Diferencia entre revisiones de «Existencia de Dios»

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*doctrinas procedentes de la [[:en:general revelation|revelación general]], es decir exclusivamente de la razón obteniendo conclusiones basadas en observaciones relativamente obvias del mundo y de uno mismo.
*doctrinas procedentes de la [[:en:general revelation|revelación general]], es decir exclusivamente de la razón obteniendo conclusiones basadas en observaciones relativamente obvias del mundo y de uno mismo.


Muchas otras confesiones cristianas comparten el punto de vista de que la existencia de Dios puede ser demostrada sin recurrir a la revelación. Los católicos sostienen que el argumento puede ser conocido por todos, incluso sin ninguna revelación divina, ya que es anterior a la cristiandad. San Pablo utilizó este argumento al insistir en que los paganos no tenían excusa, porque «desde la creación del mundo, la invisible naturaleza de Dios —es decir, su poder eterno y divinidad— se han percibido claramente en las cosas que han sido hechas ''citado de las sagradas escrituras en Romanos 1:20''».
Muchas otras confesiones cristianas comparten el punto de vista de que la existencia de Dios puede ser demostrada sin recurrir a la revelación. Los católicos sostienen que el argumento puede ser conocido por todos, incluso sin ninguna revelación divina, ya que es anterior a la cristiandad. San Pablo utilizó este argumento al insistir en que los paganos no tenían excusa, porque «desde la creación del mundo, la invisible naturaleza de Dios —es decir, su poder eterno y divinidad— se han percibido claramente en las cosas que han sido hechas».


====La carga de la prueba====
====La carga de la prueba====

Revisión del 19:36 16 jul 2009

La existencia de Dios ha sido objeto de argumentos a favor y en contra propuestos por filósofos, teólogos, y otros pensadores. En terminología filosófica, los argumentos sobre la existencia de Dios se refieren a las escuelas de pensamiento sobre la epistemología de la ontología de Dios.

El debate sobre la existencia de Dios plantea muchas cuestiones filosóficas. Un problema básico es que no existe una definición universalmente aceptada de Dios. Algunas definiciones de la existencia de Dios no son tan específicas como para permitir decir que sea cierto que algo que existe se ajusta a la definición; en marcado contraste, hay otras sugerencias que las definiciones son en sí contradictorias.

Los argumentos en favor de la existencia de Dios suelen incluir cuestiones metafísicas, empíricas y subjetivas. Las alegaciones en contra suelen incluir cuestiones empíricas y razonamientos deductivos o inductivos.

Aunque hace tiempo, buena parte del mundo académico occidental veía la cuestión de la existencia de Dios como un tema intocable o un pseudoproblema, esta cuestión ha vuelto a suscitar debates vivos en filosofía. Se ha llegado a escribir: «En el mundo académico, Dios no está muerto [en referencia a la muerte de Dios descrita por Nietzsche]: volvió a la vida a finales de los años sesenta».[1]

También es un tema álgido en la cultura popular.[2]

Aspectos filosóficos y religiosos

Definición de la existencia de Dios

En la cultura occidental, desde la Edad Media, el término «dios» normalmente se refiere a un concepto monoteísta de un ser supremo, diferente de cualquier otro ser. El teísmo clásico afirma que Dios posee toda posible perfección, incluyendo cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia, y la total benevolencia. Por supuesto que esta definición no es la única posible definición de Dios. Otros enfoques filosóficos, lógicamente, toman una simple definición de Dios como «motor inmóvil» o «causa incausada»,[3]​ o «el creador definitivo»[4]​ o «un ser superior al cual nada puede ser concebido»[5]​ a partir de lo cual se pueden decucir sus propieades clásicas.[6]​ Por el contrario, el panteísmo no cree en un Dios personal. Por ejemplo, Spinoza y sus seguidores filosóficos (por ejemplo, Einstein) utilizan el término «Dios» en un sentido filosófico particular, para significar, aproximadamente, la sustancia o principios esenciales de la naturaleza.[7]

En la rama del hinduismo denominada advaita vedanta, la realidad se considera en última instancia un único ser, ajeno a la cualidades y al cambio, llamado nirguna Brahman (‘Bráhman sin cualidades’), que se supone más allá de la comprensión humana ordinaria; siendo el mundo que normalmente percibimos, compuesto de pluralidad de objetos, provocado por las consecuencias de nuestras acciones. La filosofía advaita introduce el concepto de saguna Brahman (‘Bráhman con cualidades’) o Ishvará como una manera de referirse a ese Brahman ante el pueblo.[8]​ A este Ishvará sí se le atribuyen cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y la benevolencia.

Las religiones politeístas utilizan la palabra «dios» para múltiples seres con diversos grados de poder y habilidades, que en relatos como los de la mitología grecorromana (Homero, Hesíodo, Virgilio, Ovidio) aparecen antropomorfizados, con vicios y virtudes humanas (luchando, engañando, discutiendo, etc.).

¿Se puede demostrar la existencia de Dios?

Dentro de las posturas Teístas a favor de ello, el Catecismo de la Iglesia Católica, siguiendo la tradición tomista y la definición dogmática del Primer Concilio Vaticano, postulan que en la doctrina de la Iglesia Católica, la existencia de Dios ya ha sido racionalmente demostrada; indicando que las pruebas de la existencia de Dios estarían presentes en las Cinco Vías de santo Tomás de Aquino.

Siguiendo la fe cristiana, los filósofos y teólogos distinguen dos formas de conocer a Dios:

  • doctrinas procedentes de revelaciones especiales que surgen fundamentalmente de la fe en revelaciones inspiradas por Dios, incluyendo la vida de Cristo, pero que no pueden ser probadas ni previstas sólo por la razón, tales como la doctrina de la Trinidad y de la Encarnación.
  • doctrinas procedentes de la revelación general, es decir exclusivamente de la razón obteniendo conclusiones basadas en observaciones relativamente obvias del mundo y de uno mismo.

Muchas otras confesiones cristianas comparten el punto de vista de que la existencia de Dios puede ser demostrada sin recurrir a la revelación. Los católicos sostienen que el argumento puede ser conocido por todos, incluso sin ninguna revelación divina, ya que es anterior a la cristiandad. San Pablo utilizó este argumento al insistir en que los paganos no tenían excusa, porque «desde la creación del mundo, la invisible naturaleza de Dios —es decir, su poder eterno y divinidad— se han percibido claramente en las cosas que han sido hechas».

La carga de la prueba

En el tema de la existencia de Dios, se presenta la carga de la prueba, la cual corresponde a quienes la afirman; ya que la exigencia contraria (pedir probar la inexistencia de dios), sería una imposibilidad lógica, que en terminología jurídica se denominan prueba diabólica. Querer pedir o demostrar la inexistencia de Dios tiene tan poco sentido como querer probar la inexistencia de cualquier otra cosa. La inexistencia, sin más, no se puede probar; por lo que decir que no existe pruebas de su inexistencia, no sería prueba de su existencia.

Argumentos sobre su existencia

Argumentos en favor de la existencia de Dios

Argumentos en contra de la creencia en Dios

Cada uno de los siguientes argumentos tiene por objeto mostrar que las características que describen y/o definen a Dios (o dioses), posiblemente no existen (al carecer intrínsecamente de sentido, ser contradictorio, o estar en contradicción con hechos científicos o históricos conocidos), o que no hay suficientes razones para creer en él o ellos. No obstante, algunos de estos razonamientos se refieren a una definición específica de Dios; ya que no todas las religiones definen a Dios de igual forma.

Argumentos empíricos

Los argumentos empíricos dependen de datos empíricos para demostrar sus conclusiones.

  • El argumento de la inconsistencia de las revelaciones se opone a la existencia de la deidad llamada de Dios, tal como se describe en los libros sagrados (tales como el Tanaj judío, la Biblia cristiana o el Corán islámico) mediante la identificación de contradicciones aparentes entre las distintas escrituras, dentro de una misma escritura, o entre la escritura y los hechos conocidos. Para ser eficaz, este argumento requiere el de la inerrancia bíblica o la confrontación el registro de la escritura con el Dios que esta describe.
  • El argumento del incrédulo se opone a la existencia de un Dios omnipotente que quiera que los seres humanos crean en él, ya que la simple existencia de seres humanos que no lo hacen, demuestra su incapacidad de lograrlo. Esta es la aplicación empírica (dado que la existencia de incrédulos es un hecho observable) de una paradoja lógica denominada Paradoja de Russell o del barbero, que puede expresarse también en términos aparentemente teológicos: «Si el Dios omnipotente existe, ¿podría crear un peso tan pesado que ni él pudiera levantar? Tanto si puede como si no puede, no existiría un Dios omnipotente». Realmente, Bertrand Russell no buscaba ninguna trascendencia teológica o atea a su paradoja, sino que la usó como ejemplo de contradicción o reducción al absurdo de la teoría de conjuntos de Cantor y Frege.[11]
  • El argumento de parsimonia (o aplicación del principio de la navaja de Occam) sostiene que, dado que teorías naturales (es decir, que no recurren a lo sobrenatural) explican adecuadamente el desarrollo de la religión y la creencia en los dioses,[12]​ la existencia real de tales agentes sobrenaturales es superflua y puede prescindirse de ella a no ser que se demuestre su necesidad para la explicación del fenómeno religioso.

Conclusiones

Las conclusiones sobre la existencia de Dios se dividen en numerosos ejes, dependerá de la persona y sus creencias, y de su pertenencia dentro de una gran variedad de clasificaciones perpendiculares. Así, el teísmo y el ateísmo hacen referencia a la creencia en favor o en contra de la existencia de Dios; mientras que el agnosticismo hace referencia a la posibilidad de conocer la existencia de Dios, y el apateísmo hace referencia a las creencias sobre la coherencia conceptual de Dios.

Enlaces externos

Referencias (en inglés)

Notas

  1. La cita original es: «God is not 'dead' in academia; he returned to life in the late 1960s», citado por Quentin Smith en The Rationality of Theism. Habla del cambio experimentado desde la hostilidad hacia el teísmo en la Encyclopedia of Philosophy de Paul Edwards (1967) hacia una mayor simpatía hacia el teísmo en la Routledge Encyclopedia of Philosophy, más reciente.
  2. Considerando el éxito de ventas y la repercusión pública de muchos libros recientes a favor y en contra del teísmo, como The God Delusion de Richard Dawkins y The Language of God de Francis Collins
  3. Tomás de Aquino, véase Cinco vías.
  4. Una reexposición moderna, véase [1]
  5. Según el argumento ontológico de San Anselmo
  6. Véase Richard Swinburne Does God Exist?, o John Polkinghorne.
  7. Ver los artículos sobre estos autores, y sobre todo el artículo de Einstein de 1940 en la revista Nature.
  8. htm «El Upanishad Principal». Consultado el 12 de enero de 2007.  Parámetro desconocido |última= ignorado (ayuda); Parámetro desconocido |primera= ignorado (ayuda)
  9. Richard Dawkins El relojero ciego
  10. Plantinga lo atribuye a Charles Hartshorne. Alvin PLANTINGA (1998): «Arguments for the existence of God». En E. Craig (ed.): Routledge Encyclopedia of Philosophy. Londres: Routledge. Consultado en marzo de 2007, en Routledge.com.
  11. Paradojas de Russell
  12. Pascal Boyer: Religion Explained: The Evolutionary Origins of Religious Thought. Basic Books, 2001.