Gradiva

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Bajorrelieve de Gradiva, la que camina.

Gradiva, también conocida como la que camina, es una figura mitológica del siglo XX. Surge a partir de la novela Gradiva, del escritor alemán Wilhelm Jensen.

La figura surge a partir de un bajorrelieve romano de estilo neoático, probablemente copiado de un original griego del siglo IV a. C..[1]​ Se conoce con el nombre de Gradiva a partir de la novela. El bajorrelieve completo muestra a Aglauro y sus hermanas, Herse y Pándroso, deidades del rocío. El arqueólogo Friedrich Hauser reconstruyó la escultura completa a partir de fragmentos diseminados en varios museos. El fragmento correspondiente a Gradiva se encuentra en el museo vaticano Chiaramonti, en Roma.[2]

La novela de Jensen[editar]

Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, dedicó a la novela Gradiva uno de sus primeros análisis de obras literarias.

En la novela de Jensen, el joven arqueólogo Norbert Hanold está fascinado por una figura femenina en un bajorrelieve antiguo y le da el nombre de "Gradiva" en honor a Mars Gradivus, el dios romano de la guerra que camina hacia la batalla. Más tarde, sin estar muy seguro de si está despierto o soñando, la encuentra en las ruinas de Pompeya.

Análisis de Freud[editar]

Sigmund Freud analizó las acciones y los sueños del protagonista de la novela de Jensen en su estudio de 1908 La ilusión y los sueños en «Gradiva» de W. Jensen (en alemán Der Wahn und die Träume en W. Jensens Gradiva).[3]​ Este análisis fue uno de sus primeros acerca de obras literarias y contribuyó a la popularidad de la novela. Por otro lado, Freud poseía una copia de esta escultura en su estudio de Londres, en el actual museo Freud.

Adaptaciones[editar]

Salvador Dalí usó el nombre "Gradiva" como apodo para su esposa, Gala. Usó la figura de Gradiva en varias de sus pinturas, incluyendo Gradiva descubre las ruinas antropomorfas.[4]​ La figura de Gradiva también se utilizó en otras pinturas surrealistas.

En 1937 el escritor surrealista André Breton abrió una galería de arte en París, a la que le dio el nombre de Gradiva. Marcel Duchamp fue el encargado de diseñarla.[5]

En 1978 se dio a conocer el cortometraje Gradiva Esquisse 1, obra del cineasta francés Raymonde Carasco.[6]​ Dicha película fue descrita como "una construcción poética sobre la fetichización del deseo, que parece ir en contra de la lectura de Freud: el movimiento gracioso del pie de la doncella es visto como el objeto mismo, no un mero referente del deseo masculino".[7]

En 1986, el escritor surrealista y etnógrafo francés Michel Leiris fundó, junto con Jean Jamin, la revista Gradhiva de antropología. Desde 2005 ha venido siendo publicada por el Museo del muelle Branly - Jacques Chirac de París.[8]

Referencias[editar]

Enlaces externos[editar]