Malcolm Arnold
Sir Malcolm Henry Arnold CBE (Northampton, 21 de octubre de 1921 — Norwich, 23 de septiembre de 2006) fue uno de los compositores británicos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Comenzó su carrera como trompetista profesional, pero alrededor de los 30 años decidió dedicarse exclusivamente a la composición. Compuso más de 500 obras, tanto música clásica como documental y cinematográfica (obteniendo, en 1957, un Oscar a la mejor banda sonora por El Puente sobre el Río Kwai). Su principal legado musical son sus nueve sinfonías.
Biografía
Nació en Northampton el 21 de octubre de 1921. Tras comenzar a estudiar música en su localidad natal, gracias a la tradición musical familiar (su abuelo era maestro de capilla de la iglesia de Northampton), e impulsado por el impacto que le produjo escuchar en directo a Louis Armstrong con 12 años, estudió trompeta con Ernest Hall, uno de los trompetistas más importantes de la época y miembro de la Orquesta Sinfónica de la BBC, y composición con Gordon Jacob en el Royal College of Music de Londres. Su estancia en dicha institución fue un tanto pasajera.[1]
En 1942 ingresa en la Orquesta Filarmónica de Londres como segundo trompeta, pasando en 1943 al puesto de trompeta principal, donde permaneció hasta 1948, salvo un paréntesis en 1945 debido a la Segunda Guerra Mundial (en la que se alistó como voluntario, pegándose un tiro en el pie al poco tiempo, para poder dejar el frente) y otro entre 1945 y 1946 en el que estuvo en la Orquesta Sinfónica de la BBC junto a Ernest Hall. Su estancia en la orquesta le proporcionó un excelente conocimiento de sus características y estructuración. Durante esta etapa participó en el estreno de obras de George Gershwin o Béla Bartók, además de en la representación y grabación de todas las sinfonías de Gustav Mahler, bajo la batuta de los directores más importantes de la época, como Fistoulari o Leonard Bernstein en el caso de la Quinta Sinfonía de Chaikovski. Todo ello desarrolló sus dotes de orquestador, faceta en la que destacará posteriormente.
En 1941 se casó. Fruto de este matrimonio fueron dos hijos, Katherine y Robert. Su carácter autodestructivo (con 20 años le fue diagnosticada una esquizofrenia) y su propensión al alcoholismo, unidos al efecto devastador que en él provocaban las críticas cada vez más adversas a su obra, terminaron por destrozar el matrimonio, divorciándose en 1965 para volver a casarse apresuradamente el mismo año tras dejar embarazada a la que sería su segunda esposa.
Tras su época dorada, que comprende los años 1950 y los 1960, la crítica comenzó a despreciar la música de Malcolm Arnold, situada, a su juicio, fuera del momento histórico musical: mientras que la atonalidad, el serialismo y otras corrientes vanguardistas se abrían paso en el mundo de la música culta, Arnold seguía recurriendo a un estilo melódico, tonal, de aire neorromántico, de éxito popular y como continuador de Richard Strauss, Gustav Holst, Dimitri Shostakovich e incluso Aaron Copland, pero que se situaba al margen del camino irreversible que la música clásica había tomado hacia nuevos sonidos. La crítica también se mostró reticente ante el sentido del humor que sus obras dejaban entrever, lo que le hizo ser considerado como un compositor poco serio. El complejo carácter de Arnold, combinado con este rechazo y los ataques mentales que sufría su tercer hijo, que padecía autismo, le llevaron a un nuevo divorcio en 1975 y a un intento de suicidio.
En 1979, tras un nuevo ataque mental, ingresó en el hospital psiquiátrico de St. Andrews, donde permaneció hasta 1984. Durante estos siete años de crisis mental no compuso ninguna obra, lo que contrasta con el frenético ritmo de producción que había llevado anteriormente. Durante esta etapa de crisis mental, en la que Arnold volvería a intentar suicidarse, rompió relaciones con sus hijos, al sentirse incomprendido por ellos. Al ser dado de alta en 1984, y en la más absoluta carencia de dinero, conoció a Anthony Day, asistente social, quien lo alojó en su domicilio y rectificó su situación económica precaria. De esta forma, Day se convirtió en su cuidador y manager comercial.
A partir de la obtención del título de Sir, que la reina Isabel II de Inglaterra le otorgó en 1993, fueron múltiples y variados los homenajes que recibió. En junio de 2006, la Universidad de Northampton le concedió un doctorado honorario en honor a su carrera musical. El mundo de la música inglesa trató así de compensar los años en los que ignoró su producción musical. A pesar de esta rectificación, la crítica especializada aún hoy aparece dividida entre quienes lo consideran un auténtico genio y quienes no ven en él más que un compositor con una extraordinaria facilidad.
Malcolm Arnold dejó la composición en 1990, entre otros motivos debido a su delicado estado de salud. Desde 1984 vivió en Attleborough (Norfolk, Inglaterra) con Anthony Day. Durante esta etapa, declaró no tener ganas de crear más música. Sin embargo, se mostró muy satisfecho de su extensa obra.[2]
Murió el 23 de septiembre de 2006 en un hospital de Norfolk, a la edad de 84 años, debido a una afección pulmonar.
Bandas sonoras
Sus primeros trabajos en este campo fueron documentales, pero enseguida saltó a la pantalla con Badger's green en 1948. En los años 1950, estableció una sólida relación profesional con David Lean: Arnold pronto se convertiría en su compositor preferido. Fruto de esta relación son las bandas sonoras de las películas El déspota, El puente sobre el río Kwai (por la que Arnold obtendría un Oscar a la mejor banda sonora en 1957 y que compuso en tan sólo diez días, tomando para ella la melodía de la Marcha del Coronel Boogey de Kenneth Alford), y La barrera del sonido.
Otra de sus bandas sonoras más famosas, y por la que obtuvo un premio Premio Ivor Novello a la mejor banda sonora, es la de El Albergue de la Sexta Felicidad (1958), protagonizada por Ingrid Bergman, en la que la orquestación de la canción popular inglesa Knick Knack, Paddy Wack se convirtió en una de sus melodías más populares. Un año después, en 1959, compuso, con la colaboración de Buxton Orr, la banda sonora de De repente, el último verano, de Joseph L. Mankiewicz, por la que obtendría una nominación a la mejor banda sonora en los Premios Laurel. A pesar de su enorme éxito en este terreno, Arnold rechazó componer la música de Lawrence de Arabia (algo de lo que después se arrepentiría) y, tras muchas otras bandas sonoras (a lo largo de su vida compuso más de 100), se despediría de la música para cine en 1970, con David Copperfield, uno de sus trabajos más recordados por el público. A pesar del prestigio y rendimientos económicos que esta actividad cinematográfica le proporcionó, él siempre deseó ser reconocido por su producción musical formal.
Bandas sonoras
(lista incompleta)
Año | Película |
---|---|
1948 | Badger's green |
1949 | The forbidden street |
1952 | La barrera del sonido |
1954 | Atraco en las nubes |
1954 | El déspota |
1955 | Siete esposas para un marido |
1955 | Soy una cámara |
1956 | Trapecio |
1956 | Puerto África |
1956 | 1984 |
1957 | El puente sobre el río Kwai |
1957 | El valor del dinero |
1957 | Una isla al sol |
1958 | Raíces del cielo |
1958 | El Albergue de la Sexta Felicidad |
1958 | La llave |
1960 | Amargo silencio |
1960 | De repente, el último verano |
1960 | Whisky y gloria |
1961 | Operación Snafu |
1962 | Cuando el viento silba |
1962 | El león |
1963 | Nueve horas de terror |
1964 | Mujer sin pasado |
1964 | El ataque duró siete días |
1965 | Los héroes del Telemark |
1969 | El calculador |
1970 | David Copperfield |
Música clásica
Entre su extensa producción musical clásica (sus obras con número de opus son 142, aunque compuso otras muchas que no incluyó en esta numeración) destacan sus nueve Sinfonías, compuestas entre 1949 y 1986. Todas ellas reflejan el estado de ánimo del autor, por lo que pueden considerarse autobiográficas. De hecho, la última de ellas fue compuesta, en tan solo dieciocho días, al poco tiempo de ser dado de alta en el hospital psiquiátrico de St. Andrews. Según el propio Arnold, las Sinfonías son el trabajo más importante de su vida[3], y en ellas se encuentran, de hecho, los principales elementos de su estilo (constantes cambios de textura, el recurso a esencias melódicas tradicionales y un hábil empleo del ritmo y de la orquestación) combinados con lo más comprometido de su personalidad creadora.
Compuso, asimismo, más de una veintena de conciertos para diferentes instrumentos (para clarinete, flauta, oboe, trompa, trompeta, dos violines, cello,...). Todos ellos fueron dedicados a solistas concretos, razón por la que en todos queda reflejada de una u otra manera el estilo del solista al que iban dirigidos: Benny Goodman (clarinete), Larry Adler (flauta travesera), Julian Lloyd Webber (violoncello) o Yehudi Menuhin (violín) fueron algunos de sus destinatarios. Entre estos conciertos, uno de los más interpretados y conocidos es el Concierto para Guitarra, compuesto originalmente para el guitarrista inglés Julian Bream.
También destacan sus obras de cámara. Entre ellas, su Sonatina for Clarinet and Piano op. 29 (1951), escrita para su amigo el clarinetista inglés Jack Thurston y con numerosas reminiscencias del jazz (algo que será una constante a lo largo de su obra), es la más conocida e interpretada. De hecho, se ha convertido en indispensable en el repertorio de clarinete, y figura en los programas oficiales de estudios de los principales conservatorios de música del mundo. Son relativamente conocidas también su Sonatina for Oboe and Piano op. 28 (1951), la sonatina y la sonata para flauta así como el quinteto de viento Three Shanties o su trío de viento Divertimento for flute, clarinet and oboe.
En su estilo clasicista destaca el empleo de la disonancia conjugado con bellas partes melódicas, oscilando entre ambas gracias a una particular habilidad creativa y al empleo de técnicas estéticas de gran atractivo que conectan fácilmente con el público. Rechaza cualquier clasificación estilística, basculando entre obras de aspecto innovador y otras de aire más clásico. Su versatilidad le ha permitido componer oberturas orquestales de claro carácter dramático, como Peterloo Overture (1967), a modo de homenaje a las víctimas mortales producidas en una masacre política en Irlanda en el siglo XIX, y otras de tono cómico como A grand, grand overture (1956), hilarante obra orquestal de impecable factura en la que incluye, junto a la orquesta, tres aspiradoras, una pulidora de suelo y cuatro rifles. Se trata de una obra de especial valor simbólico en su producción.
En la segunda mitad de su vida, y como ya se ha señalado, la crítica inglesa se mostró muy reticente ante la música de Arnold, cuya Sinfonía nº 9, por ejemplo, sufrió una absoluta incomprensión. Fruto de estas dificultades fue la imposibilidad de estrenar esta última sinfonía hasta 1992, seis años después de su culminación. La crítica también rechazó su versatilidad creadora: en 1969 dirigió a la Orquesta Filarmónica Real en el estreno del Concierto para grupo y orquesta creado por Jon Lord, miembro de Deep Purple, a quien Arnold ayudó en la orquestación de este primer intento de mezcla entre una orquesta clásica y un grupo rock. Para que los intelectuales tomaran en serio la música de Arnold, la versatilidad de dirigir a Deep Purple una semana y componer una obra para banda de viento metal la siguiente era un obstáculo evidente.[4]Arnold, en cierto modo, era consciente de ello, pero antepuso su impulso creador a la opinión de la crítica espcializada.
Nueve sinfonías
Las sinfonías son el principal legado musical de Malcolm Arnold. Aunque todas poseen elementos comunes, cada una de ellas refleja de diferentes maneras el estilo del autor. Se ha señalado con frecuencia la influencia de Mahler, a pesar del distanciamiento expreso de Arnold del concepto que de la sinfonía tenía el músico austríaco.
Mucho más evidente es la influencia de Shostakovich, lo que le valió a Malcolm Arnold el sobrenombre de "el Shostakovich inglés". Lo cierto es que ambos compositores se conocieron y entablaron amistad cuando Arnold visitó el Festival de Primavera de Praga en 1957 como representante de la Unión de Músicos (Musicians' Union) inglesa. Al parecer, el compositor nacionalista ruso y miembro del Partido Comunista Dmitri Kabalevski estuvo presente en dichos encuentros para asegurarse del "buen comportamiento" de los dos compositores más rebeldes de la música del siglo XX. [5] Otra influencia constante en toda su obra y reconocida por él mismo es la de Berlioz.
Otras influencias geográficamente más cercanas serían las de Edward Elgar, Benjamin Britten, las de su amigo el compositor inglés William Walton, o la orquestación del inglés Gustav Holst en su obra The Planets (Los planetas).
Las sinfonías cubren el período comprendido entre 1949 y 1986, y a pesar de ser piezas importantes en el conjunto de la música del siglo XX, y en concreto en el recorrido histórico de la sinfonía, son muy poco conocidas fuera del Reino Unido.
Estrenada en 1951 en el Cheltenham Festival por la Orquesta Hallé dirigida por el propio Arnold, la Sinfonía nº 1, op. 22 (1949) es, probablemente, su sinfonía menos interesante. Es una obra experimental de uso personal en la que el autor muestra muchos de los elementos estilísticos que aplicará en las siguientes, así como su propio concepto de sinfonía.
La obra, en tres movimientos, comienza de forma acumulativa con los violines, dibujando una melodía oscura con tiempo de marcha. El primer movimiento continúa languideciendo, disminuyendo en volumen e intensidad el papel de los distintos instrumentos hasta alcanzar un nuevo punto máximo en sonido e intensidad justo antes del final, con un relevante papel de las trompetas. El segundo movimiento es suave, piano, con un aire misterioso determinado por la atmósfera creada por los violines, que pasan el testigo a diferentes instrumentos de la orquesta. Cabe destacar la enorme importancia que para Arnold van a tener los instrumentos de viento, otorgándoles un protagonismo en ocasiones superior al de los violines y el resto de la cuerda. El tercer y último movimiento mantiene un ritmo nervioso y una tensión constantes, que conducen la melodía a un punto de clímax tras el cual se da paso a una cómica marcha circense en accelerando. Tras un momento de suspense, se da paso al final de la obra, en una bonita melodía dibujada por los violines.
La Sinfonía nº 2, op. 40 (1953) fue encargada por la Bournemouth Winter Gardens Society y estrenada en mayo de 1953 por la Orquesta Municipal de Bournemouth (hoy Orquesta Sinfónica de Bournemouth) bajo la dirección de Charles Groves. Tras sentar las bases en la primera, esta sinfonía muestra un mayor grado de madurez, reconocido unánimemente por la crítica inglesa en el momento de su estreno (fue probablemente la sinfonía mejor recibida en los ámbitos especializados, a pesar de ser, objetivamente, de menor calidad que las siguientes: algunos calificativos de la crítica en la prensa inglesa fueron "la sinfonía de la felicidad" o "Arnold hace que la música diga más que las palabras").
Tras un primer movimiento de comienzo insignificante pero de desarrollo claramente hollywoodiense, se da paso a un segundo movimiento pequeño y de sonidos agudos, solo interrumpidos por los timbales y el viento metal. El tercer movimiento, que bien podría emplearse en una obra de danza clásica, comienza con la delicada melodía del fagot, y se desarrolla en una atmósfera misteriosa de gran atractivo.
El cuarto y último movimiento comienza con una divertida y ágil melodía que da paso a una segunda mitad más trascendente y potente: el empleo por parte de Arnold de melodías fáciles y de irresistible atractivo, como marchas militares de aire cómico, será una constante en toda su obra, con el indisimulado objetivo de atraer la atención del público y de mantenerlo atento para cuando llegue el mensaje que realmente quiere transmitir.
Con la Sinfonía nº 4, op. 71 (1960), encargo de William Glock y la BBC y estrenada el 2 de noviembre de 1960 en el Royal Festival Hall por la Orquesta Sinfónica de la BBC dirigida por el propio compositor, llega a su fin la etapa más 'ligera' de su recorrido sinfónico. El desarrollo de su concepto básico de sinfonía que recuerda en ciertos movimientos a su música más popular (como sus oberturas) llega a un punto de mayor madurez y más personalidad. El principal rasgo distintivo de la obra es el abundante empleo de la percusión, a la que Arnold añade instrumentos caribeños y africanos, como el tam-tam, los bongos o la marimba, en lo que constituye una sinfonía voluntaria y deliberadamente populista. Según reconocerá más tarde, Arnold se inspiró en la diversidad racial del barrio londinense de Notting Hill y los disturbios raciales que en él se produjeron aquellos años con el fin de extender la idea de la integración social, si bien siempre su principal objetivo por encima de cualquier tipo de mensaje será el de hacer que su música "suene bien".
En ese sentido, la integración de sonidos propios de otras regiones en una obra clásica seria occidental se revela como una nítida declaración de principios y refleja una profunda creencia en que la música puede ayudar también a extender actitudes de tolerancia y valores en la sociedad.
La sinfonía comienza con el flautín, al que responde la percusión, en un primer retazo del empleo de los instrumentos de percusión adicionales. Los violines dibujan una melodía de claro aire colonial, remarcada por la celesta. Entonces comienza el papel principal de los instrumentos de percusión africanos y caribeños, que se muestran mediante un habíl empleo del ritmo. La alternancia entre los momentos evidentemente rítmicos y la melodía de la celesta constituye una simbólica contraposición de culturas y ambientes musicales muy distintos, dotando a la obra de un cierto aire exótico. El segundo movimiento es enigmático, alternándose distintos instrumentos en la interpretación casi solista de una melodía simple.
El tercer movimiento es lento, sensual, sexy, vaporoso, bochornoso, la atmósfera es como una especie de trance, casi hipnótica.[6]
El cuarto y último movimiento se ha señalado como el más peculiar de todas sus sinfonías. Tras un comienzo a modo de fuga de la mano de los violines y su desarrollo, se da paso a una parte con un cierto aire misterioso. Tras esto, se da paso a una intervención de la percusión en solitario realmente insólita en las obras clásicas serias: la marimbas, el tam-tam y los bongos imitan, en solitario, la melodía planteada al comienzo por los violines. La orquesta permanece en silencio, salvo las trompetas, que interpretan un acorde ascendente para separar las distintas partes de la interpretación solista de la percusión. Esta parte protagonista de la percusión no estaría fuera de lugar en una de las improvisaciones solistas de los conciertos de jazz. Tras este momento de impacto, la orquesta al completo asciende en volumen hasta caer en una alocada marcha militar. En el momento del estreno de la sinfonía a muchos les resultó extraordinariamente escandalosa, fruto de una supuesta falta de ideas. Al respecto Arnold dijo que "es la frustración del artista. Quería que sonara lo más loca posible". Esta cómica marcha militar da paso a un apoteósico final que retoma el tiempo de fuga inicial.
El camino de acercamiento a la música popular iniciado con las sinfonías 3 y 4 cambia de dirección hacia aspectos no tratados antes en el sinfonismo de Arnold, en lo que se puede considerar punto de inflexión en su recorrido sinfónico. La Sinfonía nº 5, op. 74 (1961) es una sinfonía más seria y profunda, con el fin de satisfacer la necesidad declarada del propio compositor de expresar cosas nuevas ("había tantas cosas todavía que necesitaba decir musicalmente"[7]).
La obra, en cuatro tiempos (como su predecesora), comienza con una intervención interrogativa del oboe, que introduce el tema que irá desarrollando el resto de la orquesta en un tono nervioso y tenso, que desemboca en un estado de clímax muy tranquilo. Se trata de un nuevo ejemplo de la presencia de pulsos contrapuestos en la personalidad de Arnold.
El segundo tiempo, la más 'Mahleriana' de sus creaciones musicales[8], es, probablemente, el mejor valorado de toda su producción sinfónica. Se trata de un movimiento lento y sensible, sentimental a la par que sentido. Las cuerdas, en un comienzo ricamente armonizado, plantean el tema principal del movimiento, al que se contrapone el tema planteado por la flauta travesera. Así, se da paso a un tema más fuerte en volumen, con una mayor intervención de los instrumentos de viento-metal en detrimento de las cuerdas: se trata de un nuevo ejemplo de la lucha interna de las dos personalidades contrapuestas del compositor. Esta tensión se desvanece con la intervención de la flauta y la vuelta del primer tema del movimiento, que termina de una forma relajada y tranquila.
El tercer movimiento, un scherzo, es típicamente 'Arnoldiano'. La tensión olvidada en el segundo movimiento vuelve a tomar el protagonismo, sólo interrumpida por las intervenciones del viento, que introduce una melodía imitativa del pop de los años 1950.[9]
El cuarto movimiento, y como es habitual en el sinfonismo de Arnold, introduce una sutil marcha militar de la mano del flautín y de la percusión, con breves intervenciones del viento metal. El tiempo se desarrolla con intervenciones extremas de las cuerdas en un registro muy agudo, en constante discusión con potentes intervenciones de los vientos de metal sobre el colchón rítmico de la percusión. El movimiento toma un camino ascendente muy potente que progresivamente da paso a una vuelta del tema principal del segundo movimiento de la sinfonía a un volumen mucho mayor y más dramático. Tras su desarrollo íntegro y un crescendo de la orquesta al completo, la sinfonía cae en un final más tranquilo pero de aire triste, en el que la cuerda en pianísimo forma un colchón armónico, dejando el protagonismo a las campanas que hace sonar la percusión y que ya habían sido empleadas en el primer movimiento. La sinfonía finaliza con tres Mis interpretados por los violoncellos y contrabajos.[10]
En el momento del estreno de la Quinta Sinfonía la acogida de público y de la crítica fue nefasta. Una crítica en el London Times inglés calificó la sinfonía como "el fruto de una mente creadora en un avanzado estado de desintegración". [11] Otro crítico dijo que "lo mejor que se puede hacer es decir lo menos posible de ella [la quinta sinfonía]"[12]. Dichas críticas, muchas del tono de las mencionadas, afectaron seriamente a la moral de Arnold, que terminó por apartarla. No fue hasta los años 1970 cuando, con una grabación dirigida por el propio Arnold, la Quinta Sinfonía recondujo su historia, al comenzar a hacerse popular y a recibir críticas positivas. Hoy es considerada por muchos su mejor obra y una de las más importantes sinfonías del siglo XX.
La Sinfonía nº 7, op. 113 (1973), dedicada a sus tres hijos (Katherine, Robert y Edward), es la más extrema, tensa y disonante de todas las sinfonías de Malcolm Arnold. Si en las anteriores se señalaba la influencia de Mahler o Shostakovich, en esta las influencias hay que encontrarlas en Igor Stravinski, lo que demuestra el considerable alejamiento del camino marcado por las anteriores sinfonías. Todo ello la convierte en una rara avis en el recorrido sinfónico de Arnold. Fue estrenada en Londres en mayo de 1974 por la Orquesta New Philharmonia.
Como su predecesora, está compuesta en tres movimientos, cada uno de los cuales es el retrato de cada uno de los hijos del compositor, si bien Arnold nunca reveló la correspondencia de estos retratos. Lo cierto es que su enorme implicación personal en la creación de la sinfonía (que compuso largamente en casa de William Walton en la isla italiana de Ischia) la dotó de un aspecto brusco y tenso, y la convirtió en la más difícil de interpretar.
El primero de los tres movimientos es, probablemente, el más brusco y extremo de la sinfonía, y en él la influencia de Stravinski y su La consagración de la primavera resulta evidente. Se inicia con una acumulación caótica, desordenada y disonante de motivos musicales interpretada por los violines en un registro muy agudo. Tras un pequeño desarrollo de esta introducción, se da paso a una melodía más definida pero de tono igualmente tenso. Esta melodía flota a lo largo de todo el movimiento, y se muestra de nuevo con claridad hacia la segunda mitad del mismo, aunque esta vez con un extraño ritmo de rag. La reexposición del comienzo del movimiento da paso a la parte más tensa de la obra, interpretada por los timbales, la cuerda y el viento metal con una gran intensidad de volumen. El movimiento termina con tres bruscas intervenciones del viento metal junto con la percusión.
El segundo movimiento es lento y se desarrolla, por lo general, a una intensidad de volumen baja. La orquestación es económica; es decir, las intervenciones de los distintos instrumentos se producen, en la mayoría de los casos, sin mayor acompañamiento que el del insignificante colchón que forma la cuerda. En este panorama desnudo, hacia el final del movimiento aparece un brutal unísono de la orquesta, que desarrolla el tema anteriormente planteado de manera dispersa con toda la intensidad de volumen de la que son capaces los diversos instrumentos de la orquesta. Este segundo movimiento, Andante con moto, finaliza en pianísimo de la mano de la cuerda.
El tercer movimiento mantiene el tono de los dos anteriores, aunque se muestra algo más melódico. La orquestación vuelve a enriquecerse, aunque sin llegar al grado de densidad del primer movimiento. Hacia la mitad del tiempo aparece una ligera melodía irlandesa de la mano del arpa y el flautín, y sobre un disonante colchón formado por el resto de la orquesta. De manera brusca, aparece una melodía irlandesa imitativa de la música del grupo The Chieftains, con un aire alegre que contrasta con el resto de la sinfonía. Al finalizar este paréntesis, el arpa vuelve a interpretar el tema que había planteado anteriormente. Bruscamente reaparece el tema principal del movimiento, aunque con una orquestación más contundente. La sinfonía finaliza con varias intervenciones al unísono de toda la orquesta, que forma un acorde mayor que da al final un aire triunfalista.
La Sinfonía nº 7 es considerada una de las más logradas del compositor. En nada se parece a sus composiciones más ligeras, ni siquiera a sus otras sinfonías; su aura emocional y la tensión que desprende evitan cualquier amago de indiferencia por parte del oyente, y reafirman, en cierta forma, el carácter "serio" de las sinfonías de Arnold.
Obras
Sinfonías
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1946 | Symphony for Strings | Sinfonía para cuerda | 13 |
1949 | Symphony no. 1 | Sinfonía | 22 |
1953 | Symphony no. 2 | Sinfonía | 40 |
1957 | Symphony no. 3 | Sinfonía | 63 |
1960 | Symphony no. 4 | Sinfonía | 71 |
1961 | Symphony no. 5 | Sinfonía | 74 |
1967 | Symphony no. 6 | Sinfonía | 95 |
1973 | Symphony no. 7 | Sinfonía | 113 |
1978 | Symphony for Brass | Sinfonía para viento-metal | 123 |
1978 | Symphony no. 8 | Sinfonía | 124 |
1986 | Symphony no. 9 | Sinfonía | 128 |
Obras orquestales
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1945 | Divertimento for Orchestra | 1 | |
1943 | Larch Trees | Tone poem | 3 |
1943 | Beckus the dandipratt | Obertura cómica | 5 |
Symphonic Suite for Orchestra | (Perdida) | 12 | |
1948 | Festival Overture | Obertura | 14 |
1948 | The Smoke | Obertura | 21 |
1950 | Divertimento no. 2 for Orchestra | 24 | |
1950 | Serenade for Small Orchestra | 26 | |
1950 | English Dances (Set I) | Danzas orquestales | 27 |
1951 | Symphonic Study "Machines" | 30 | |
1951 | A Sussex Overture | Obertura | 31 |
1951 | English Dances (Set II) | Danzas orquestales | 33 |
1950 | Rhapsody The Sound of Barrier | Adaptación de la BSO | 38 |
1954 | Sinfonietta no. 1 | 48 | |
1955 | Tam O'Shanter | Obertura | 51 |
1955 | Serenade for Small Orchestra | 53 | |
1956 | A Grand, Grand Overture | Obertura | 57 |
1957 | Four Scottish Dances | Danzas orquestales | 59 |
1957 | Toy Symphony | 62 | |
1957 | Commonwealth Christmas Overture | Obertura | 64 |
1958 | Sinfonietta no. 2 | Danzas orquestales | 65 |
1960 | Carnival of Animals | 72 | |
1961 | Divertimento no. 2 for Orchestra | Revisión | 75 |
1962 | Little Suite no. 2 for Orchestra | 78 | |
1964 | Sinfonietta no. 3 | 81 | |
1964 | Sunshine Overture | 83 | |
1966 | Four Cornish Dances | Danzas Orquestales | 91 |
1967 | Peterloo Overture | Obertura | 97 |
1967 | Salute to Thomas Merritt | 98 | |
1968 | Anniversary Overture | Obertura | 99 |
1970 | Concerto for 28 players | 105 | |
1972 | The Fair Field | Obertura | 110 |
1973 | A Flourish for Orchestra | Obertura | 112 |
1976 | Philharmonic Concerto | Danzas orquestales | 120 |
1977 | Variations on a Theme of Ruth Gipps for Orchestra | 122 | |
1986 | Four Irish Dances | Danzas orquestales | 126 |
1988 | Four Welsh Dances | Danzas orquestales | 138 |
1988 | Robert Kett Overture | Obertura | 141 |
1990 | A Manx Suite (Little Suite no. 3) | 142 |
Obras para banda
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1953 | Flourish for a 21st Birthday | Banda de viento-metal | 44 |
1957 | HRH The Duke of Cambridge March | Banda militar | 60 |
1960 | March: Overseas | Banda militar | 70 |
1963 | Little Suite no. 1 for Brass Band | Banda de viento-metal | 80 |
1964 | Water Music | Banda de viento | 82 |
1967 | Little Suite no. 2 for Brass Band | Banda de viento-metal | 93 |
1967 | The Padstow Lifeboat | Banda de viento-metal | 94 |
1973 | Fantasy for Brass Band | Banda de viento-metal | 114a |
1987 | Litlle Suite no. 3 for Brass Band | Banda de viento-metal | 131 |
1989 | Flourish for a Battle | Banda de viento | 139 |
Obras corales
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1950 | Psalm 150 (Laudate Dominum) | Coro y órgano | 25 |
1952 | Two Ceremonial Psalms | Coro | 35 |
1955 | John Clare Cantata | Coro | 52 |
1956 | Song of Praise "John Clare" | Coro | 55 |
1959 | The Song of Simeon | Coro | 69 |
1972 | Song of Freedom | Coro | 109 |
1976 | The Return of Odysseus | Coro | 119 |
Obras escénicas
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1952 | The Dancing Master | Ópera | 34 |
1953 | Homage to the Queen | Ballet | 42 |
1954 | Rinaldo and Armida | Ballet | 49 |
1956 | The Open Window | Ópera | 56 |
1959 | Sweeney Todd | Ballet | 68 |
1963 | Electra | Ballet | 79 |
1967 | The Turtle Drum | 92 |
Obras de cámara
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1943 | Wind Quintet | Quinteto de viento | 2 |
1943 | Three Shanties | Quinteto de viento | 4 |
1943 | Trio for Flute, Viola and Bassoon | Trío para flauta, viola y fagot | 6 |
1944 | Quintet for Flute, Violin, Viola, Horn and Bassoon | Quinteto para viento y cuerda | 7 |
1944 | Two Songs for Voice and Piano | Voz y piano | 8 |
1944 | Variations on a Ukranian Folk Song | Piano | 9 |
1945 | Duo for Flute and Viola | Dúo para flauta y viola | 10 |
1947 | Sonata no. 1 for Violin and Piano | Sonata para violín y pìano | 15 |
1947 | Children's Suite | Piano | 16 |
1947 | Sonata for Viola and Piano | Sonata para viola y piano | 17 |
1947 | Two Bagatelles | Piano | 18 |
1948 | Sonatina for Flute and Piano | Voz y piano | 19 |
1949 | String Quartet no. 1 | Cuarteto de cuerda | 23 |
1951 | Sonatina for Oboe and Piano | Sonatina para oboe y piano | 28 |
1951 | Sonatina for Clarinet and Piano | Sonatina para clarinete y piano | 29 |
1952 | Eight Children's Piano Pieces | Piano | 36 |
1953 | Divertimento for Wind Trio | Trío para clarinete, flauta y oboe | 37 |
1953 | Sonatina for Recorder and Piano | Sonatina para flauta dulce y piano | 41 |
1953 | Sonata no. 2 for Violin and Piano | Sonata para violín y piano | 43 |
1956 | Piano Trio | Trío para piano | 54 |
1957 | Quartet for Oboe and String | Cuarteto para oboe y cuerda | 61 |
1961 | Quintet for Brass | Quinteto de viento-metal | 73 |
1964 | Five Pieces for Violin and Piano | Cinco piezas para violín y piano | 84 |
1965 | Duo for two Cellos | Dúo para violoncello | 85 |
1966 | Fantasy for Bassoon | Fantasía para fagot | 86 |
1966 | Fantasy for Clarinet | Fantasía para clarinete | 87 |
1966 | Fantasy for Horn | Fantasía para trompa | 88 |
1966 | Fantasy for Flute | Fantasía para flauta | 89 |
1966 | Fantasy for Oboe | Fantasía para oboe | 90 |
1967 | Travelyan Suite | Suite para grupo de cámara | 96 |
1969 | Fantasy for Trumpet | Fantasía para trompeta | 100 |
1969 | Fantasy for Trombone | Fantasía para trombón | 101 |
1969 | Fantasy for Tuba | Fantasía para tuba | 102 |
1969 | Song of Accounting Periods | Canción para voz y piano | 103 |
1971 | Fantasy for Guitar | Fantasía para guitarra | 107 |
1974 | Two John Donne Songs | Dos canciones para tenor y piano | 114b |
1975 | Fantasy for Harp | Fantasía para arpa | 117 |
1975 | String Quartet no. 2 | Cuarteto de cuerda | 118 |
1977 | Sonata for Flute and Piano | Sonata para flauta y piano | 121 |
1986 | Fantasy for Recorder | Fantasía para flauta dulce | 127 |
1986 | Three Fantasies for Piano | Tres fantasías para piano | 129 |
1987 | Fantasy for Cello | Fantasía para violoncello | 130 |
1988 | Brass Quintet no. 2 | Quintento de viento-metal | 132 |
1988 | Divertimento for Two Bb Clarinets | Dúo para dos clarinetes | 135 |
1988 | Divertimento for Wind Octet | Octeto de viento | 137 |
1990 | Fantasy for Recorder and String Quartet | Fantasía para fluta dulde y cuarteto de cuerda | 140 |
Obras para agrupación con solista
Año | Obra | Detalles | Opus |
---|---|---|---|
1945 | Concerto for Horn and Orchestra | Concierto para trompa y orquesta | 11 |
1948 | Concerto for Clarinet and Strings no. 1 | Concierto para clarinete y cuerda | 20 |
1951 | Concerto for Piano duet and Strings | Concierto para dúo de piano y cuerda | 32 |
1952 | Concerto for Oboe and Strings | Concierto para oboe y cuerda | 39 |
1954 | Concerto for Piano duet and Strings | Concierto para flauta y cuerda | 45 |
1954 | Concerto for Harmonica and Orchestra | Concierto para armónica y orquesta | 46 |
1954 | Concerto for Organ and Orchestra | Concierto para órgano y orquesta | 47 |
1955 | Serenade for Guitar and Strings | Serenata para guitarra y cuerda | 50 |
1956 | Concerto for Horn and Strings no. 2 | Concierto para trompa y cuerda | 58 |
1959 | Five William Blake Songs | Cinco canciones para contralto y orquesta | 66 |
1959 | Concerto for Guitar and Chamber Orchestra | Concierto para guitarra y orquesta de cámara | 67 |
1961 | Grand Concerto Gastronomique for Eater, Waiter, Food, Orchestra | Concierto gastronómico | 76 |
1962 | Concerto for Two Violins and String Orchestra | Concierto para dos violines y orquesta de cuerda | 77 |
1969 | Concerto for Two Pianos (3 hands) | Concierto para dos pianos (a 3 manos) y orquesta | 104 |
1970 | Fantasy for Audience and Orchestra | Fantasía para público y orquesta | 106 |
1971 | Concerto for Viola and Chamber Orchestra | Concierto para viola y orquesta de cámara | 108 |
1972 | Concerto for Flute and Orchestra no. 2 | Concierto para flauta y orquesta | 111 |
1974 | Comncerto for Clarinet and Orchestra no. 2 | Concierto para clarinete y orquesta | 115 |
1975 | Fantasy on a Theme of John Field | Fantasía para piano y orquesta | 116 |
1982 | Concerto for Trumpet and Orchestra | Concierto para trompeta y orquesta | 125 |
1988 | Concerto for Recorder and Chamber Orchestra | Concierto para flauta dulce y cuerda | 133 |
1988 | Serenade for Tenor and Strings "Contrasts" | Serenata para tenor y cuerda | 134 |
1988 | Concerto for Cello | Concierto para violoncello y orquesta | 136 |
Referencias
Véase también
Enlaces externos
- Página oficial de Malcolm Arnold
- Página oficial de The Malcolm Arnold Society
- Página de Malcolm Arnold en Novello & Co., casa editora de su música.
- Entrevista con Malcolm Arnold (2005)
- Archivos de sonido (.ram) de entrevistas de 1959 y 1970 para la BBC (inglés)
- Página en The Internet Movie Database (películas con música de Arnold)
- Discografía y Notas de Arnold en http://www.allmusic.com/
- Textos musicalizados por Arnold en The Lied and Art Song Texts Page
- Página de Arnold en Sello Naxos, con los comentarios en los libretos de sus CDs.
Sonido y videos
- Mp3 de la Fantasía para Corno Op. 88 interpretada por Ivan Schustak en Recital de Schustak.
- Página del sello Hyperion con demos de música de cámara de Arnold.
- Mp3s del primer y segundo movimientos de Three Shanties interpretados por el NNU Woodwind Quintet en Announcements (de un curso de Casey Christopher).
- Mp3 del primer movimiento del Quinteto para metales interpretados por AJ y Nikhil Kacker, trps., Kate Stewart, corno y Avik Chatterjee, eufonio y Matt Pereira, tuba en Umesh Shankar's Recordings Page.
- Mp3 del Allegro con brio, tercer movimiento del Quinteto para metales interpretados por el Quinteto del Berry College.
- Partitura del Quinteto para metales en The Music Library of Dennis Bouriakov.
- Sarabande y Polka en 2003 LHS Instrumental Fall Concert.
- Mp3 de fragmento de las Cuatro Danzas Escocesas en South Carolina Music Educator's Association - Convention Highlights.
- Video del estreno, en septiembre de 1969, del Concierto para Grupo y Orquesta de Jon Lord, con Deep Purple y la Orquesta Filarmónica Real dirigida por Arnold.