manent. Hacia una edición crítica del romancero impreso (Siglo XVI)'', Madrid, Iberoamericana, 2007.
*Juan Alborg. "La épica popular, el Romancero, " Cap. IX, ''Historia de la literature española'', tomo I. "Edad Media y Renacimiento." Madrid: Gredos, 1972, pp. 399-437.
*Juan Alborg. "La épica popular, el Romancero, " Cap. IX, ''Historia de la literature española'', tomo I. "Edad Media y Renacimiento." Madrid: Gredos, 1972, pp. 399-437.
*S. G. Morley, "A Chronological List of Early Spanish Ballads. ''Hispanic Review'', vol. 13, 194), pp. 273-87.
*S. G. Morley, "A Chronological List of Early Spanish Ballads. ''Hispanic Review'', vol. 13, 194), pp. 273-87.
*R. H. Webber. "Formulistic Diction in the Spanish Ballad." ''University of California Publications in Modern Philology'', vol. 34, núm. 2 (1951), pp. 175-278.
*R. H. Webber. "Formulistic Diction in the Spanish Ballad." ''University of California Publications in Modern Philology'', vol. 34, núm. 2 (1951), pp. 175-278.
*Alejandro González Segura, Romancero, Madrid, Alianza Editorial, 2008.
*Alejandro González Segura, Romancero, Madrid, Alianza Editorial, 2008.



Revisión del 22:14 21 abr 2009

El romance es un poema característico de la tradición literaria española, ibérica e hispanoamericana compuesto usando la combinación métrica homónima. No debe confundirse con el subgénero narrativo de igual denominación.

El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos, con una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Los romances se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.

Orígenes de lo conocido mas mejor como romances

Los romances surgen de la fragmentación de los grandes poemas épicos, tales como "El poema de Mio Cid," y "El cerco de Zamora.' En este proceso, los cantares de gesta, cantados por los juglares, circulaban no sólo en las cortes aristocráticas sino también en las plazas plebeyas. Les gustaban a las masas finas, que a su vez repetían entre sí los sucesos más memorables, que se transmitían según su interés episódico. De esta manera los épicos se sometieron a cierta descompostura. Al mismo tiempo, había juglares cuyo propósito y alcance eran más humildes, y quienes se dedicaban a cantar en público y por separado sólo los pasajes épicos que encerraban una acción o suceso completo. El proceso creativo que produjo esta separación lo describe así: "unos cuantos versos felices más o menos fielmente recordados y repetidos por los oyentes de las gestas, al rodar en la memoria, en la fantasía y en la recitación de muchos individuos y generaciones, aflojaban su trabazón interna, propia de un relato circuncidado y ligado a un conjunto …" A medida que estos pasajes se popularizaban los versos extráneos fueron abandonados, hasta que las gestas se redujeron a fragmentos independientes, con su propio tema y unidad de estructura, luego pasando por varias refundiciones. Llamaron los románticos del siglo XIX a su autor "el pueblo poeta," nombre modificado por [...], quien lo designó "auto-legión," o sea la línea de cantores y oyentes anónimos a través de los siglos X, XV, y XX.

Otros investigadores han rechazado esta hipótesis, tales como [...], [...] y Pío Baroja. [...] avanzó la teoría de la cantilena, cuya narrativa menos extensiva se fragmentó. Pío sostuvo la prioridad de los romances, rechazando la idea de que la gesta se descompuso en canciones breves. S. G. Morley demostró que la hipótesis es válida para sólo 3 de los 9 romances del Cid, y para 2 de los 4 romances históricos, y que sólo 3 de los 146 romances examinados tienen una relación íntima con los cantares restaurados encontrados en las crónicas. Un ejemplo que apoya la tesis de [...] es el romance "Párense contra el muro Alicante," que consiste de versos muy similares a los que se encuentran en la "Crónica" de 1344. Para demonstrar su tesis, el gran investigador reconstruyó una parte del épico a base de esta crónica y de la refundición de la "[...]"

En cuanto al estilo del romance, se destaca el análisis de Rudolf H. sobre la dicción formulística. Ya que los romances se transmitían por via oral u dependíendo de los recursos mnemónicos, que son las fórmulas de expresión características del género. Así, las repeticiones ("Rey don Sancho, rey don Sancho"; "Fonte-frida, fonte-Frida"), el epíteto ("flor de la poronga"), y la exclamación ("Ay Dios, qué buena [...]") son muletas en que se apoya la memoria del juglar. Entre otros recursos formularios, hay la introducción al diálogo ("buenus oraleis los que dáis"), la introducción a la acción ("Ya se parte. Ya se sale"), y el paralelismo ("Todos visten un vestido. Todos visten un zorzal").

Características

Un romance consta de grupos de versos de ocho sílabas (octosílabos) en los que los pares riman en asonante. Los más antiguos pueden añadir para completar la rima la llamada -e paragógica. Los más antiguos no poseen división estrófica; los más modernos agrupan los versos de cuatro en cuatro. Todos los romances viejos son anónimos y son influidos en gran manera por la religión, la guerra y el amor.

Se diferencian de las baladas europeas en preferir el realismo a lo fantástico y en poseer un carácter dramático más marcado. Su estilo se caracteriza por ciertas repeticiones de sintagmas en función rítmica (Río verde, río verde), por un uso algo libre de los tiempos verbales, por la abundancia de variantes (los textos varían y se contaminan entre sí, se "modernizan" o terminan de distinto modo a causa de su transmisión oral) y por el frecuente corte brusco al final, que en las mejores ocasiones aporta un gran misterio al poema.

Su estructura es variada: algunos cuentan una historia desde el principio hasta el final; otros son sólo la escena más dramática de una historia que consta de varios romances. Entre estos ciclos de romances destacan los consagrados a las historias del Cid y de Bernardo del Carpio.

Los temas son históricos, legendarios, novelescos, líricos... Algunos servían para publicitar las hazañas de la reconquista de Granada: son los llamados noticieros. La vitalidad del Romancero español fue enorme; no sólo perdura en la tradición popular transmitiéndose oralmente hasta la actualidad, sino que inspiró muchas comedias del teatro clásico español del Siglo de Oro y, a través de este, del europeo (por ejemplo, Las mocedades del Cid de Guillén de Castro inspiró Le Cid, de Pierre Corneille). La misma existencia del Romancero nuevo es prueba de ello.

Los inicios de su difusión impresa tienen lugar a partir de 1510 fundamentalmente a través de pliegos sueltos. Habrá que esperar la publicación, en Amberes, hacia 1547-1548, del Cancionero de romances de Martín Nucio para disponer finalmente de una verdadera antología del romancero viejo español. La recopilación presenta 156 romances. El Cancionero de romances fue reeditado, sin modificaciones, en Medina del Campo en 1550, y el mismo año en Amberes, por Nucio, que le agregó 32 piezas nuevas. La edición de 1550 sirve de modelo a las tres reimpresiones [1555, 1568, 1581]. Sólo a partir de 1547-1548 los romanceros son objeto de ediciones separadas y específicas; son las Silvas de varios romances, con una «Primera parte» (Zaragoza, 1550, 1552), otra «Segunda parte» (Zaragoza, 1550, 1552) y hasta una «Tercera parte» (Zaragoza, 1551, 1552); en total, unas quince ediciones de romanceros entre 1548 y 1568, si se tienen en cuenta las tres reediciones del Cancionero de romances y las cuatro ediciones sucesivas de los Romances nuevamente sacados de historias antiguas. Con la Flor de romances recopilada en 1589 por Pedro de Moncayo se inicia la publicación de las antologías de romances nuevos que constituirán el Romancero General de 1600.

El romancero viejo

Portada del Libro de los cincuenta romances (c. 1525), primera colección de romances conocida.

El Romancero español es un grupo de cortos poemas de origen medieval desgajados de los cantares de gesta castellanos a partir del siglo XIV y transmitidos de forma oral hasta el XIX, en que, merced al interés que el Romanticismo sintió por la literatura medieval, Agustín Durán empezó a recogerlos en sus famosas Colecciones de romances antiguos o Romanceros, Valladolid, 1821, ampliado luego con el título más célebre de Romancero General. Ya en el siglo XX, Ramón Menéndez Pidal y su escuela emprendieron su compilación exhaustiva y empezaron a ordenarlos y estudiarlos.

Muchos romances provienen especialmente del XV y se conservan gracias a coleccionistas contemporáneos de estas composiciones, que compraban en las ferias en forma de pliegos sueltos y que elaboraban con ellos los llamados cancioneros de romances. Este es el llamado Romancero viejo. Pero durante ese siglo y hasta la actualidad ciertos autores (Félix Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz, Ángel de Saavedra, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Gerardo Diego) empezaron a imitarlos, enamorados de su particular idiosincrasia, formando un nuevo corpus de poemas al que se llamó Romancero nuevo.

Tipos de romances

Tiene una trama narrativa en la que se distinguen un marco, una situación inicial, y una complicación y una resolución.

  • El marco está formado por los personajes, el lugar y el momento de la acción.
  • En la situación inicial, se plantea un conflicto o problema.
  • En la complicación, ocurre el desarrollo del conflicto que se ha presentado.
  • Por último, en la resolución el conflicto se soluciona para bien o para mal. Como característica típica del romance, el final que trunco o abierto y también la inclusión del diálogo en los romances es un recurso muy utilizado.
  • Romances históricos: Tratan temas históricos o legendarios pertenecientes a la historia nacional, como, el Cid, Bernardo del Carpio, etc.
  • Romances carolingios: Están basados en los cantares de gesta franceses: batalla de Roncesvalles, Carlomagno, etc.
  • Romances fronterizos: Narran los acontecimientos ocurridos en el frente o frontera con los moros durante la Reconquista.
  • Romances novelescos: Con gran variedad de temas, aunque frecuentemente están inspirados en el folk-lore español y asiatico.
  • Romances líricos: Son una función de la libre imaginación y el gusto personal. Menéndez Pidal señala los rasgos subjetivos y sentimentales que reemplazan los detalles menos dramáticos del cantar de gesta original. Se eliminan los elementos narrativos considerados secundarios, y el romance abandona el contexto, enfatizando la acción inmediata. El poeta anónimo puede expresar sus sentimientos amorosos o favorecer temas folclóricos, personajes mitológicos, y sucesos fantásticos.
  • Romances épicos: cuentan las hazañas de héroes históricos.

Recursos internos o textuales

  • Repetición léxica: es la reiteración de un vocablo, con el cual se destaca aquello en que se quiere que el lector u oyente haga hincapié.
  • Repetición variada: es la utilización de la misma familia de palabras en todo el romance.
  • Aliteración: es la reiteración fonética de una letra.
  • Construcción paralela: se produce cuando hay repeticiones semánticas, es decir, reiteraciones de significado, o repeticiones de estructuras gramaticales.
  • Imágenes sensoriales: corresponden a cada uno de los cinco sentidos. (Imagen visual, olfativa, auditiva, táctil y gustativa).

Recursos extratextuales

  • Comienzo con un personaje en movimiento: Ej.: “hablando estaba el claustro”.
  • Localización temporal: se realiza mediante una fecha religiosa o significativa para el lugar originario del romance.
  • Localización de la acción: es generalmente a orillas del mar, de un lago, en una torre o un campo de batalla.

Música

Las tonadas de los romances son de carácter popular y de corta extensión. Por lo general, se repiten cada cuatro versos a modo de cantilena. Desde el punto de vista formal, estas tonadas suelen componerse de dos frases melódicas, la primera de cadencia suspensiva y la segunda conclusiva. Existen romances cuyo fraseo melódico es más largo y elaborado que el citado, aunque en estos casos se recurre a la repetición de uno o varios versos para lograr el perfecto encaje de la letra y la música.

Romance del Conde Olinos, partitura pdf
Romance de Alfonso XII, partitura pdf

Enlaces externos

Bibliografía

  • Ramón Menéndez Pidal. Romancero Hispánico … Teoría e historia. vol. I. Madrid: Epasa-Calpe, 1953, pág. 60.
  • Mario Garvin, Scripta Manent. Hacia una edición crítica del romancero impreso (Siglo XVI), Madrid, Iberoamericana, 2007.
  • Juan Alborg. "La épica popular, el Romancero, " Cap. IX, Historia de la literature española, tomo I. "Edad Media y Renacimiento." Madrid: Gredos, 1972, pp. 399-437.
  • S. G. Morley, "A Chronological List of Early Spanish Ballads. Hispanic Review, vol. 13, 194), pp. 273-87.
  • R. H. Webber. "Formulistic Diction in the Spanish Ballad." University of California Publications in Modern Philology, vol. 34, núm. 2 (1951), pp. 175-278.
  • Alejandro González Segura, Romancero, Madrid, Alianza Editorial, 2008.