Kalendarium John Somer

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El Kalendarium de John Somer, es un calendario con tablas astronómicas en la ciudad de Oxford, Inglaterra.[1]​ El llamado "Tertium Opusculum Kalendarii" o “Kalendarium de John Somer” le fue encargado su confección al astrónomo John Somer alrededor de los años 1370-1380 por Thomas Kingsbury, el cual era su superior, el provincial, y fue mandado por Joan of Kent (Juana de Kent), la princesa de Gales en estos momentos, la cual era también la madre del rey Ricardo II.[2]​ Si bien no se dispone del manuscrito original, existen diversas copias. Este manuscrito, al igual que sus contemporáneos, se encuentra escrito en latín.

John Somer[editar]

John Somer (1340-1409) fue un fraile franciscano, astrólogo y astrónomo, nativo de la ciudad de Bridgwater, en el condado de Somerset, en Inglaterra. Somer entró a la orden Franciscana en Bridgwater a una edad temprana, y desde sus comienzos en esta orden mostró un gran interés por la astronomía y los estudios en general, por lo que fue enviado a “Greyfriars”, un convento en Oxford para seguir sus estudios. Durante su estancia en Oxford trabajó con algunos de los astrónomos más importantes del momento debido a que llamaba la atención por su interés en el campo, además de conseguir también que ciertos personajes de la corte real inglesa se fijaran en él.[2]

Organización general[editar]

Este tipo de calendarios llevaban creándose con la misma base en Inglaterra desde el siglo XIII para conocer cuándo celebrar el día de Pascua, pero a diferencia de los calendarios anteriores, el de John Somer contiene más cantidad de contenido astrológico, en particular este calendario parece estar orientado a crear cálculos astrológicos. También incluye información sobre medicina, al igual que información que relaciona la medicina con la astrología, y esto a pesar de incluirse también en los manuscritos anteriores, destaca debido a su inclusión de los datos relacionados con la medicina en el calendario en sí.[1]

Este libro también fue usado de manera pedagógica para enseñar aspectos básicos de la astronomía, y de igual manera ser útil para las personas con una alfabetización, ya que contaban con recursos sobre astronomía. Debido al profundo tema religioso tras este libro y el calendario, en cuanto al cálculo continuo de fechas relacionadas con el cristianismo, solía estar en manos de personas con una gran religiosidad, debido a la precisión de fechas que este calendario ofrece, como también con una educación y un nivel social, como podían ser personas universitarias, de la corte, o nobles. Además en la época medieval ciertos recursos naturales como la luna y sus fases, eran básicos para decidir cuando realizar eventos importantes como casarse, y esto acaba llevando a un uso del libro para realizar ciertos pronósticos. De esta manera se observa que el pensamiento astrológico estaba muy presente en prácticamente todos los niveles sociales de la sociedad inglesa del siglo XV, ya que también se pensaba que los cuerpos celestes influían sobremanera en casi todos los aspectos de la vida de la población como podrían ser las guerras, las epidemias y el hambre, además de sucesiones dinásticas, salud o éxito. Por lo que se trataba de un tema muy popular en este siglo.[2]

A pesar de no contar con la copia original, a partir de las distintas copias de épocas más tardías y su comparación entre ellas, se puede llegar a la conclusión de los distintos temas que se tocaban en el manuscrito de John Somer, el cual consta de diferentes secciones:

  • Prólogo
  • Tabla de conversión de números romanos y árabes: esta tabla en época medieval era bastante usada debido a que muchas personas no sabían números árabes, por lo que necesitaban la conversión desde los números más conocidos y usados, los romanos. Sin embargo, al terminar la Edad Media, en el siglo XV, estas tablas de conversiones acaban desapareciendo de los calendarios, debido a un mayor conocimiento general de los números árabes.
  • Tabla de años bisiestos.
  • Tabla de los días festivos: esta tabla se crea alrededor del cálculo de la fecha del día de Pascua, y a partir de esto se enumeran las fechas exactas de las distintas festividades cristianas, como son: la Cuaresma, el día de la Ascensión de Jesucristo, y el Pentecostés.
  • Calendario de meses.
  • Tabla de planetas dominantes: el aspecto astrológico del manuscrito de Somer es influenciado por la creencia de que cada planeta domina una hora del día o la noche. Esto era relevante y una información extendida debido a que, en teoría, cada planeta desprende una energía negativa (Saturno y Marte) o positiva (por ejemplo, Júpiter o Venus).[1]
  • Tabla de la posición de la luna en el zodiaco.
  • Diagrama de eclipses solares.
  • Diagrama de eclipses.
  • Seis volvelles, cada uno con una aguja en movimiento. Se trata de un diagrama circular marcado con datos astrológicos el cual se equipa con un puntero móvil (volvelle). Era usado para que el médico ordenara los datos según la posición del sol y la luna. .

La información sobre uso exacto que se le dio a este libro no ha llegado hasta nuestros días, pero existe una teoría mayoritaria sobre su uso en la medicina, debido a la información sobre esta que se incluye, por ejemplo, en el “Hombre del zodiaco” (“Homo Signorum”) conectado a la figura del “Hombre venoso” (“Homo Venarum”), se pensaba que cada signo dominaba en una parte del cuerpo, y normalmente era acompañado por textos astrológicos y sobre medicina, uniendo ambas cosas. Otra noción sobre medicina en relación con astrología era la idea de que los planetas y sus movimientos tenían un efecto real en el cuerpo de los seres humanos.

Un ejemplo de esto es una aclaración de John Somer sobre la importancia de saber la localización y horas de los planetas a la hora de hacer una flebotomía, es decir, a la hora de sacar sangre, en este caso un planeta como Júpiter no podría estar rigiendo a la hora de hacer esto debido a que sus cualidades de calidez las comparte con la sangre, ya que como se observa en las dos figuras mencionadas anteriormente se resaltaba la complejidad de la disposición física por donde circulaba la sangre humana y la incidencia de los astros en ella. Por ello se empezaron a insertar los calendarios, ya que el médico-astrólogo necesitaba hacer un pronóstico y así conseguir un diagnóstico de cuando realizar este tipo de operaciones quirúrgicas a partir de los días que se consideraban favorables para llevarlas a cabo, todo dependiendo de los periodos en los que la luna residía en las distintas casas zodiacales y planetarias.

Para ello realizaban un análisis conjetural de la dodecatemoria, es decir, el momento en que la Luna transita la casa astral de Aries y así poder medir lo que llamaban humores y adaptarlos a los movimientos celestes, de este modo se establecía la relación entre la estructura sanguínea de los seres humanos y las cualidades planetarias que compartían entre sí. Para concluir, debemos explicar lo que consideraban los humores, se elaboró una teoría del cuerpo humano que lo relacionaba con los cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire) y con cuatro humores corporales (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra). Se creía que la salud podía mantenerse o volverse a establecer con una regulación del aire, dieta, sueño, ejercicio, evacuación y emociones. Los médicos también solían aconsejar procedimientos invasivos y arriesgados, como las sangrías.

Además de esto, la razón por la que la mayor teoría sobre el uso de este manuscrito es médico, es debido a lo práctico que es, ya que es un manuscrito enrollado y fácilmente portátil.

Calendario[editar]

El calendario como otros en su tipo de la Baja Edad Media fue influido por la enciclopedia de los pensadores musulmanes, entre los que se cuentan Abu Ma’shar y Al Qa-bisi.[1]

En cuanto a la organización del calendario en la columna central, se encuentra una lista de los días festivos en cuanto a la religión cristiana de cada mes. A la izquierda, una columna con los días del mes en números romanos. Más a la izquierda de esta columna se encuentra la indicación del número áureo, para el cual hay que crear ciertos cálculos, los cuales servían para identificar en qué día concreto iba a ser la Pascua de ese año.[2]

El Kalendarium de John Somer, presenta una mezcla de astronomía y astrología de manera completamente natural. Por ejemplo en el calendario del mes de abril, los signos zodiacales que influyen son Aries y Tauro.

Calendario John Somer, mes de abril

Comenzando desde la columna izquierda, se observan dibujos del sol, estos, junto a la primera columna, que muestran los grados del eclipse solar a medianoche. Este grado dependerá del signo del zodiaco al cual pertenezca esa época del año. En la cuarta columna se provee la misma información, pero en vez de a medianoche, al amanecer, y una vez más dependiendo del signo zodiacal.

La segunda columna provee información sencilla y necesaria: es el cálculo del tiempo entre la medianoche y el alba, dependiendo de la época del año, dando así la hora exacta del alba. La tercera columna es la duración de la luna cada noche, contando que una hora de luna es equivalente a quince grados de esta.

La quinta columna calcula la distancia del sol durante un eclipse solar, contando con 360 grados para 365 días al año. La longitud del sol es una información básica para los astrónomos medievales, por lo que en la mayoría de los astrolabios también se incluía una tabla con la posición del sol en cada día del año.

La sexta y séptima columna data la ascensión recta, es decir, las coordenadas astronómicas para localizar los astros por encima de la esfera terrestre.

Otras columnas del mismo calendario, se adentran en la teoría astrológica bajomedieval, en la gran mayoría de casos, influenciada por los pensadores musulmanes, especialmente Al Qa-bisi.

En la columna número doce (siguiendo contando de izquierda a derecha), hay una lista de los planetas que influyen más sobre cada signo del zodiaco, además de los grados en los cuales este planeta es más fuerte o más débil. En la siguiente columna, vuelve a relacionar cada signo astrológico con los planetas, pero en este caso debido a la teoría de que cada signo cuenta con cinco términos, y estos términos son segmentos de entre dos y diez grados, y cada uno de ellos relacionados con un planeta.[1]

La columna número catorce se destaca por el uso de la astronomía egipcia. Esto se debe a que esta sección contiene los facies (face), un segmento de diez grados, basado en el decano de la astronomía egipcia, los cuales relacionan 36 estrellas, o pequeñas constelaciones, a cada hora nocturna. Los tres facies en este caso, de finales de Aries y principios de Tauro corresponden con Venus, Mercurio y la Luna.

Las siguientes tres columnas, se basan en especificaciones de los signos del zodiaco: estos cuentan con energía femenina o masculina, se observa que los grados correspondientes a esta parte del calendario son todos masculinos. En la siguiente tabla, habla de las cualidades de estos signos, las cuales pueden ser: brillante, oscuro o vacío.[2]​ Se puede observar claramente en este calendario como relacionaban la astrología y los signos del zodiaco con los acontecimientos de las vidas de las personas, viendo en la columna correspondiente al número 17, porcentajes de disminución de fortuna (puteus), enfermedad crónica (azamana o azemena), y fortuna aumentada (augmentans fortunam).[2]

Además del análisis realizado cabe destacar la medición y formulación de los meses a través de la observación de la luna era totalmente necesaria para componer el calendario y ubicar las festividades móviles, como ya mencionamos anteriormente en este apartado, en especial festividades pertenecientes a la iglesia católica. Para exponer y comprender mejor la composición del calendario cabe mencionar una de las tablas que se encuentra tanto en este como en el manuscrito de Nicholas Lynn, el cual mencionaremos más adelante. Esta era puramente astronómica pero empezó usarse casi exclusivamente de forma astrológica, se trata de una tabla utilizada para calcular la posición de la luna en los signos del zodiaco. En un principio la luna pasó desapercibida, ya que no se la consideraba tan importante como el resto de los planetas (Sol, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno), pero finalmente centró su atención en ella por diversas razones que explicaremos a continuación. Para comenzar, por su proximidad a la tierra, el término cosmológico del movimiento era muy llamativo, ya que recogía los movimientos de las esferas superiores y las transmitía su movimiento al mundo sublunar, es decir, en términos de astrología nos referimos a la magnificación por parte de la luna de las influencias astrológicas de los signos zodiacales por los que transitaba y la recogida de las influencias astrológicas de los planetas con los que se configuraba.

En el segundo punto nos encontramos con la creencia de que la Luna, al igual que el Sol, podía influir con efectos observables en los seres vivos, en concreto en los seres humanos, como podía ser la menstruación. Por último, basándose en los efectos observados comentados en el punto anterior se empezó a pensar que la Luna influía directamente y en especial en los fluidos contenidos en los cuerpos de los seres vivos, especialmente sobre la sangre. El contenido astrológico de este manuscrito también resalta y se reafirma en una tabla en concreto, en la cual se especificaba cuál de los siete planetas regentaba o dominaba cada hora del día de la noche, con esto se atribuía a los planetas el ejercicio de influencias buenas y malas.

Referencias en otras obras[editar]

Geoffrey Chaucer mencionó su interés por la ampliación con más tablas del Kalendarium, en su libro ‘Treatise on the Astrolabe’ (Tratado del astrolabio), un ensayo también de la época bajomedieval (siglo XIV) donde habla del astrolabio, un instrumento usado ampliamente en la Edad Media para medir la posición de los objetos astronómicos y su movimiento.

Chaucer menciona que el principal uso de su habilidad en este campo consistía en preparar talismanes o imágenes astrológicamente potentes para sus pacientes. Por ello se puede concluir que la práctica médica de Chaucer se reflejaba en los manuscritos tanto de John Somer como de Nicholas Lynn en cuanto a la aplicación de elementos astrológicos. La obra de Lynn contiene el cálculo de longitudes planetarias en los cánones médico-astrológicos de su calendario, mientras que John Somer analiza la relación de la posición lunar en los signos y las horas planetarias a la hora de calcular el tiempo para prescribir remedios, purgas u otros tratamientos. Por ello ahora se entiende la difusión de términos como melothesia planetaria y decanato, circulaban en Inglaterra a finales del siglo XIV.

”Physician’s folding almanac” (Almanaque plegable del médico) Datado entre el 1430 y el 1431. Estos almanaques proporcionaban en época medieval información, normalmente, de tratamientos médicos, prácticas científicas, y al igual que el manuscrito de John Somer, nos habla de elementos astronómicos y astrológicos debido a que normalmente iban de la mano.

“Preface To The Kalendarium Of John Somer, In The 'Princess Joan Psalter'”, este manuscrito fue redactado en 1380 a pedido de Lady Joan Holland, madre de Ricardo II. Se pensaba que era la copia original de la presentación realizada para Joan, de ahí el nombre de este “Salterio de la Princesa Joan”. En este prefacio se afirma que las tablas que contiene fueron elaboradas por John Somer en 1380 a petición de Lady Joan. Esa parte del manuscrito se sabe en la actualidad que es una copia añadida medio siglo después del fallecimiento de Somer.

Copias del manuscrito[editar]

En la biblioteca Bodleian de Oxford, hay cuatro copias del manuscrito de John Somer, con diferencias remarcables entre ellos, comenzando por la iconografía del “Homo Signorum” las cuales guardan gran cantidad de similitudes con las copias del manuscrito de Nicholas Lynn, por lo que se puede concluir en el contenido teórico y la concepción con la simple comparación, ya que cada copia se convirtió en sí en una nueva, todo esto a través de un proceso de cosificación.

Estos manuscritos siguieron manteniendo los datos astrológicos calculados por John Somer, aunque en ocasiones se ampliaba su vida útil añadiendo referencias para uno o dos ciclos de diecinueve años más. Sin embargo, en cierto momento ciertas personalidades anónimas recalcularon el calendario lunar que se encontraba en el manuscrito originalmente escrito por John Somer. A partir del año 1463 se calcularon cuatro ciclos de lunas nuevas y llenas y un número delimitado de eclipses, en general no más de dos ciclos. A partir del 1387 se observan dos tipos de cálculos distintos del de cuatro ciclos, el cual solo parece haberse mantenido en una versión del calendario. La mayoría de los calendarios mencionados a partir del siglo XV incluían la efeméride de Beverley, una festividad celebrada por los ingleses nacionalmente por orden de Enrique V a partir del año 1416.

Los cómputos y las tablas de Pascua de estas obras podría considerarse un sistema dual, ya que el calendario solar es fijo, en cambio el lunar cambia en referencia al solar. Este sistema era muy favorable para realizar pronósticos.

En el manuscrito Digby (1433-1438) ubicado en la Biblioteca Bodleian de Oxford, a principios del siglo XV estuvo recorriendo Europa, inspirado en la iconografía que se usaba hasta el momento, con la diferencia de la falta de color en esta. Otros cambios remarcables en este manuscrito son la representación del signo zodiacal Escorpio, el cual no solía representarse con la forma anatómica del animal, lo que en este manuscrito se hace por primera vez. El resto de signos siguen una coherencia con lo representado en copias anteriores. En esta copia también se representa al “Homo Venorum”, el cual sigue el modelo de Nicholas Lynn, junto al “Homo Signorum”, se encuentran en folios separados por lo que favorecía la visión del médico de ambas ilustraciones a la vez. Por otro lado, ya no están rodeados de circunferencias como se observa en otros manuscritos, ahora el “Homo Venorum” es delimitado por textos escritos en los colores negro y rojo, los cuales le aportan coherencia e información a la ilustración con información sobre las venas que recorren el cuerpo.

Es de notar la evolución de la iconografía del “Homo Venorum” en las copias del manuscrito de John Somer, ya que según los estudiosos que han revisado las copias de este autor sólo habría sobrevivido en diez manuscritos, lo que representa sólo una cuarta parte de los ejemplares existentes.

Otro de los manuscritos es Savile (posterior a 1387), el cual es interesante por diversos puntos. Su “Homo Signorum”, el cual como de costumbre posee colores vivos como el azul y el rojo, los signos se reparten a lo largo del cuerpo dividiendo así la figura por partes a través de estos. Esta ilustración recuerda a una iconografía cristográfica en cuanto a la crucifixión. Se observa cierta verosimilitud en la representación de los signos tanto con forma humana como animal por parte del autor. Este tipo de iconografía se acabará popularizando a partir del siglo XIV. En el contenido de este manuscrito se encuentra un diagrama médico de frascos de orina, ya que uno de los principales medios para diagnosticar enfermedades eran los análisis de orina junto con los de heces y sangre, siendo más relevante el primero. De hecho, es muy común encontrar ilustraciones de médicos sosteniendo frascos de orina a contraluz para analizarlos. En esta ilustración en concreto se muestran diversos frascos de orina con diversos tonos, los cuales se elaboraban para ayudar a los médicos a realizar sus diagnósticos. Por último en esta obra, hay una ilustración del “Homo Venorum” rodeado de circunferencias unidas al cuerpo a modo de señales según el texto encontrado en cada una de ellas.

Manuscrito Ashmole (1440), este manuscrito como en los anteriores mencionados contiene una ilustración del “Home Signorum”, los signos también se encuentran repartidos por el cuerpo y tiene color como el anterior, rodeado de texto, en el manuscrito Selden Supra 90 (siglo XV) encontramos una figura muy parecida,con ligeras variaciones como el cabello o los colores. Siguiendo con Ashmole tiene dos diagramas más, el primero señalando los puntos cardinales y el segundo en el que se indican las fases de la Luna.

Referencias[editar]

  1. a b c d e O'Boyle, Cornelius. "Astrology and Medicine in Later Medieval England The Calendars of John Somer and Nicholas of Lynn." Sudhoffs Archiv 89, no. 1 (2005): p. 1-22.
  2. a b c d e f The Kalendarium of John Somer. John Somer, editor L.R. Mooney. Chaucer Library English. (1999) 224 pag ISBN 0820320927, ISBN 9780820320922

Bibliografía[editar]

  • O'Boyle, Cornelius. "Astrology and Medicine in Later Medieval England The Calendars of John Somer and Nicholas of Lynn." Sudhoffs Archiv 89, no. 1 (2005): p. 1-22.
  • Robbins, Rossell Hope. "Medical Manuscripts in Middle English." Speculum 45, no. 3 (1970): p. 393-415.
  • De Albuquerue Mendes, Jefferson. “Images, Sources, and Manuscripts: The medical-astrological knowledge in the Astronomical calendars of Nicholas Lynn and John Somer”

Enlaces externos[editar]