Diferencia entre revisiones de «Batalla del vino»

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Batalla del vino de Haro.

La batalla del vino es una fiesta popular que se desarrolla anualmente durante la mañana del 29 de junio, festividad de San Pedro, en la ciudad de Haro, La Rioja (España).

Consiste en arrojar vino tinto a otros contendientes hasta quedar completamente morados y tiene lugar a unos 6 km de la localidad de Haro, en el paraje de los Riscos de Bilibio, situado junto al lugar conocido como Las Conchas, por el que el Ebro hace su entrada en La Rioja.

Se tienen noticias de una romería religiosa a los riscos que se realiza desde comienzos del siglo XVIII, aunque hay quienes le atribuyen mayor antigüedad. El paso de simple romería a lo que actualmente se conoce como "Batalla del vino" tiene su origen en el jolgorio que se montaba durante el almuerzo que los romeros realizaban tras asistir a la misa en la ermita. Abundante vino acompañaba el festín, animando a la gente a cantar y a hacerse bromas entre ellos, como manchar con el vino que tenían para beber en sus botas. Esto no era del gusto de todos, por lo que durante varios años disminuyó la afluencia a la romería, especialmente de mujeres que no querían que les manchasen sus vestidos. En 1949 era ya tan habitual el arrojo de vino que se ganó la primera mención con el nombre de Batalla del vino, ganando popularidad con los años hasta conseguir la afluencia del festejo actual, que atrae anualmente a gente de todas partes.

Desarrollo del festejo

Al subir a los Riscos de Bilibio los "francotiradores" comienzan a disparar contra quienes se dirigen a la batalla del vino.

Un poco antes de las siete de la mañana, la gente, vestida de blanco, ataviada con el pañuelo rojo de las fiestas y portando el vino para la contienda, se encamina hacia los Riscos de Bilibio, bien andando, en remolques arrastrados por tractores o en vehículos particulares.

Una vez arriba, se empieza a arrojar el vino usando botas, botellas, sulfatadoras, calderos, pistolas de agua y todo lo imaginable que pueda albergar líquido.

Mientras se libra esta batalla, alrededor de las ocho y media o nueve dependiendo de años, el regidor síndico de la ciudad, quien simbólicamente tiene el mando durante las fiestas, abre comitiva a caballo hasta llegar a la ermita de San Felices de Bilibio, donde tras colocar el pendón en lo más alto de las peñas se celebra una misa. Al término de ésta se dispara un cohete, dando inicio oficialmente la batalla del vino, comenzando las charangas a animar a la multitud que se reúne en las campas bajo la ermita.

Cerca de las diez y media, cuando se acaban las municiones (20.000 litros estimados en 2007.[1]​ Entre 30.000 y 40.000 en 2008, coincidiendo con fin de semana.[2]​), la gente se va retirando hacia los alrededores para secar sus empapadas ropas y almorzar los típicos caracoles.

Al finalizar el almuerzo, se vuelve de nuevo en romería hacia Haro hasta el puente sobre el río Tirón. A las doce del mediodía, se empieza a entrar en la ciudad (acto conocido como "las vueltas"), enfilando la calle Navarra al ritmo de las charangas para, tras rodear el templete de la música de la plaza de la Paz, ir hacia la plaza de toros donde se sueltan varias reses bravas.

Ambientación histórica

La importancia de los Riscos de Bilibio para los de Haro

Monumento a Felices de Bilibio junto a la ermita en los Riscos de Bilibio, en honor al cual se celebra una misa.

En los Riscos donde se celebra esta fiesta, habitó y falleció el anacoreta Felices de Bilibio, maestro de San Millán, entre los siglos V y VI. Tras su muerte, comenzó la devoción de los habitantes de la villa de Bilibio y alrededores a su persona, produciéndose visitas a la cueva sobre los Riscos en la que se hallaba enterrado, como tributo a los actos que realizó en vida y por la protección de la comarca que achacaban a éste.[3]

Los habitantes de Bilibio fueron trasladándose a Haro[4]​ hasta quedar deshabitado en el siglo X, llevando consigo su devoción por el santo.

En 1090 cuando la santidad de Felices se había extendido por toda Castilla, el Abad Blas decidió llevar los restos de Felices al Monasterio de San Millán, quedando vacía el 6 de noviembre la cueva que hasta entonces los había albergado.[5]​ Este acto no hizo perder con el tiempo la devoción por el santo, por lo que la villa de Haro solicitó al monasterio una reliquia de Felices. El día 6 de noviembre (conmemoración del traslado de San Felices de Bilibio a San Millán) de 1605 se celebró la fiesta de San Felices en San Millán de la Cogolla con una misa solemne, durante la cual el abad manifestó su intención de conceder a Haro una reliquia, entregándosela al cabildo de la iglesia de Santo Tomás.[6]​ Al día siguiente fue llevada a Haro y colocada en un relicario de la ermita de La Vega, por no contar todavía la iglesia de Santo Tomás con relicario, ni estar abierto al culto.[7]​ Esta fue acondicionada, y a ella se trasladó la reliquia el 25 de junio de 1607.[8]

El 31 de enero de 1644 se le nombra oficialmente patrón de Haro[9]​ y el 2 de junio de 1655 se fundó una cofradía para venerarle[10]

En 1694 se construyó una ermita en su honor bajo el cerro de la Mota, cerca de la iglesia de Santo Tomás,[11]​ decidiéndose el 23 de julio de 1710 la construcción de la primera ermita en Bilibio, que cubriría la cueva donde se cree que habitó Felices.[12]

Precedentes de festejos el día de San Pedro

Parece que en el siglo XV las fiestas de San Juan (24 de junio) y San Pedro (29 de junio) eran las más importantes.[13]​ La más señalada era la de San Juan, también denominada como San Juan del arco, puesto que era costumbre sacar un arco en procesión, adornado con las "vestimentas de la iglesia", en las que aparecían representadas las imágenes de San Juan y San Pedro.[14]

Una cuenta de gastos del archivo municipal de 1462 dice "Que mandaron dar a Abrahin, tamboril, por que tanio en el día de San Juan e San Pedro, veinte maravedies"[15]​ por lo que se desprende que ya en esas fechas se realizaba algún tipo de festejo.

En 1469 se sabe por otra cuenta de gastos que hubo toros tanto en San Juan como en San Pedro.[16]

Para reducir los gastos del concejo se limitó en 1491 a novecientos maravedís y dos fanegas de trigo lo que se concedía a alcaldes y regidores para el "yantar" de San Juan y "çenas" de San Juan y San Pedro.[17]

Romería a los Riscos de Bilibio

Aproximación al inicio de la romería

Paraje de los Riscos de Bilibio, donde se realiza la batalla.

Aunque por lo menos desde el siglo XV se realizaban actos el día 29 de junio, se desconoce la fecha en que comenzó a realizarse la romería a los Riscos de Bilibio.

Se sabe, por documentos del archivo municipal, de la realización de otras romerías por los habitantes de Haro. Una que se realizaba anualmente desde antes de 1467 era la romería al monasterio de Santa María de Toloño.[18]​ En otras épocas se realizaron también romerías a la ermita de Santa Agueda y a la de Nuestra Señora de la Puente (junto al puente de Briñas).[19]

En 1710 empezó a construirse la primera ermita en los Riscos,[12]​ por lo que es probable que la romería organizada comenzara alrededor de ese año.

Cambios de la romería debido a las guerras

Se sabe de la modificación de la tradicional romería en varias ocasiones.

En la época de la tercera Guerra Carlista, rondaban por los Montes Obarenes guerrilleros carlistas, lo que suponía un riesgo para los romeros, por lo que en 1873 y 74 se celebró la romería en los parajes de Fuente del Moro.[20][15]

En 1875, siendo comandante militar Juan Delgado Sánchez, ordenó el 10 de junio, que la romería se celebrase en los jardines de la Vega.[21]​ Esta decisión habría sido tomada al sufrir la zona las correrías del guerrillero jarrero Benigno Barrionuevo “Carrión”, que ocupaba las Conchas de Haro para dificultar la marcha del ferrocarril.[15]

Romeros acompañados de charangas en la calle la vega, dirigiéndose a la plaza de toros tras la batalla del vino y la vuelta a la plaza de La Paz.

Batalla del vino

Comienza a tirarse vino, con las quejas de algunos

En el diario La Rioja del 29 de junio de 1898 el cronista Aguilera indicaba sobre la romería:

Para cuando este número llegue a las manos de mis queridos lectores de Haro, ya habrá pasado a la historia la típica romería de Bilibio; tendremos unas cuantas cántaras menos de vino en las bodegas y algunas de más entre el cuerpo y el traje; nos habremos desgañitado cantando con todas las fuerzas de nuestros pulmones y las que nos de el alcohol la popular jota de Lacalle y Manzanos ...[22]
Aguilera

De esto se desprende que ya desde años anteriores la gente acababa manchada de vino durante la romería.

En 1905 el mismo diario dice que la concurrencia a la romería no ha sido tan numerosa y que había menos mujeres que de costumbre. Aunque el día había salido nublado, da como posible motivo para la disminución de la afluencia que las mujeres venían con sus trajes claros manchados completamente de vino al igual que los hombres, considerándolo una brutalidad sin gracia.[23]​ Al año siguiente vuelve a decir que la fiesta decae porque algunos graciosos manchan a todo el mundo de vino y que irá a peor si las autoridades no le ponen remedio.[24]

Manrique en la refundición en 1907 del sainete "¿Eh, ¡á Bilibio!" recoge que la romería se realizaban remojones de vino, lo que no era del gusto de todos.[15]

Parece que la afluencia de gente se recuperó ya que en 1910 se dice que había subido mucha gente[25]​ y en los años siguientes la animación sigue normal.[26]

En 1918 el diario La Rioja publicó un relato exhaustivo de la fiesta bajo el título ¡A Bilibio! donde se indica, que algunos remojaban a otros de vino en medio de la alegría provocada por el tinto tomado durante el almuerzo.

La mañana va pasando suavemente: mientras van, buscan buen sitio, corren, bailan y oyen misa, las diez: la hora crítica para "matar el gusanillo". Un corro aquí, otro allá y otro más lejos, sentados sobre el yerbín, con los ojos fijos en la humeante cazuela, da principio el almuerzo, el cual se celebra con la general alegría romeril, corriendo el chiste que es un gusto, y aun con mayor gusto corre el tinto por las gargantas. Terminado el almuerzo, los romeros, con un puro de los de "gorra" en la boca y el ya medio botarrón en la mano, bajan a la otra plazoleta contigua al corral, y allí vuelven a oírse los acordes de la música, y los muchachos de ambos sexos, grandes y pequeños, jóvenes y viejos, se lanzan a bailar de una manera "edificante"; corren tropiezan, caen, se levantan, sudan, ríen y arman tal algarabía que no se les entiende, ni se entienden. Entonces es cuando el vino empieza a hacer su operación, ayudad por el sofocante calor de una avanzada mañana de verano. Uno, por aquí, riega de tinto las cabezas de las personas que más cerca de él se encuentran. Otro con un vaso de vino levantado en alto, canta con todas las fuerzas de sus pulmones ...[27]
Juan Lapresa

En un reportaje de la revista Blanco y Negro de 1929 se dice que al llegar a la población los de las blusas largas las llevan empapadas de vino y que desde la ermita hasta la plaza de la paz van bautizando con el tinto de las botas a cuantas personas encuentran a su alcance, costumbre que se realiza desde hace pocos años.[28]

Suelta de vaquillas en la plaza de toros después de la batalla.

En la crónica del diario La Rioja de 1932 dice que los bautizos de vino se prodigaban con gran frecuencia, lo que hacía que la fiesta perdiera brillo y que las mujeres se retrajeran de asistir.[29]​ Una poesía del mismo año publicada en el periódico jarrero San Pedro indica algo semejante:

...

Fiestecica de San Pedro de tan dichosa memoria
estás perdiendo tu brillo y también tu justa gloria,
al no acudir las jarreras -que antes acudían todas-
por mor de cuatro bellacos cortos de ingenio y de gracía,
que con sus botas de vino el rostro y vestidos manchan.

...
Periódico San Pedro nº 2., "Romance de un corto de vista (no ciego)".[30]

El número de mujeres siguió disminuyendo. Así en 1933, con buen tiempo, el diario La Rioja dice que había un "ramillete de lindas muchachas". En 1934, con día frío apenas había mujeres y en 1935 y 1936 el corresponsal indicaba que no había subido ninguna. En 1937, encontrándose el país en plena Guerra Civil el ayuntamiento decidió limitar el festejo su aspecto más religioso. Se haría la romería sin la banda de música y no habría vaquillas ni novillada.[31]​ Aun así casi dos centenares de personas subieron a los Riscos. A diferencia de otros años, se hicieron dos misas a las ocho y a las nueve y las autoridades que siempre almorzaban en el único edificio que allí se levantaba, ese año lo hicieron con el resto de los romeros. En 1938 se repitió la situación del año anterior con la misma cantidad de gente y un "ramillete de lindas y simpáticas señoritas". No faltaron los bautizos de vino y al llegar a la plaza se dieron las típicas vueltas finalizando la fiesta.

En 1939, habiendo finalizado ya la guerra y desmovilizado gran número de reemplazos se esperaba que la gente joven acudiera con muchas ganas de divertirse. La gran cantidad de asistentes rompió las previsiones, participando además centenares de mujeres que dieron brillo a la festividad. Volvió a subir la banda de música, se dieron dos misas, con el almuerzo se bebió y lanzo mucho vino y tras las vueltas hubo vaquillas y por la tarde novillada.

El arrojo de vino se hace popular dando origen al festejo actual

Durante la década 1945-1955 se consiguió popularizar lo que se llamaba entonces Guerra del Vino,[32]​ apareciendo nombrada en 1949 por primera vez como Batalla del Vino en la crónica de Enrique Hermosilla Díez para el diario La Rioja.[15]​ Entonces la batalla se producía al salir de misa, junto a las escaleras de la ermita y la pequeña explanada adyacente.

Visto el éxito del festejo, la cofradía de San Felices, con Domingo Contreras González como prior y el ayuntamiento, con Antonio Vargas Carranza como alcalde, solicitaron al Ministerio de Información y Turismo el reconocimiento de la romería como fiesta de interés turístico nacional, obteniendo tal reconocimiento el 8 de julio de 1965.[32]

El 22 de septiembre de 1968 a las 12:30, se hizo una segunda Batalla del Vino a petición de una agencia norteamericana de publicidad, que estaba rodando las fiestas más típicas y coloristas de España. En esta batalla la gente no tenía la alegría de las fiestas y estaba cansada, por haber tenido que esperar desde las 10:30 (hora a la que habían sido convocados), hasta la hora del rodaje.[33]

El número de participantes iba en aumento, lo que conllevó que en 1976 se trasladase bajo la cara sureste de los Riscos para mayor seguridad.[15]​ De esta forma hoy la batalla tiene lugar en dos zonas, la más multitudinaria en la arboleda y la más tradicional junto a la salida de la ermita al terminar la misa.

Al ser anulada en el ámbito nacional la festividad de San Pedro en marzo de 1977, el ayuntamiento de Haro temiendo que al ser día laborable la romería dejara de ser multitudinaria, decide someter a referéndum la posibilidad de cambiar la fecha de celebración al domingo siguiente al día de San Pedro. El pueblo de Haro concluyó que quería seguir festejándolo el día 29 de junio como era costumbre y hoy en día sigue siendo multitudinaria.[34]

Fiesta de Interés Turístico

El 8 de julio de 1965 el Ministerio de Información y Turismo declara la Romería Fiesta de Interés Turístico Nacional.[32]

En 1975 quedaron suspendidos este tipo de títulos nacionales. En 1979 el alcalde Francisco Mate solicitó la renovación del título según la normativa, consiguiéndola en febrero de 1980.[32]

En noviembre de 1998 el gobierno de La Rioja le concedió también el título menor de Interés Turística Regional.[35]

Leyenda sobre disputas entre Haro y Miranda de Ebro

Anualmente, tanto en la romería del 29 de junio como en la del primer domingo de septiembre, el Procurador-Síndico coloca sobre la ermita de San Felices el pendón morado de la ciudad. Se desconoce cual es el motivo, pero un comentario dejado por Domingo Hergueta en su libro "Noticias históricas de la muy noble y muy leal ciudad de Haro", ha llevado a algunos a dar por buenos supuestos orígenes que en ningún momento han sido refrendados con datos, ni parecen tener rigor histórico. Hablando de la romería de junio Hergueta dice en su libro:

Siendo ya las diez y media u once comienzan los romeros a prepararse para el regreso, después de arriar la bandera de la villa que ha llevado el procurador y que ha estado ondeando en lo más alto de San Felices y que parece ser una de las notas más salientes de la romería, pues tanto en este día como en el primer domingo de Septiembre que también se suele subir a Bilibio por el Procurador-Síndico y cofrades de San Felices ha de ser colocada encima de la ermita; se tiene por tradición que de no hacerse así pasarían aquellos riscos a jurisdicción de Miranda de Ebro y acaso tenga con ello alguna relación la Carta ejecutoria de Miranda con Haro sobre términos y pastos y la sentencia entre la villa de Miranda y la de Haro sobre términos y pastos que había en el Archivo municipal de Miranda.[36]

En la cita indica una suposición (basada en la tradición) sobre la que no había ahondado y que pone encima de la mesa al no encontrar el motivo por el que se colocaba el pendón en lo alto en la realización de las romerías. Se sabe de la existencia de varios pleitos con Miranda entre los siglos XI y XIII, pero se desconoce a que documentos se referiría, ya que en los existentes no se atisba ninguna posible relación con este asunto.[15]​ Además las romerías parecen relativamente recientes, estando constatadas la de junio a partir de la construcción de la primera ermita en Bilibio después de 1710[12]​ (aunque el día de San Pedro ya se festejaba en Haro con anterioridad) y la del primer domingo de septiembre, instaurada por la Cofradía de San Felices, a partir de 1849.[37]

El acto de tirar vino como si fuera una guerra ha sido atribuido en muchas ocasiones a las antiguas disputas que existíeron entre Haro y Miranda,[38]​ cuando por las diferentes menciones en prensa de la primera mitad del siglo XX se ve que tirar vino formaba parte del jolgorio que se producía después del almuerzo y de ahí evoluciono con el tiempo hacia la actual batalla del vino.

Batalla del vino infantil, celebrada junto al campo de fútbol de "El Ferial".

Batalla del vino infantil

Desde el año 2004, durante las fiestas de junio, se viene realizando una batalla del vino infantil para que los más jóvenes puedan disfrutar de esta tradición.

El 26 ó 27 de junio, entre las 10 y las 11 de la mañana en la plaza de la Paz, se reparten unos vales canjeables por una bota llena de mosto tinto. Se sale poco después en romería hasta el recinto de El Ferial donde, tras realizar una ofrenda al patrón y el lanzamiento de un cohete, da comienzo la batalla. Tras ésta, se reparte un almuerzo de chocolate y bizcochos, continuando con el retorno a la plaza de la Paz donde se dan Las Vueltas acompañados de charangas, para terminar corriendo cabezudos en la plaza de San Martín.[39]

Batalla del clarete de San Asensio, La Rioja (España).

Festejos similares en otras localidades

En la localidad riojana de San Asensio celebran desde 1977 la batalla del clarete. Se realiza en el barrio de las bodegas a las 12 de la mañana del domingo más cercano al 25 de julio. En 2007 cumplía su trigésima edición y contó con la asistencia de más de mil personas.[40]

En Llamigo, localidad de la parroquia de Nueva, concejo de Llanes, Asturias, cada 9 de septiembre realizan una misa solemne con procesión, carrera de caballos y una guerra del vino en forma similar a la de Haro, durante las fiestas en honor a la Virgen de Loreto.[41]


Referencias

  1. «Unos 20.000 litros de vino "llovieron" en la batalla del vino de Haro». larioja.com. 29 de junio de 2007. Consultado el 04/08/2008. 
  2. M. Galobardes (29 de junio de 2008). «Miles de personas participan en la tradicional 'Batalla del vino' de Haro». elperiódico.com. Consultado el 04/08/2008. 
  3. (Hergueta y Martín, 1906, pp. 51, 52 y 349)
  4. (Hergueta y Martín, 1906, p. 41)
  5. (Hergueta y Martín, 1906, p. 91)
  6. (Hergueta y Martín, 1906, p. 351)
  7. (Hergueta y Martín, 1906, p. 352)
  8. (Hergueta y Martín, 1906, p. 354)
  9. (Hergueta y Martín, 1906, p. 382)
  10. (Hergueta y Martín, 1906, p. 384)
  11. (Hergueta y Martín, 1906, p. 336)
  12. a b c (Hergueta y Martín, 1906, p. 435)
  13. (Goicolea Julián, 1999, p. 249)
  14. (Goicolea Julián, 1999, p. 250)
  15. a b c d e f g Fernando de la Fuente Rosales. «De Romería a “Batalla”». haro.org. 
  16. (Goicolea Julián, 1999, p. 251). Cuenta de gastos de 1469 del archivo municipal de Haro. "Iten se perdieron en los toros de Sant Juan e Sant Pedro e Santiago çincuenta e nuebe cuartas, çinc maravedís e media cuarta, tresientos e quarenta e quatro maravedís..."
  17. (Goicolea Julián, 1999, p. 253) Archivo municipal de Haro en sesión restringida de 1 de marzo de 1491.
  18. En 1467, por la cercanía de las tropas del reino de Navarra se decidió que los oficiales del concejo no fueran a la procesión: "Otrosi mandaron que se liebe a Tolonno mannana martes la ofrenda acostunbrada con algunos, e non baya allá el conçeio por el reçelo de los nabarros". Archivo Municipal de Haro. LA. 1467, sesión de concejo amplio del 18 de mayo. El concejo se preocupaba de que en ella participase el mayor número de vecinos, así ordenaba "que el juebes vayan a Tolonno e bayan de cada casa uno so la pena acostrumbrada, e se liebe la cordera e se haga commo se acostunbra. A.M.H: LA. 1478, sesión de concejo amplio del 7 de junio. En 1486 el mayordomo del concejo pagó a Juan de Villaçian, mayordomo de la cofradía de San Sebastián, 387,5 mrs. por llevar las antorchas de la cofradía a Toloño. A.M.H: LC. 1486, cuenta de gastos) En 1505 se recoge "... pagué (se refiere al mayordomo) çiento e çinquenta maravedís porque dio treinta cuartales de pan quando fueron a Nuestra Sennora de Tolonno en proçeçión". A.M.H: LC. 1505, cuenta de gastos. (Goicolea Julián, 1999, p. 264)
  19. (Hergueta y Martín, 1906, p. 373)
  20. (Hergueta y Martín, 1906, p. 619)
  21. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas AlfonsoVerde264
  22. «Sección de Haro». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Logroño: Diario La Rioja). Año X (2893): 1. 29 de junio de 1898. Consultado el 02/03/2010. 
  23. «Sección de Haro». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Logroño: Diario La Rioja). Año XVII (5085): 1. 30 de junio de 1905. Consultado el 02/03/2010. «El día ha amanecido nublado. Para los madrugadores devotos de San Felices, que gustan asistir a la romería, no es esta mala circunstancia. Sin embargo, la concurrencia a la ermita este año no ha sido tan numerosa como otras veces. Con todo, no ha faltado animación en la tradicional fiestas. El regreso: A las doce, como de costumbre, los romeros han hecho su entrada triunfal en la plaza. Se observa que vienen menos carruajes que en años anteriores y menos caballerías enjaszadas, y eso que bastantes se agregan a los romeros a la entrada del pueblo. Hay menos mujeres, pera las que se ven en los carros vienen como los hombres, con sus trajes de tonos claros, manchados completamente de vino. Esta brutalidad, sin gracia acaso sea la causa de esta desanimación.» 
  24. «Sección de Haro». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Logroño: Diario La Rioja). Año XVIII (5407): 1. 30 de junio de 1906. Consultado el 02/03/2010. «La romería decae: decae y se acaba por que el mal gusto ha ido introduciendo costumbres groseras. Ya las mujeres se retraen y no asisten porque algunos romeros graciosos han dado en la flor de manchar de vino á todo el que se les pone por delante. Y esta chistosa manera de divertirse irá poco á poco acabando con la fiesta, si la autoridad distraída, no pone coto á esta imbécil é incorrecta moda.» 
  25. «Ecos de Haro». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Logroño: Diario La Rioja). Año XXII (6668): 1. 30 de junio de 1910. Consultado el 02/03/2010. 
  26. 1911 animada, 1912 inusitada animación, 1913 como todos los años, 1914 más gente que otros años, 1915 menos gente que el año pasado, 1916 gran animación año soleado, 1917 nublado pero ha ido gente, 1919 Abundancia de romeros, 1921 buena animación, 1922 numerosos romeros, 1923 Concurrencia mayor que otros años con muy buen día.
  27. «¡A Bilibio!». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Logroño: Diario La Rioja). Año XXX (9466): 1. 29 de junio de 1918. Consultado el 03/03/2010. 
  28. González, Melitón (14 de julio de 1929). «Recuerdo de una antigua costumbre». Revista Blanco y Negro (Madrid: Diario ABC S.L.): 41. 
  29. «Ecos de Haro». La Rioja, diario imparcial de la mañana (Biblioteca de Haro: Diario La Rioja). 29 de junio de 1932. «Después, el regocijo, la bulla y la algazara se han expandido por aquellos parajes, desde donde se admira un grandioso cuadro y soberbias vistas, haciéndose animadísimo baile y sufriendo y aguantando todos, porque están a la reciproca, los bautizos de vino que se prodigan con gran frecuencia. Este mal gusto de rociarse con vino, es, a nuestro juicio, el motivo de que la fiesta no resulta todo lo brillante que fuera de desear, y de que las muchachas, en su mayor parte, se retraigan de asistir a ella. Seguramente que si se prohibiera esta fea costumbre, la romería habría de resultar más animada.» 
  30. (Cegarra Pérez, 1991, p. 375)
  31. Esto lo aclara la crónica de 1938 del Diario La Rioja referente a ese año y al anterior.
  32. a b c d Alfonso Verde, De la "Guerra del vino" a la "Batalla". Págs. 265 a 267.
  33. Alfonso Verde, Se repite la "Batalla del Vino" a petición de los norteamericanos. Págs. 267 a 269.
  34. Alfonso Verde, El pueblo dijo si a la "Batalla" en día laborable ... Págs. 269 a 270.
  35. «Turismo. Fomento y promoción. Fiestas, rutas y zonas de interés turístico.». Gobierno de La Rioja. pp. pág. 171-172. Consultado el 10/08/2008. «Resolución de 29 de octubre de 1998, de la Dirección General de Industria, Turismo, Trabajo y Comercio, por la que se declara "Fiesta de Interés turístico en La Rioja" la Batalla del Vino en Haro (B.O.R. núm. 138, de 17 de noviembre).» 
  36. (Hergueta y Martín, 1906, p. 375)
  37. Domingo Hergueta en la nota al pie de la página 385 de sus Noticias Históricas, que la resume: "El celebrar la fiesta de San Felices el primer domingo de Septiembre se debe exclusivamente á esta Cofradía ignorando el motivo que hubo para ello, si bien solo sabemos que en 17 de agosto de 1849 se ordenó subiesen á Bilibio todos los hermanos dicho día excepto los que pasen de 60 años, bajo la pena de seis reales".
  38. «Calendario turístico». Revista Blanco y Negro (Madrid: Diario ABC S.L.): 41. 10 de junio de 1967. «Batalla del vino, que simboliza las luchas y reyertas que se produjeron en tiempos inmemoriales entre Haro y Miranda de Ebro.» 
  39. «Armados de mosto». larioja.com. 28 de junio de 2006. Consultado el 04/08/2008.  Parámetro desconocido |último= ignorado (se sugiere |apellido=) (ayuda); Parámetro desconocido |primero= ignorado (se sugiere |nombre=) (ayuda)
  40. «Con las ventanas cerradas». elcorreodigital.com. 23 de julio de 2007. Consultado el 04/08/2008.  Parámetro desconocido |último= ignorado (se sugiere |apellido=) (ayuda); Parámetro desconocido |primero= ignorado (se sugiere |nombre=) (ayuda)
  41. «Centenares de personas se bañan en vino en la batalla de Llamigo». elcomerciodigital.com. 10/09/2006. Consultado el 20 de julio de 2009.  Parámetro desconocido |último= ignorado (se sugiere |apellido=) (ayuda); Parámetro desconocido |primero= ignorado (se sugiere |nombre=) (ayuda)

Bibliografía

  • Goicolea Julián, Francisco Javier (1999). Haro: una villa riojana del linaje Velasco a fines del Medievo (1999 edición). Logroño: Ediciones Instituto de Estudios Riojanos. p. 362. ISBN 84-89362-54-8. 
  • Cegarra Pérez, Joaquín (1991). Equipo harense de historia, ed. Haro - Cien años de Muy Noble y Muy Leal Ciudad 1891 - 1991. pp. 21 y 22. Depósito Legal LR-560/1991. 

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