Diferencia entre revisiones de «Nuestra Señora de Guadalupe (México)»

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{{Ficha de virgen
LA TILMA “MILAGROSA” Y EL PENSAMIENTO CRÍTICO
|nombre=Nuestra Señora de Guadalupe
José Luis Calvo
|imagen=Virgen de guadalupe1.jpg|thumb|300px|Virgen de Guadalupe
INTRODUCCIÓN
|comentario=Reina de México y Emperatriz de América
El magnífico artículo de Luis Alfonso Gámez sobre la falta de pruebas históricas de la existencia del indio Juan Diego, aspecto que por sí sólo debiera haber hecho pensar a la Iglesia lo inconveniente de la beatificación de éste, tal vez no baste para convencer a alguno de ustedes que pueda haber leído obras sobre el tema en que se sostiene la imposibilidad de que la efigie de la Guadalupana sea obra humana. Puesto que la imagen existe, aseguran, tendremos en ello una prueba no documental de la veracidad del Nican Mopohua y, por ende, un testimonio irrefutable de un acontecimiento sobrenatural.
|venerada en=[[Iglesia Católica]]
¿Qué hay de cierto en ello? Para determinarlo, vamos a proceder al análisis de las afirmaciones de ese tipo contenidas en la obra más asequible para el lector español, El misterio de la Virgen de Guadalupe de Juan José Benítez. Las citas que haremos de ella corresponden a la edición publicada en la colección Biblioteca J. J. Benítez, Editorial Planeta DeAgostini, Barcelona, 2.001.
|santuario=[[Basílica de Guadalupe]]
Quiero advertir previamente que no voy a entrar a cuestionar la existencia o no de fenómenos sobrenaturales. No es cometido de la historia el determinar tal cosa, sino únicamente el investigar si el supuesto hecho milagroso presenta pruebas suficientes de su existencia real. La lectura en clave sobrenatural que se quiera o no hacer, es independiente del acontecimiento histórico o de su invención.
|festividad=[[12 de diciembre]]
De igual manera, la ciencia tiene la obligación de someter a análisis la pretensión de que un objeto material es inexplicable por cuanto no puede ser obra humana. Nuevamente, la creencia personal no está comprometida por el resultado de ese examen crítico. Por tanto, que nadie vea las siguientes palabras como un ataque a su fe que respeto aunque, como ateo, evidentemente no comparto.
|simbología=
¿UNA PINTURA IMPOSIBLE?
|patrona=[[América]], [[México]] y [[Filipinas]]
El primer misterio que se le presenta al Sr. Benítez es el informe realizado por el químico austríaco Kuhn, premio Nobel en 1.936. El conocido ufólogo navarro dice: “Ya en 1.936, un químico -todo un premio Nobel- había realizado lo que, sin duda, era el primer y último análisis directo de la supuesta pintura de la tilma.” (Pág. 48) Sin embargo, en las páginas siguientes explicará en qué consistió el “análisis directo” que vulneró las más elementales normas del procedimiento científico. Por de pronto, no existió un protocolo que controlara la recogida de muestras para su análisis. Sencillamente, el abad de la basílica regaló al obispo de Saltillo, Felipe Cortés, unos hilos supuestamente procedentes del tejido original. Éste, pasado algún tiempo, le entregó dos hebras al metalúrgico Sodi Pallarés que, por mediación del profesor de alemán Hahn, se las envió al doctor Kuhn. Ni uno sólo de estos pasos tuvo ningún tipo de control, lo que, por sí mismo, desvirtúa cualquier resultado obtenido.
|fecha=
La conclusión del químico austríaco fue que en los dos hilos entregados no había restos de colorantes vegetales, animales ni minerales, es decir, que no habían sido pintados por ninguna técnica existente en el S XVI. Sorprendente pero menos si tenemos en cuenta que idéntica pretensión existió sobre la Sábana Santa de Turín hasta que se encargó su análisis al doctor McCrone, recientemente fallecido. La experiencia en este caso demostró que los restos de determinados pigmentos sólo aparecían con el uso de técnicas muy avanzadas. Otra irregularidad en el caso del análisis químico es que se citan las conclusiones pero no la metodología del experimento. Los
|autor=
pro-aparicionistas a los que sigue el Sr. Benítez no explican si se emplearon reactivos químicos (y si así fue, cuáles), microscopía (y si es así, con qué aumentos trabajaron...) o espectografía, lo que, a priori, parece la opción más probable puesto que fue por este motivo por el que se le concedió el Nobel. No obstante, desde esa fecha, la espectrografía ha avanzado lo suficiente como para que sea muy arriesgado el seguir repitiendo unos resultados de unos análisis con una recogida de muestras claramente defectuosa y sin confirmación ulterior por la negativa de la Iglesia Católica a permitir una investigación en profundidad sobre la supuesta tilma. Además, como veremos en su momento, las investigaciones realizadas de forma parcial no sólo no apoyan los resultados del austríaco sino que los desmienten por completo.
|estilo=
Así, tras una investigación mediante fotografía infrarroja realizada por Smith y Callagan éstos aseguraron que la Guadalupana había sido repintada y retocada en ocasiones. Por tanto, tienen que existir pigmentos en la tilma salvo que pensemos que las restauraciones fueran también milagrosas. El intento del Sr. Benítez, siguiendo a los autores antedichos, de conciliar estos hechos, mediante una imagen inicial inexplicable sobre la que se hicieron retoques humanos no resulta creíble. Aceptemos, como mero ejercicio teórico, la realidad del prodigio. ¿Qué pintor se hubiera atrevido a poner su pincel a rectificar una imagen celestial? Porque no se trata solamente de un arreglo de zonas deterioradas sino que, por ejemplo, las manos se acortaron, posiblemente para que parecieran las manos de una mestiza o indígena cuyos dedos son más cortos que los de las representaciones europeas góticas. También se añadieron (según Smith y Callagan), el ángel, la Luna, los bordes dorados del manto, los rayos solares, los adornos de la túnica, los brazaletes... Claro que no sólo se añadió, también se suprimió una corona dorada. (Pág 84-105)
}}
Así las cosas ¿qué queda de la supuesta efigie milagrosa original? “Por encima de cualquier duda, las fotografías infrarrojas prueban que el azul del manto y el rosa de la túnica son originales y que nunca fueron retocados ni sobrepintados. Es más: han permanecido indemnes al tiempo a pesar de los cuatro siglos y medio transcurridos” (Pág. 104)
'''Nuestra Señora de Guadalupe''' es una [[advocación mariana]] de la religión católica, cuya imagen se venera en la [[Basílica de Guadalupe]], en el norte de la [[Ciudad de México]].
Vayamos por partes. ¿Los añadidos son tales o forman parte de la imagen original? Aquí el Sr. Benítez incurre en auto-contradicción con la siguiente descripción que nuestro autor considera como parte del Nican Mopohua y, además, casi contemporánea del supuesto hecho milagroso:
<<Su velo, por fuera, es celeste; sienta bien en su cabeza; para nada cubre su rostro; y cae hasta sus pies, ciñéndose un poco por en medio: tiene toda su franja dorada, que es algo ancha, y estrellas de oro por dondequiera, las cuales son cuarenta y seis.
Su cabeza se inclina hacia la derecha; y encima sobre su velo, está una corona de oro, de figuras ahusadas hacia arriba y anchas hacia abajo.
A sus pies está la luna, y cuyos cuernos ven hacia arriba. Se yergue exactamente en medio de ellos y de igual manera aparece en medio del sol, cuyos rayos la siguen y rodean por todas partes. Son cien los resplandores de oro, unos muy largos, otros pequeñitos y con figuras de llamas: doce circundan su rostro y cabeza; y son por todos cincuenta los que salen de cada lado. Al par de ellos, al final, una nube blanca rodea los bordes de su vestidura. Esta preciosa imagen, con todo lo demás, va corriendo sobre un ángel, que medianamente acaba en la cintura, en cuanto descubre; y nada de él aparece hacia sus pies, como que está metido en la nube.
Acabándose los extremos del ropaje y del velo de la Señora del cielo, que caen muy bien en sus pies, por ambos lados los coge con sus manos el ángel, cuya ropa es de color bermejo, a la que se adhiere un cuello dorado, y cuyas alas desplegadas son de plumas ricas, largas y verdes, y de otras diferentes.>>(Pág. 34)
Si como pretende en la página 34 ésa fuera la descripción contemporánea de la imagen ¿cómo es que en las páginas 84-105 los elementos originales se convierten es añadidos posteriores? Cualquiera de las explicaciones para esta incoherencia sería perjudicial para el “milagro”, si la descripción del Nican Mopohua fuera errónea, perdería su carácter de testimonio fideligno, algo tanto más grave cuando la historicidad de la Aparición se basa en este texto de forma casi exclusiva. Si, por otra parte, el estudio de Smith y Callagan estuviera mal realizado ya no habría razón para suponer que no estamos ante una pintura.
El Sr. Benítez intenta salvar ese problema afirmando que: “En resumen, si el documento más antiguo de que disponemos hoy, y en el que se hace ya una exhaustiva descripción de la imagen de la Señora de Guadalupe, se remonta a los años 1545 o 1550, ello quiere decir, lógicamente, que los retoque y añadidos tuvieron que ser ejecutados sobre el original entre estas fechas y 1531, fecha de las apariciones.” (Pág. 112) No obstante, se olvida de que el texto del Nican Mopohua asegura: “...se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyácac, que se nombra Guadalupe.” (Pág. 31) De forma que nuevamente volvemos a encontrarnos con la misma disyuntiva, el texto es erróneo o la equivocación está en el estudio de los norteamericanos.
La verdad, sin embargo, es que no existe tal necesidad de elección. El Sr. Benítez yerra al considerar que esa descripción es parte del Nican Mopohua, error que le viene dado por su consideración de que el Huei Tlamahuicoltica (publicado en 1.649) de Lasso de la Vega es lo mismo que el Nican Mopohua. No es su única equivocación sobre este aspecto. Resulta muy curiosa su afirmación de que: “Tuvieron que pasar algunos años, sin embargo, para que el relato de Valeriano -escrito originalmente en náhuatl- fuera traducido al castellano. El acierto fue obra del bachiller Luis Lasso de la Vega, que lo envió a la imprenta en 1649.” (Pág. 18) En realidad la obra de Lasso de la Vega, como habrán podido deducir fácilmente por el título, está escrita en náhuatl. La traducción al castellano fue obra de otro Luis, Luis Becerra Tanco en 1.666. Aunque el Huei Tlamahuicoltica contenga, por vez primera en una obra impresa, el Nican Mopohua también presenta añadidos de la mano de Lasso de la Vega. La descripción que cita el Sr. Benítez es uno de ellos. Por tanto, lo único que prueba esa descripción es que en torno a 1.649 la imagen ya tenía ese aspecto.
¿Es posible delimitar un poco más la cuestión de si se produjeron repintes y cuándo? Empecemos por el Nican Mopohua. En él se afirma que la imagen se formó tal y como se conservaba en ese momento. ¿Cuándo fue ese momento? Aunque por cuestiones filológicas se considere que es bastante anterior a la obra de Lasso de la Vega y que fue escrito en el S XVI, la fecha exacta de su composición es un misterio. Aunque los partidarios de su historicidad (por cierto, obviando que es una obra literaria) crean que se redactó en torno a 1.540 eso es imposible por cuanto el supuesto milagro (o aparición) no tuvo lugar hasta 1.555. Así se atestigua en los Anales de Juan Bautista, en el sermón del Padre Bustamante (que considera en 1.556 que la devoción era novedosa) y en la carta del virrey Martín Enríquez. Todos ellos coinciden en que fue en esas fechas cuando comenzó la devoción a la Guadalupana, contradiciendo la afirmación del Nican Mopohua de que tuvo lugar en 1.531 y explicando la paradoja que supone que el testigo del prodigio de la tilma, el obispo Zumárraga, negara en 1.547 que en su propia época se produjeran milagros. El por qué el anónimo escritor de este texto


De acuerdo con el canon católico, la Virgen de Guadalupe se apareció cuatro veces a [[Juan Diego Cuauhtlatoatzin]] en el cerro del [[Tepeyac]]. Tras una cuarta aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, [[Juan de Zumárraga]]. Juan Diego llevaba en su [[ayate]] unas rosas —flores que no son nativas de México y tampoco prosperan en la aridez del Tepeyac— que cortó en el Tepeyac, según la orden de la Virgen. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena y con rasgos indígenas. Las [[mariofanía]]s habrían tenido lugar en [[1531]], ocurriendo la última el [[12 de diciembre]] de ese mismo año, aunque el relato canónico de las apariciones del Tepeyac —el ''[[Nican mopohua]]''— fue publicado en [[1649]] en el marco de un resurgimiento del culto a la imagen guadalupana que se encontraba en retroceso desde principio del [[siglo XVIII]].
Figura 1
(aunque se atribuye a Antonio Valeriano no hay pruebas de su autoría) cambió las fechas e introdujo como personaje a Zumárraga (fallecido en 1.548) debe ser entendido bien como una confusión, bien como una ficción literaria. La crítica textual moderna ha encontrado claros paralelismos entre el Nican Mopohua y las narraciones de la aparición de su homónima en Extremadura. Tampoco lo que podríamos llamar “milagro de las flores” es algo desconocido en la hagiografía contemporánea. Un ejemplo de ello, podemos encontrarlo en la vida del franciscano Diego de Alcalá. Tanto es así que algunos investigadores contemporáneos consideran que el Nican Mopohua, aunque fuera escrito por alguien perteneciente a la cultura náhuatl, es una adaptación de un texto en castellano.
No obstante, la inutilidad del Nican Mopohua como fuente dado el número de errores históricos que contiene, no supone que estemos condenados a no poder someter a crítica las afirmaciones de Smith y Callagan tanto las relativas a retoques parciales como las relacionadas con la misteriosa preservación del rostro, el manto y la túnica. Lo primero es innegable.


== Origen del culto a la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac ==
Figura 2
[[Archivo:20041229-Coatlicue_(Museo_Nacional_de_Antropolog%C3%ADa)_MQ.jpg|right|thumb|250px|El [[Tepeyac]] era el centro del culto a la diosa de la tierra antes de la llegada de los españoles. En la imagen, la más famosa efigie de [[Coatlicue]], procedente del Templo Mayor de Tenochtitlan. Cultura mexica, [[Período Posclásico mesoamericano|Posclásico Tardío]] (ss. XII-XV).]]
Basta con observar copias antiguas de la imagen (fig. 1) y compararlas con el original actual (fig. 2) para ver que, efectivamente, la Virgen aparecía coronada y que hoy dicha joya ha desaparecido. Incluso se sabe la fecha y el por qué de esta modificación. En enero de 1.887 se comenzó a hablar de la coronación de la Guadalupana. Parte del clero de la Basílica se opuso a esta pretensión porque si la imagen “divina” ya lo estaba ¿qué necesidad había de que fuera coronada por los hombres? En junio de este mismo año cuando se procedía a efectuar unas fotografías de la imagen se descubrió que la corona había desaparecido. Según confesó en su lecho de muerte el pintor Rafael Aguirre, el autor de la eliminación fue su maestro, José Salomé Pina por encargo del clero que deseaba se celebrara la coronación de la Virgen. Una vez suprimido el obstáculo, el 12 de octubre de 1.895 se procedió a la ceremonia con el visto bueno del papa León XIII. Otros aspectos, como el supuesto añadido de rayos, media luna, ángel... por el contrario no pueden determinarse con tanta claridad como pretenden los norteamericanos que consideran que esas alteraciones se produjeron para paliar los daños sufridos por el lienzo en la inundación de 1.629. No obstante la figura 1 está datada en 1.606 y ya presenta dichos elementos. Si realmente son añadidos tienen que datar de una época más temprana. Hay que señalar, además, que Smith y Callagan parecen estar incurriendo en un error, el considerar que las zonas que presentan un deterioro innegable son los añadidos mientras que la que permanece aparentemente incólume es la original. El problema es que ninguna parte de la tilma está libre de pérdidas. Para comprobarlo, basta con comparar la fig. 2 con la fig. 3, una copia realizada por el pintor Correa a finales del s XVII y que llevó su intención de ser fiel al original hasta el punto de que, según su discípulo Cabrera, realizó una reproducción exacta del dibujo empleando un papel aceitado. Como podemos ver, los colores se han ido aclarando en el original mucho más que en la reproducción pese a su menor antigüedad. Por último, recientemente han salido a la luz pública hechos que demuestran que, si bien los norteamericanos tenían razón en alguna de sus afirmaciones, se equivocaron gravemente en otras. Pronto volveremos sobre el tema.


Desde la época prehispánica, el Tepeyac había sido un centro de devoción religiosa para los habitantes del [[valle de México]]. En esta eminencia geográfica localizada en lo que fuera la ribera occidental del [[lago de Texcoco]] se encontraba el santuario más importante de la divinidad nahua de la tierra y la fertilidad. Esta diosa era llamada [[Coatlicue]] {{etimología|náhuatl|cóatl-cuéitl|Señora de la falda de serpientes}}, que por otros nombres también fue conocida como Teteoinan {{etimología|náhuatl|téotl-nan|dios-madre|Madre de los dioses}} o Tonantzin {{etimología|náhuatl|to-nan-tzin|Nuestra venerable madrecita}}. El templo de Tonantzin Coatlicue fue destruido completamente como resultado de la [[conquista de México|Conquista]]. Conocedores de la importancia religiosa del santuario indígena del Tepeyac, los franciscanos decidieron mantener en el lugar una pequeña ermita. La decisión de mantener una ermita ocurrió en el marco de una intensa campaña de destrucción de las imágenes de los dioses mesoamericanos, a los que se veía como una amenaza para la correcta cristianización de los indígenas.<ref>Gruzinsky, 1994: 73-77.</ref> Uno de los primeros registros sobre la existencia de la ermita corresponde a la década de [[1530]]. Al templo se dirigían los indígenas siguiendo la tradición prehispánica. Dos décadas más tarde, no sólo los indígenas acudían a la ermita del Tepeyac a rendir culto a una imagen —"pintada", de acuerdo con los documentos de la época— de la [[Virgen María]]: la devoción hacia la imagen se había extendido entre los criollos hacia la mitad del [[siglo XVI]].
Figura 3
La ausencia de pigmentos según Kuhn y la imagen intacta e inexplicable (al menos en parte) de Smith y Callagan no son los únicos motivos por los que el Sr. Benítez duda del carácter humano de esta efigie. También cita: “Era casi imposible que una manta de <<hilo>> de maguey -que suele tener una duración máxima de unos veinte años- se hubiera conservado intacta, y con aquella viveza en los colores, después de 450 años...
Allí, en efecto, había algo muy raro.” (Pág. 53)
SE ROMPE EL SILENCIO
Durante siglos, el cuestionar la autenticidad de la Aparición y del milagroso ayate ha sido la mejor forma de encontrarse con problemas. Desde el padre Bustamante, que tuvo que enfrentarse a una investigación en 1.566 por haber asegurado públicamente que la pintura había sido realizada por el indio Marcos y por dudar de los milagros atribuidos a ella, hasta el padre Sevando Teresa de Mier que después de haber calificado a la historia de la Aparición como “leyenda” estuvo a punto de ser linchado en pleno S XIX. Así no es extraño que Joaquín García Icazbalceta, el más grande de los historiadores mexicanos decimonónicos, se hiciera de rogar cuando el arzobispo de México le pidió, a finales del XIX, que escribiera sobre este tema. Sólo cuando el arzobispo se lo pidió como amigo y se lo ordenó como autoridad religiosa accedió a ello. El resultado fue el más célebre de los alegatos anti-aparicionistas y cuyo contenido, realmente explosivo, D. Joaquín pidió que no se hiciera público aunque finalmente si se dio a la imprenta.
Podríamos pensar que eso era cosa de otros tiempos, pero incluso hoy es una postura incómoda como podría testificar el abad de la basílica de Guadalupe, padre Schulenburg, que después de hacer pública su opinión de que la historia de Juan Diego era una leyenda se vio presionado para que presentara su renuncia. Desde medios pro-aparicionistas exaltados incluso se le llegó a tildar de racista y a decir barbaridades tales como que por su origen alemán despreciaba a los que no eran blancos. El escándalo fue mayúsculo tanto más cuanto que se estaba preparando el ascenso a los altares del indígena.
La polémica, sin embargo, ha tenido un aspecto positivo. Se ha prestado mayor atención a todo lo relacionado con la efigie y, como fruto de ello, se han hecho públicas informaciones que hasta el momento habían permanecido ocultas. Citaremos tres de ellas publicadas en el semanario mexicano El Proceso por Rodrigo Vera, un periodista experto en el tema del guadalupanismo:
En 1.947 y 1.973 la pintura de la Virgen fue restaurada por D. José Antonio Flores Gómez.
En la entrevista (“Un restaurador de la guadalupana expone detalles técnicos que desmitifican la imagen.” Por Rodrigo Vera. El Proceso nº 1.343) afirma: “Una restauración implica pintar las partes dañadas, no toda la imagen, porque eso es ya una repintada, que es otra cosa. De manera que le metí mano a una parte de la túnica. Pero no a las estrellas estampadas en ella porque ya estaban repintadas.” Para la restauración usó pinturas “De agua. Era obligado. Tenía que ser de las disueltas en agua y no en aceite porque son de las que se usaron originalmente. De ahí que se hayan desprendido tan fácilmente.” “Descubrí que la tela no es de ixtle, como se dice, pues el ixtle tiene una trama muy tosca, muy rústica, con un cordel muy grueso. En cambio, la imagen Guadalupana está pintada sobre una trama muy fina, como la que se saca del algodón.” “Antes de mí, otros restauradores ya le habían dado retoques a la imagen. Eso lo noté desde la primera vez que intervine. Y estoy seguro de que otros intervinieron después de mí.”
En 1.982 D. José Sol Rosales realizó un estudio técnico de la pintura a petición del abad Schulenburg que estaba preocupado por el evidente deterioro que sufría la imagen. El contenido del informe que elaboró (“El análisis que ocultó el Vaticano.” Por Rodrigo Vera. El Proceso nº 1.333) es: La imagen está pintada “sobre una tela de lino y cáñamo” “Tradicionalmente se ha dicho que esta obra está ejecutada sobre el lienzo desnudo; esto es totalmente falso, pues es evidente al examen ocular la presencia de una preparación de color blanco, de un grosor que podría considerarse medio y aplicada irregularmente.” “La pintura es la ejecutada usando diversas variantes de la técnica modernamente conocida como temple; una de ellas, la usada en manto y ropaje, fue empleada en el S XVI con el nombre de aguazo, deriva de las técnicas en la pintura de las llamadas sargas y presupone el realizar la pintura sobre el lienzo humedecido ligeramente para facilitar la fijación del color.” “El negro seguramente es un negro de humo usado tradicionalmente en todas las épocas... El blanco es, con toda seguridad, sulfato de calcio... Los pigmentos azul y verde son, con mucha probabilidad, óxidos básicos de cobre... Las tierras son óxidos de hierro... Como pigmentos rojos, además del óxido de hierro rojo, se usaba el bermellón, compuesto de azufre y mercurio, y el carmín de la cochinilla mexicana.” “Con un examen ocular, auxiliado de luz rasante y con luces ultravioletas, se detectan diversas áreas de repintes en zonas importantes... También se detectan repintes en el fondo, manto y a lo largo de la unión de los lienzos.”
De todo ello, se informó al Vaticano y más concretamente al cardenal Sodano. (“Manos humanas pintaron la guadalupana.” Por Rodrigo Vera. El Proceso nº 1.332) En una de sus cartas, el abad Schulenbur aseguró: “... y nos dimos perfecta cuenta de que reunía todas las características de una pintura hecha por mano humana, con el deterioro propio de la antigüedad de la imagen misma. Dicho examen crítico lo enviamos a esa sede apostólica como un signo de honestidad y de amor a la verdad.” “El consultor histórico del Vaticano ni siquiera mandó analizar la imagen de la guadalupana para comprobar que, efectivamente, fue hecha por un pintor del S XVI y no producto de un milagro.”
En 1.999, el cardenal Rivera Carrera, arzobispo de México y destacado pro-aparicionista, le pidió al microbiólogo Leoncio Garza-Valdés (conocido por su errónea impugnación de la datación por C14 de Santo Sudario de Turín falseada, según él, por la existencia de microorganismos en las muestras) que realizara una investigación sobre el lienzo. Según D. Leoncio (“La guadalupana: tres imágenes en una.” Por Rodrigo Vera. El Proceso nº 1.334) empleando técnicas de fotografías con luz ultravioleta e infrarroja con material mucho más moderno que el de Smith y Callahan, descubrió que hay tres imágenes superpuestas, una primera completamente diferente a la actual con un niño Jesús desnudo en brazos e idéntica a un relieve en madera situado en el monasterio de Guadalupe en Extremadura. Está fechada (la pintura) en 1.556 y firmada con las iniciales M.A. ¿Marcos Aquino? La segunda es muy similar a la actual, pero con el rostro con rasgos más indígenas. La tercera es la que conocemos.
No obstante, hay que hacer notar que sus dos acompañantes en la investigación, el Dr. Guilberto Aguirre y el fotógrafo Lester Rosebrook se desmarcaron de esas conclusiones en el artículo “Test of faith” John MacCormack. San Antonio Express-News de 2 de junio del 2002. El Dr. Aguirre aseguró: “Dr. Garza-Valdes and I have the same images, but our conclusions are entirely different. I can´t find anyone who agrees with Dr. Garza-Valdes.” “Secondly, he claims to not only see two other paintings, but a nude baby Jesus in the arms of the Virgin, as well as the initials M.A. and the date 1556. I have studied these photos, but I do not see these things.”
Como pueden ver, independientemente de que nuevas investigaciones confirmen o no los aspectos más “espectaculares” de la investigación de Garza-Valdés (y, considerando que desde un principio reconoció que su interés por investigar la guadalupana residía en que la editorial Doubleday le había propuesto escribir un libro sobre este tema, me atrevo a sugerir que no se confirmarán nunca) aún así han quedado bastante claros algunos aspectos que contradicen las afirmaciones contenidas en el libro del Sr. Benítez. La imagen es una pintura, realizada en un soporte de lino y cáñamo, con el uso de las técnicas y los pigmentos conocidos en el S XVI. Su estado de conservación no es bueno pese a haberse realizado distintas restauraciones y repintes que afectaron también a la zona que supuestamente estaba libre de ellos. Los “añadidos” no son identificados como tales por los restauradores.
Con todo ello, las pretensiones de sucesos “inexplicables” desaparecen y podríamos devolver la Virgen de Guadalupe al lugar que le corresponde por derecho propio, el de una magnífica obra de arte, símbolo de una nación admirable por muchos conceptos y emblema de la fe católica de muchos mexicanos (y de otras nacionalidades) si no fuera porque aún queda un tema por explicar, las figuras humanas en los ojos de la Virgen.
LOS OJOS DE LA GUADALUPANA
Aunque en buena lógica ya no sea necesario por cuanto al haber devuelto a la pintura de la Guadalupana al rango de obra humana las afirmaciones sobre este tema quedan privadas de base, sin embargo, dada la importancia que le concede el Sr. Benítez, he creído conveniente dedicar algo de espacio adicional a refutar la afirmación de que en los ojos de la Vigen de Guadalupe se pueden contemplar (previos procesos de ampliación) una serie de figuras humanas, algo ciertamente inexplicable.
Según reconoce el escritor navarro, su fuente en este caso es una obra mexicana: “El título me enganchó desde un primer momento: Descubrimiento de un busto humano en los ojos de la Virgen de Guadalupe. Dictámenes médicos y otros estudios científicos. Los autores -Carlos Salinas y Manuel de la Mora- presentaban en aquel brevísimo reportaje unas fotografías y unos documentos sencillamente increíbles, la figura, en efecto, de un hombre con barba en la córnea del ojo derecho de la imagen que se venera actualmente en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en México (Distrito Federal).” (Pág. 12)


Canónicamente, la aparición de la imagen de la Virgen de Guadalupe se ubica en el año [[1531]], menos de medio siglo después de la caída de México-Tenochtitlan en manos de los españoles. Esta fecha aparece registrada en el ''[[Nican mopohua]]'', uno de los capítulos que integran el ''Huei tlamahuizoltica'', obra en lengua [[náhuatl]] que la tradición ha querido atribuir al indígena Antonio Valeriano pero que en realidad fue escrita por [[Luis Lasso de la Vega]].<ref>Gamboa Ojeda, 2004: 547.</ref> Sin embargo, es posible que la imagen que se veneraba en 1530 no sea la imagen mariana que se encuentra en la actualidad en el altar mayor del santuario del Tepeyac. La falta de documentos de la época dificultan el esclarecimiento de la historia de la aparición de la imagen de la Virgen en la ermita, aunque resulta bastante plausible que el arzobispo [[Alonso de Montúfar]] haya participado decisivamente en el hecho. En 1555, Montúfar había ordenado la remodelación de la ermita y la confió al clero secular. Quizá en este mismo episodio ocurrió la sustitución de la imagen antigua por la que se conoce en el presente.<ref>Gruzinsky, 1994: 104-105.</ref> Los primeros registros de la aparición de la imagen mariana en la ermita corresponden precisamente a los años de [[1555]] y [[1556]]. Entre otros testimonios tempranos del suceso se encuentran los ''[[Diarios de Juan Bautista]]'' y los ''[[Anales de México y sus alrededores]]''. El primer documentos afirma que "en el año de 1555 fue cuando se apareció Santa María de Guadalupe, allá en Tepeyacac",<ref>''Diario s de Juan Bautista'', s/f: 33.</ref> mientras que los ''Anales'' ubican el suceso un año más tarde: "1556 XII Pedernal: descendió la Señora a Tepeyácac; en el mismo tiempo humeó la estrella".<ref>''Anales de México y sus alrededores (A)'', Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. Es necesario decir que la Iglesia Católica da la siguiente explicación para la "confusión" de las fechas que dan los textos indígenas para el milagro mariano: {{cita|En efecto, no se asombrará el lector si en los sucesivos documentos que presentaremos [los ''Anales de México y Tlatelolco''], un mismo hecho histórico es ubicado en 1510 ó 1531 ó 1556, etc.; se debe a la impericia de los indios de conciliar el calendario indígena con el juliano y luego, con el gregoriano (Rocha Cortés, s/f.)}}</ref> Años más tarde, el [[Chalco|chalca]] [[Domingo Francisco Chimalpahin Quauhtlehuanitzin]] recogería los primeros documentos en sus ''Relaciones de Chalco'', en los cuales ubica el suceso en 1556:
Figura 4
Todo ello resulta impresionante ¿o tal vez no? Por de pronto, según nos informa el propio Sr. Benítez, la primera persona de la que se tienen noticias que advirtiera algo en los ojos de la Guadalupana fue Alfonso Marcué en 1.929. Pudo observarlo al examinar unas fotografías que acababa de realizar. El Sr. Salinas también lo advirtió en una fotografía en blanco y negro (realizada por Jesús Cataño en 1.946) en el año 1.951 aunque después pudo confirmarlo al natural. El problema es que según el Sr. Benítez, entre las fotografías tomada por Manuel Ramos en 1.923 y las de Marcué de 1.929 se produjo una restauración secreta del rostro de la Virgen. La intervención afectó: “A los ojos. Les añadieron tales sombras en las zonas inferiores, que los ojos parecen desorbitados. El ojo derecho fue el más perjudicado. Parece incluso como si hubiera sido golpeado.” (Pág. 125) Tales descubrimientos se realizaron, por tanto, después de una restauración y en una zona en la que se detectaba una intervención poco afortunada.
No obstante, alguien podrá argüir que es posible que la zona concreta del ojo en la que se localizó la figura no hubiera sido modificada. En efecto, puede ser. Abandonaré momentáneamente la obra del ufólogo español para ir a su fuente, la obra antedicha de los Sres. Salinas y de la Mora (Editorial Tradición S.A. Segunda edición. México D.F. Febrero de 1.980). En uno de los diversos dictámenes técnicos que contiene el Dr. Torroella afirma: “A nosotros los oftalmólogos no nos corresponden dictaminar si la imagen de nuestra Señora de Guadalupe es o no una obra sobrenatural y ni siquiera si las figuras que vemos en sus ojos son realmente unas figuras ó simples acúmulos de pintura, esa es materia para otros especialistas.” (Pág. 10)


{{cita|Año 12-Pedernal, 1556 años. Iba quedando bien doblado y fuerte el muro de piedra que daría la vuelta a toda la ciudad de México. Para la obra hicieron reunir a toda la gente de todos los pueblos del rumbo, por orden de los jefes y según disposiciones de don Luis de Velasco, Visurrey. Así pudo terminarse la muralla. También entonces ocurrió la aparición, dicho sea con respeto, de nuestra querida madre, Sancta María de Guadalupe en el Tepeyácac.<ref>Chimalpahin, 1965: 288.</ref>}}
Figura 5
Esa frase me hizo pensar en que las afirmaciones concernientes a las figuras en los ojos de la Guadalupana eran falsables. Bastaría para ello el demostrar que eran producto de una acumulación de pintura. Dado que en la obra antedicha (y que es extensamente reproducida por el Sr. Benítez en la suya en las páginas 168-204) se explica con detenimiento la manera en que el Sr. Salinas descubrió la figura, no era difícil reproducir el experimento pero con dos diferencias, la fotografía inicial sería una de las tomadas por D. Manuel Ramos en 1.923 (antes de la restauración del rostro) y buscaría figuras humanas en otras partes de la pintura que no fueran los ojos.


La imagen del Tepeyac siguió siendo llamada Tonantzin por los indígenas nahuas que acudían al santuario en romería. El nombre resultaba conveniente a los propósitos de la religión católica, en cuya doctrina María es la Madre de Dios, pero también es intercesora de los pecadores ante la divinidad. Cuando los españoles y criollos se apropiaron del culto, rebautizaron a la imagen con el nombre de Guadalupe, que obviamente hace alusión a la [[Virgen de Guadalupe (España)|efigie de la Virgen]] que se venera en [[Extremadura (España)|Extremadura]].<ref>Gruzinsky, 1994: 105.</ref>
Figura 6

Los resultados los tienen ante ustedes. La figura 4 es la fotografía inicial, la 5 una selección de un fragmento en el que he mantenido parte del rostro para que puedan apreciar en qué zona aparecen las “personas” (silueteadas en blanco para que se perciban más fácilmente) y la 6 una ampliación de ellas. Con un poco de imaginación, podrán advertir un grupo de tres personas, a la izquierda un hombre con barba, en el centro una mujer gritando y a la derecha otro hombre (éste más borroso). Todo esto tiene un nombre, paraideloia, la tendencia a ver formas conocidas en algo amorfo. Cuando jugábamos a decir a qué se parecen las nubes, estábamos haciendo lo mismo que estos investigadores guadalupanos y, los resultados eran tan poco científicos como éstos.
Al fortalecimiento del culto a la Virgen del Tepeyac contribuyó de manera decisiva la realización del [[Primer Concilio mexicano]], que se celebró en la Ciudad de México entre el [[29 de junio]] y el [[7 de noviembre]] de [[1555]]. El concilio fue organizado por el arzobispo Alonso de Montúfar y reunió a numerosos representantes de las órdenes monásticas de la [[Nueva España]], entre ellos al franciscano [[Pedro de Gante]]; así como a los obispos Martín Sarmiento de Hojacastro (Tlaxcala), Tomás de Casillas (Chiapas), [[Juan López de Zárate]] (Oaxaca) y [[Vasco de Quiroga]] (Michoacán).<ref>Lundberg, 2006: 260.</ref> Entre otras cosas, el Primer Concilio de la Iglesia novohispana resolvió reglamentar la manufactura de las imágenes religiosas, especialmente las realizadas por los indígenas. También se decidió favorecer el culto a los santos patrones de cada pueblo y todas las advocaciones marianas.<ref>Gruzinski, 1994: 110.</ref>
Sin embargo, nada de esto es así para el Sr. Benítez que concluye su libro con una comparación entre el Santo Sudario de Turín y la imagen de la Virgen de Guadalupe: “... parece como si el <<alto estado mayor>> de los cielos hubiera escondido en este viejo ayate del siglo XVI otro as... Un triunfo destinado -como en el caso del lienzo que se conserva en Turín- a los hombres del siglo XX.” (Pág. 306) Con todos mis respetos a los creyentes en el “alto estado mayor de los cielos” si éstos son los ases que lleva, ¡¡órdago a chica!!

Desde la llegada de los franciscanos a México, los indígenas fueron instruidos en la pintura y se les permitió la producción de imágenes religiosas. De modo que cuando Montúfar se pronunció a favor de acabar con las "abusiones de pinturas e indecencia de imágenes" producidas por los indígenas que "no saben pintar ni entienden bien lo qué hacen",<ref>Citado en Toussaint, 1982: 100-101.</ref> en realidad estaba atacando la obra de los misioneros franciscanos representados por Pedro de Gante. El enfrentamiento sobre la producción de las imágenes religiosas y su papel en la [[cristianización]] de los indígenas era también el reflejo de los desencuentros entre el arzobispo de México y los franciscanos en lo referente al culto de la Virgen del Tepeyac. El 6 de septiembre de 1556, Montúfar pronunció una homilía en la cual se pronunciaba partidario de la promoción del culto a la Guadalupana entre los indígenas.<ref>Mayer, 2002: 23-24.</ref> El 8 de septiembre de ese mismo año, el arzobispo obtuvo una respuesta sumamente crítica por parte de los franciscanos en boca de [[Francisco de Bustamante]].<ref>O'Gorman, 1986: 70.</ref> La labor de la [[Orden Franciscana]] en la cristianización de América había estado imbuida por la filosofía [[Erasmo de Rotterdam|erasmiana]] que rechazaba la veneración de las imágenes, de modo que cuando Montúfar se mostró favorable a difundir el culto de la imagen del Tepeyac lo que obtuvo en contestación fue la siguiente declaración de Bustamante:

{{cita|[...] la devoción de esta ciudad ha tomado en una ermita e casa de Nuestra Señora que han intitulado de Guadalupe, es un gran perjuicio de los naturales porque les da a entender que hace milagros aquella imagen que pintó el indio Marcos.<ref>Sermón de Francisco de Bustamante, referido en la ''Información'' enviada por Alonso de Montúfar sobre la homilía del franciscano, citado en González de Alba, </ref>}}

Finalmente, la disputa entre los franciscanos y el Arzobispado de México se resolvió en favor de éste último. Para ello, Montúfar y sus partidarios tuvieron que moderar su discurso sobre la índole del culto a la Virgen de Guadalupe, aproximándose aparentemente a los preceptos defendidos por los franciscanos.<ref>Compárense los dos siguientes textos:
{{cita|[...] se ha predicado a los indios cómo han de entender la devoción de la imagen de Nuestra Señora, cómo no se hace la reverencia a la tabla ni a la pintura, sino a la imagen de Nuestra Señora, por razón de lo que representa, que es a la Virgen Maria, Nuestra Señora (''Información...'', 1556.)}}
{{cita|No porque este declarante entiende que la cruz e imágenes han de ser adoradas, antes cree, entiende y asílo hace que Xpo. se adora en la cruz y en la cruz se adora como cosa que representa a Xpo. y en este sentido lo escribió y lo entiende (Declaración del franciscano Mathurin Gilbert en el proceso inquisitorial en su contra, iniciado a instancias del obispo de Michoacán a causa de sus "ideas erróneas y escandalosas" plasmadas en ''Diálogo sobre la doctrina cristiana'', obra de su autoría escrita en lengua [[idioma purépecha|tarasca]], 1559; citado en Gruzinski, 1994: 115.}}</ref> La promoción oficial del culto guadalupano por parte de la Iglesia novohispana se inscribe en un proceso más amplio en el que la perspectiva humanista de los franciscanos y su obra misional fue sustituida por los preceptos adoptados oficialmente por medio de las resoluciones del [[Concilio de Trento]]. De acuerdo con éstas, la Iglesia debería promover y conservar el culto a las imágenes de Cristo, la Virgen y todos los santos, en una clara reacción contra la [[iconoclastia]] protestante que prosperaba en el norte de [[Europa]].<ref>Mayer, 2002: 22-23.</ref>

[[Archivo:Sahagun.jpg|thumb|200px|[[Bernardino de Sahagún]] (en la imagen), gran conocedor de la cultura y lengua de los [[nahua]]s, fue uno de los críticos al culto de la Virgen de Guadalupe durante el siglo XVI.]]

De modo pragmático, el [[Arquidiócesis de México|Arzobispado de México]] hizo caso omiso de las advertencias vertidas por los franciscanos sobre la confusión que podía generar el culto de la imagen del Tepeyac entre los recién cristianizados indígenas del centro de México. A la voz de Francisco de Bustamante se sumaría después la de otros misioneros, entre ellos, [[Bernardino de Sahagún]], que en su ''[[Historia general de las cosas de la Nueva España]]'' publicada en 1576 escribió que:

{{cita|Cerca de los montes hay tres o cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeacac, y los españoles llaman Tepeaquilla y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin, que quiere decir Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejanas tierras [...]; y ahora que está allí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe también la llaman Tonantzin tomada ocasión de los predicadores que a Nuestra Señora la Madre de Dios la llaman Tonantzin. De dónde haya nacido esta fundación de esta Tonantzin no se sabe de cierto, pero esto sabemos de cierto que el vocablo significa de su primera imposición a aquella Tonantzin antigua, y es cosa que se debía remediar porque el propio nombre de la Madre de Dios Señora Nuestra no es Tonantzin sino Dios y Nantzin; parece esta invención satánica para paliar la idolatría debajo la equivocación de este nombre Tonantzin y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.<ref>Sahagún, 1956: libro XI.</ref>}} tambien eso sale en la biblia

==Debate histórico y controversias==
{{referencias}}

La historicidad de la aparición ha sido controversial desde las primeras publicaciones del suceso en 1647, y una considerable cantidad de literatura ha sido publicada discutiendo los problemas que surgen cuando se intenta entender la aparición como un acontecimiento históricamente certero.

Un importante argumento contra la veracidad de los acontecimientos es que en el año de las apariciones, es decir, 1531, [[Juan de Zumárraga]] no era de hecho obispo de [[Nueva España]], no estaría formalmente consagrado hasta 1533, y se convirtió en arzobispo en 1547. No hay ninguna mención explícita de los escritos de Juan Diego, La Vírgen ó Zumárraga. Además, en un "catecismo" publicado en [[Nueva España]] antes de su muerte, fue indicado: "El rescatador del mundo no quiere más milagros, porque no hay los necesarios."

Tan pronto como en 1556, [[Fracisco de Bustamante]], dirigente de loa franciscanos en la colonia, deliveró un sermón antes que el Virrey y los miembros de la Real Audiencia. En ese sermón desacreditó los orígenes sagrados de la imagen y contradiciendo el sermón de dos días antes del Arzobispo Alonso de Montúfar, Bustamante indicó:

"La devoción que ha estado creciendo en nuestra iglesia dedicada a Nuestra Señora, llamada de Guadalupe, en la ciudad es gravemente perjudicial para los nativos, porque les hace creer que la imagen pintada por Marcos el indio es de cualquier forma milagrosa."

Algunos historiadores consideran que la imagen fue hecha para representear sincréticamente a la Virgen María y a la madre diosa azteca [[Tonantzin]] (Es también creído que en el Tepeyac en tiempos prehispánicos que era el sitio de adoración de la diosa), proporcionando una forma de que los españoles del siglo XVI ganaran el apoyo de la población indígena de México. Puede haber proporcionando un método a los indígenas mexicanos de siglo XVI practicar secretamente sus religiones nativas, aunque fue en lo contrario refirmado en la canonización de Juan Diego.

En 1611, el dominico [[Martín de León]], cuarto virrey de Nueva España, denunció el culto de la Vírgen de Guadalupe como una adoración disimulada de la diosa azteca [[Tonantzin]]. El misionero y antropólogo [[Bernardino de Sahagún]] apoyó la misma opinión: escribió que el santuario del Tepeyac fue extremadamente popular pero preocupante porque la gente llamaba a la Vírge de Guadalupe [[Tonantzin]]. Sahagún dijo que los adoradores afirmaron que fue propio del [[náhuatl]] para referirse a la "Madre de Dios" — pero él desacreditó diciendo que "Madre de Dios" en [[náhuatl]] sería "Dios y Nantzin."

El historiador del siglo XIX [[Joaquín García Icazbalceta]], un especialista en Fray [[Juan de Zumárraga]] fue también muy inseguro al sostener la historia de la aparición e indicó en un reporte confidencial del obispo Labastida en 1883, que nunca hubo tal persona llamada [[Juan Diego]].

Muchos historiadores y algunos clérigos, incluyendo el clérigo historiador estadounidense [[Stafford Poole]] y el antiguo abad de la [[Basílica de Guadalupe]] [[Guillermo Schulenburg]], han rechazado la veracidad de la aparición. Schulenburg causó en particular una conmoción cuando en 1996 con la revista católica Ixthus, cuando dijo que Juan Diego fue "un símbolo, no una realidad." Schulenburg no fue el primero en desacreditar el acontecimiento tradicional ni el primer católico en dejar su puesto después de su cuestionamiento de la historia de Guadalupe. En 1897, Eduardo Sánchez Camacho, obispo de [[Tamaulipas]] fue forzado a dejar su puesto después de expresar una similar opinion.

En 2002, el experto restaurador de arte José Sol Rosales dijo que examinó la imagen con [[estereomicroscopía]] e identificó [[sulfato de calcio]], ollín de pino, en colores blanco y azul, y tierras verdes (suciedad), redes hechas de [[carmín]] y otron pigmentos, también [[oro]]. Rosales dijo que encontró en el trabajo materiales y métodos consistentes con los del siglo XVI.

[[Norberto Rivera Carrera]], Arzobispo de México comisionó un estudio en 1999 acerca de la edad del [[ayate]], [[Leoncio Garza Valdés]], un pediatra y microbiólogo que había trabajado previamente en el [[Sudario de Turín]], reclamó una inspección de fotografías de la imagen, encontraron tres distintas capas de pintura, al menos una de la cual tenía iniciales pintadas sobre ella, también indicó que el pintado original mostró sorprendentes similitudes a la original [[Señora de Guadalupe]] encontrada en [[Extremadura]], [[España]], en la segunda muestra de pintura mostrando otra Vírgen con rasgos indígenas. Sin embargo no pudo citar ningún otro observador independiente que vea las mismas características. Garza Valdés también reclamó que la tela en donde fue pintada la imagen era de cáñamo e hilo, no de fibras de agave como se creía. [[Gilberto Aguirre]], un colega de Garza Valdés que llevó la pintura a estudios en 1999, examinó las mismas fotografías e indicó que, mientras estaba de acuerdo en que la pintura había sido extensamente forzada, él se opuso con las conclusiones de Garza Valdés y reclamando las condiciones de conducta del estudio fueron inadecuadas.

Varias imágenes similares han aparecido a través de la historia mexicana, en el pueblo de [[Tlaltenango]], en el estado de [[Morelos]], una pintura de Nuestra Señora de Guadalupe es reclamada que apareció milagrosamente en el interior de una caja que dos viajeros desconocidos dejaron en una residencia. Los propietarios de la residencia llamaron al padre local despues de la tentedora noticia, aromas de flores y [[sándalo]] se desprendían de la caja. La imagen ha sido venerada desde su encuentro el 8 de septiembre de 1720, y es aceptada como una aparició válida por las autoridades católicas locales

== Títulos de la Virgen de Guadalupe ==

La imagen de la Virgen de Guadalupe de México tiene varios títulos y distinciones:
*patrona de la ciudad de [[México]] ([[1737]])
*patrona de los ciudadanos de la ciudad de [[Ponce]], en [[Puerto Rico]] ([[1757]])
*patrona de la Nueva España (1746) Patronato reconocido por Roma en el año de 1754 a traves del Papa Benedicto XIV
* Coronación Pontificia de la Virgen de Guadalupe (12-oct-1895)
*patrona de [[América Latina]] ([[1945]])
*[[Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe|patrona de los estudiantes del Perú]] (1951), por el papa [[Pío XII]]
*reina de México y emperatriz de América ([[2000]]), por el papa [[Juan Pablo II]].
*Nuestra Señora de Guadalupe es tambien la patrona de una Paroqui en Rio Claro, Golfito, Puntarenas, Costa Rica, en la Diosesis de San Isidro del General.

== Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe ==

La [[Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe|basílica de Nuestra Señora de Guadalupe]] es el segundo santuario católico más visitado del mundo (después de la [[Basílica de San Pedro]] en el [[Vaticano]]), con más de 14 millones de visitantes todo el año en innumerables peregrinaciones desde todas las partes del país, aunque en 2006 superó a la Basílica de San Pedro en número de visitantes, convirtiéndose durante un año en el santuario católico más visitado del mundo.<ref>«La Basílica de Guadalupe es el santuario católico más visitado del mundo» ([http://www.eluniversal.com.mx/notas/435776.html diario ''El Universal''], 8 de julio de 2007).</ref>

El gran templo en que se venera esta imagen ha sido declarado basílica y santuario nacional por el Vaticano, siendo este recinto uno de los primeros santuarios [[Virgen María|marianos]] de América. Se encuentra en La Villa de Guadalupe (conocida popularmente como «La Villita») en el norte de la ciudad de México.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina, se encuentra la BASILICA DEL VERBO DIVINO - Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe - en el Barrio de Palermo - calle SALGUERO y MANSILLA - Paraguay 3901.



El [[santuario guadalupano]] de [[Zamora de Hidalgo|Zamora]] dedicado a [[Nuestra señora de guadalupe]] es el mas grande de mexico y el tercero en América. Ocupa el tercer lugar más visitado después de la Basílica de Guadalupe en [[México]].

== Origen del nombre Guadalupe original ==

En España existían dos avocaciones previas de la Virgen de Guadalupe, en [[Guadalupe (Cáceres)|Guadalupe]] ([[Cáceres]]) y en [[La Gomera]].

Los conquistadores conocían y veneraban a la Virgen de Guadalupe en la basílica construida en España por [[Alfonso XI]] en [[1340]].

El nombre Guadalupe (de la estatuilla [[Extremadura (España)|extremeña]] cuya copia llevaron los conquistadores a México) proviene del [[río Guadalupejo]] (nombre que viene de la unión de la palabra árabe "guada", río, y la contracción latina "lux-speculum", espejo de luz), supuestamente ocultada allí tras la invasión árabe de Hispania en el siglo VIII donde permaneció hasta su hallazgo por Gil Cordero.

== Origen de esta historia ==

El ''[[Nican Mopohua]]'' (‘aquí se narra’, en [[idioma náhuatl]]) es el título de la narración en la que se cuentan las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
El elegante y complejo texto no está escrito en un náhuatl original sino en el lenguaje reformado en los conventos jesuitas.

En la Wikipedia en náhuatl se puede apreciar el texto original del Fue impreso en [[1649]] por el bachiller criollo Luis Lasso de la Vega ([[1605]]-[[1660]]), capellán del santuario de Guadalupe. Él se lo atribuye al doctor don Antonio Valeriano de [[Azcapotzalco]] (c.&nbsp;[[1520]]&nbsp;– c.&nbsp;[[1605]]), que habría sido un indígena noble del siglo anterior (pariente de Moctezuma Xocoyotzin, noveno rey azteca), y quien como estudiante del Colegio de Santa Cruz de Santiago Tlatelolco habría sido uno de los alumnos nahuas de fray [[Bernardino de Sahagún]] ([[1499]]-[[1590]]).
Según Lasso de la Vega, el indígena Valeriano había oído la historia directamente de labios de Juan Diego (quien —según el mismo Lasso— habría fallecido en [[1548]]).

Basándose en la fecha del Primer Concilio Provincial Mexicano —que se celebró en la ciudad de México entre junio y noviembre de [[1555]]—, el historiador Edmundo O’Gorman ([[1906]]-[[1995]]) opinaba que Antonio Valeriano había escrito el ''Nican mopohua'' en [[1556]].
En ese sínodo, el arzobispo Montúfar ordenó que se examinaran las historias de los santuarios y de los iconos venerados en México, y que todos los que no tuvieran suficiente fundamento se destruyeran.
Montúfar le habría ordenado al indígena Valeriano que escribiera una historia milagrosa que legitimara en México el culto a la Virgen de Guadalupe de España (que era la devoción del arzobispado de México).

El título del libro se deriva de las dos primeras palabras del texto, impresas en gruesos caracteres en su primera publicación. Forma parte de un texto más extenso, el ''Huei tlamahuizoltica'' (‘muy maravillosamente’, que son las dos palabras iniciales del texto). Este ''Huei tlamahuizoltica'' incluye —además del ''Nican mopohua''— textos introductorios, oraciones y el ''Nican motecpana'' (‘Aquí se pone en orden’) que es la lista de algunos milagros atribuidos a la Virgen en los años que siguieron a su primera aparición.

El sacerdote católico Luis Becerra Tanco ([[siglo XVII|s. XVII]]) cuenta que en una fiesta del [[12 de diciembre]] de [[1666]] —sólo diecisiete años después de la publicación del texto náhuatl— oyó a unos indígenas que durante la danza cantaban en náhuatl cómo la Virgen María se le había aparecido al indígena Juan Diego, cómo había curado al tío de éste y cómo se había aparecido en la tilma ante el obispo.<ref>Clodomiro L. Siller Acuña: ''La evangelización guadalupana'' (pág. 3), México,&nbsp;D.&nbsp;F.: Cuadernos Estudios Indígenas n.º&nbsp;1, 1984.</ref>

La obra está escrita en fina prosa poética (''tecpiltlahtolli:'' ‘lengua noble’) y tuvo varias traducciones, siendo las más difundidas las de:

*1666: presbítero Luis Becerra Tanco
*antes de 1688: [[Fernando de Alva Ixtlilxóchitl]] (historiador y gobernador de [[Texcoco]], [[1578]]-[[1650]]) traducción parafrástica al castellano, que aparece en ''La estrella del norte de México'' (1688) del presbítero Francisco de Florencia.
*1886: presbítero Agustín de la Rosa (traducción directa del náhuatl al latín)
*1926: licenciado Primo Feliciano Velázquez
*1978: presbítero Mario Rojas Sánchez (de la diócesis de [[Huejutla]])
*1978: presbítero Ángel María Garibay Kintana ([[1892]]-[[1967]])
*1989: Guillermo Ortiz de Montellano
*2002: Miguel León-Portilla (primera traducción [[laico|laica]]).

=== Aparición ante Juan Diego y Juan Bernardino ===

Según la leyenda narrada en el ''Nican Mopohua'', la [[Virgen María]] se había manifestado un siglo antes al indígena Juan Diego, quien era originario de [[Cuautitlán]] (que pertenecía al señorío de [[Texcoco]]), y a su tío Juan Bernardino, ambos convertidos al [[cristianismo]] pocos años atrás a raíz de la conquista [[España|española]].

El ''Nican Mopohua'' dice que la Virgen le reveló el nombre «Guadalupe» a Bernardino cuando éste se encontraba enfermo de gravedad. Los críticos escépticos opinan que es imposible que la Virgen se haya nombrado a sí misma Guadalupe ante el anciano, ya que Juan Bernardino no entendía la lengua castellana traída por los españoles al Nuevo Mundo, por tanto el diálogo tuvo que haberse desarrollado en la lengua nativa, que era el [[náhuatl]] (lengua viva hablada por más de 2,5 millones de personas), en la que no existen las consonantes ''g'' ni ''d''.

Una explicación de este error podría ser que la aparición haya dicho que era la Virgen Tequatlasupe, y que —debido a que para los españoles era muy difícil de pronunciar ese nombre— los españoles la llamaron «Virgen de Guadalupe» (relacionándola con la [[Virgen de Guadalupe (España)|Virgen de Guadalupe]] [[Extremadura|extremeña]]).

El obispo de México probablemente tenía interés en que el nombre de la virgen fuera el de Guadalupe, para así contar con la simpatía de [[Hernán Cortés]], quien era devoto de la Virgen de Guadalupe —patrona de su región ([[Extremadura]], [[España]])— y que llevaba consigo una imagen de madera.

Una segunda explicación es que quizá la Virgen de Guadalupe se comunicase en el idioma nativo de Juan Diego, pero usó su nombre de Guadalupe ([[Extremadura|extremeño]] de origen árabe).

=== Otra etimología del nombre ===

Según los guadalupanos mexicanos actuales, el nombre de la Virgen mexicana de Guadalupe podría ser una deformación de un nombre original desconocido —pronunciado en [[idioma náhuatl]]— con el que el indígena Juan Diego habría mencionado a la Virgen que se le había aparecido.

Varios escritores{{citarequerida}} han tratado de identificar palabras en idioma náhuatl que suenen parecido a Guadalupe y tengan algún significado religioso, para que pudieran ser el nombre que dijo la Virgen:
*''coatlallope'': ‘la que aplasta a la serpiente’ (siendo ''coatl:'' ‘serpiente’, ''a:'' preposición y ''llope:'' ‘aplastar’).
*''tequantlanopeuh:'' ‘la que tuvo origen en la cumbre de las peñas’.
*''tequatlasupe:'' ‘la que aplasta la cabeza de la serpiente’.
*''tlecuatlahlope:'' ‘la que nos salva de ser comidos’.
*''tlecuauhtlacupeuh:'' ‘la que viene volando de la luz como el águila de fuego’.
**''cuahtlapcupeuh''.
*''tlecuauhtlapcupeuh'': ‘la que procede de la región de la luz como el águila de fuego’.

=== El mito ===

El ''Nican Mopohua'' dice que uno de los testigos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe fue fray [[Juan de Zumárraga]], primer obispo de la ciudad de [[México,&nbsp;D.&nbsp;F.]].

La [[Virgen María]], en su advocación de Virgen de Guadalupe, se apareció en varias ocasiones ante el converso mexica [[Juan Diego Cuauhtlatoatzin]] el sábado [[9 de diciembre]] de [[1531]] en el cerro del [[Tepeyac]] y le pidió que fuera en busca del obispo y le dijera que ella solicitaba la creación de un templo en ese lugar.
El indígena fue en busca de fray [[Juan de Zumárraga]] para contarle de la solicitud de la virgen, pero fray Juan no creyó en las apariciones, pues este tipo de historias de apariciones espirituales era común, así que le pidió una prueba.

En respuesta a la petición del obispo, la Virgen pidió al indígena que, como pudiera, cortara unas [[rosa de Castilla|rosas de Castilla]] de la cumbre del cerro y se las llevara al obispo (En ese tiempo era invierno y la zona del cerro era una zona árida, no apta para el crecimiento de flores como las rosas). El indígena obedeció y guardó las rosas dentro de su tilma o ayate. Juan Diego bajó del cerro y pidió una audiencia ante el obispo para mostrarle la prueba. Al llegar donde estaba el obispo, el indio estiró su ayate para tender las rosas sobre la mesa. Sobre el ayate aparece la imagen estilizada (claramente artística, no fotográfica) de la Virgen de Guadalupe. La prueba para el fraile no fueron solamente las rosas, sino el milagro de la pintura de la Virgen de Guadalupe sobre el ayate.

La imagen que hoy en día conocemos sería la misma que la de ese día del año 1531.

=== Sincretismo ===

El culto a la Virgen de Guadalupe podría ser un [[sincretismo]] con la diosa [[mexica]] [[Tonantzin]] (que significa ‘nuestra madre’), la diosa de la muerte; la cual se sabe que los [[mexicas]] veneraban en ese mismo cerro del [[Tepeyac]].

Fray Bernardino de Sahagún lo menciona en uno de sus textos:

{{cita|Cerca de los montes hay tres ó cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeacac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe. En este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los Dioses, que ellos la llamaban Tonantzin, que quiere decir nuestra madre. Allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas estas comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas.|Fray [[Bernardino de Sahagún]]}}

En los escritos de Puebla (que se utilizaron para probar la santidad del indio Juan Diego) se eliminó —quizá deliberadamente, para evitar controversias acerca del sincretismo que se estaba realizando— el siguiente párrafo:

{{cita|Era grande el concurso de gente en estos días; y todos decían «vamos a la fiesta de Tonantzin»; y ahora que está allí edificada la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomando ocasión de los predicadores, que a Nuestra Señora la Madre de Dios la llaman Tonantzin. De dónde haya nacido esta fundación de esta Tonantzin no se sabe de cierto; pero esto sabemos de cierto, que el vocablo significa de su primera imposición a aquella Tonantzin antigua; y es cosa que se deberá remediar porque el propio nombre de la Madre de Dios, Señora nuestra, no es Tonantzin sino Dios y Nantzin. Parece esta invención satánica para paliar la idolatría debajo la equivocación de este nombre Tonantzin y vienen ahora á visitar á esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como antes; la cual devoción también es sospechosa porque en todas partes hay muchas Iglesias de Nuestra Señora y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.|Fray [[Bernardino de Sahagún]]}}<!--

==Los mensajes==
{{referencias}}

La primera consecuencia que tuvo el milagro fue la evangelización, según se cuenta, de 25 millones de indígenas. Pueden haber sido un poco más, un poco menos, pero la cifra sigue siendo gigantesca igual. Más sabiendo que en la década que habia transcurrido solo habían abrazado la fe católica un puñado de indígenas. Ahora la pregunta que seguramente nos haremos es: ¿cómo? Bueno, razonando uno se da cuenta que los indígenas no sabían de los milagros en la imagen que en este último siglo varios científicos descubrieron. Además debemso recordar que en si mismos, eran personas cuya inocencia era tal que a la llegada de los españoles fueron deslumbrados con simples espejos. Pero la pintura tambien muestra otra cara.
Los aztecas no poseían un lenguaje alfabético como nosotros, sino que utilizaban símbolos. Eran muy minuciosos en su simbología. El tamaño de los símbolos, el color, la dirección, podian hacer cambiar totalmente el significado del mismo. La imagen de la Virgen de Guadalupe posee muchos símbolos, muchísimos. Estos fueron los que les dieron a entender a los indígenas quién era la Virgen María. Se mencionarán algunos a continuación:

A)La Virgen posee una túnica color turquesa. El turquesa era para los aztecas un color que sólo las personas de los más altos rangos podían usar. De ahí el significado de la Virgen de una persona noble, real.

B)La Virgen lleva el cabello suelto. Era propio de la costumbre azteca que las mujeres vírgenes usaran el cabello suelto. Con eso se entendía que María era virgen.{{cita requerida}}

C)Posee una cinta negra alrededor del vientre. Esto significaba en la costumbre azteca que la mujer estaba embarazada. María estaba embarazada del niño Jesús.

D)La túnica rosa posee símbolos. Hay uno en especial que no se repite en ningún otro lado. Se encuentra en el vientre de María (esta abajo de las tiras negras de la cinta negra), y es una flor. Si uno se fija, esa flor es un jazmín. El jazmín tiene cuatro pétalos y un centro. Para los aztecas, la flor del jazmín significaba, por asi decirlo, todo. Cada pétalo apunta el sur, norte, este y oeste. Y el centro apunta para arriba, el quinto 'hemisferio', donde para ellos habitaban los dioses. Bueno, el jazmín esta en el vientre, asi que hace referencia al niño que va a nacer, Jesús, el que sería el Rey de todo el Universo. A este símbolo se le conoce con el nombre de '''Nahui Ollin'''.

E)Si se fijan bien, abajo del vestido de María sobresale una parte del zapato. En verdad eso es una bota. En la cultura azteca, los bailarines usaban botas. Y ellos acostumbraban no solamente a rezar con palabras, sino bailando. Era un rezo con todo el cuerpo, completo digamos (lo mismo hacen las tribus africanas, y los mismos judíos lo hacían). Si se fijan bien, van a ver que la pierna izquierda de la Virgen María esta como un poco inclinada. Es decir, la virgen esta bailando. Que significa esto? que la Virgen esta adorando a Dios. Con esto se anula la idea de que la Virgen sea una diosa, porque los dioses no se alaban entre si.

F)El niño de abajo en una representación de Juan Diego. Es típica la imagen de la Virgen pisando a una serpiente, queriendo simbolizar que esta venciendo el mal. Bueno, el problema era que para los aztecas la serpiente era un animal sagrado. Significaba sabiduría. Y si aparecía la Virgen pisando una serpiente, iba a ver un choque de culturas. Entonces es así como que aparece el diablo, el mal, representado en un ángel. Fíjense que el propio diablo tiene cuerpo de niño y una cara más vieja. Esto significaba, como ustedes pueden imaginar, que la Virgen vencía al mal.

G)Sabrán ustedes que los aztecas eran un pueblo muy militar. Las dos órdenes militares mas poderosas eran los águilas y los jaguares. Estas dos ordenes aparecen en María. La de los águilas aparece en las alas del diablo, esas son alas de águila. Después, para los aztecas, el cielo nocturno con las estrellas era una gran piel de jaguar. Entonces la orden de los jaguares aparece en el manto turquesa de la Virgen María.

H)Luego, el color de la cara de la Virgen es mas bien mestizo. Lo que impulsa la Virgen entonces es el futuro mestizaje de lo que va a ser luego el pueblo latinoamericano. Propone que las dos culturas se mezclen y crezcan juntas. Que de hecho así pasó. Además, se cree que la propia Virgen tuvo ese color marroncito en la piel, porque en general la gente de la zona de Judea eran y son mas bien morochitos. Jesús igual..

I) Con relacion a lo anterior, también se puede ver que las manos de la Virgen son de diferente color (no se nota muy bien en la imagen que les pasé). Pero la mano izquierda es un poco mas oscura que la mano blanca derecha de la virgen. Tiene el mismo significado que el punto anterior: la union de los pueblos.

J)Después esta el tema que aparece el sol, la luna y las estrellas. Esto era increíble para los aztecas, porque para ellos estos tres cuerpos no podian coexistir pacíficamente juntos. El significado es que la Virgen trae orden y paz al universo.

K) Por último está el tema de que la Virgen se para sobre la luna. La palabra Mexica significa en la lengua azteca ''ombligo de la luna''. Con esto la Virgen quiere decir que se quiere quedar en México.

Cabe dar el dato, sea de paso, de que antes, en los doce años en que los españoles habian conquistado y gobernado la ciudad de México y alrededores, solamente un centenar de indígenas habian abrazado la religión creyente. Después de el milagro, se calcula que más o menos en un lapso sorprendentemente menor que los doce años, veinticinco millones (25.000.000) de indígenas se convirtieron a la nueva fe católica.

==Partes de la imagen==
===Los ojos===

Según varios estudiosos y hombres de ciencia que han inspeccionado la imagen se reflejan, en ambos ojos y en ubicación precisa en que reflejarían en un ojo humano vivo, algunas figuras extensivamente analizadas y parecen corresponder a la forma y tamaño de figuras humanas localizadas enfrente de la imagen el día que fue presentada la tilma ante el obispo. En 1929, Alfonso Marcué, quien era el fotógrafo oficial de la antigua Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, descubrió lo que parecía una clara imagen de un hombre con barba reflejada en el ojo derecho de la Virgen.

Mas de 20 años después, el 29 de mayo de 1951, el dibujante mexicano José Carlos Salinas Chávez, redescubre la imagen de lo que parece ser un busto humano reflejado en el ojo derecho de la Virgen y también en el ojo izquierdo. Desde entonces, mucha gente ha tenido la oportunidad de inspeccionar de cerca los ojos de la Virgen en la tilma, incluyendo mas de 20 médicos oftalmólogos.

El primer reporte médico sobre los ojos de la imagen fue emitido por el prestigioso médico oftalmólogo mexicano Dr. Javier Torroella Bueno, el 27 de marzo de 1956, certificando la presencia del triple reflejo (Efecto de Samson-Purkinje) característico de todo ojo humano normal vivo y afirma que las imágenes resultantes se ubican exactamente según el citado efecto. Ese mismo año, el Dr. Rafael Torrija Lavoignet, examinó con mas detenimiento utilizando un oftalmoscopio y reportando las coincidencias anteriores notando además una inexplicable apariencia «viva» de los ojos al ser examinados. Otras inspecciones han sido realizadas por médicos oftalmólogos y con mayores o menores detalles todas concuerdan en general con las dos primeras.

Una nueva y fascinante clase de estudio y análisis comenzó en 1979, por el Dr. José Aste Tonsmann, un graduado de la Universidad de Cornell trabajando para IBM en procesamiento digital de imágenes, al digitalizar en altas resoluciónes la cara de la Virgen tomada directamente de la tilma original.

El Dr. Aste Tonsmann publicó sus últimos estudios efectuados con completos detalles y fotografías. Quizás uno de los aspectos mas fascinantes de su trabajo es su opinión de que no solo dejara su imagen impresa como prueba de su aparición al pueblo mexicano sino también ciertos mensajes que permanecieran escondidos en sus ojos para ser revelados cuando la tecnología permitiese descubrirlos y en el tiempo en que fueran mas necesarios, otra explicación es la presencia de pareidolias.

===Las manos===

En la tilma de la imagen de la Virgen de Guadalupe, sus manos están juntas en señal del recogimiento de la Virgen en profunda oración. Su mano izquierda es morena y llena, mientras que la derecha es más blanca y estilizada, pudiendo simbolizar la unión de dos razas distintas, la nativa americana y los europeos.

===El vientre===

Su imagen lleva el cabello suelto, lo que entre los [[azteca]]s era señal de una mujer embarazada.{{cita requerida}} (aunque poco más arriba dice que era propio de la costumbre azteca que usaran el cabello suelto las mujeres vírgenes).
Su gravidez se confirma por la forma aumentada de su abdomen, donde destaca una mayor prominencia vertical que transversal, correspondiendo a un embarazo casi en su última etapa. El cinto oscuro que lleva en sus manos marca también el embarazo de la Virgen. Se ubica arriba del vientre y cae en dos extremos trapezoidales, que en el mundo náhuatl representaban el fin de un ciclo y el nacimiento de una nueva era. En la imagen simboliza que con Jesucristo se inicia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo, el cual está representado por una flor de cuatro pétalos llamada ''[[nahui ollin]]''.

===El aura===

La Virgen está rodeada de rayos de luz que le forman un halo dorado, o aura. El mensaje trasmitido es que ella es la madre de la luz, del sol, del niño sol, es decir del Dios grande y verdadero, y ella lo hace descender hacia el «ombligo de la luna» para que ahí nazca, alumbre y dé vida.

===Las estrellas del manto===

Se afirman que una posible prueba de la autenticidad de la tilma son las [[cuarenta y seis|46]] estrellas en su manto, las cuales no están puestas al azar, sino que corresponden a la posición de las constelaciones en el cielo del solsticio de invierno de [[1531]] (año de las apariciones).{{cita requerida}}

Si embargo un análisis sencillo demuestra que esa correspondencia no existe.[http://cortedelosmilagros.blogspot.com/2008/12/las-estrellas-del-manto-de-la-virgen-de.html] De hecho la distribución de las estrellas obedece a una simple distribución artistica.

== La Virgen de Guadalupe en la historia de México ==

La Virgen María de Guadalupe ha tenido un lugar importante en la historia de México, desde un poco después de la [[Conquista de México]], hasta nuestros días.

=== Independencia ===

Los Guadalupes, una sociedad secreta impulsada por los ideales liberales insurgentes, toman su nombre en honor de la Virgen de Guadalupe como símbolo de unidad nacional. Fueron los principales precursores de la Independencia de México.
El movimiento de independencia de México tuvo como primer estandarte la Virgen de Guadalupe. En su camino de [[Dolores Hidalgo (Guanajuato)|Dolores]] a [[San Miguel de Allende (Guanajuato)|San Miguel el Grande]] [[Miguel Hidalgo y Costilla]] se detuvo a orar en la iglesia de [[Atotonilco (Guanajuato)]] mientras sus seiscientos hombres esperaban en el atrio. Al salir enarboló la única imagen capaz de unir al pueblo para la empresa de la Independencia Nacional. La inscripción que se puso en las banderas de la revolución fue «Viva la religión. Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Viva [[Fernando VII]]. Viva la América y muera el mal gobierno».

El [[11 de marzo]] de [[1813]], desde [[Ometepec (Guerrero)]], expide [[José María Morelos]] un decreto exaltando a la Guadalupana, «para que sea honrada y todo varón declare ser devoto de la Santa Imagen, soldado y defensor de la Patria» y dos años después pediría como última concesión ir a orar a la virgen antes de ser ejecutado en [[Ecatepec de Morelos|Ecatepec]] en [[1815]].<ref>
{{cita libro
|autor=Lucas Alamán
|título=Historia de México, desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1808 hasta la época presente
|año=1849
| editorial = Imprenta de J.&nbsp;M. Lara
|id=ISBN
}}
</ref>

=== Primer Imperio de México ===

[[Agustín de Iturbide|Agustín I]] de México crea la ''Orden Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe''.
A la muerte del emperador, en el otoño de [[1821]] cayó en desuso.

=== México independiente ===

*[[Guadalupe Victoria|Manuel Félix Fernández]] acampaba a un lado del arroyo en la Sierra Mixteca. Uno de sus hombres se atrevió a bajar hasta el agua y fue abatido por los arcabuces enemigos. El bravo general arrojó su sable a la otra orilla y gritó: «Va mi espada en prenda, voy por ella». Toda la tropa lo siguió hasta la victoria y él, agradecido, cambió su nombre por [[Guadalupe Victoria]] en agradecimiento a la Virgen por la victoria concedida. Posteriormente sería el primer presidente de México.
*Otro presidente, el general [[Vicente Guerrero]], peregrinó a Guadalupe para depositar personalmente a los pies de la Virgen las banderas y trofeos ganados a Barradas.
*[[Antonio López de Santa Anna]], Reactiva 30 años después de su fundación la ''Orden Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe'' y consiguió el reconocimiento de la [[iglesia católica]] en [[1854]] por disposición del Papa [[Pío IX]]. Ese mismo año volvió a caer en desuso con el triunfo de la [[Revolución de Ayutla]].
*[[Ignacio Manuel Altamirano]], en su libro: ''Pasajes y leyendas y costumbres de México'', cuenta del presidente, general [[Juan Álvarez]], antiguo insurgente, que «...hizo su peregrinación oficial a la Villa de Guadalupe», y repite la misma frase hablando del general [[Ignacio Comonfort]], también presidente de México.
*El licenciado [[Benito Juárez]], presidente de la República, expide inteligentemente un decreto el 11 de agosto de 1859 por el que se declara día festivo el [[12 de diciembre]], y [[Sebastián Lerdo de Tejada]], Ministro de Justicia, Relaciones y Gobernación, comenta este hecho llamando «intocable» a la fecha guadalupana. Ambos sucesos se realizaron con fines sociopolíticos, más que religiosos.
*[[Valentín Gómez Farías]] encabeza una moción para «entronizar en el Congreso Nacional a Nuestra Santísima Madre de Guadalupe»

=== Segundo Imperio de México ===

[[Maximiliano I de México|Maximiliano I]] crea la Orden de Guadalupe una de las [[órdenes imperiales de México]] (originalmente ''Orden Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe''), conocida oficialmente en el imperio como ''Orden Imperial de Nuestra Señora de Guadalupe''

=== Siglo XX ===

*El licenciado Manuel Garibi Tortoler cuenta que cuando se dio la orden de expulsar de México al general [[Plutarco Elías Calles]] (presidente de la República y fundador del [[Banco de México]]), los comisionados para ejecutar la orden lo sorprendieron durmiendo; en la mesa de noche, junto a su lecho, encontraron una imagen de la Virgen de Guadalupe y una lámpara encendida ante ella sin embargo se cuenta que lo que hacía era leer el libro "Mi Lucha" de Adolfo Hitler.
*El entonces presidente de México [[Adolfo López Mateos]] ([[1958]]-[[1964]]) fue cuestionado en una gira por Venezuela por una periodista quien le preguntó si la imagen de la Virgen de Guadalupe iba a formar parte del intercambio cultural México-Venezuela y la respuesta del presidente mexicano fue: «La imagen de la Virgen de Guadalupe no está sujeta a intercambio alguno, la imagen pertenece al pueblo creyente de México»; en rueda de prensa en [[Río de Janeiro (ciudad)|Río de Janeiro]], afirmó: «La imagen de la Virgen de Guadalupe no es considerada una obra pictórica porque las manos que la pintaron no son de este mundo..., es sin duda la más valiosa reliquia del género religioso que existe en México».
*En el año 2000, el entonces presidente electo [[Vicente Fox Quesada]] al conocer el resultado de las elecciones levantó un estandarte de la Virgen de Guadalupe, así mismo visitó la Basílica de Guadalupe en los días posteriores, hecho que molestó a no creyentes y a grupos masónicos, además de violar la ley al participar en actividades religiosas como representante de Ejecutivo.

== Canonización de Juan Diego ==

[[Archivo:Codice1548 chico.jpg|thumb|300px|El ''Códice Escalada''.]]
En 1998, la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos decidió crear una comisión histórica para investigar la existencia histórica de [[Juan Diego Cuauhtlatoatzi|Juan Diego]]. Esta comisión encontró en la tradición oral indígena, decisiva en cualquier estudio de los pueblos mexicanos, y en algunos documentos como el llamado ''Códice Escalada'', fundamentos suficientes para afirmar la historicidad del indígena.

En el año 2002 el papa [[Juan Pablo II]] canonizó a Juan Diego.

== Controversia a favor y en contra ==
{{referencias}}

=== Guadalupanos anti-aparicionistas ===

Existen algunas opiniones contrarias, dentro de la misma Religión Católica.

En [[1995]], Guillermo Schulenburg ([[abad]]-director de la [[Basílica de Guadalupe]]) declaró a la revista católica mexicana ''Ixtus'' lo siguiente:<ref>Estas críticas declaraciones del abad Schulenburg (que le valieron la expulsión de la jefatura de la basílica) se publicaron en la revista mexicana católica ''Ixtus'', n.º&nbsp;15, en invierno de 1995.</ref>
:'''Ixtus''': ¿Existió [[Juan Diego]]?
:'''Schulenburg''': No. Es un símbolo, no una realidad.
:'''Ixtus''': ¿Entonces cómo encaja la beatificación que de él hizo el papa?
:'''Schulenburg''': Esa beatificación es un reconocimiento de culto, no es un reconocimiento de la existencia física y real del personaje; por lo mismo, no es propiamente una beatificación.

Semanas después de esta serie de declaraciones, Schulenburg tuvo que renunciar a su cargo de abad de la [[Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe|basílica de Guadalupe]] (habiendo ejercido el cargo por más de treinta años).<ref>[http://www.jornada.unam.mx/1996/09/07/lellega.txt.html Jornada.UNAM.mx]</ref>

=== Tela de maguey milagroso ===
[[Archivo:Virginmaguey2.jpg|thumb|200px|Los fieles guadalupanos creen que la tela milagrosa está hecha de maguey.]]

El primer estudio de la tela se remonta al año 1666. Algunos pintores de aquel tiempo obtuvieron el permiso para examinar atentamente la tilma y con sorpresa constataron que la pintura no tenía una preparación de fondo y por lo tanto era imposible pensar que la imagen hubiera sido pintada al óleo o al temple. Además, el agave, del que estaba hecha la tilma, es un material extremadamente deteriorable. Expuesto, sin ningún tipo de protección, en un lugar donde el clima húmedo, rico de partículas de salitre, podía corroer incluso el hierro, se habría estropeado en pocos años. En cambio, cuando se hicieron esas investigaciones ya habían pasado 135 años y aquel agave estaba intacto. Esta observación se ha hecho en todas las otras investigaciones científicas sucesivas, quedando siempre sin respuesta. Es una interrogante que se nos plantea también hoy día: ese agave es el único que existe en el mundo que después de 461 años está aún intacto.

La Iglesia Católica{{citarequerida}}<!--¿quién? Aportar nombres--> argumenta que la tela del ayate sobre el que está la imagen de la Virgen es de fibra vegetal de maguey. Por su naturaleza, esta fibra se descompone por putrefacción en mucho menos de medio siglo. Así ha sucedido con varias reproducciones de la imagen que se han fabricado con tejido de maguey. El ayate, sin embargo, ha resistido más de 470 años.

== La fiesta de Guadalupe ==

La fiesta de la Virgen se celebra el [[12 de diciembre]].
La noche del día anterior, las iglesias en todo lo ancho y largo del país se colman de fieles para celebrar una fiesta a la que llaman «las mañanitas a la Guadalupana» o serenata a la Virgen.
El santuario de Guadalupe, ubicado en el cerro del [[Tepeyac]] en la [[México,&nbsp;D.&nbsp;F.|ciudad de México]], es visitado ese día por más de 5&nbsp;millones de personas.

Se tiene por costumbre que tales peregrinaciones no sólo incluyan fieles y organizadores, sino danzantes llamados [[matachín|matachines]], quienes lideran las procesiones hasta llegar a la basílica.

== Lugares de veneración ==

[[Archivo:Basilica de Guadalupe Monterrey 28.jpg|thumb|250px|Comercios alrededor de la iglesia de Guadalupe, en [[Monterrey (México)]].]]
*[[Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe]] (el principal, en la [[Ciudad de México]], [[D. F.]]).
*Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (en [[Guadalajara, Jalisco]], México).
*[[Basílica de Guadalupe (Monterrey)|Basílica de Guadalupe]] (en [[Monterrey]], México).
*[[Santuario guadalupano]] (catedral nueva, en [[Zamora (Michoacán)|Zamora]], México).
*Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (en [[San Luis Potosí]], México)
*Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe (en [[Matehuala (San Luis Potosí)|Matehuala]], México)
*Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe ([[Pachuca Hidalgo]], México)
*Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe (en Victoria de Durango, [[Durango]], Mexico)
*Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, (en [[Tijuana (Baja California)|Tijuana]], México)
*Santuario Guadalupano de San Cristóbal (en [[Mérida (Yucatán)|Mérida]], México).
*Parroquia de La Ermita de Jesús (en [[laureles(Medellín)|Antioquia]], Colombia).
*Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en ([[Tuxtla Gutiérrez (Chiapas)|Tuxtla Gutiérrez]], México)

*[[Catedral de Ponce|Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe]] (en [[Ponce]], [[Puerto Rico]]).
*[http://www.elcarrizal.trimilenio.net Santuario Nacional Guadalupano] (en [[El Carrizal]], [[Venezuela]]).
*Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (en [[Santa Fe]], Argentina)
*Convento franciscano de guadalupe (en Guadalupe, [[Zacatecas]], México)
*Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (Via Aurelia. Roma, Italia)
*Santuario de Guadalupe (Ciudad de Guatemala)
*Capilla de la Virgen de Guadalupe ([[Sucre]], [[Bolivia]])
*Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe (en [[Tierra Colorada]] ([[Juan R. Escudero]]) [[Guerrero]], Mexico)
*Parroquia de Nuertra Señora de Guadalupe (en [[Puerto Vallarta]] Jalisco, Mexico)
*Basílica Nuestra Señora de Guadalupe (en [[San Salvador]], El Salvador)

== Véase también ==

*[[Juan de Zumárraga]]
*[[Juan Diego Cuauhtlatoatzin]]
*[[Movimiento de Amor San Juan Diego]]
*[[Guadalupe (Cáceres)]]
*[[Virgen de Guadalupe (España)]]
*[[Virgen de la Candelaria]], segunda advocación mariana más venerada en América tras Guadalupe.

== Notas ==
{{Listaref|2}}

== Bibliografía ==

* (1556); <span style="font-variant:small-caps">''Información</span> que el señor Arzobispo de México D. Fray Alonso de Montúfar mandó practicar sobre un sermón que el 8 de septiembre de 1556 predicó fray Francisco de Bustamante acerca del culto de nuestra señora de Guadalupe'', versión paleográfica en línea de Fidel de Jesús Chauvet, http://www.proyectoguadalupe.com/documentos/infor_1556.html, consultada el 17 de diciembre de 2008.
*<span style="font-variant:small-caps">Chávez</span>, Eduardo: ''La verdad de Guadalupe''. México: Ediciones Ruz, 2009.
*<span style="font-variant:small-caps">Chimalpahin Quauhtlehuanitzin</span>, Domingo Francisco de San Antón Munón (1965): ''[[Relaciones originales de Chalco-Amaquemecan]]'', Fondo de Cultura Económica, México.
*<span style="font-variant:small-caps">De Sahagún</span>, Bernardino (1956): ''[[Historia general de las cosas de la Nueva España]]'', Porrúa, México.
*<span style="font-variant:small-caps">Escalada</span>, Xavier: ''Enciclopedia guadalupana'' (5 tomos). México: Enciclopedia Guadalupana AC.
*<span style="font-variant:small-caps">Galera Lamadrid</span>, Jesús: ''[[Nican Mopohua]], breve análisis literario e histórico''. México: Porrúa, 2001.
*<span style="font-variant:small-caps">Gamboa Ojeda</span>, Leticia (2004), "Reseña a ''La Virgen de Guadalupe. Imagen y tradición'', de David Brading", en '' Historia Mexicana'', LII(''2''), pp. 546-551.
*<span style="font-variant:small-caps">González de Alba</span>, Luis (s/f), "La Virgen Guadalupana, contradicción permanente", en ''Razonamientos'', (''3''), versión en internet http://amer.humanists.net/virgen.html, consultada el 17 de diciembre de 2008.
*<span style="font-variant:small-caps">Gruzinsky</span>, Serge (1994), ''La guerra de la imágenes. De Cristóbal Colón a "Blade Runner"'', Fondo de Cultura Económica, México.
*<span style="font-variant:small-caps">León-Portilla</span>, Miguel: ''Tonantzín Guadalupe, Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el “Nican mopohua”''. México: Fondo de Cultura Económica, 2000.
*<span style="font-variant:small-caps">Siller Acuña</span>, Clodomiro L.: ''La evangelización guadalupana''. México,&nbsp;D.&nbsp;F.: Cuadernos Estudios Indígenas n.º&nbsp;1, 1984.
*<span style="font-variant:small-caps">Velázquez</span>, Primo Feliciano: ''La aparición de Santa María de Guadalupe''. México: Jus, 1931.

== Enlaces externos ==

{{commons|Our Lady of Guadalupe}}

=== Enlaces de carácter religioso ===

*[http://www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/boletineclesiastico/2001/enero2001/lacienciaante.html ArquidiocesisGDL.org.mx] (la ciencia ante el misterio de los ojos de la imagen).
*[http://www.guadalupelaermita.org.html](Parroquia de La Ermita de Jesús).
*[http://es.catholic.net/hispanoscatolicosenestadosunidos/589/1484/articulo.php?id=12567 Es.Catholic.net] (católicos en EE.&nbsp;UU.).
*[http://guadalupana.luxdomini.com/ Guadalupana.LuxDomini.com] (estudio histórico de la Virgen de Guadalupe).
*[http://www.oracionesydevociones.info/01900000_conf_19_v-guadalupe.htm OracionesYDevociones.info] (estudio del misterio de la Virgen de Guadalupe mexicana).
*[http://www.sancta.org/videos_s.html sancta.org/videos_s.html] (videos del «misterio» de los ojos de Guadalupe, por el Dr. Aste Tonsmann).
*[http://www.sanjuandiego.net/estudios/estrellas.htm SanJuanDiego.net] (estudio de las constelaciones griegas que aparecerían en el manto de la Virgen).
*[http://www.youtube.com/watch?v=QqKJ2GTXWH4 Tráiler de ''Guadalupe, la película'']
*[http://www.virgendeguadalupe.org.mx VirgenDeGuadalupe.org.mx] (sitio web oficial de la basílica de Santa María de Guadalupe]
*[http://gloria.tv/?media=3615(VÍDEO) Discovery Channel, Guadalupe entre la fe y la razón]
*[http://www.lugaresdemexico.com/santuario-desierto.html Lugares de México, Santuario del Desierto de nuestra señora de Guadalupe, San Luis Potosí]

[[Categoría:Advocaciones marianas]]
[[Categoría:Advocaciones marianas de México]]

[[ar:السيدة غوادالوبي]]
[[cs:Panna Maria Guadalupská]]
[[de:Guadalupe (Mexiko)]]
[[en:Our Lady of Guadalupe]]
[[fi:Guadalupen neitsyt]]
[[fr:Notre-Dame de Guadalupe]]
[[hu:Guadalupei Szűzanya]]
[[id:Bunda dari Guadalupe]]
[[it:Nostra Signora di Guadalupe]]
[[ja:グアダルーペの聖母]]
[[ko:과달루페의 성모]]
[[lt:Gvadalupės mergelė]]
[[nah:Nicān Mopōhua]]
[[nl:Onze-Lieve-Vrouw van Guadalupe]]
[[pl:Matka Boża z Guadalupe]]
[[pt:Nossa Senhora de Guadalupe]]
[[simple:Our Lady of Guadalupe]]
[[sq:Zoja e Guadalupës]]
[[sv:Vår Fru av Guadalupe]]
[[tl:Birhen ng Guadalupe]]

Revisión del 03:27 30 sep 2009

Nuestra Señora de Guadalupe
273px
Reina de México y Emperatriz de América
Origen
Santuario Basílica de Guadalupe
Datos generales
Veneración Iglesia Católica
Festividad 12 de diciembre
Patrona de América, México y Filipinas

Nuestra Señora de Guadalupe es una advocación mariana de la religión católica, cuya imagen se venera en la Basílica de Guadalupe, en el norte de la Ciudad de México.

De acuerdo con el canon católico, la Virgen de Guadalupe se apareció cuatro veces a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac. Tras una cuarta aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga. Juan Diego llevaba en su ayate unas rosas —flores que no son nativas de México y tampoco prosperan en la aridez del Tepeyac— que cortó en el Tepeyac, según la orden de la Virgen. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena y con rasgos indígenas. Las mariofanías habrían tenido lugar en 1531, ocurriendo la última el 12 de diciembre de ese mismo año, aunque el relato canónico de las apariciones del Tepeyac —el Nican mopohua— fue publicado en 1649 en el marco de un resurgimiento del culto a la imagen guadalupana que se encontraba en retroceso desde principio del siglo XVIII.

Origen del culto a la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac

El Tepeyac era el centro del culto a la diosa de la tierra antes de la llegada de los españoles. En la imagen, la más famosa efigie de Coatlicue, procedente del Templo Mayor de Tenochtitlan. Cultura mexica, Posclásico Tardío (ss. XII-XV).

Desde la época prehispánica, el Tepeyac había sido un centro de devoción religiosa para los habitantes del valle de México. En esta eminencia geográfica localizada en lo que fuera la ribera occidental del lago de Texcoco se encontraba el santuario más importante de la divinidad nahua de la tierra y la fertilidad. Esta diosa era llamada Coatlicue (del náhuatl: cóatl-cuéitl ‘Señora de la falda de serpientes’), que por otros nombres también fue conocida como Teteoinan (del náhuatl: téotl-nan ‘dios-madre’‘Madre de los dioses’) o Tonantzin (del náhuatl: to-nan-tzin ‘Nuestra venerable madrecita’). El templo de Tonantzin Coatlicue fue destruido completamente como resultado de la Conquista. Conocedores de la importancia religiosa del santuario indígena del Tepeyac, los franciscanos decidieron mantener en el lugar una pequeña ermita. La decisión de mantener una ermita ocurrió en el marco de una intensa campaña de destrucción de las imágenes de los dioses mesoamericanos, a los que se veía como una amenaza para la correcta cristianización de los indígenas.[1]​ Uno de los primeros registros sobre la existencia de la ermita corresponde a la década de 1530. Al templo se dirigían los indígenas siguiendo la tradición prehispánica. Dos décadas más tarde, no sólo los indígenas acudían a la ermita del Tepeyac a rendir culto a una imagen —"pintada", de acuerdo con los documentos de la época— de la Virgen María: la devoción hacia la imagen se había extendido entre los criollos hacia la mitad del siglo XVI.

Canónicamente, la aparición de la imagen de la Virgen de Guadalupe se ubica en el año 1531, menos de medio siglo después de la caída de México-Tenochtitlan en manos de los españoles. Esta fecha aparece registrada en el Nican mopohua, uno de los capítulos que integran el Huei tlamahuizoltica, obra en lengua náhuatl que la tradición ha querido atribuir al indígena Antonio Valeriano pero que en realidad fue escrita por Luis Lasso de la Vega.[2]​ Sin embargo, es posible que la imagen que se veneraba en 1530 no sea la imagen mariana que se encuentra en la actualidad en el altar mayor del santuario del Tepeyac. La falta de documentos de la época dificultan el esclarecimiento de la historia de la aparición de la imagen de la Virgen en la ermita, aunque resulta bastante plausible que el arzobispo Alonso de Montúfar haya participado decisivamente en el hecho. En 1555, Montúfar había ordenado la remodelación de la ermita y la confió al clero secular. Quizá en este mismo episodio ocurrió la sustitución de la imagen antigua por la que se conoce en el presente.[3]​ Los primeros registros de la aparición de la imagen mariana en la ermita corresponden precisamente a los años de 1555 y 1556. Entre otros testimonios tempranos del suceso se encuentran los Diarios de Juan Bautista y los Anales de México y sus alrededores. El primer documentos afirma que "en el año de 1555 fue cuando se apareció Santa María de Guadalupe, allá en Tepeyacac",[4]​ mientras que los Anales ubican el suceso un año más tarde: "1556 XII Pedernal: descendió la Señora a Tepeyácac; en el mismo tiempo humeó la estrella".[5]​ Años más tarde, el chalca Domingo Francisco Chimalpahin Quauhtlehuanitzin recogería los primeros documentos en sus Relaciones de Chalco, en los cuales ubica el suceso en 1556:

Año 12-Pedernal, 1556 años. Iba quedando bien doblado y fuerte el muro de piedra que daría la vuelta a toda la ciudad de México. Para la obra hicieron reunir a toda la gente de todos los pueblos del rumbo, por orden de los jefes y según disposiciones de don Luis de Velasco, Visurrey. Así pudo terminarse la muralla. También entonces ocurrió la aparición, dicho sea con respeto, de nuestra querida madre, Sancta María de Guadalupe en el Tepeyácac.[6]

La imagen del Tepeyac siguió siendo llamada Tonantzin por los indígenas nahuas que acudían al santuario en romería. El nombre resultaba conveniente a los propósitos de la religión católica, en cuya doctrina María es la Madre de Dios, pero también es intercesora de los pecadores ante la divinidad. Cuando los españoles y criollos se apropiaron del culto, rebautizaron a la imagen con el nombre de Guadalupe, que obviamente hace alusión a la efigie de la Virgen que se venera en Extremadura.[7]

Al fortalecimiento del culto a la Virgen del Tepeyac contribuyó de manera decisiva la realización del Primer Concilio mexicano, que se celebró en la Ciudad de México entre el 29 de junio y el 7 de noviembre de 1555. El concilio fue organizado por el arzobispo Alonso de Montúfar y reunió a numerosos representantes de las órdenes monásticas de la Nueva España, entre ellos al franciscano Pedro de Gante; así como a los obispos Martín Sarmiento de Hojacastro (Tlaxcala), Tomás de Casillas (Chiapas), Juan López de Zárate (Oaxaca) y Vasco de Quiroga (Michoacán).[8]​ Entre otras cosas, el Primer Concilio de la Iglesia novohispana resolvió reglamentar la manufactura de las imágenes religiosas, especialmente las realizadas por los indígenas. También se decidió favorecer el culto a los santos patrones de cada pueblo y todas las advocaciones marianas.[9]

Desde la llegada de los franciscanos a México, los indígenas fueron instruidos en la pintura y se les permitió la producción de imágenes religiosas. De modo que cuando Montúfar se pronunció a favor de acabar con las "abusiones de pinturas e indecencia de imágenes" producidas por los indígenas que "no saben pintar ni entienden bien lo qué hacen",[10]​ en realidad estaba atacando la obra de los misioneros franciscanos representados por Pedro de Gante. El enfrentamiento sobre la producción de las imágenes religiosas y su papel en la cristianización de los indígenas era también el reflejo de los desencuentros entre el arzobispo de México y los franciscanos en lo referente al culto de la Virgen del Tepeyac. El 6 de septiembre de 1556, Montúfar pronunció una homilía en la cual se pronunciaba partidario de la promoción del culto a la Guadalupana entre los indígenas.[11]​ El 8 de septiembre de ese mismo año, el arzobispo obtuvo una respuesta sumamente crítica por parte de los franciscanos en boca de Francisco de Bustamante.[12]​ La labor de la Orden Franciscana en la cristianización de América había estado imbuida por la filosofía erasmiana que rechazaba la veneración de las imágenes, de modo que cuando Montúfar se mostró favorable a difundir el culto de la imagen del Tepeyac lo que obtuvo en contestación fue la siguiente declaración de Bustamante:

[...] la devoción de esta ciudad ha tomado en una ermita e casa de Nuestra Señora que han intitulado de Guadalupe, es un gran perjuicio de los naturales porque les da a entender que hace milagros aquella imagen que pintó el indio Marcos.[13]

Finalmente, la disputa entre los franciscanos y el Arzobispado de México se resolvió en favor de éste último. Para ello, Montúfar y sus partidarios tuvieron que moderar su discurso sobre la índole del culto a la Virgen de Guadalupe, aproximándose aparentemente a los preceptos defendidos por los franciscanos.[14]​ La promoción oficial del culto guadalupano por parte de la Iglesia novohispana se inscribe en un proceso más amplio en el que la perspectiva humanista de los franciscanos y su obra misional fue sustituida por los preceptos adoptados oficialmente por medio de las resoluciones del Concilio de Trento. De acuerdo con éstas, la Iglesia debería promover y conservar el culto a las imágenes de Cristo, la Virgen y todos los santos, en una clara reacción contra la iconoclastia protestante que prosperaba en el norte de Europa.[15]

Bernardino de Sahagún (en la imagen), gran conocedor de la cultura y lengua de los nahuas, fue uno de los críticos al culto de la Virgen de Guadalupe durante el siglo XVI.

De modo pragmático, el Arzobispado de México hizo caso omiso de las advertencias vertidas por los franciscanos sobre la confusión que podía generar el culto de la imagen del Tepeyac entre los recién cristianizados indígenas del centro de México. A la voz de Francisco de Bustamante se sumaría después la de otros misioneros, entre ellos, Bernardino de Sahagún, que en su Historia general de las cosas de la Nueva España publicada en 1576 escribió que:

Cerca de los montes hay tres o cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeacac, y los españoles llaman Tepeaquilla y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin, que quiere decir Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejanas tierras [...]; y ahora que está allí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe también la llaman Tonantzin tomada ocasión de los predicadores que a Nuestra Señora la Madre de Dios la llaman Tonantzin. De dónde haya nacido esta fundación de esta Tonantzin no se sabe de cierto, pero esto sabemos de cierto que el vocablo significa de su primera imposición a aquella Tonantzin antigua, y es cosa que se debía remediar porque el propio nombre de la Madre de Dios Señora Nuestra no es Tonantzin sino Dios y Nantzin; parece esta invención satánica para paliar la idolatría debajo la equivocación de este nombre Tonantzin y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.[16]

tambien eso sale en la biblia

Debate histórico y controversias

La historicidad de la aparición ha sido controversial desde las primeras publicaciones del suceso en 1647, y una considerable cantidad de literatura ha sido publicada discutiendo los problemas que surgen cuando se intenta entender la aparición como un acontecimiento históricamente certero.

Un importante argumento contra la veracidad de los acontecimientos es que en el año de las apariciones, es decir, 1531, Juan de Zumárraga no era de hecho obispo de Nueva España, no estaría formalmente consagrado hasta 1533, y se convirtió en arzobispo en 1547. No hay ninguna mención explícita de los escritos de Juan Diego, La Vírgen ó Zumárraga. Además, en un "catecismo" publicado en Nueva España antes de su muerte, fue indicado: "El rescatador del mundo no quiere más milagros, porque no hay los necesarios."

Tan pronto como en 1556, Fracisco de Bustamante, dirigente de loa franciscanos en la colonia, deliveró un sermón antes que el Virrey y los miembros de la Real Audiencia. En ese sermón desacreditó los orígenes sagrados de la imagen y contradiciendo el sermón de dos días antes del Arzobispo Alonso de Montúfar, Bustamante indicó:

"La devoción que ha estado creciendo en nuestra iglesia dedicada a Nuestra Señora, llamada de Guadalupe, en la ciudad es gravemente perjudicial para los nativos, porque les hace creer que la imagen pintada por Marcos el indio es de cualquier forma milagrosa."

Algunos historiadores consideran que la imagen fue hecha para representear sincréticamente a la Virgen María y a la madre diosa azteca Tonantzin (Es también creído que en el Tepeyac en tiempos prehispánicos que era el sitio de adoración de la diosa), proporcionando una forma de que los españoles del siglo XVI ganaran el apoyo de la población indígena de México. Puede haber proporcionando un método a los indígenas mexicanos de siglo XVI practicar secretamente sus religiones nativas, aunque fue en lo contrario refirmado en la canonización de Juan Diego.

En 1611, el dominico Martín de León, cuarto virrey de Nueva España, denunció el culto de la Vírgen de Guadalupe como una adoración disimulada de la diosa azteca Tonantzin. El misionero y antropólogo Bernardino de Sahagún apoyó la misma opinión: escribió que el santuario del Tepeyac fue extremadamente popular pero preocupante porque la gente llamaba a la Vírge de Guadalupe Tonantzin. Sahagún dijo que los adoradores afirmaron que fue propio del náhuatl para referirse a la "Madre de Dios" — pero él desacreditó diciendo que "Madre de Dios" en náhuatl sería "Dios y Nantzin."

El historiador del siglo XIX Joaquín García Icazbalceta, un especialista en Fray Juan de Zumárraga fue también muy inseguro al sostener la historia de la aparición e indicó en un reporte confidencial del obispo Labastida en 1883, que nunca hubo tal persona llamada Juan Diego.

Muchos historiadores y algunos clérigos, incluyendo el clérigo historiador estadounidense Stafford Poole y el antiguo abad de la Basílica de Guadalupe Guillermo Schulenburg, han rechazado la veracidad de la aparición. Schulenburg causó en particular una conmoción cuando en 1996 con la revista católica Ixthus, cuando dijo que Juan Diego fue "un símbolo, no una realidad." Schulenburg no fue el primero en desacreditar el acontecimiento tradicional ni el primer católico en dejar su puesto después de su cuestionamiento de la historia de Guadalupe. En 1897, Eduardo Sánchez Camacho, obispo de Tamaulipas fue forzado a dejar su puesto después de expresar una similar opinion.

En 2002, el experto restaurador de arte José Sol Rosales dijo que examinó la imagen con estereomicroscopía e identificó sulfato de calcio, ollín de pino, en colores blanco y azul, y tierras verdes (suciedad), redes hechas de carmín y otron pigmentos, también oro. Rosales dijo que encontró en el trabajo materiales y métodos consistentes con los del siglo XVI.

Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México comisionó un estudio en 1999 acerca de la edad del ayate, Leoncio Garza Valdés, un pediatra y microbiólogo que había trabajado previamente en el Sudario de Turín, reclamó una inspección de fotografías de la imagen, encontraron tres distintas capas de pintura, al menos una de la cual tenía iniciales pintadas sobre ella, también indicó que el pintado original mostró sorprendentes similitudes a la original Señora de Guadalupe encontrada en Extremadura, España, en la segunda muestra de pintura mostrando otra Vírgen con rasgos indígenas. Sin embargo no pudo citar ningún otro observador independiente que vea las mismas características. Garza Valdés también reclamó que la tela en donde fue pintada la imagen era de cáñamo e hilo, no de fibras de agave como se creía. Gilberto Aguirre, un colega de Garza Valdés que llevó la pintura a estudios en 1999, examinó las mismas fotografías e indicó que, mientras estaba de acuerdo en que la pintura había sido extensamente forzada, él se opuso con las conclusiones de Garza Valdés y reclamando las condiciones de conducta del estudio fueron inadecuadas.

Varias imágenes similares han aparecido a través de la historia mexicana, en el pueblo de Tlaltenango, en el estado de Morelos, una pintura de Nuestra Señora de Guadalupe es reclamada que apareció milagrosamente en el interior de una caja que dos viajeros desconocidos dejaron en una residencia. Los propietarios de la residencia llamaron al padre local despues de la tentedora noticia, aromas de flores y sándalo se desprendían de la caja. La imagen ha sido venerada desde su encuentro el 8 de septiembre de 1720, y es aceptada como una aparició válida por las autoridades católicas locales

Títulos de la Virgen de Guadalupe

La imagen de la Virgen de Guadalupe de México tiene varios títulos y distinciones:

  • patrona de la ciudad de México (1737)
  • patrona de los ciudadanos de la ciudad de Ponce, en Puerto Rico (1757)
  • patrona de la Nueva España (1746) Patronato reconocido por Roma en el año de 1754 a traves del Papa Benedicto XIV
  • Coronación Pontificia de la Virgen de Guadalupe (12-oct-1895)
  • patrona de América Latina (1945)
  • patrona de los estudiantes del Perú (1951), por el papa Pío XII
  • reina de México y emperatriz de América (2000), por el papa Juan Pablo II.
  • Nuestra Señora de Guadalupe es tambien la patrona de una Paroqui en Rio Claro, Golfito, Puntarenas, Costa Rica, en la Diosesis de San Isidro del General.

Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe

La basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es el segundo santuario católico más visitado del mundo (después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano), con más de 14 millones de visitantes todo el año en innumerables peregrinaciones desde todas las partes del país, aunque en 2006 superó a la Basílica de San Pedro en número de visitantes, convirtiéndose durante un año en el santuario católico más visitado del mundo.[17]

El gran templo en que se venera esta imagen ha sido declarado basílica y santuario nacional por el Vaticano, siendo este recinto uno de los primeros santuarios marianos de América. Se encuentra en La Villa de Guadalupe (conocida popularmente como «La Villita») en el norte de la ciudad de México.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina, se encuentra la BASILICA DEL VERBO DIVINO - Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe - en el Barrio de Palermo - calle SALGUERO y MANSILLA - Paraguay 3901.


El santuario guadalupano de Zamora dedicado a Nuestra señora de guadalupe es el mas grande de mexico y el tercero en América. Ocupa el tercer lugar más visitado después de la Basílica de Guadalupe en México.

Origen del nombre Guadalupe original

En España existían dos avocaciones previas de la Virgen de Guadalupe, en Guadalupe (Cáceres) y en La Gomera.

Los conquistadores conocían y veneraban a la Virgen de Guadalupe en la basílica construida en España por Alfonso XI en 1340.

El nombre Guadalupe (de la estatuilla extremeña cuya copia llevaron los conquistadores a México) proviene del río Guadalupejo (nombre que viene de la unión de la palabra árabe "guada", río, y la contracción latina "lux-speculum", espejo de luz), supuestamente ocultada allí tras la invasión árabe de Hispania en el siglo VIII donde permaneció hasta su hallazgo por Gil Cordero.

Origen de esta historia

El Nican Mopohua (‘aquí se narra’, en idioma náhuatl) es el título de la narración en la que se cuentan las apariciones de la Virgen de Guadalupe. El elegante y complejo texto no está escrito en un náhuatl original sino en el lenguaje reformado en los conventos jesuitas.

En la Wikipedia en náhuatl se puede apreciar el texto original del Fue impreso en 1649 por el bachiller criollo Luis Lasso de la Vega (1605-1660), capellán del santuario de Guadalupe. Él se lo atribuye al doctor don Antonio Valeriano de Azcapotzalco (c. 1520 – c. 1605), que habría sido un indígena noble del siglo anterior (pariente de Moctezuma Xocoyotzin, noveno rey azteca), y quien como estudiante del Colegio de Santa Cruz de Santiago Tlatelolco habría sido uno de los alumnos nahuas de fray Bernardino de Sahagún (1499-1590). Según Lasso de la Vega, el indígena Valeriano había oído la historia directamente de labios de Juan Diego (quien —según el mismo Lasso— habría fallecido en 1548).

Basándose en la fecha del Primer Concilio Provincial Mexicano —que se celebró en la ciudad de México entre junio y noviembre de 1555—, el historiador Edmundo O’Gorman (1906-1995) opinaba que Antonio Valeriano había escrito el Nican mopohua en 1556. En ese sínodo, el arzobispo Montúfar ordenó que se examinaran las historias de los santuarios y de los iconos venerados en México, y que todos los que no tuvieran suficiente fundamento se destruyeran. Montúfar le habría ordenado al indígena Valeriano que escribiera una historia milagrosa que legitimara en México el culto a la Virgen de Guadalupe de España (que era la devoción del arzobispado de México).

El título del libro se deriva de las dos primeras palabras del texto, impresas en gruesos caracteres en su primera publicación. Forma parte de un texto más extenso, el Huei tlamahuizoltica (‘muy maravillosamente’, que son las dos palabras iniciales del texto). Este Huei tlamahuizoltica incluye —además del Nican mopohua— textos introductorios, oraciones y el Nican motecpana (‘Aquí se pone en orden’) que es la lista de algunos milagros atribuidos a la Virgen en los años que siguieron a su primera aparición.

El sacerdote católico Luis Becerra Tanco (s. XVII) cuenta que en una fiesta del 12 de diciembre de 1666 —sólo diecisiete años después de la publicación del texto náhuatl— oyó a unos indígenas que durante la danza cantaban en náhuatl cómo la Virgen María se le había aparecido al indígena Juan Diego, cómo había curado al tío de éste y cómo se había aparecido en la tilma ante el obispo.[18]

La obra está escrita en fina prosa poética (tecpiltlahtolli: ‘lengua noble’) y tuvo varias traducciones, siendo las más difundidas las de:

  • 1666: presbítero Luis Becerra Tanco
  • antes de 1688: Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (historiador y gobernador de Texcoco, 1578-1650) traducción parafrástica al castellano, que aparece en La estrella del norte de México (1688) del presbítero Francisco de Florencia.
  • 1886: presbítero Agustín de la Rosa (traducción directa del náhuatl al latín)
  • 1926: licenciado Primo Feliciano Velázquez
  • 1978: presbítero Mario Rojas Sánchez (de la diócesis de Huejutla)
  • 1978: presbítero Ángel María Garibay Kintana (1892-1967)
  • 1989: Guillermo Ortiz de Montellano
  • 2002: Miguel León-Portilla (primera traducción laica).

Aparición ante Juan Diego y Juan Bernardino

Según la leyenda narrada en el Nican Mopohua, la Virgen María se había manifestado un siglo antes al indígena Juan Diego, quien era originario de Cuautitlán (que pertenecía al señorío de Texcoco), y a su tío Juan Bernardino, ambos convertidos al cristianismo pocos años atrás a raíz de la conquista española.

El Nican Mopohua dice que la Virgen le reveló el nombre «Guadalupe» a Bernardino cuando éste se encontraba enfermo de gravedad. Los críticos escépticos opinan que es imposible que la Virgen se haya nombrado a sí misma Guadalupe ante el anciano, ya que Juan Bernardino no entendía la lengua castellana traída por los españoles al Nuevo Mundo, por tanto el diálogo tuvo que haberse desarrollado en la lengua nativa, que era el náhuatl (lengua viva hablada por más de 2,5 millones de personas), en la que no existen las consonantes g ni d.

Una explicación de este error podría ser que la aparición haya dicho que era la Virgen Tequatlasupe, y que —debido a que para los españoles era muy difícil de pronunciar ese nombre— los españoles la llamaron «Virgen de Guadalupe» (relacionándola con la Virgen de Guadalupe extremeña).

El obispo de México probablemente tenía interés en que el nombre de la virgen fuera el de Guadalupe, para así contar con la simpatía de Hernán Cortés, quien era devoto de la Virgen de Guadalupe —patrona de su región (Extremadura, España)— y que llevaba consigo una imagen de madera.

Una segunda explicación es que quizá la Virgen de Guadalupe se comunicase en el idioma nativo de Juan Diego, pero usó su nombre de Guadalupe (extremeño de origen árabe).

Otra etimología del nombre

Según los guadalupanos mexicanos actuales, el nombre de la Virgen mexicana de Guadalupe podría ser una deformación de un nombre original desconocido —pronunciado en idioma náhuatl— con el que el indígena Juan Diego habría mencionado a la Virgen que se le había aparecido.

Varios escritores[cita requerida] han tratado de identificar palabras en idioma náhuatl que suenen parecido a Guadalupe y tengan algún significado religioso, para que pudieran ser el nombre que dijo la Virgen:

  • coatlallope: ‘la que aplasta a la serpiente’ (siendo coatl: ‘serpiente’, a: preposición y llope: ‘aplastar’).
  • tequantlanopeuh: ‘la que tuvo origen en la cumbre de las peñas’.
  • tequatlasupe: ‘la que aplasta la cabeza de la serpiente’.
  • tlecuatlahlope: ‘la que nos salva de ser comidos’.
  • tlecuauhtlacupeuh: ‘la que viene volando de la luz como el águila de fuego’.
    • cuahtlapcupeuh.
  • tlecuauhtlapcupeuh: ‘la que procede de la región de la luz como el águila de fuego’.

El mito

El Nican Mopohua dice que uno de los testigos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe fue fray Juan de Zumárraga, primer obispo de la ciudad de México, D. F..

La Virgen María, en su advocación de Virgen de Guadalupe, se apareció en varias ocasiones ante el converso mexica Juan Diego Cuauhtlatoatzin el sábado 9 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac y le pidió que fuera en busca del obispo y le dijera que ella solicitaba la creación de un templo en ese lugar. El indígena fue en busca de fray Juan de Zumárraga para contarle de la solicitud de la virgen, pero fray Juan no creyó en las apariciones, pues este tipo de historias de apariciones espirituales era común, así que le pidió una prueba.

En respuesta a la petición del obispo, la Virgen pidió al indígena que, como pudiera, cortara unas rosas de Castilla de la cumbre del cerro y se las llevara al obispo (En ese tiempo era invierno y la zona del cerro era una zona árida, no apta para el crecimiento de flores como las rosas). El indígena obedeció y guardó las rosas dentro de su tilma o ayate. Juan Diego bajó del cerro y pidió una audiencia ante el obispo para mostrarle la prueba. Al llegar donde estaba el obispo, el indio estiró su ayate para tender las rosas sobre la mesa. Sobre el ayate aparece la imagen estilizada (claramente artística, no fotográfica) de la Virgen de Guadalupe. La prueba para el fraile no fueron solamente las rosas, sino el milagro de la pintura de la Virgen de Guadalupe sobre el ayate.

La imagen que hoy en día conocemos sería la misma que la de ese día del año 1531.

Sincretismo

El culto a la Virgen de Guadalupe podría ser un sincretismo con la diosa mexica Tonantzin (que significa ‘nuestra madre’), la diosa de la muerte; la cual se sabe que los mexicas veneraban en ese mismo cerro del Tepeyac.

Fray Bernardino de Sahagún lo menciona en uno de sus textos:

Cerca de los montes hay tres ó cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejanas tierras. El uno de estos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeacac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe. En este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los Dioses, que ellos la llamaban Tonantzin, que quiere decir nuestra madre. Allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas estas comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas.

En los escritos de Puebla (que se utilizaron para probar la santidad del indio Juan Diego) se eliminó —quizá deliberadamente, para evitar controversias acerca del sincretismo que se estaba realizando— el siguiente párrafo:

Era grande el concurso de gente en estos días; y todos decían «vamos a la fiesta de Tonantzin»; y ahora que está allí edificada la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomando ocasión de los predicadores, que a Nuestra Señora la Madre de Dios la llaman Tonantzin. De dónde haya nacido esta fundación de esta Tonantzin no se sabe de cierto; pero esto sabemos de cierto, que el vocablo significa de su primera imposición a aquella Tonantzin antigua; y es cosa que se deberá remediar porque el propio nombre de la Madre de Dios, Señora nuestra, no es Tonantzin sino Dios y Nantzin. Parece esta invención satánica para paliar la idolatría debajo la equivocación de este nombre Tonantzin y vienen ahora á visitar á esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como antes; la cual devoción también es sospechosa porque en todas partes hay muchas Iglesias de Nuestra Señora y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente.

argumenta que la tela del ayate sobre el que está la imagen de la Virgen es de fibra vegetal de maguey. Por su naturaleza, esta fibra se descompone por putrefacción en mucho menos de medio siglo. Así ha sucedido con varias reproducciones de la imagen que se han fabricado con tejido de maguey. El ayate, sin embargo, ha resistido más de 470 años.

La fiesta de Guadalupe

La fiesta de la Virgen se celebra el 12 de diciembre. La noche del día anterior, las iglesias en todo lo ancho y largo del país se colman de fieles para celebrar una fiesta a la que llaman «las mañanitas a la Guadalupana» o serenata a la Virgen. El santuario de Guadalupe, ubicado en el cerro del Tepeyac en la ciudad de México, es visitado ese día por más de 5 millones de personas.

Se tiene por costumbre que tales peregrinaciones no sólo incluyan fieles y organizadores, sino danzantes llamados matachines, quienes lideran las procesiones hasta llegar a la basílica.

Lugares de veneración

Comercios alrededor de la iglesia de Guadalupe, en Monterrey (México).

Véase también

Notas

  1. Gruzinsky, 1994: 73-77.
  2. Gamboa Ojeda, 2004: 547.
  3. Gruzinsky, 1994: 104-105.
  4. Diario s de Juan Bautista, s/f: 33.
  5. Anales de México y sus alrededores (A), Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. Es necesario decir que la Iglesia Católica da la siguiente explicación para la "confusión" de las fechas que dan los textos indígenas para el milagro mariano:
    En efecto, no se asombrará el lector si en los sucesivos documentos que presentaremos [los Anales de México y Tlatelolco], un mismo hecho histórico es ubicado en 1510 ó 1531 ó 1556, etc.; se debe a la impericia de los indios de conciliar el calendario indígena con el juliano y luego, con el gregoriano (Rocha Cortés, s/f.)
  6. Chimalpahin, 1965: 288.
  7. Gruzinsky, 1994: 105.
  8. Lundberg, 2006: 260.
  9. Gruzinski, 1994: 110.
  10. Citado en Toussaint, 1982: 100-101.
  11. Mayer, 2002: 23-24.
  12. O'Gorman, 1986: 70.
  13. Sermón de Francisco de Bustamante, referido en la Información enviada por Alonso de Montúfar sobre la homilía del franciscano, citado en González de Alba,
  14. Compárense los dos siguientes textos:
    [...] se ha predicado a los indios cómo han de entender la devoción de la imagen de Nuestra Señora, cómo no se hace la reverencia a la tabla ni a la pintura, sino a la imagen de Nuestra Señora, por razón de lo que representa, que es a la Virgen Maria, Nuestra Señora (Información..., 1556.)
    No porque este declarante entiende que la cruz e imágenes han de ser adoradas, antes cree, entiende y asílo hace que Xpo. se adora en la cruz y en la cruz se adora como cosa que representa a Xpo. y en este sentido lo escribió y lo entiende (Declaración del franciscano Mathurin Gilbert en el proceso inquisitorial en su contra, iniciado a instancias del obispo de Michoacán a causa de sus "ideas erróneas y escandalosas" plasmadas en Diálogo sobre la doctrina cristiana, obra de su autoría escrita en lengua tarasca, 1559; citado en Gruzinski, 1994: 115.
  15. Mayer, 2002: 22-23.
  16. Sahagún, 1956: libro XI.
  17. «La Basílica de Guadalupe es el santuario católico más visitado del mundo» (diario El Universal, 8 de julio de 2007).
  18. Clodomiro L. Siller Acuña: La evangelización guadalupana (pág. 3), México, D. F.: Cuadernos Estudios Indígenas n.º 1, 1984.

Bibliografía

  • (1556); Información que el señor Arzobispo de México D. Fray Alonso de Montúfar mandó practicar sobre un sermón que el 8 de septiembre de 1556 predicó fray Francisco de Bustamante acerca del culto de nuestra señora de Guadalupe, versión paleográfica en línea de Fidel de Jesús Chauvet, http://www.proyectoguadalupe.com/documentos/infor_1556.html, consultada el 17 de diciembre de 2008.
  • Chávez, Eduardo: La verdad de Guadalupe. México: Ediciones Ruz, 2009.
  • Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, Domingo Francisco de San Antón Munón (1965): Relaciones originales de Chalco-Amaquemecan, Fondo de Cultura Económica, México.
  • De Sahagún, Bernardino (1956): Historia general de las cosas de la Nueva España, Porrúa, México.
  • Escalada, Xavier: Enciclopedia guadalupana (5 tomos). México: Enciclopedia Guadalupana AC.
  • Galera Lamadrid, Jesús: Nican Mopohua, breve análisis literario e histórico. México: Porrúa, 2001.
  • Gamboa Ojeda, Leticia (2004), "Reseña a La Virgen de Guadalupe. Imagen y tradición, de David Brading", en Historia Mexicana, LII(2), pp. 546-551.
  • González de Alba, Luis (s/f), "La Virgen Guadalupana, contradicción permanente", en Razonamientos, (3), versión en internet http://amer.humanists.net/virgen.html, consultada el 17 de diciembre de 2008.
  • Gruzinsky, Serge (1994), La guerra de la imágenes. De Cristóbal Colón a "Blade Runner", Fondo de Cultura Económica, México.
  • León-Portilla, Miguel: Tonantzín Guadalupe, Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el “Nican mopohua”. México: Fondo de Cultura Económica, 2000.
  • Siller Acuña, Clodomiro L.: La evangelización guadalupana. México, D. F.: Cuadernos Estudios Indígenas n.º 1, 1984.
  • Velázquez, Primo Feliciano: La aparición de Santa María de Guadalupe. México: Jus, 1931.

Enlaces externos

Enlaces de carácter religioso