Magdalena de San Jerónimo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Magdalena de San Jerónimo
Información personal
Nombre de nacimiento Beatriz Zamudio
Nombre religioso Magdalena de San Jerónimo Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento Siglo XVI Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento Siglo XVII Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Religiosa, administradora de la Casa Pía de Arrepentidas de Santa María Magdalena de Valladolid, escritora, promotora de la fundación de las galeras o cárceles de mujeres en Valladolid y Madrid.
Obras notables Razón y forma de la galera y Casa Real, que el rey, nuestro señor, manda hacer en estos reinos, para castigo de las mujeres vagantes, y ladronas, alcahuetas, hechiceras, y otras semejantes

Magdalena de San Jerónimo es el nombre religioso de Beatriz de Zamudio, dama española de los tiempos de Felipe II y Felipe III. La madre Magdalena de San Jerónimo fundó en Valladolid la Casa Pía de la Aprobación, lugar en el que las mujeres "arrepentidas" de sus pecados eran recogidas y adoctrinadas para recibir el hábito en San Felipe de la Penitencia.[1]​ No tenemos apenas muchos datos biográficos sobre ella, ni siquiera sabemos si llegó a profesar, solo sabemos que pertenecía a la casa Zamudio, linaje noble de Vizcaya, servidora de la corona y por ello vinculada al poder y al rey. De hecho, gracias a su influencia consiguió casar de forma ventajosa a unas sobrinas.[2]

Entre 1589 y 1600 estuvo en Madrid, vinculada con la infanta Isabel Clara Eugenia, hija predilecta de Felipe II, a la que en 1598 el rey otorgó como dote los Países Bajos y el ducado de Borgoña en su matrimonio con el archiduque Alberto de Austria, nieto de Carlos V, y a Luisa de Carvajal. Lo sabemos por la correspondencia que mantiene con ellas. Es durante este periodo, que puede llegar a hablar con el rey para exponerle su proyecto carcelario, la Galera. El rey lo derivará a los Concejos Reales para su definitivo tratamiento.[3]

Entre 1600 y 1613 se la vio por París, Bruselas e Inglaterra, cumpliendo encargos solicitados por sus dos protectoras: traer los cuerpos de san Mauricio y san Pascual. En la toma de posesión de la infanta Isabel Clara Eugenia como soberana de los Países Bajos, fue acompañada hasta Flandes por Magdalena de San Jerónimo, que consiguió durante esta estancia una autorización especial del papa Clemente VIII para recopilar un importante cargamento de reliquias procedentes de conventos e iglesias de Colonia y Tréveris. En 1604, Magdalena de San Jerónimo regresaba con su colección de reliquias desde Flandes a Valladolid. Además entregó los cuerpos completos de san Mauricio, mártir de la Legión Tebana, y San Pascual papa, uno a la ciudad de Valladolid y otro a la Casa Pía de la Aprobación, junto a un buen cúmulo de aquellas reliquias traídas de Flandes. En la tarde del 22 de septiembre de 1604, día de san Mauricio, tenido por santo patrono de la prestigiosa Orden del Toisón de Oro, salía una solemne procesión de la catedral presidida por Juan Bautista Acevedo, inquisidor general y obispo de Valladolid, vestido de pontifical, y detrás el duque de Lerma, en su calidad de regidor de la ciudad, junto a los príncipes de Saboya y representantes de los consejos del Reino y del ayuntamiento en pleno portando cirios, que se dirigieron hasta la Casa Pía de la Aprobación para recoger las reliquias. Al frente de la comitiva figuraba el estandarte de San Mauricio, actualmente conservado en el Museo de Valladolid. El 13 de marzo de 1605, Magdalena de San Jerónimo consiguió que el ayuntamiento se hiciera cargo de la Casa Pía de la Aprobación y regresó a Flandes, viaje del que da cuenta Fr. Ángel Manrique en su Vida de sor Ana de Jesús,[4]​ comenzando a urdir la creación de cárceles correccionales para mujeres "públicas" y delincuentes, las denominadas "galeras para mujeres". En 1605 participó en la fundación del convento de las carmelitas descalzas en Bruselas (1606-1607).[5]

Razón y forma de la Galera...[editar]

Red de sociabilidad de Magdalena de San Jerónimo creada por el proyecto Bieses

Con este objetivo, la creación de cárceles correccionales femeninas, escribió Razón y forma de la Galera y Casa Real, que el rey, nuestro señor, manda hacer en estos reinos, para castigo de las mujeres vagantes, y ladronas, alcahuetas, hechiceras, y otras semejantes, un pequeño tratado que fue publicado en 1608, tanto en Valladolid como en Salamanca. Las dos ediciones de esta obra se hicieron el mismo año y en ciudades próximas, sin embargo presentan diferencias que hacen pensar que la edición de Valladolid fue la primera de las dos. La edición de Salamanca parece haber recortado algunas frases y partes de sintagmas de los paratextos, además también es más breve el capítulo final, que en la edición vallisoletana continúa entre las p. 55-61 con texto del capítulo sin correspondencia en la otra. Estas eliminaciones y alguna lectio facilior sugieren que la primera edición se hizo en Valladolid. La edición de Salamanca tiene, en cambio, antes de la dedicatoria una relación que explica por qué los regidores y cabildo de la ciudad han decidido que se imprima la obra. El otro cambio ideológicamente relevante es la adición de la hechicería entre las causas de condena de estas mujeres.[6]

Esta obra dio el impulso definitivo a la creación de las primeras cárceles para mujeres, pues, al poco tiempo de su publicación, Felipe III ordenaba la construcción de Casas Galera en Valladolid y Madrid. Algo después se extenderían a otras muchas ciudades, como Salamanca, Zaragoza, Barcelona, Valencia y Granada.

En esta obra, Magdalena de San Jerónimo enumera las que merecían el calificativo de "perdidas", como aquellas que salen por la noche "como bestias fieras de sus cuevas a buscar la caza" haciendo cometer a los hombres gravísimos pecados, o las que vendían jóvenes "concertando el tanto o más cuanto como ovejas para el matadero", incluyendo a las que se dedicaban a pedir limosna cargadas de niños para dar lástima y las "mozas de servicio".[7]​ En este fragmento de la introducción se expresa el propósito de su obra:

Dando y tomando hallé por mi cuenta que la causa era el no haber bastante castigo en España para este linaje de malas mujeres y que, así que el remedio sería que hubiese tantas suertes de castigos para ellas como hay para los hombres delincuentes, pues muchas de ellas les llevan harta ventaja en la maldad y pecados. Uno, pues, de los castigos (y muy general) que hay en España para los hombres malhechores es el echarlos a galeras por dos, cuatro o más años, según sus delitos lo merecen. Pues así haya galeras en su modo para echar a las mujeres malhechoras, donde a la medida de sus culpas sean castigadas. Por lo cual, el fin y blanco de esta obra es hacer una casa en cada ciudad y lugar donde hubiere comodidad, con nombre de galera, donde la justicia recoja y castigue, según sus delitos, las mujeres vagantes, ladronas, alcahuetas y otras semejantes.

En la dedicatoria que hace al rey de su obra,[8]​ esta mujer fue consciente de que su discurso legitima un orden social sexista:

[...] Y como las demas cosas nuevas en sus principios, así este "tratadillo" ha causado novedad y admiración, no sólo en la gente vulgar y común pero aún en la principal y más grave, teniendo el nombre y hechos de esta Galera por demasiado rigor y severidad, particularmente siendo inventada por mujer contra mujeres [...]

Resumiendo, la obra es, entonces, una propuesta correctiva y moralizadora a la vez de las prácticas vergonzantes y delictivas de algunas mujeres, aplicando un rigor impensable para normalizar los comportamientos: castigar el cuerpo con horribles tormentos, limpiar al alma de los pecados y reformar a estas mujeres para el buen servicio tal como dolorosamente purgaban sus penas los reos-remeros, en las galeras reales.[3]

Referencias[editar]

  1. «Historias de Valladolid: MAGDALENA DE SAN JERÓNIMO, un estandarte para las reliquias y galeras para redimir a las "mujeres enamoradas"». Consultado el 9 de noviembre de 2017. 
  2. Torremocha Hernández, Margarita (2019). Cárcel de mujeres en el Antiguo Régimen. Teoría y realidad penitenciaria de las galeras. Madrid: Dykinson. p. 63. ISBN 9788491489665. 
  3. a b Lagunas, Cecilia (2000). «Apuntes sobre un tratado carcelario femenino del siglo XVII: LA GALERA, escrito por sor Magdalena de San Jerónimo». La Aljaba V: 164-174. Consultado el 9 de noviembre de 2017. 
  4. Serrano y Sanz, Manuel (1895). «San Jerónimo, Magdalena de». Apuntes para una bibliografía de escritoras españolas desde 1401 hasta 1833. p. 305. 
  5. Santolaria, Félix (1997). Marginación y educación. Historia de la educación social en la España moderna y contemporánea. Ariel. p. 163. ISBN 84-344-2610-2. 
  6. «Paratextos editados por Proyecto BIESES». www.bieses.net. Consultado el 9 de noviembre de 2017. 
  7. Fiestas Loza, Alicia (1978). «Las cárceles de mujeres». Historia 16. Extra VIII: 89-99. Consultado el 9 de noviembre de 2017. 
  8. «Edición de los paratextos en BIESES». Razón y forma de la galera, y casa real, que el rey nuestro señor manda hazer en estos reynos, para castigo de las mugeres vagantes, y ladronas, alcahuetas, hechizeras y otras semejantes. Consultado el 9 de noviembre de 2017. 

Bibliografía[editar]

  • Blog DOMUS PUCELAE, entrada «Historias de Valladolid: MAGDALENA DE SAN JERÓNIMO, un estandarte para las reliquias y galeras para redimir a las "mujeres enamoradas"».
  • Blog de Amigos del Museo de Valladolid, entrada «El Museo de Valladolid vuelve a levantar el estandarte de San Mauricio – La procesión de la traslación de los cuerpos de los Santos Mártires Tebeos».
  • Isabel Barbeito Carneiro, Magdalena de San Jerónimo y Teresa Valle de la Cerda: Carceles y mujeres en el siglo XVII: Razón y forma de la Galera, Madrid: Castalia-Instituto de la Mujer, 1991.
  • Mª Dolores Pérez de Baltasar: «La marginación femenina en la época de los Austrias», en Mª Victoria López y Montserrat Carbonell (eds.), Historia de la mujer e historia del matrimonio, Murcia: Universidad, 1997, p. 121-129.
  • Vincent Parello: «Discours réformateur et marginalité féminine dans l’Espagne moderne. Les ‘galères’ de Madalena de San Jerónimo (1608)», Bulletin Hispanique, 101/1, 1999, p. 55-68.
  • Ruth Alvarado Sánchez: Perspectiva histórica y problemas actuales de la institución penitenciaria, Salamanca: Universidad, 2012, p. 74-85.
  • Eloísa Wattenberg y Lourdes Amigo: El estandarte de San Mauricio del Museo de Valladolid: Reliquias de Flandes en la Corte de España. 1604, Asociación de Amigos del Museo de Valladolid-Ayuntamiento de Valladolid, Valladolid, 2012, p. 91-95.