Ptyonoprogne rupestris

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 22:47 3 ene 2013 por Ganímedes (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
 
Avión roquero
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Hirundinidae
Género: Ptyonoprogne
Especie: P. rupestris
(Scopoli, 1769)
Distribución
     Rango de distribución      Residencia parcial      Rango donde no habita (los rangos son aproximados)
     Rango de distribución
     Residencia parcial
     Rango donde no habita
(los rangos son aproximados)
Sinonimia

Hirundo rupestris

El avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), es una especie de ave de la familia de los aviones y golondrinas (Hirundinidae). Mide 14 cm. y posee partes superiores color marrón ceniza y partes bajas más claras, junto con una cola corta y cuadrada que posee unas manchas blancas distintivas en la mayoría de sus plumas. Habita en las montaña del sur de Europa, el noroeste de África y el sur de Asia. Se puede confundir con las otras dos especies del género, pero es de mayor tamaño que estas y presenta unas manchas más notorias en la cola y un plumaje de tono diferente. Muchas aves de Europa son residentes, pero las poblaciones más norteñas y las que habitan en Asia son migratorias, ya que hibernan en el norte de África, el Medio Oriente o la India.

El avión roquero construye un nido adherido a la superficie rocosa bajo la saliente de un acantilado o, más frecuentemente, a una estructura hecha por el hombre. Fabrica un nido con forma de media taza de barro con una capa interna suave de plumas y pasto seco. Los nidos suelen ser solitarios, aunque algunas parejas pueden convivir relativamente cerca en ubicaciones apropiadas. Los de dos a cinco huevos blancos con manchas marrones que se ponen son incubados por la hembra, aunque ambos padres alimentan a los pichones. La especie no forma grandes colonias de apareamiento, aunque es más bien gregaria fuera de esta temporada. Se alimenta de una gran variedad de insectos que capturan en pleno vuelo, cerca de las paredes de los acantilados o en prados alpinos. Los adultos y los jóvenes son alimento para las aves de presa o los córvidos y también alojan ácaros que se alimentan de sangre. Dado su rango de distribución, muy grande y en expansión y su población numerosa no existe ninguna preocupación en relación a su estado de conservación.

Esta ave está relacionada en forma muy cercana con los dos otros aviones dentro del género y a veces se lo ha considerado de la misma especie que uno de ellos o ambos, si bien existen áreas donde los rangos de distribución se superponen sin que se hibriden. Los tres aviones de Ptyonoprogne son muy similares en comportamiento a las otras golondrinas del Viejo Mundo que construyen sus nidos con barro y a veces se los incluye dentro del género Hirundo, pero este punto de vista lleva a inconsistencias en la clasificación de otros géneros, particularmente de Delichon.

Taxonomía

El avión roquero fue descrito formalmente como Hirundo rupestris por el naturalista italiano Giovanni Antonio Scopoli en 1769,[1]​ si bien luego fue trasladado al nuevo género Ptyonoprogne en 1850 por el ornitólogo alemán Heinrich Gustav Reichenbach.[2]​Sus parientes más cercanos son los otros dos integrantes del género, el avión isabelino y el avión oscuro.[3]​ El nombre del género deriva del griego ptuon (φτυον), «abanico», en referencia a la forma de la cola cuando está abierta y Procne (Πρόκνη), una doncella mitológica transformada en una golondrina. El nombre específico, rupestris significa «de las rocas» y deriva del latín rupes, «rocas».[4]​ No se han reconocido subespecies, aunque se propuso la existencia de dos razas, P. r. centralasica y P. r. theresae, habitantes de Asia Central y los Montes Atlas en Moscú, pero las mínimas diferencias en tamaño y colorido no tienen un patrón geográfico definido.[5]​ Se hallaron fósiles de la especie en el estrato del pleistoceno tardío en Bulgaria y en el centro de Francia, en sedimentos de 242 000 a 301 000 años de antigüedad.[6][7][8]

Las tres especies de Ptyonoprogne son miembros de la familia de los hirundínidos y están dentro de la subfamilia Hirundininae, que comprende a las golondrinas y aviones, excepto al avión de río africano, una especie muy diferente. Los estudios de secuencia de ADN sugieren que hay tres grandes grupos en Hirundininae, relacionados sobre todo por el tipo de nido que fabrican.[9]​ Estos grupos son los «aviones principales», incluyendo especies que escarban como el avión zapador; los que «adoptan» nidos, como la golondrina bicolor, que utiliza cavidades naturales; y los que construyen su nido con barro, como las especies de Ptyonoprogne. Las especies de Hirundo también construyen nidos abiertos, mientras que los aviones de Delichon fabrican uno cerrado y las golondrinas de los géneros Cecropis y Petrochelidon realizan uno cerrado con forma de retorta y un túnel de entrada.[10]

El género Ptyonoprogne está relacionado en forma cercana con el amplio género de golondrinas Hirundo, pero un análisis de ADN mostró que un género Hirundo coherente debería también incluir al grupo de las aves que construyen con barro su nido. Aunque los nidos de los aviones dentro de Ptyonoprogne recuerdan a las especies Hirundo típicas como la golondrina común, el estudio de ADN demostró que si los aviones dentro de Delichon se consideran un género aparte, como normalmente se hace, Cecropis, Petrochelidon y Ptyonoprogne también deben estar separados.[9]

Descripción

Un grupo descansando en una superficie rocosa.

El avión roquero mide entre 13 y 15 cm., tiene una envergadura de entre 32 a 34,5 cm. y pesa en promedio 23 g. Posee unas partes superiores color marrón ceniza y partes inferiores más claras, con un cuerpo, alas y cola más anchos que ningún otro miembro europeo de Hirundinidae. La cola es cuadrada y corta, con manchas blancas cerca de la punta de todas las plumas, a excepción de los pares centrales y del medio. El plumaje debajo de la cola y de las alas es negruzco, los ojos son marrones, el pequeño pico es mayoritariamente negro y las patas son de un tono marrón rosado. Ambos sexos son similares, pero los jóvenes tienen manchas de color beis en el plumaje de su cabeza, en las partes superiores y debajo de las alas. Esta especie se puede distinguir del avión zapador por ser de mayor tamaño, las manchas blancas en la cola y su carencia de una banda marrón en el pecho. En las zonas donde el rango de distribución se superpone con el de otra especie de Ptyonoprogne, el avión roquero es más oscuro, amarronado y es un 15% más grande que el avión isabelino,[5][11]​ y de mayor tamaño y más claro que el avión oscuro, particularmente en sus partes inferiores.[12]​ Las manchas blancas de la cola del avión roquero son significativamente mayores que las de sus parientes.[13]

El vuelo del avión roquero es relativamente lento para un miembro de Hirundinidae. Combina aleteos rápidos con planeos largos con las alas extendidas y sus plumas primarias le dan la agilidad necesaria para maniobrar cerca de las paredes de los acantilados.[14]​La velocidad promedio del vuelo de migración para estas aves es de 9,9 m/s, a diferencia del aproximadamente 11 m/s, típico de los hirundínidos, pero estos datos son limitados.[15]​ Suele volar alto y al hacerlo, muestras las manchas blancas en su cola cuando la despliega. Sus vocalizaciones incluyen un pli agudo y corto, mientras que las llamadas piieh y tshir son similares a las del pardillo común y del avión común respectivamente.[16]

Hábitat y distribución

Un nido de avión roquero, con especímenes jóvenes.

El avión roquero habita en las montañas de la Península ibérica y desde el noroeste de África, el sur de Europa, el Golfo Pérsico y los Himalayas hasta el suroeste y el noreste de China. Las poblaciones del norte son migratorias, mientras que las aves de Europa hibernan en África del Norte, en Senegal, Etiopía y el Valle del Nilo. Las poblaciones asiáticas se dirigen al sur de China, la India y el Medio Oriente.[17]​ Algunas aves habitantes de Europa se distribuyen en el norte del Mediterráneo y, como los aviones de áreas más cálidas como la India, Turquía y Chipre, descienden a tierras más bajas luego de la época de apareamiento.[5]​ El rango de distribución está delimitado por los 20ºC de la isoterma de julio y las áreas donde hibernan tienen una temperatura de 15 °C, lo que hace que haya suficientes insectos que sirvan como alimento.[6][14]​ Esta especie es poco frecuente en distancias hacia el norte de su área de distribución. Por ejemplo, hay sólo ocho reportes del Reino Unido,[18]​ ninguno de Irlanda y el primero de Suecia ha sido reciente, en 1996.[19][20]​ Su rango normal de distribución es hacia el sur, aunque fue vagabunda en Gambia.[21]​ Los aviones roqueros habitan en áreas montañosas con acantilados secos, cálidos y con salientes y en cañones.

La altitud típica donde moran es de 2000 a 2700 m., pero en Asia Central es de hasta 5000 m.[5]​ El lugar donde el avión roquero anida es muy cercano a donde lo hace el murciélago montañero; el ave y este animal habitan frecuentemente en los mismos sitios y tienen rangos idénticos en Europa.[22][23]​ En el sur de Asia, las poblaciones migratorias a veces se unen a bandadas de aviones oscuros y anidan en forma comunitaria en salientes, acantilados o edificios.[24]

Comportamiento

Reproducción

Huevos de Ptyonoprogne rupestris .
Un grupo de aviones roqueros sobre un techo en Alcobaça, Portugal.

Las parejas de avión roquero anidan solas o en pequeñas colonias que contienen en general menos de diez nidos.[11]​ Los nidos suelen estar a una distancia de 30 m. y cada pareja defiende agresivamente su territorio de otros individuos de su misma u otra especie. La temporada de apareamiento va desde mayo a agosto y generalmente tienen dos pichones. El nido, construido por ambos sexos, tiene forma de media taza abierta y está hecho de barro, recubierto de material suave como plumas o pasto seco.[25]​ Se sitúa bajo una saliente en una pared rocosa de un acantilado, en una grieta, una caidad o en una estructura fabricada por el hombre. Se fabrica en un tiempo que va de una a tres semanas y es reutilizado para la segunda nidada y los años siguientes. Suelen poner de dos a cinco huevos, con un promedio de tres. Los huevos son blancos, con manchas amarronadas particularmente hacia la zona de los polos; miden en promedio 20,2 x 14 cm. y pesan aproximadamente 2,08 g. Los incuba mayoritariamente la hembra durante trece a diecisiete días hasta que nacen; los pichones emplumecen de veinticuatro a veintisiete días más tarde. Ambos padres alimentan a los polluelos cada dos a cinco minutos por catorce a veintiún días luego de que aparezcan las plumas.[5]​ Debido a este sistema de alimentación, anidan cerca de las mejores zonas de caza, ya que cuanto más lejos tengan que volar para conseguir su comida, más demorarán en alimentar a los pichones.[14]​ Según un estudio italiano, la taza de nacimientos es del 80,2% y el número promedio de pichones que emplumecen es de 3,1.[26]

El avión roquero ha comenzado a utilizar en las últimas décadas las casas u otras estructuras fabricadas por el hombre para anidar. Esta gran disponibilidad de lugares donde construir un nido ha permitido a las especies expandir su rango, pero es posible que esto lleve a que compita con otros hirundínidos, como la golondrina común o el avión común, que también aprovechan los sitios artificiales.[27]​ El estudio también demostró que, a semejanza de otros cazadores aéreos, el comienzo de la temporada de apareamiento se puede retrasar debido al clima frío o húmedo, pero esto no tiene influencia sobre el tamaño de la nidada ni sobre el número de pichones que emplumecen. En forma inesperada, se descubrió que una vez que estos nacen, hay una relación negativa entre la temperatura y el número de polluelos con plumas. El autor sugirió que el clima cálido secaba los ríos de donde los padres obtenían el alimento. El tamaño de las colonias tampoco influye en la fecha de anidación, el número de la nidada ni la cantidad de pichones que crecen, aunque de todas formas esta especie no forma grandes colonias.[26]

Alimentación

El avión roquero se alimenta principalmente de insectos que captura en su pico durante el vuelo, aunque ocasionalmente los captura sobre las rocas, el suelo o en la superficie del agua. Suelen volar alrededor de la pared rocosa del acantilado para cazar algunos insectos, para alimentarse dentro y fuera del territorio de anidación. En otras ocasiones, cazan volando sobre corrientes de agua o llanuras alpinas. Los insectos que comen dependen de los que habitan y pueden incluir moscas, hormigas, arañas y escarabajos. Es común que se alimenten también de especies acuáticas como los plecópteros, tricópteros o zapateros en al menos España e Italia.[5]​ A diferencia de otros hirundínidos, estas aves se alimentan cerca de sus sitios de anidación y es vulnerable en forma local a la fluctuación de las poblaciones de insectos.[26]​ Este avión es gregario fuera de la temporada de apareamiento y puede formar bandadas considerables donde la comida abunde.[11]​ Las paredes de los acantilados generan ondas estacionarias en el aire que hacen que se concentren más insectos cerca de las áreas verticales. El avión roquero explota la zona cercana a éstas para cazar y se apoya en su gran habilidad para maniobrar y realizar giros cerrados.[14]

Predadores y parásitos

Esta especie es cazada ocasionalmente por el halcón peregrino, con el que comparte su hábitat montañoso y durante su migración cruzando los Himalayas es la presa de bandadas multitudinarias.[17][28]​ Otras especies, como el cernícalo común, el gavilán, el arrendajo y el cuervo común, son consideradas predadoras y reciben múltiples clavados como ataque si se aproximan al lugar de anidación de este avión. Pese a la agresividad general del avión, tolera al avión común, quizás porque una población numerosa de esa ave tan gregaria funciona como una alerta efectiva contra los predadores.[14]

El avión roquero hospeda ácaros que se alimentan de su sangre y pertenecen al género Dermanyssus, incluyendo D. chelidonis y el ácaro nasal Ptilonyssus ptyonoprognes.[29]​ Se descubrieron dos nuevas especies de parásitos en este avión: la mosca Ornithomya rupes en Gibraltar y la pulga Ceratophyllus nanshanensis en China.[30][31]

Estado de conservación

La población europea del avión roquero es de aproximadamente entre 360 000 y 1 110 000 individuos, es decir, de 120 000 a 370 000 parejas en condiciones de reproducirse.[21][11]​ Se estima groseramente que la población mundial de estas aves es de 500 000 a 5 000 000 individuos y Europa aloja entre un cuarto y la mitad del total.[21][11]​ Se estima que las poblaciones están expandiendo hacia el norte, lo que se debe en parte al uso de las estructuras artificiales para anidar. Se reportó una expansión del rango en Austria, donde emplean los puentes de las rutas para fabricar su nido, en Suiza, la ex Yugoslavia, Rumania y Bulgaria. Debido a su gran rango de distibución y a estos elevados números, no se considera que el avión esté amenazado y se clasifica como especie bajo preocupación menor en la Lista Roja de la UICN.[21][11]

Referencias

  1. Scopoli (1769) p. 172
  2. Reichenbach (1850) lámina LXXXVII figura 6
  3. Turner (1989) pp. 160–164
  4. «Crag Martin Ptyonoprogne rupestris [Scopoli, 1769]». Bird facts (en inglés). British Trust for Ornithology. Consultado el 18 de abril de 2012. 
  5. a b c d e f Turner (1989) pp. 158–160
  6. a b Boev Zlatozar. (2001). «Late Pleistocene birds from the Kozarnika Cave (Montana District; NW Bulgaria)» Delchev P., Shanov S., Benderev A. (editores) Proceedings of the First national Conference on Environment and Cultural Heritage in Karst. Sofia 10–11.11.2000. Volumen 1 113–128.
  7. Mourer-Chauviré, Cécile; Philippe, M; Quinif, Y; Chaline, J; Debard, E; Guérin, C; Hugueney, M (septiembre de 2003). «Position of the palaeontological site Aven I des Abîmes de La Fage, at Noailles (Corrèze, France), in the European Pleistocene chronology». Boreas 32 (3). pp. 521-531. doi:10.1080/03009480310003405. 
  8. Mourer-Chauviré, Cécile (1975). «Les oiseaux (Aves) du gisement pléistocène moyen des Abîmes de la Fage à Noailles (Corrèze)». Nouvelles Archives du Muséum d'Histoire naturelle de Lyon (en francés) 13. pp. 89-112. 
  9. a b Sheldon, Frederick H; Whittingham, Linda A; Moyle, Robert G; Slikas, Beth; Winkler, David W (2005). «Phylogeny of swallows (Aves: Hirundinidae) estimated from nuclear and mitochondrial DNA». Molecular phylogenetics and evolution (en inglés) 35 (1). pp. 254-270. PMID 15737595. doi:10.1016/j.ympev.2004.11.008. 
  10. Winkler, David W; Sheldon, Frederick H (1993). «Evolution of nest construction in swallows (Hirundinidae): A molecular phylogenetic perspective» (PDF). Proceedings of the National Academy of Sciences USA (en inglés) 90 (12). pp. 5705-5707. PMC 46790. PMID 8516319. doi:10.1073/pnas.90.12.5705. Consultado el 18 de abril de 2012. 
  11. a b c d e f Snow & Perrins (1998) pp. 1059–1061
  12. Grimmett et al (2002) p. 268
  13. Rasmussen & Anderton (2005) p. 311
  14. a b c d e Fantur, von Roman (1997). «Die Jagdstrategie der Felsenschwalbe (Hirundo rupestris)» [The hunting strategy of the Crag Martin (Hirundo rupestris)] (PDF). Carinthia (en alemán e inglés) 187 (107). pp. 229-252. 
  15. Bruderer, Bruno; Boldt, Andreas (2001). «Flight characteristics of birds: 1. radar measurements of speeds». Ibis (en inglés) 143 (2): 178-204. doi:10.1111/j.1474-919X.2001.tb04475.x. Consultado el 18 de abril de 2012. 
  16. Mullarney et al (1999) p.240
  17. a b Dodsworth, P T L (1912). «The Crag Martin (Ptyonoprogne rupestris)». Journal of the Bombay Natural History Society 21 (2). pp. 660-661. 
  18. Hudson, Nigel; The rarities committee (octubre de 2009). «Report on rare birds in Great Britain in 2008». British Birds 112 (10). p. 569. 
  19. «The Irish List» (en inglés). Irish Rare Birds Committee. diciembre de 2007. Consultado el 21 de abril de 2012. 
  20. Mats, Peterz (1996). «Klippsvala observerad vid Kullen». Anser 35 (4). pp. 279-280. 
  21. a b c d «Species factsheet Hirundo rupestris». BirdLife International.  Consultado el 18 de febrero de 2011
  22. Youth, Howard (septiembre a octubre de 2001). «Wildlife on the Rocks—and Buildings». Smithsonian's National Zoological Park: Smithsonian Zoogoer (en inglés). Friends of the National Zoo. Consultado el 21 de abril de 2012. 
  23. Simmons, Nancy B. «Chiroptera». En Wilson, Don E; Reeder, DeeAnn M, ed. Mammal Species of the World: A Taxonomic and Geographic Reference. The Johns Hopkins University Press. p. 491. ISBN 0-8018-8221-4. 
  24. Ali & Ripley (1986) pp. 53–54
  25. Hume (1890) pp. 180–183
  26. a b c Acquarone, Camilla; Cucco, Marco; Malacarne, Giorgio (2003). «Reproduction of the Crag Martin (Ptyonoprogne rupestris) in relation to weather and colony size» (PDF). Ornis Fennica (en inglés) 80. pp. 1-7. Consultado el 21 de abril de 2012. 
  27. Isenmann, Paul (2001). «Do man-made nesting sites promote the increase in numbers and spatial spread of the Eurasian Crag Martin Ptyonoprogne rupestris in Europe?». Revue d'écologie 56 (3). pp. 299-302. 
  28. Rizzolli, Franco; Sergio, Fabrizio; Marchesi, Luigi ; Pedrini, Paolo (2005). «Density, productivity, diet and population status of the Peregrine Falcon Falco peregrinus in the Italian Alps». Bird Study 52 (2). pp. 188-192. doi:10.1080/00063650509461390. 
  29. Roy, Lise; Chauve, C M (2007). «Historical review of the genus Dermanyssus Dugès, 1834 (Acari: Mesostigmata: Dermanyssidae)» (PDF). Parasite (en inglés) 14 (2). pp. 87-100. PMID 17645179. 
  30. Hutson, A M (1981). «A new species of the Ornithomya biloba-group (Dipt., Hippoboscidae) from crag martin (Ptyonoprogne rupestris) (Aves, Hirundinidae)». Mitteilungen der Schweizerischen Entomologischen Gesellschaft 54 (1–2). pp. 157-162. 
  31. Tsai, L.-y; Pan, F-c; Liu Chuan (1980). «A new species of Ceratophyllus from Chinghai Province, China». Acta Entomologica Sinica 23 (1). pp. 79-81. 
Bibliografía utilizada
  • Ali, Salim; Ripley, Sidney Dillon D (1986). Handbook of the birds of India and Pakistan (en inglés) 5 (2 edición). Oxford: Oxford University Press. ISBN 0195618572. 
  • Grimmett, Richard; Inskipp, Carol; Inskipp, Tim (2002). Birds of India (en inglés). Londres: Christopher Helm Publishers Ltd. p. 226. ISBN 0713663049. 
  • Hume, Allan Octavian (1890). The nests and eggs of Indian birds (en inglés) 2 (2 edición). London: R H Porter. 
  • Mullarney, Killian; Svensson, Lars; Zetterstrom, Dan; Grant, Peter (1999). Collins Bird Guide (en inglés). Londres: HarperCollins. ISBN 0002197286. 
  • Rasmussen P C; Anderton, J C (2005). Birds of South Asia: The Ripley Guide (en inglés) 2. Smithsonian Institution & Lynx Edicions. ISBN 8487334660. 
  • Reichenbach, Heinrich Gustav (1850). Avium systema naturale. (en alemán). Dresden and Leipzig: F. Hofmeister. 
  • Scopoli, Giovanni Antonio (1769). Annus I Historico-Naturalis (en francés). Lipsiae: Christian Gottlob Hischeri. 
  • Snow, David; Perrins, Christopher M (editors) (1998). The Birds of the Western Palearctic concise edition (2 volumes) (en inglés). Oxford: Oxford University Press. ISBN 019854099X. 
  • Turner, Angela K; Rose, Chris (1989). A handbook to the swallows and martins of the world (en inglés). Londres: Christopher Helm. ISBN 0747032025. 

Enlaces externos