Francisco de Ulibarri

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Francisco de Ulibarri
Información personal
Nacimiento Abárzuza, España
Fallecimiento 30 de mayo de 1872
Arechavaleta (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Muerte en combate Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Político Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad Carlismo
Rango militar Mariscal de campo
Conflictos Primera Guerra Carlista
Segunda Guerra Carlista
Alzamiento carlista de 1870
Tercera Guerra Carlista

Francisco de Ulibarri Veramendi (Abárzuza, ?-Arechavaleta, 30 de mayo de 1872) fue un militar español carlista.

Biografía[editar]

Participó en las tres guerras carlistas: en la primera guerra en el Norte, en la de los Matiners en Cataluña y en la tercera, en la que resultaría muerto en combate.[1]

Cuando el coronel de carabineros Antonio Escoda se comprometió solemnemente a sublevarse con las fuerzas a sus órdenes en 1870,[2]​ Ulibarri y Díaz de Rada prepararon un movimiento basado en la realización de este compromiso; pero Escoda no cumplió con su palabra, y fracasó el plan.[3]​ En agosto de 1870, cuando todo el Estado Mayor iba a ser víctima de la traición del coronel Escoda, Ulibarri escribió al sacerdote navarro José Antonio de Alduncín, al que dijo:

«Señor cura, siempre que me he batido, ha sido por ese sombrero de teja que usted lleva».[4]

Preparado de nuevo un alzamiento, se dieron las órdenes oportunas para que en las cuatro provincias se llevara a cabo, y el 1 de mayo de 1872, so el árbol de Guernica, Francisco de Ulibarri, que había sido nombrado comandante general de Vizcaya,[5]​ se reunió con los jefes de distrito con 4.000 hombres formados en batallones, y Fausto Urquizu, Ramón Echeverri, Serapio de Péstica, José L. M. de Urraburru, Antonio de Arguinzóniz, Juan E. de Orue y otros muchos. Ulibarri expuso entonces el objeto del alzamiento, se nombraron diputados a guerra por el Señorío de Vizcaya a Urquizo y Orue, corregidor interino a Arguinzóniz y consultores a Balaustegui y Aranas.[6]

Hubo después vivas a la Religión, a España, a Carlos VII y a los fueros; se dio posesión de sus cargos a los nombrados, y después de levantar acta de estos hechos, desfilaron las fuerzas.[6]

Dibujo de Francisco de Ulibarri con la faja de mariscal de campo.

El 7 de mayo, cerca de Arrigorriaga, se encontraron con una columna que había salido de Bilbao, y roto el fuego, la obligaron a retirarse precipitadamente al pueblo y fortificarse en él. Al amanecer se vieron cercados por todas partes, y cuando la situación se iba haciendo ya muy crítica, llegó una fuerte columna del mismo Bilbao, salvándola de un copo seguro.[7]

El 14 de mayo tuvo lugar el encarnizado combate de Mañaria, en donde los vizcaínos probaron les sobraba valor y les faltaban municiones; pero pocos días después, hallándose en las posiciones de la meseta de la Magdalena y ocupando el barrio de Garibay, a tres kilómetros de distancia de Oñate, se presentó la columna liberal. El combate fue intenso por parte de ambos combatientes, pero a pesar del valor que desplegaron los migueletes y el batallón de cazadores de Mendigorría, no pudieron contener el empuje de los carlistas encabezados por Ulibarri, y los liberales iniciaron pronto su retirada, siendo perseguidos y acosados hasta quedar encerrados en Oñate, dejando en poder de los carlistas un buen número de muertos, heridos, fusiles y 58 prisioneros.[8]

Según Francisco de Paula Oller, que definió esta acción como heroica, los carlistas auxiliaron a sus enemigos en el campo de batalla, a pesar de haber combatido cuerpo a cuerpo haciendo uso de la bayoneta.[9]

Caserío en el que murió Francisco de Ulibarri.

En la batalla el general Ulibarri recibió una bala en el costado derecho que le hirió mortalmente. Regresó a su batallón sin dar a conocer su herida. Posteriormente fue conducido a un caserío, donde se le hizo la primera cura y luego fue trasladado a la casa llamada Cacotegui-Gañecoa, cerca de Arechavaleta, donde fue preciso amputarle el brazo. Falleció el 30 de mayo a consecuencia de sus heridas[10]​ y recibió sepultura en Oñate.[11]

Melchor Ferrer afirma que el general Ulibarri «era activo e inteligente y tenía la máxima autoridad por gozar de grandes simpatías».[12]​ A título póstumo le fue concedido el título de barón de Casa Ulibarri[n. 1]​ por Don Carlos,[14]​ quien conservaba en el cuarto de banderas del palacio Loredan el sable que llevaba el día en que fue herido mortalmente[15]​ y tendría un recuerdo especial hacia él al instituir la fiesta de los Mártires de la Tradición. Fue enterrado en el panteón de generales carlistas de Estella.[16]

Notas[editar]

  1. Sus armas son, en campo de oro, un jabalí, de sable, corriendo, entre dos encinas de sinople, superado de tres flores de lis, en gules.[13]

Referencias[editar]

  1. Ferrer, 1958, p. 65.
  2. Ferrer Dalmau, 1958, p. 190.
  3. Oller, 1890, p. 151.
  4. Alduncin, José Antonio (10 de julio de 1888). «Zugarramurdi 6 de Julio de 1888». El Tradicionalista (Pamplona): 2. 
  5. Andrés Gallego, 1989, p. 151.
  6. a b Oller, 1890, p. 152.
  7. Oller, 1890, p. 153.
  8. Oller, 1890, pp. 153-154.
  9. Oller, 1890, p. 154.
  10. Ferrer, 1958, p. 78.
  11. La Ilustración Española y Americana, 1872, p. 391.
  12. Ferrer, 1958, p. 66.
  13. «Reconocimiento de Grandezas y Títulos del Reino concedidos por los Monarcas Carlistas». Montejurra (18): 14. 18 de agosto de 1966. 
  14. «Materias - Casa Ulibarri, barones de». Portal de Archivos Españoles. 
  15. «Catálogo de los trofeos de guerra depositados en el cuarto de banderas del palacio Loredan». El Estandarte Real: 239. Mayo de 1890. 
  16. «En honor del general Ollo». El Correo Español: 2. 19 de junio de 1912. 

Bibliografía[editar]