Diferencia entre revisiones de «Terremoto de Lisboa de 1755»

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El '''terremoto de Lisboa de 1755''' tuvo lugar el [[1 de noviembre]] de [[1755]], a las 09,20 horas. Causó la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.<ref name=info1>[http://www.eird.org/esp/revista/no-14-2007/contribuciones.pdf "El terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755: ¿El primer desastre “moderno”?"] Página con información acerca del Terremoto de Lisboa de 1755.</ref>
El '''terremoto de Lisboa de 1755''' tuvo lugar el [[1 de noviembre]] de [[1755]], a las 09,20 horas. Causó la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.<ref name=info1>[http://www.eird.org/esp/revista/no-14-2007/contribuciones.pdf "El terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755: ¿El primer desastre “moderno”?"] Página con información acerca del Terremoto de Lisboa de 1755.</ref>


El [[seismo]] fue seguido por un [[maremoto]] y un incendio, causando la destrucción casi total de [[Lisboa]].<ref name=maremoto1>[http://www.belt.es/noticias/2005/noviembre/04/maremoto.asp "El maremoto de Lisboa y Cádiz"] Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.</ref><ref name=maremoto2>[http://etimologias2004.blogspot.com/2005/01/un-artculo-sobre-el-maremoto-de-lisboa.html "Un artículo sobre el maremoto de Lisboa de 1755"] Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.</ref> El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones coloniales de Portugal durante el [[siglo XVIII]].
El [[sismo]] fue seguido por un [[maremoto]] y un incendio, causando la destrucción casi total de [[Lisboa]].<ref name=maremoto1>[http://www.belt.es/noticias/2005/noviembre/04/maremoto.asp "El maremoto de Lisboa y Cádiz"] Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.</ref><ref name=maremoto2>[http://etimologias2004.blogspot.com/2005/01/un-artculo-sobre-el-maremoto-de-lisboa.html "Un artículo sobre el maremoto de Lisboa de 1755"] Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.</ref> El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones coloniales de Portugal durante el [[siglo XVIII]].


El acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando progresos importantes en la [[teodicea]] y la [[filosofía de lo sublime]]. Además, al ser el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, señaló el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximádamente un 9 en la [[escala de Richter]], con su epicentro en un lugar desconocido en algún punto del [[oceano Atlántico]] a menos de 300 km de Lisboa.<ref name=epicentro>[http://elmundo.es/papel/2005/11/02/ciencia/1882416.html "Los científicos buscan el epicentro del seísmo de Lisboa del año 1755"] Noticia con información sobre la búsqueda del epicentro del terremoto.</ref>
El acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando progresos importantes en la [[teodicea]] y la [[filosofía de lo sublime]]. Además, al ser el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, señaló el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximádamente un 9 en la [[escala de Richter]], con su epicentro en un lugar desconocido en algún punto del [[oceano Atlántico]] a menos de 300 km de Lisboa.<ref name=epicentro>[http://elmundo.es/papel/2005/11/02/ciencia/1882416.html "Los científicos buscan el epicentro del seísmo de Lisboa del año 1755"] Noticia con información sobre la búsqueda del epicentro del terremoto.</ref>

Revisión del 17:12 27 may 2010

El terremoto de Lisboa de 1755 tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755, a las 09,20 horas. Causó la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.[1]

El sismo fue seguido por un maremoto y un incendio, causando la destrucción casi total de Lisboa.[2][3]​ El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones coloniales de Portugal durante el siglo XVIII.

El acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando progresos importantes en la teodicea y la filosofía de lo sublime. Además, al ser el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, señaló el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de aproximádamente un 9 en la escala de Richter, con su epicentro en un lugar desconocido en algún punto del oceano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa.[4]

El terremoto

El terremoto tuvo lugar la mañana del día de Todos los Santos.[1]​ Los informes contemporáneos indican que el terremoto duró entre tres minutos y medio y seis minutos, produciendo grietas gigantescas de cinco metros de ancho que se abrieron en el centro de ciudad.[1]​ Los supervivientes huidos en pos de seguridad al espacio abierto que constituían los muelles pudieron observar como el agua retrocedía, revelando el lecho del mar, cubierto de restos de carga caída al mar y los viejos naufragios. Cuarenta minutos después del terremoto, tres maremotos de entre 6 y 20 m engullerÓn el puerto y la zona centro, subiendo aguas arriba del río Tajo.[3]​ En las áreas no afectadas por el maremoto, los incendios surgieron rápidamente, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.[5]

De una población lisboeta de 275.000 habitantes, unas 90.000 personas murieron. Otras 10.000 murieron en Marruecos, en Ayamonte (Huelva, España) murieron más de 1000 personas, y se registraron víctimas y daños de consideración en más puntos del sur de España y de por toda la península ibérica.[6]​ El ochenta y cinco por ciento de los edificios de Lisboa resultaron destruidos, incluyendo palacios y famosas bibliotecas, así como la mayoría de los ejemplos de la arquitectura manuelina, distintiva del siglo XVI portugués. Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego. El recién estrenado teatro de la ópera (inaugurado solamente seis meses antes), resultó destruido por el fuego hasta sus cimientos. El Palacio Real, situado junto al río de Tajo donde hoy se encuentra el Terreiro do Paço, fue destruido por los efectos sucesivos del terremoto y el maremoto, al igual que el Teatro Real do Paço da Ribeira, situado frente al palacio. Dentro de éste, la biblioteca real que constaba de unos 70.000 volúmenes, así como de centenares de obras de arte, incluyendo pinturas de Tiziano, Rubens y Correggio, resultó destruida.

Grabado de 1755 mostrando las ruinas de la ciudad en llamas y un maremoto arrollando los barcos del puerto.

Los archivos reales desaparecieron junto con los detallados expedientes históricos que describían las exploraciones de Vasco da Gama y otros exploradores tempranos portugueses. El terremoto también destruyó importantes iglesias de Lisboa, como la catedral de Santa María, las basílicas de São Paulo, Santa Catarina, São Vicente de Fora, y la iglesia de la Misericordia. El Hospital Real de Todos los Santos (el hospital público más grande de la época) fue consumido también por el fuego y centenares de pacientes murieron carbonizados. La tumba del héroe nacional Nuno Álvares Pereira se perdió también. Los visitantes de Lisboa pueden todavía caminar entre las ruinas del Convento do Carmo, que fueron preservadas para recordar a los lisboetas la destrucción causada por el terremoto.

Ruinas del Convento do Carmo en Lisboa.

Se dice que muchos animales detectaron el peligro y huyeron a un terreno más elevado antes de que llegara el agua. El temblor de Lisboa fue el primer evento de su tipo documentado en Europa.

Lisboa no fue la única ciudad portuguesa afectada por la catástrofe. En todo el sur del país, sobre todo en el Algarve, la destrucción fue general. Hay que añadir que también muchas ciudades del sur de España sufrieron una suerte de destrucción parecida.

Los efectos del terremoto fuera de Portugal

Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y África del Norte. Maremoto de hasta 20 m de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico. Un maremoto de 3 m golpeó también la costa meridional inglesa.

En España produjo al menos 5.300 muertos según el recuento de la época y abundantes daños. Algunas de las ciudades más afectadas fueron:

  • En Sevilla hubo nueve víctimas fatales, el 89% de las viviendas resultaron dañadas y afectó incluso a la Giralda.
  • En Salamanca sufrieron importantes daños muchos de sus edificios. Entre ellos, la catedral nueva, en la que fueron de tal magnitud, que se barajó la posibilidad de derribar su torre ante el peligro de desplome, y se tuvo que desmantelar la cúpula del cimborrio de la misma catedral para volverla a levantar posteriormente. Sufrió también el claustro de la catedral vieja, el Colegio Viejo, que hubo que derruir, el palacio del obispo y especialmente la linterna de la cúpula de la iglesia de la Clerecía, que hoy todavía puede verse seriamente inclinada desde el Patio de Escuelas. La inclinación de la torre de la catedral se palió con el levantamiento de un talud en la cara oeste que todavía subsiste. Por suerte, no se produjeron en dicha ciudad víctimas fatales.

En agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio catedralicio, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre hasta la esfera armilar, llamada La Bola, que la corona.

  • En Coria, (Cáceres), el terremoto derrumbó la cubierta de la Catedral, sepultando a numerosos fieles que se hallaban congregados en misa en aquel momento. Además, desvió el cauce del río Alagón a su paso por la localidad y dejó el puente de piedra que lo cruzaba, alejado del nuevo cauce y sin utilidad.
  • En Palma del Río, la Iglesia de la Asunción sufrió el agrietamiento de cuatro arcos de su nave principal.
  • En Jaén, las torres de la Catedral se agrietaron y la estabilidad del edificio se vio comprometida, lo que obligó a la construcción del Sagrario —en 1761— para darle consistencia a la estructura.
  • En Alcaudete se produjeron numerosos daños, como los de su castillo, el que aun habitado en aquella época, tuvo que ser abandonado por los destrozos.
  • La catedral de Baeza se desplomó, así como la gran cúpula de la capilla de San Andrés.
  • La posiblemente única consecuencia positiva del terremoto fue la conformación en la costa de Huelva de una isla donde tras los sucesos del citado 1 de noviembre se fundó la ciudad de Isla Cristina.

El día siguiente

Debido a un golpe de suerte, la familia real escapó ilesa de la catástrofe. El rey José I y la corte habían salido de la ciudad, después de asistir a misa al amanecer, satisfaciendo el deseo de una de las hijas del rey de pasar el día de la fiesta de Todos los Santos lejos de Lisboa. Después de la catástrofe, José desarrolló un gran miedo a vivir bajo techo, y la corte fue acomodada en un enorme complejo de tiendas y pabellones en las colinas de Ajuda, entonces en las cercanías de Lisboa. La claustrofobia del rey no disminuyó nunca, y no fue hasta después de su muerte que su hija María I comenzó a construir el Palacio de Ajuda, que se encuentra en el sitio del viejo campo de tiendas.

Al igual que el rey, el primer ministro Sebastião de Melo, marqués de Pombal, sobrevivió al terremoto. Se cuenta que respondió a quien le preguntó qué hacer: "Cuidar de los vivos, enterrar a los muertos". Con el pragmatismo que caracterizó todas sus acciones, el primer ministro comenzó inmediatamente a organizar la recuperación y la reconstrucción.

Envió a bomberos al interior de la ciudad para extinguir las incendios, y a grupos organizados para enterrar los millares de cadáveres. Había poco tiempo para disponer de los cadáveres antes de que las epidemias se extendieran. Contrariamente a la costumbre y contra los deseos de la Iglesia, muchos cadáveres fueron cargados en barcazas y tirados al mar, más allá de la boca del Tajo. Para prevenir los desórdenes en la ciudad en ruinas, y, sobre todo, para impedir el saqueo, se levantaron patíbulos en puntos elevados alrededor de la ciudad y al menos 34 saqueadores fueron ejecutados. El ejército fue movilizado para que rodeara la ciudad e impidiese que los hombres sanos huyeran, de modo que pudieran ser obligados a despejar las ruinas.

No mucho después de la crisis inicial, el primer ministro y el rey rápidamente contrataron arquitectos e ingenieros, y en menos de un año, Lisboa estaba ya libre de escombros y comenzando la reconstrucción. El rey estaba ansioso de tener una ciudad nueva y perfectamente ordenada. Manzanas grandes y rectilíneas, amplias avenidas fueron los lemas de la nueva Lisboa. Cuando alguien le cuestionó al marqués de Pombal la necesidad de tales calles anchas, éste contestó: "un día serán pequeñas". De hecho, el caótico tráfico de la actual Lisboa refleja la sabiduría de la respuesta.

Los edificios pombalinos están entre las primeras construcciones resistentes a los terremotos en el mundo. Se construyeron pequeños modelos de madera para hacer pruebas, y los terremotos fueron simulados por las tropas que marchaban alrededor de ellos. La nueva zona céntrica de Lisboa, conocida hoy como Baixa Pombalina, es una de las atracciones turísticas más conocidas de la ciudad. Secciones de otras ciudades portuguesas, como Vila Real de Santo António en el Algarve, se reconstruyeron también siguiendo los principios pombalinos.

Implicaciones sociales y filosóficas

Voltaire.

El terremoto sacudió mucho más que ciudades y edificios. Lisboa era la capital de un país devotamente católico, con una larga historia de inversiones en la Iglesia y la evangelización de las colonias. Más aún, la catástrofe tuvo lugar un día de fiesta católico y destruyó prácticamente cada iglesia importante. Para la teología y filosofía del siglo XVIII, esta manifestación de la cólera de Dios era difícil de explicar.

El terremoto influyó profundamente en muchos pensadores de la Ilustración europea. Muchos filósofos contemporáneos mencionaron o hicieron referencia al terremoto en sus escritos, notablemente Voltaire en Cándido y en su Poème sur le désastre de Lisbonne (poema sobre el desastre de Lisboa).

El carácter arbitrario de la supervivencia fue probablemente lo que más le marcó, llevándose a satirizar la idea, defendida por autores como Gottfried Wilhelm Leibniz o Alexander Pope, de que "éste es el mejor de los mundos posibles". Como escribió Theodor Adorno, "el terremoto de Lisboa fue suficiente para curar a Voltaire de la teodicea de Leibniz". A finales del siglo XX, siguiendo a Adorno, el terremoto de 1755 ha sido presentado a veces como análogo al Holocausto en el sentido de catástrofe tan enorme que tuvo un impacto transformador en la cultura y la filosofía europeas.

Inmanuel Kant

El concepto de lo sublime, aunque existió antes de 1755, fue desarrollado en filosofía y elevado su más alta expresión por Immanuel Kant, en parte como resultado de sus intentos para comprender la enormidad del seísmo y del maremoto de Lisboa. Kant publicó tres textos separados sobre el terremoto de Lisboa. El joven Kant, fascinado con el terremoto, recogió toda la información disponible en gacetillas de noticias, y la usó para formular una teoría sobre las causas de terremotos. Su teoría, que implicaba cambiar de sitio enormes cavernas subterráneas llenas de gases calientes, fue (aunque erróneo en última instancia) una de las primeras tentativas sistemáticas modernas para explicar los terremotos mediante causas naturales, antes que sobrenaturales. Según Walter Benjamin, el delgado libro elaborado por un joven Kant sobre el terremoto "representa probablemente el principio de la geografía científica en Alemania. Y ciertamente el comienzo de la sismología."

Por otra parte, Werner Hamacher (un pensador posmoderno, entusiasta de Hegel, y como tal con una postura anti-Ilustración y anti-modernidad) ha afirmado que las consecuencias del terremoto penetraron en el vocabulario de la filosofía, haciendo inestable e incierta la común metáfora que establecía firmes bases sobre la tierra en las discusiones de los filósofos: "bajo la impresión ejercida por el terremoto de Lisboa, que tocó la mentalidad europea en una [de] sus épocas más delicadas, la metáfora del suelo y el temblor perdió totalmente su aparente inocencia; ya no se usaron más como figuras del discurso"(263). Hamacher afirma que la certeza fundacional de la filosofía de Descartes comenzó a convulsionarse como consecuencia del terremoto de Lisboa.

La política portuguesa

En la política interna portuguesa el terremoto fue devastador. El primer ministro era el favorito del rey, pero la aristocracia lo desdeñaba como el advenedizo hijo de un hacendado rural (aunque hoy se conoce al primer ministro Sebastião de Melo como el Marqués de Pombal, el título no le fue concedido hasta 1770, quince años después del terremoto). Por su parte, el primer ministro sentía aversión por los viejos nobles, a los que consideraba corruptos e incapaces de tomar acciones prácticas. Antes del 1 de noviembre de 1755 había una lucha constante para conseguir el poder y el favor real, pero más tarde, la respuesta competente del Marqués de Pombal cercenó con eficacia el poder de las viejas facciones aristocráticas. La oposición y el resentimiento silenciosos hacia el rey José I comenzaron a manifestarse, lo que culminaría con un intento de magnicidio en la persona del rey, y la eliminación del poderoso duque de Aveiro y de la familia Távora.

El nacimiento de la sismología

Epicentro estimado del terremoto.

La respuesta del primer ministro no se limitó a los aspectos prácticos de la reconstrucción. El marqués ordenó que una detallada encuesta fuese enviada a todas las parroquias del país con respecto el terremoto y a sus efectos. Las preguntas incluyeron:

  • ¿Cuánto tiempo duró el terremoto?
  • ¿Cuántas réplicas se sintieron?
  • ¿Qué daños fueron causados?
  • ¿Se comportaron los animales de modo extraño? (esta pregunta se adelantó a los estudios de los sismólogos chinos en los 1960s)
  • ¿Qué sucedió en los pozos y albercas?

Las respuestas a estas preguntas y otras todavía se encuentran archivadas en la torre de Tombo, el archivo histórico nacional. Estudiando y comparando los informes de los sacerdotes, los científicos modernos pudieron reconstruir el acontecimiento desde una perspectiva científica. Nada de ello hubiese sido posible sin la encuesta ideada por el marqués de Pombal. El marqués es considerado el precursor de la sismología occidental moderna, ya que fue el primero que trató de conseguir una descripción científica objetiva de las variadas causas y consecuencias de un terremoto.

La hipótesis más aceptada es que el epicentro estaba en la zona de fractura Azores-Gibraltar, al norte del banco Gorringe. Esta zona de fractura, que representa la frontera entre la placa africana y la euroasiática, tiene forma de escalón fracturado a causa de los efectos compresivos que sufre. Analizando los testimonios contemporáneos recogidos por el marqués -especialmente los referidos a los tres maremotos que sufrió la ciudad- se puede concluir que una superficie del fondo marino equivalente a un círculo de 300 km de radio bajó unos 30 m durante el terremoto a causa de la subsidencia de la parte inferior del escalón.

Comentarios de Elena G. de White

En su libro titulado El Conflicto de los Siglos(The Great Controversy- título en inglés) la escritora de origen Norteamericano Elena G. de White comenta que este terremoto sigue al cumplimiento de algunas profecías encontradas en la Biblia ()y que fueron muy significativas al nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día; ella relata textualmente así:

Estas señales se vieron antes de principios del siglo XIX. En cumplimiento de esta profecía, en 1755 se sintió el más espantoso terremoto que se haya registrado. Aunque generalmente se lo llama el terremoto de Lisboa, se extendió por la mayor parte de Europa, África y América. Se sintió en Groenlandia en las Antillas, en la isla de Madera, en Noruega, en Suecia, en Gran Bretaña e Irlanda. Abarcó por lo menos diez millones de kilómetros cuadrados. La conmoción fue casi tan violenta en África como en Europa. Gran parte de Argel fue destruída; y a corta distancia de Marruecos, un pueblo de ocho a diez mil habitantes desapareció en el abismo. Una ola formidable barrió las costas de España y África, sumergiendo ciudades y causando inmensa desolación.

Fue en España y Portugal donde la sacudida alcanzó su mayor violencia. Se dice que en Cádiz, la oleada llegó a sesenta pies de altura. Algunas de las montañas "más importantes de Portugal fueron sacudidas hasta sus cimientos y algunas de ellas se abrieron en sus cumbres, que quedaron partidas de un modo asombroso, en tanto que trozos enormes se desprendieron sobre los valles adyacentes. Se dice que de esas montañas salieron llamaradas de fuego." -Sir Carlos Lyell, Principles of Geology, pág. 495.

En Lisboa "se oyó bajo la tierra un ruido de trueno, e inmediatamente después una violenta sacudida derribó la mayor parte de la ciudad. En unos seis minutos murieron sesenta mil personas. El mar se retiró primero y dejó seca la barra, luego volvió en una ola que se elevaba hasta cincuenta pies sobre su nivel ordinario." "Entre los sucesos extraordinarios ocurridos en Lisboa durante la catástrofe, se cuenta la sumersión del nuevo malecón, construido completamente de mármol y con ingente gasto. Un gran gentío se había reunido allí en busca de un sitio fuera del alcance del derrumbe general; pero de pronto el muelle se hundió con todo el gentío que lo llenaba, y ni uno de los cadáveres salió jamás a la superficie." -Ibid.

"La sacudida" del terremoto "fue seguida instantáneamente del hundimiento de todas las iglesias y conventos, de casi todos los grandes edificios públicos y más de la cuarta parte de las casas. Unas horas después estallaron en diferentes barrios incendios que se propagaron con tal violencia durante casi tres días que la ciudad quedó completamente destruída. El terremoto sobrevino en un día de fiesta en que las iglesias y conventos estaban llenos de gente, y escaparon muy pocas personas." -Encyclopaedia Americana, art. Lisboa, nota (ed. 1831). "El terror del pueblo era indescriptible. Nadie lloraba; el siniestro superaba la capacidad de derramar lágrimas. Todos corrían de un lado a otro, delirantes de horror y espanto, golpeándose la cara y el pecho, gritando: '¡Misericordia! ¡Llegó el fin del mundo!' Las madres se olvidaban de sus hijos y corrían de un lado a otro llevando crucifijos. Desgraciadamente, muchos 351 corrieron a refugiarse en las iglesias; pero en vano se expuso el sacramento; en vano aquella pobre gente abrazaba los altares; imágenes, sacerdotes y feligreses fueron envueltos en la misma ruina." Se calcula que noventa mil personas perdieron la vida en aquel aciago día.

Notas

  1. a b c "El terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755: ¿El primer desastre “moderno”?" Página con información acerca del Terremoto de Lisboa de 1755.
  2. "El maremoto de Lisboa y Cádiz" Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.
  3. a b "Un artículo sobre el maremoto de Lisboa de 1755" Información acerca del Maremoto que asoló Lisboa en 1755.
  4. "Los científicos buscan el epicentro del seísmo de Lisboa del año 1755" Noticia con información sobre la búsqueda del epicentro del terremoto.
  5. "Lisboa recuerda el terremoto que hace 250 años cambió su historia" Noticia con información sobre el terremoto, 250 años después.
  6. "Año de 1755. El gran terremoto de Lisboa" Artículo de opinión con información sobre el terremoto de Lisboa de 1755.
  7. Fuente: 250 años del terremoto de Lisboa. [http://www.huelvacofrade.com/articulos/2005/1031.htm
  8. Baptista, M.A., Heitor, S., Miranda, J.M., Miranda, P.M.A., and Mendes Victor, L., 1998, The 1755 Lisbon earthquake; evaluation of the tsunami parameters: Journal of Geodynamics, v. 25, p. 143–157.

Véase también

Enlaces externos