Iglesia de San Cipriano (San Cebrián de Mazote)

Iglesia de San Cipriano o de San Cebrián
Bien de Interés Cultural
22 de julio de 1916
RI-51-0000145
Monumento historicoartístico

Vista general
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad Castilla y León Castilla y León
Provincia Valladolid Valladolid
Localidad San Cebrián de Mazote
Coordenadas 41°40′51″N 5°08′49″O / 41.6809, -5.146814
Información religiosa
Culto Católico
Diócesis Valladolid
Advocación San Cipriano
Patrono Cipriano de Cartago
Historia del edificio
Construcción Principios del siglo X
Datos arquitectónicos
Tipo Iglesia parroquial
Estilo Arte mozárabe
Identificador como monumento RI-51-0000145
Año de inscripción 22 de julio de 1916
Longitud 30 metros
Anchura 16 metros

La iglesia de San Cipriano o de San Cebrián,[1]​ del municipio homónimo de San Cebrián de Mazote (Valladolid),[2]​ a corta distancia de la Mota del Marqués, situada en el centro de la localidad. Es la parroquia de la población, templo católico que pertenece a la archidiócesis de Valladolid.

Datada a comienzos del siglo X en relación con el rey de León Ordoño II y en 916 por documento escrito, año en el que la iglesia fue abandonada a favor de San Martin de Castañeda.[3]

Esta iglesia prerrománica de repoblación o mozárabe, según los autores, es el mayor templo hispano de este periodo.[4]

Historia[editar]

Imagen antigua del exterior la iglesia.
Diapositiva en color de la iglesia
Imagen antigua del interior la iglesia.

La Historia General dice que esta localidad fue el primer lugar de León que reconoció como rey a Fernando III a la muerte de su padre Alfonso IX, en 1230, antes de la solemne coronación en Toro: en el «Becerro», mandado formar por D. Pedro I de Castilla, consta que era pueblo perteneciente al Señorío de las Dueñas, convento en él fundado por la poderosa familia de Meneses; y, en fin, según Lafuente, San Cebrián de Mazote sirvió de residencia a Bárbara de Bloomberg, cuando, ya viuda, vino a España por voluntad de su hijo D. Juan de Austria.[5]​. Por el perímetro de su planta, parece ser que se elevaría sobre una iglesia visigoda del siglo VII, sobre esta se reconstruyó una estructura basilical prerrománica a comienzos del siglo X, con aportaciones mozárabes.[6]​ Un documento de 952 indica que en el año 916, los monjes del monasterio de San Martín de Castañeda poblaron el lugar de Monzoute,[7]​ identificado con la localidad actual de San Cebrián de Mazote.[8][9]​ Durante las continuas campañas de Almanzor por los territorios circundantes, San Cebrián de Mazote no se vio afectado al estar situado en un paraje aislado.[10]

Durante el siglo XVI se cubren las naves por una armadura de tirantes, a dos vertientes, que inutiliza el claristorio de las paredes de la nave central.[11]​ Las últimas reformas del templo se producen en los siglos XVIII y XIX. A finales del siglo XVIII se empiezan a atisbar matices barrocos en el templo, cubriendo el crucero con una cúpula sobre pechinas y la nave central con bóveda de cañón con lunetos. En el siglo XIX se construye la portada con espadaña que se encuentra a los pies del templo.[12]

La antigüedad e importancia artística de esta iglesia comienza a ser conocida a partir del año 1902, cuando Agapito y Revilla y Lampérez trazan los planos y realizan un estudio del conjunto,[13]​ y entre los estudiosos que se ocuparán del monumento será Gómez-Moreno quien lo adscribe al estilo mozárabe y quien propondrá la forma original del templo, propuesta que será trasladada posteriormente, salvo algunos detalles, a los sucesivos proyectos de restauración.[14][15]

Durante el periodo de 1932-1934 de la mano el arquitecto Solano se restaura el monumento,[16]​ interpretando la cabecera e incluyendo el ábside central de planta de herradura, siguiendo unos modelos considerados más genuinos,[12]​ y dejan sin acabar las bóvedas y el cimborrio, por no tener claro el remate. Durante esta restauración habían rebajado el suelo, descubriendo las basas de las columnas y reconocido la altura original de los muros.[3]​ Entre 1941 y 1944 se finaliza la restauración, colocando las bóvedas y el cimborrio, y las partes restituidas las construyen con ladrillos para diferenciarlas de las partes originales. La cubierta de la iglesia estaba muy deteriorada y en pocos lugares se podía apreciar su forma original, pero del crucero no quedaba nada, y la reconstrucción se hace siguiendo el modelo de la iglesia de Santiago de Peñalba, utilizado como arquetipo.[3]​ Las restauraciones de los años 30 y 40 fueron dirigidas por el arquitecto F. Íñiguez.[3]

Durante el año 1990 se realizó la última intervención, dirigida por el arquitecto Salvador Mata,[17][18]​ y se realizaron excavaciones llevadas a cabo por J. A. Lecanda.[16]​ En esas excavaciones aparecieron fragmentos de toba en el espacio circular oeste, cuya talla indica su disposición en una bóveda en cuarto de esfera o de cascarón, o gallonada.[16]

Arquitectura[editar]

Estructura[editar]

Planta de la iglesia

Iglesia de planta basilical de tres naves, separadas por una arquería de herradura, compuesta por cinco columnas[16]​ y otra arquería a modo de crucero, presentando mayor altura la nave central, que se ilumina por ventanas en los muros sobre las naves laterales. La cabecera está formada por tres ábsides cuadrangulares con forma de herradura inscrita, y un cuerpo a modo de nártex al pie de la nave central (se trata de una cabecera recta y tripartita)[5][16]​. Las capillas laterales al ábside son cuadradas y no se comunican.[16]​ Los brazos del transepto acaban en sendas exedras.[3][19][20]​ EL transepto se diferencia del crucero por pilares cuadrados a los que se adosan las columnas. Sus brazos terminan en herradura al interior y son rectos al exterior. Para estas, se emplea sillería en las esquinas y mampostería caliza. Las columnas son reutilizados.[16]

La cubierta presenta una bóveda gallonada en aquellos espacios que tienen planta semicircular; y el crucero descarga sobre arcos formeros. Los ábsides laterales de la cabecera se cubren con bóveda de crucería. Las naves tienen techumbre de madera, la central cubierta a doble agua y las laterales a una sola agua.[3]​ El ábside, contraábside y brazos del crucero, todos en planta de herradura, se cubren con bóvedas de cinco y nueve husos más un segmento de bóveda que enlaza con la parte anterior del arco de entrada, en los dos primeros, y con ocho husos los del crucero. El abovedamiento no se conserva.[16]

Para la realización de los muros se emplea mampostería local dispuesta a espejo de dos hojas con núcleo de mampuestos menores, sillería romana reutilizada para las esquinas y fragmentos de sillares romanos empleados como ripio en el núcleo del muro.[16]

De todo lo mencionado, poco es original.[16]

Interior[editar]

De su programa escultórico destacan los capiteles, el mayor conjunto que se conserva en una iglesia prerrománica peninsular, y un bajorrelieve figurativo del siglo X, ejemplar excepcional por su rareza.

Los 38 capiteles existentes, de gran diversidad estilística debido a la reutilización de algunas piezas, aparecen emparejados de dos en dos. De la distribución de los capiteles destacan: los cuatro fragmentos idénticos situados a los pies de la iglesia, pertenecientes al siglo VII, la semejanza entre las uniones de las arquerías que separan las naves, datadas en los siglos VIII-IX y los capiteles corintizantes de compleja técnica que soportan el cimborrio y el ábside central, del siglo IV, los elementos más antiguos.

En el bajorrelieve, tallado a bisel, se encuentra representada, a la izquierda, la fachada de un edificio con una gran puerta de herradura en el centro, y a la derecha, dos bustos de personajes, el primero en acción de bendecir, que podría representar a Jesús, y a un santo, a su lado, acompañándolo. Este bajorrelive muestra la influencia de Bizancio en la iconografía, del arte visigodo en la técnica del bisel, y del arte califal en la representación del arco de herradura califal.

En el bajorrelieve, tallado a bisel, se encuentra representada, a la izquierda, la fachada de un edificio con una gran puerta de herradura en el centro, y a la derecha, dos bustos de personajes, el primero en acción de bendecir, que podría representar a Jesús, y a un santo, a su lado, acompañándolo. Este bajorrelive muestra la influencia de Bizancio en la iconografía, del arte visigodo en la técnica del bisel, y del arte califal en la representación del arco de herradura califal.[21]

Galería de imágenes[editar]

Notas y referencias[editar]

  1. Cipriano y Cebrián son dos variantes que proceden del latín Ciprianus, donde la primera es la forma actual del nombre, y la segunda, también presente desde la Alta edad media, como lo demuestran las poblaciones que llevan este nombre, y la conversión de éste en un apellido, lugares en los que ha quedado fosilizada, y ya no es utilizada en la actualidad.
  2. Como ocurre en otras poblaciones, para la identificación del lugar se utiliza la advocación de la iglesia parroquial, cuando con anterioridad se conocería simplemente como Mazote.
  3. a b c d e f UTRERO AGUDO 2006: p. 503.
  4. BANGO TORVISO 2001: p. 348.
  5. a b Lampérez y Romea, Vicente (1916). «La Iglesia de San Cebrián de Mazote». Boletín de la Real Academia de la Historia. Consultado el 19 de abril de 2022. 
  6. CORZO 1989: pp. 87-88.
  7. OLAGUER-FELIU 1998: p. 248.
  8. LAMPÉREZ ROMEA 1916: pp. 231-232.
  9. La localidad ha presentado diversas variantes en su denominación durante el medievo: Sancti Cipriani Monzouti (año 1183), Sancti Cipriani de Moçoth o de Mozoth (primera mitad del siglo XIII), Sant Çebrian de Monzote, Moszot o Sancto Cipriano de Mozoth (alrededor de 1351) (MARTÍNEZ ORTEGA 1996: p. 165.)
  10. MARTÍN GONZÁLEZ 1978: p. 341.
  11. LAMPÉREZ ROMEA 1902: p. 188.
  12. a b SORALUCE BLOND 2010: p. 252.
  13. LAMPÉREZ ROMEA 1902.
  14. GÓMEZ-MORENO 1919.
  15. RIVERA BLANCO 1997: p. 65.
  16. a b c d e f g h i j Utrero Agudo, María de los Ángeles (2006). Iglesias Tardoantiguas y Altomedievales en la Península Ibérica. Madrid: Instituto de Hisoria. 
  17. RIVERA BLANCO 1997: pp. 66-67.
  18. «Restauración de la iglesia mozárabe de San Cebrián del Mazote (Valladolid)». Mata y Asociados.
  19. Gran Enciclopedia de España, v. 19, p. 9352.
  20. OLAGUER-FELIU 1998: pp. 248-249.
  21. OLAGUER-FELIU 1998: pp. 249-250.

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]