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'''Sofía Carlota de Baviera'''. Nacida en [[Possenhofen]] el [[22 de febrero]] de [[1847]], y fallecida en París el [[4 de mayo]] de [[1897]]. Fue la penúltima hija del duque [[Maximiliano, Duque en Baviera|Maximiliano de Baviera]] y de [[Luisa de Baviera]]; y hermana menor de [[Sissi|Isabel de Baviera]], emperatriz de Austria, y de [[María Sofía de Baviera]], reina de las Dos Sicilias.

Pasó una infancia feliz y liberal en el castillo de Possenhofen, posesión de la familia ducal.

Su belleza era semejante a la de su hermana la emperatriz, por lo que hubo numerosos pretendientes a su mano. Pero a ella no le gustaba ninguno, e incluso se permitió rechazar al archiduque [[Luis Víctor de Austria|Luís Víctor]], hermano del emperador [[Francisco José I]]. También su primo [[Luis II de Baviera]] empezó a hacerle la corte, mandándole cartas y enormes ramos de flores e iba a encontrarse con él en su barca.

Sofía tocaba el piano y cantaba muy bien, mientras que Luís también era un gran entusiasta de la música, siendo admirador y mecenas de [[Richard Wagner]]. Cuando la relación de ambos fue confirmada, se produjo un gran regocijo ante la promesa de un matrimonio feliz y ventajoso para ambos. Todavía, Luis se encontraba bien, pero no tardarían en darse las primeras señales del desequilibrio que lo acompañaría toda la vida. Su cariño por Wagner se había hecho tal, que muchos hablaban de las posibles orientaciones homosexuales del rey; además comenzó a sumergirse en un mundo de fantasía y de ensoñación, donde Sosía era vista como "Elsa", un perdsonaje de [[Lohengrin]] y no como un ser de carne y hueso.

Pasaba el tiempo, pero Luis no se decidía a poner una fecha para el matrimonio ni tenía intención de hacerlo. Desilusionada por la espera, Sofía comenzó una relación con el fotógrafo Edgar Hanfstaengl; citándose secretamente con él con la ayuda de su dama de compañía. Ello nunca fue descubierto por su prometido.

En octubre de [[1867]], Luis escribió una afectuosa carta a su prima en la que rompía el compromiso, aunque sin querer renunciar a la amistad que los había unido. Sofía se síntió herida en su orgullo, pero al mismo tiempo aliviada, en cuanto que advertía que un matrimonio con aquel hombre estrambótico habría sido fuente de infelicidad.

Cuando Luis II murió, Isabel dijo que se le había aparecido en sueños anunciándole una murte violenta para ella y otra trágica para su hermana Sofía.

Tras la desilusión de no ver a su hija en el trono bávaro, Luisa buscó un nuevo partido para Sofía. Éste fue [[Fernando de Orleans, duque de Alençon]] (1844-1910), hijo de [[Luis Carlos de Orleans, duque de Nemours]] y de [[Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, duquesa de Nemours|Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha]], y nieto de [[Luis Felipe I de Francia]]. Se casaron en Possenhofen el [[28 de septiembre]] de [[1868]].

El primer período del matrimonio transcurrió feliz en Bushy House, en los alrededores de Londres, sin embargo, cuando llegó el otoño, la joven cayó en un estado de profunda depresión. No mejoró ni siquiera cuando dio a luz a su primera hija, Luisa Victoria. Entonces la pareja aceptó la invitación del duque de Aumale para residir en el Palacio de Orleans, en Palermo. Aquí Sofía recobró el buen humor, pero al pueblo siciliano no le agradaba la presencia del matrimonio, ya que el duque de Alençon pertenecía a casa de Borbón, y finalmente tuvieron que marcharse.La partida imprevista agravó de nuevo el estado mental de Sofía.

Se trasladaron a Roma, donde fueron huéspedes de María Sofía, hermana de Sofía. Después se trasladaron a Merano, donde nació su hijo. A pesar del intento del marido de hacerla viajar en postas para su confort, sufrió un empeoramiento.

A los 40 años, Sofía se enamoró del doctor Glaser de Graz, que estaba casado. Cuando la mujer lo supo, los dos se marcharon juntos a Merano, pero fueron descubiertos y separados para siempre.

Sofía fue recluida en una clínica de enfermedad nerviosa del famoso doctor [[Krafft-Ebing]] de Graz, diagnosticándole que sus trastornos mentales fueron generados por una infección debida a la escarlatina. En realidad, los trastornos de Sofía debieron ser simplemente una tara hereditaria, algo demostrable cuando se ve que es una predisposición mostrada también en sus hermanos y en otros parientes.

Después de salir de la clínica, Sofía se dedica a las obras de caridad. Entró en la tercera orden de las Dominicas con el nombre de Sor María Magdalena, tomando un gran fervor religoso.

Del 3 al 6 de mayo de 1897 tuvo lugar en París una feria de beneficencia organizada por las Dominicas, eligiendo la duquesa un edificio industrial que se adaptaba bien a las necesidades de la obra. Fueron invitados los [[hermanos Lumière]], cuyo material para la película era altamente inflamable. De hecho, por problemas técnicos surgieron las llamas, que rápidamente lo cubrieron todo. Mientras todos intentaban escapar presas del pánico, Sofía permaneció en el lugar intentando salvar a unos muchachos que estaban junto a ella. Cuando hubo los hubo puesto a salvo, intentó salir a la calle, pero las llamas fueron más velces que ella.

Con tantos muertos carbonizados fue dicícil reconocer a la duquesa, siendo identificada sólo por la dentadura. El funeral fue celebrado rápidamente y sus restos se llevaron al castillo de [[Dreux]].

El duque de Alençon sobrevivirá trece años a su mujer, muriendo en Inglaterra, cerca de [[Wimbledon]].

Sofía y Fernando tuvieron dos hijos:

*[[Luisa Victoria de Orleans]] (1869-1952), casada con el príncipe Alfonso de Baviera.
*[[Manuel de Orleans]] (1872-1931), duque de Vendôme, casado con la princesa [[Enriqueta de Bélgica]].

[[Categoría:Nacidos en 1847]]
[[Categoría:Fallecidos en 1897]]
[[Categoría:Nobles de Alemania]]

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Sofia Carlotta di Baviera
Sofia Carlotta di Baviera

Sofía Carlota de Baviera. Nacida en Possenhofen el 22 de febrero de 1847, y fallecida en París el 4 de mayo de 1897. Fue la penúltima hija del duque Maximiliano de Baviera y de Luisa de Baviera; y hermana menor de Isabel de Baviera, emperatriz de Austria, y de María Sofía de Baviera, reina de las Dos Sicilias.

Pasó una infancia feliz y liberal en el castillo de Possenhofen, posesión de la familia ducal.

Su belleza era semejante a la de su hermana la emperatriz, por lo que hubo numerosos pretendientes a su mano. Pero a ella no le gustaba ninguno, e incluso se permitió rechazar al archiduque Luís Víctor, hermano del emperador Francisco José I. También su primo Luis II de Baviera empezó a hacerle la corte, mandándole cartas y enormes ramos de flores e iba a encontrarse con él en su barca.

Sofía tocaba el piano y cantaba muy bien, mientras que Luís también era un gran entusiasta de la música, siendo admirador y mecenas de Richard Wagner. Cuando la relación de ambos fue confirmada, se produjo un gran regocijo ante la promesa de un matrimonio feliz y ventajoso para ambos. Todavía, Luis se encontraba bien, pero no tardarían en darse las primeras señales del desequilibrio que lo acompañaría toda la vida. Su cariño por Wagner se había hecho tal, que muchos hablaban de las posibles orientaciones homosexuales del rey; además comenzó a sumergirse en un mundo de fantasía y de ensoñación, donde Sosía era vista como "Elsa", un perdsonaje de Lohengrin y no como un ser de carne y hueso.

Pasaba el tiempo, pero Luis no se decidía a poner una fecha para el matrimonio ni tenía intención de hacerlo. Desilusionada por la espera, Sofía comenzó una relación con el fotógrafo Edgar Hanfstaengl; citándose secretamente con él con la ayuda de su dama de compañía. Ello nunca fue descubierto por su prometido.

En octubre de 1867, Luis escribió una afectuosa carta a su prima en la que rompía el compromiso, aunque sin querer renunciar a la amistad que los había unido. Sofía se síntió herida en su orgullo, pero al mismo tiempo aliviada, en cuanto que advertía que un matrimonio con aquel hombre estrambótico habría sido fuente de infelicidad.

Cuando Luis II murió, Isabel dijo que se le había aparecido en sueños anunciándole una murte violenta para ella y otra trágica para su hermana Sofía.

Tras la desilusión de no ver a su hija en el trono bávaro, Luisa buscó un nuevo partido para Sofía. Éste fue Fernando de Orleans, duque de Alençon (1844-1910), hijo de Luis Carlos de Orleans, duque de Nemours y de Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, y nieto de Luis Felipe I de Francia. Se casaron en Possenhofen el 28 de septiembre de 1868.

El primer período del matrimonio transcurrió feliz en Bushy House, en los alrededores de Londres, sin embargo, cuando llegó el otoño, la joven cayó en un estado de profunda depresión. No mejoró ni siquiera cuando dio a luz a su primera hija, Luisa Victoria. Entonces la pareja aceptó la invitación del duque de Aumale para residir en el Palacio de Orleans, en Palermo. Aquí Sofía recobró el buen humor, pero al pueblo siciliano no le agradaba la presencia del matrimonio, ya que el duque de Alençon pertenecía a casa de Borbón, y finalmente tuvieron que marcharse.La partida imprevista agravó de nuevo el estado mental de Sofía.

Se trasladaron a Roma, donde fueron huéspedes de María Sofía, hermana de Sofía. Después se trasladaron a Merano, donde nació su hijo. A pesar del intento del marido de hacerla viajar en postas para su confort, sufrió un empeoramiento.

A los 40 años, Sofía se enamoró del doctor Glaser de Graz, que estaba casado. Cuando la mujer lo supo, los dos se marcharon juntos a Merano, pero fueron descubiertos y separados para siempre.

Sofía fue recluida en una clínica de enfermedad nerviosa del famoso doctor Krafft-Ebing de Graz, diagnosticándole que sus trastornos mentales fueron generados por una infección debida a la escarlatina. En realidad, los trastornos de Sofía debieron ser simplemente una tara hereditaria, algo demostrable cuando se ve que es una predisposición mostrada también en sus hermanos y en otros parientes.

Después de salir de la clínica, Sofía se dedica a las obras de caridad. Entró en la tercera orden de las Dominicas con el nombre de Sor María Magdalena, tomando un gran fervor religoso.

Del 3 al 6 de mayo de 1897 tuvo lugar en París una feria de beneficencia organizada por las Dominicas, eligiendo la duquesa un edificio industrial que se adaptaba bien a las necesidades de la obra. Fueron invitados los hermanos Lumière, cuyo material para la película era altamente inflamable. De hecho, por problemas técnicos surgieron las llamas, que rápidamente lo cubrieron todo. Mientras todos intentaban escapar presas del pánico, Sofía permaneció en el lugar intentando salvar a unos muchachos que estaban junto a ella. Cuando hubo los hubo puesto a salvo, intentó salir a la calle, pero las llamas fueron más velces que ella.

Con tantos muertos carbonizados fue dicícil reconocer a la duquesa, siendo identificada sólo por la dentadura. El funeral fue celebrado rápidamente y sus restos se llevaron al castillo de Dreux.

El duque de Alençon sobrevivirá trece años a su mujer, muriendo en Inglaterra, cerca de Wimbledon.

Sofía y Fernando tuvieron dos hijos: