Letrasado

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Letrasado es un término despectivo usado para menospreciar una persona que ha estudiado un itinerario o carrera de letras, como por ejemplo historia, filología, filosofía, entre otros.[1][2]

Trasfondo[editar]

Antes de que se acuñara la palabra, las personas de letras eran minoría pero en auge.[3][4][5]​ Los titulados en letras llegan a ganar casi un 40% menos que las personas de ciencias.[6][7][8]​ Los estudios de letras perdieron fuerza por el alza de las nuevas tecnologías.[9]

La distinción se hace en cuarto de la ESO, donde es posible elegir entre ciencias y letras. A partir de aquel momento, los itinerarios cambian y las asignaturas también.[10][11]

Aun así, en la Universidad la cifra cambia drásticamente. Solo el 10,5% de los alumnos de bachillerato se decantan por carreras de ciencias.[12]

Historia[editar]

La palabra fue acuñada por la periodista Elvira Lindo, en un artículo publicado el 21 de abril del 2017 en El País, titulado No me llames letrasado. En el artículo, Lindo justificaba que no había más salidas en letras que en ciencias, y que tanto las ciencias como las letras importan.[13]​ La palabra ya se usaba antaño, aunque comenzó a popularizarse en medios de comunicación y redes sociales desde entonces.[cita requerida]

En 2022 se publicó un reportaje en La Voz de Galicia donde se habló de la división que existe en los institutos entre ciencias y letras.[14]

Significado[editar]

La palabra une las palabras letra, y la terminación -sado, procedente del sadomasoquismo, también presente en la palabra retrasado.[15]​ La palabra quiere ironizar y criticar alguien que, por decisión propia, ha decidido estudiar letras, despreciando el valor de este itinerario.[16]

Críticas[editar]

Mucha gente se queja del término porque se desprecia la gente de letras: Ni una persona de letras es más lista que una de ciencias ni viceversa.[17]

Referencias[editar]

  1. «Ellas no son unas «letrasadas»». La Voz de Galicia. 12 de abril de 2022. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  2. Formisano, Mario (22 de marzo de 2021). El buen juglar. Mirahadas. ISBN 978-84-18649-91-2. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  3. 20minutos (29 de octubre de 2008). «Cada vez más alumnos de instituto eligen las ramas de letras en vez de las de ciencias». Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  4. Aunión, J. A. (29 de junio de 2008). «Vago, a letras; empollón, a ciencias». El País (Madrid). ISSN 1134-6582. 
  5. «Los estudiantes malagueños son de 'letras'». 30 de marzo de 2019. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  6. Castillo, Ignacio A. (6 de octubre de 2018). «Los titulados en letras llegan a ganar casi un 40% menos que los de ciencias». Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  7. Frabetti, Carlo (13 de enero de 2021). «Ciencias o letras: una mala elección - Jot Down Cultural Magazine». Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  8. «Estudio letras porque me da la gana». 8 de mayo de 2019. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  9. AGUILAR, ELENA (20 de abril de 2019). «Los estudios de letras pierden fuelle por el alza de las nuevas tecnologías». Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  10. Aunión, J. A. (23 de mayo de 2011). «Cuarto de la ESO tendrá tres vías distintas y tres materias nuevas». El País (Madrid). ISSN 1134-6582. 
  11. «La venganza de los 'letrasados'». 18 de noviembre de 2017. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  12. «España busca científicos pero los jóvenes prefieren ser abogados». 12 de mayo de 2017. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  13. «No me llames letrasado». 21 de abril de 2017. ISSN 1134-6582. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  14. «Ellas no son unas «letrasadas»». La Voz de Galicia. 12 de abril de 2022. Consultado el 1 de noviembre de 2022. 
  15. ««Letrasado»». 11 de marzo de 2018. Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  16. Pérez, Francisco García (28 de noviembre de 2019). «Yo también fui un "letrasado"». Consultado el 23 de mayo de 2022. 
  17. Castro, Marina García (8 de mayo de 2020). «No soy “letrasada”». Consultado el 23 de mayo de 2022.