Ley Casati

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Ley Casati
Creación 1861

Ley Casati, 1861, n. 3725 del Reino de Cerdeña, entró en vigor en 1861 y fue extendida con la unificación a toda Italia (Regio decreto de 28 de noviembre de 1861, n. 347). La ley, que tomó el nombre del ministro de Instrucción Pública Gabrio Casati y fue sucesora de las leyes Bon Compagni de 1848 y Lanza de 1857, reformó de manera íntegra el ordenamiento escolar, desde la administración a la articulación escolar por órdenes y grados y los materiales de enseñanza, confirmando la voluntad del Estado italiano de hacerse cargo del deber de intervenir en materia escolar en sustitución de la Iglesia católica, que durante siglos había sido la única institución preocupada por la instrucción.[1]

La ley se inspiró en el modelo prusiano con la instalación de un sistema fuertemente jerarquizado y centralizado.[2]​ Se propuso, además, contemporizar diversos principios: el reconocimiento de la autoridad paterna, la intervención estatal y la iniciativa privada. A este respecto, la ley sancionó el rol normativo del Estado y la gestión dirigida de los colegios estatales, así como la libertad de los entes privados para abrir y gestionar sus propios centros educativos.[3]​ Se garantizaba la educación de niños y niñas, pero la igualdad tardó en llegar.[4]

Historia[editar]

En 1859 el país estaba inmerso en la llamada Segunda guerra de independencia italiana. Por ese motivo la nueva norma del Reino de Cerdeña no fue discutida en el parlamento. Gracias a los poderes extraordinarios conferidos al Gobierno del Víctor Manuel II, se nombró una comisión para elaborar la norma. De la misma formaba parte Ángel Haba.[5]​ Pasada la guerra y recuperada la unidad italiana, se entendió que la ley Casani podía servir a la unidad nacional. Aprobada en 1859 en parte de Italia, fue asumida en el resto y estuvo vigente hasta 1923, año en el que se aprobó la reforma Gentile.

Contenidos de la ley[editar]

Obligación escolar[editar]

La ley sanciona la obligatoriedad y gratuidad del primer bienio de la instrucción elemental. A pesar de establecer penas para aquellos que no cumplieran con tal obligación, no las especificó, ni lo hizo el Código penal italiano, con lo que no surtieron efecto. Los datos hablan de un absentismo escolar alto, sobre todo en las regiones meridionales. Según los datos del Istituto Nazionale di Statistica (ISTAT) en 1861 el analfabetismo varonil era del 74% y el femenino superaba el 84%, con puntas del 95% en la Italia meridional.[6]

Sistema escolar[editar]

Sistema escolar italiano según la ley Casati.

La ley se inspiró en una concepción esencialmente elitista de la educación, en la que se daba mayor espacio a la educación secundaria y superior (universitaria), pero se ponía poco énfasis en la educación primaria (no es casualidad que la ley se iniciara con la educación superior y no, como hubiera sido más lógico, con la educación primaria). También marcó una clara separación entre la formación técnica, encaminada a formar a la clase obrera especializada, de la clásica o humanista, encaminada a formar a la burguesía. Por otra parte, reconoció una cierta igualdad entre los dos sexos en cuanto a las exigencias de la educación.

Referencias[editar]

  1. Monica Barsi (2020). Universidad de Milán, ed. «Compendi grammaticali nei dizionari franco-italiani prima della Legge Casati (1859)» (9). Orillas: rivista d'ispanistica. pp. 967-982. ISSN 2280-4390. 
  2. Literalmente se dice en la ley: "È il modello napoleonico-prussiano quello che il Regno sardopiemontese si accinge ad adottare con Regio Decreto legislativo del 13 novembre 1859, n. 3725, entrato in vigore con il Decreto applicativo del 19 settembre 1860, e pertanto esteso con l’unificazione a tutta l’Italia di allora. Il ministro dell’Istruzione, il conte milanese Gabrio Casati, riprende la legge Lanza del 1847 e la legge Boncompagni del 1848 per costruire un assetto istituzionale e amministrativo, fortemente centralistico e burocratico-piramidale, il cui modello organizzativo è l’esercito"(Giovanni Cominelli, Dimenticare Gentile, Mondoperaio, n. 1/2017, p. 50).
  3. Il sistema scolastico italiano, por Anna Laura Fadiga Zanatta. Bolonia, Il mulino, 1978. Acceso abierto en la web Opac.bncf.firenze.sbn.it, consultada el 30 de mayo de 2022.
  4. Antonella Cagnolati (2011). «Mujeres, educación y derechos. Una mirada hacia la historia de Italia (1861-1945)» (15). Papeles salmantinos de educación. p. 13-35. ISSN 1578-7265. 
  5. Tullio Fontana, La legislazione della Scuola Elementare e Normale, Ditta G. Paravia e Comp., 1905.
  6. Il sistema scolastico italiano, Anna Laura Fadiga Zanatta, il Mulino, 1976, pp. 58-59.