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Dialectos y acentos del español en España.
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Yeísmo

Se entiende por el dialecto castellano septentrional al conjunto de modalidades dialécticas del español empleadas en la mitad norte de España, en el área que va desde parte de Cantabria y de Vizcaya[1]​ por el norte a Cuenca por el sur. En Madrid, La Mancha y otras zonas popularmente consideradas por sus habitantes como de dialecto septentrional, se dan rasgos meridionales, principalmente la aspiración de la /s/ en posición implosiva.[2]

Dialecto castellano septentrional[editar]

Entendemos por dialecto como la variedad geográfica que acoge la lengua en un territorio determinado. El dialecto tiene una serie de características propias sobre todo en pronunciación y entonación, pero los hablantes tienen la referencia de las normas gramaticales y el léxico de la lengua origen. Estas diferencias solo se manifiestan en la lengua hablada.

El castellano septentrional ocupa los territorios del norte y el centro de la península (ocupa desde la zona norte de Cantabria hacia Cuenca (España) por el sur y está limitado por cataluña y galicia, ambos no incluidos). Tiene una serie de dialectos, pero entre ellos, los más usados por los españoles son:

  • El uso del Leísmo, Laísmo y Loísmo.
  • Pronunciación como si fuese una /θ/ la –d al final de palabra.

Según la zona en la que nos encontremos tenemos una serie de rasgos perteneciente a esa zona, los más comunes en la zona este, es decir, la zona comprendida por los territorios de La Rioja (España), navarra y aragon, son:

  • Uso frecuente de los pronombres los cuales tendrán delante una preposición, por ejemplo: con nuestro.
  • Las palabras esdrújulas se van a pronunciar como si no estuviesen acentuadas, como por ejemplo pájaro.
  • Utilización del sufijo–ico: arbolico.
  • Uso excesivo de la partícula pues.

Al igual que en la zona estenos hemos encontrado unos rasgos propios de los hablantes de ese territorio, en la zona oeste la cual corresponde a León (España), Zamora, Asturias y una parte de cáceres, tienen también sus rasgos propios, entre los cuales nos encontramos los más comunes que son:

  • Al hablar, suelen cerrar las vocales de final de palabra, por ejemplo: otru (otro).
  • Terminación de las palabras con el diminutivo –in o –ina: niñín, niñina.
  • Uso frecuente de la forma verbal perteneciente al pretérito perfecto siempre en vez del pretérito perfecto compuesto, como por ejemplo: Ya vinieron de la fiestacuando lo correcto sería decir Ya han venido de la fiesta.[3]

El castellano septentrional es el que más se acerca al español estándar y por ello es considerado más conservador que el castellano meridional. Los rasgos entre unos y otros son bastante variables y tienen una uniformidad menor que los rasgos de la zona meridional. El castellano septentrional presenta una serie de dialectos, que son:[4]

  • Español aragonés o castellano de Aragón.
  • Castellano riojano.
  • Castellano leonés.
  • Dialecto castellano.

El castellano septentrional presenta una serie de rasgos que son comunes a todos los dialectos que van a formar lo que conocemos como castellano septentrional. Entre esas características nos encontramos

Características fonológicas.[5]

    • La /s/ silbadora fuerte, de articulación ápico-alveolar, que también caracteriza a la /s/ catalana, occitana, gallego normativo y buena parte del gallego dialectal, así como en otras lenguas galoitalianas del Norte de Italia y Sur de Suiza y en el portugués del norte de Portugal.[cita requerida] También se da en el sur de España, salvo Andalucía; el fonema /s/ se articula de diversas maneras en Andalucía pero muy raramente como ápico-alveolar, y esta es precisamente la única característica que delimita claramente los dialectos de esa comunidad de los de las comunidades vecinas.
    • El fonema /θ/ diferenciado de /s/, que se cree fijado en su forma actual en el siglo XVII (aunque otros estudiosos apuntan al siglo XIV, ver reajuste de las sibilantes) y que se representa con «z» y con «c» ante 'e', 'i'. Este fonema también se da en el sur de España, salvo buena parte de Andalucía, y en algunas variedades del sardo y del veneciano.
    • El sonido fricativo velar sordo /x/, a veces uvular y muy estridente (semejante a la "ch" de algunos dialectos del alemán) y muy poco presente en América donde la variante velar sólo se oye en el interior de México y en el Perú, así como en toda la Argentina y en todo el Uruguay, y en algunas otras zonas de América del Sur.
    • Fuerte tendencia antihiática, que reduce los hiatos a diptongos: indoeuropeo > indouropeo > induropeo; héroe > herue ['erwe]; ahora > ahura [a'ura] > ara ['ara], etc.
    • Tradicionalmente era común la distinción fonológica y/ll, a diferencia de los dialectos meridionales, caracterizados por el yeísmo (pronunciar el dígrafo <ll> igual que <y>). Actualmente en la mitad norte de España quedan hablantes no yeístas, sin embago la distinción y/ll parece estar en proceso de desaparición.
    • Como en todos los dialectos del español, la -d final rara vez suena: salud > salú [sa'lu], verdad > verdá [ber'δa]. Sin embargo en ciertas zonas de Castilla y León, Cantabria y el País Vasco, la /d/ final se pronuncia a menudo como una [θ], por ejemplo: verdad > verdaz; esta pronunciación también se da como variante formal en otras zonas de España, como Madrid.
    • Es específico de los dialectos del castellano del norte de España eliminar la /d/ del sufijo -ado(s) de los participios, con consiguiente diptongación de las dos vocales; en los dialectos del sur la /d/ también se elimina, pero no siempre hay diptongación, y además esta eliminación forma parte de un patrón más amplio en que la /d/ se elimina en la mayoría de las posiciones intervocálicas (por ejemplo en los participios en -ido(s), -ida(s), donde en el norte no se elimina la /d/). Además, en registros altos, es más habitual la pronunciación -ao entre hablantes del norte que entre los del sur. En algunos subdialectos se producen fenómenos adicionales:
    • Yeísmo con «y» africada; aunque es más propio de los dialectos del sur.
    • Pronunciación de la /k/ como [θ] frente a otra consonante plosiva: doctor /doθtór/, acto /aθto/, que suele evitarse en el habla formal.
    • Pronunciación de la /g/ implosiva como [x]: digno /díxno/, suele evitarse en el habla formal.
    • Elisión de la componente plosiva de la grafía <x>, que suena /s:/: sexo > seso ['ses:o], texto > testo ['testo]. Es general en posición implosiva, pero en posición intervocálica los hablantes con mayor nivel de estudios suelen pronunciar la [k]: sexo ['sekso], taxi ['taksi]. Recientemente, se han observado los siguientes cambios:[cita requerida]
    • Aspiración de /s/ implosiva al estilo meridional, especialmente delante de consonante velar, mosca > mojca, es que > ej que; por influencia de los dialectos del sur, como el de Madrid.
    • Presencia de /ř/ asibilada en Navarra y La Rioja, pudiéndose extender a zonas vecinas.
    • Aspiración de la /s/ implosiva debido a la influencia de algunos dialectos del sur, por ejemplo el dialecto propio de madrid.  Es que -> Ej que.

Gramática[editar]

  • La característica morfosintáctica más típica del castellano de algunas zonas centrales peninsulares es el leísmo y el laísmo. En los hablantes laístas los pronombres le y les en función de objeto indirecto toman una forma femenina la, las:
Cógela la cartera, la dices que venga

en vez de:

Cógele la cartera, le dices que venga

El fenómeno es antiguo, pero nunca ha sido considerado estándar en español; el laísmo no ha progresado fuera del centro de la península y es desconocido en América.

  • Distinto es el tratamiento del leísmo, aparecido después del Medioevo, consistente en el uso de "le" en la función de objeto directo, sobre todo cuando la referencia es a seres humanos; por ejemplo, en masculino singular, "le vi" por "lo vi". Este fenómeno actualmente es aceptado por los prescriptivistas ya que está más extendido en España y se da en algunas zonas de América. Sin embargo, en la parte central de Castilla y León también está generalizado el leísmo de cosa, no admitido por los prescriptivistas ("Déjamele" por "Déjamelo"). También se dan fenómenos de loísmo.
  • Uso de "vosotros" como pronombre personal de confianza de segunda persona plural, frente a "ustedes", usado como tratamiento de respeto. Se usa también en casi todo el sur de España, pero no en Canarias ni América.

Los rasgos también resaltables en algunos de los subdialectos, son:

  • Distinción de uso entre el indefinido y el pretérito perfecto ("hoy he ido al mercado" / "ayer salí pronto"). Esta distinción se da en la mayor parte de España, incluida Andalucía.
  • Sustitución del imperfecto de subjuntivo por el condicional simple, también llamada condicional vasco ("Si tendría tiempo, iría", en lugar de "Si tuviese/tuviera tiempo, iría). Se da en casi toda Navarra, Álava, Vizcaya, La Rioja, Burgos, Palencia en algunas partes de Cantabria y en algunas partes de Soria. En estos casos, el hablante no diferencia entre "hubiera/hubiese" y "habría", pudiendo decir "Si habrías comprado pan, no tendríamos hambre".
  • Uso del infinitivo para el imperativo plural de confianza: (vosotros) Ser buenos y callaros (en lenguaje formal y escrito, Sed buenos y callaos); este uso está extendido por toda la Península Ibérica.
  • En habla coloquial general, anteposición del artículo masculino el al pronombre interrogativo qué. Por ejemplo,
¿Has traído el libro?
¿El qué? [en lugar de (¿Qué?)
El libro.
  • En el caso de Navarra y Salamanca, se da el regionalismo de anteposición del artículo neutro "lo" al pronombre interrogativo "qué". Por ejemplo,
¿Has traído el libro?
¿Lo qué? [en lugar de (¿Qué?)
El libro.

Aunque pueda parecer, no se trata en ningún caso anterior de loísmo ni leísmo.

Con respecto al dialecto de Cantabria podemos decir que la mayoría de las características que le son propias se han perdido, por lo que sus variedades lingüísticas se han considerado como dialectos influenciados por el Idioma asturleonés. El cántabro presenta dos grandes dialectos que son:[6]

  • El dialecto occidental.
  • El dialecto oriental.

En la parte occidental, la terminación de las palabras en plural va a ser en –os y en el occidental la terminación correspondiente es –us. Por ejemplo: perros, perrus.

Con respecto a los nombres propios, a los verbos, los numerales, los pronombres, adverbios y artículos. En occidente se hacen con –o y en oriente en –u. Por ejemplo: cinco/cincu.

Uso en el dialecto propio de la zona de oriente de los adverbios de cantidad con la terminación en femenino cuando van sustantivos neutros. Por ejemplo: poca conocimiento.

Poseen un cierre en un grado de la vocal átona final –e en –i en la zona oriental. Por ejemplo: organizacionis.

Este último rasgo, en la zona occidental sólo se da en:

  • Los pronombres demostrativos (esti, esi).
  • El pronombre personal le (li).
  • Los tiempos de presente indicativo, subjuntivo e imperativo de los verbos pertenecientes a la segunda conjugación (bebi, comín,…).
  • Los nombres de algunas localidades (San Vicente, Ruenti,…).

El uso de los pronombres de la tercera persona en la función de Complemento directo en español. En el cántabro occidental se usará lu para contables y masculinos, la para femeninos contables y lo incontables tanto masculinos como femeninos. En el caso del cántabro oriental li se utilizará para masculino contable, la para femeninos contables y lu para los incontables masculinos y femeninos.

  • Aspiración de la –h y –f, aunque es propio del cántabro occidental.

Con respecto a la fonética y la fonología nos encontramos:

  • La diptongación de las vocales tónicas latinas /O/ para dar /ue/. Por ejemplo: puerta, puerte < porta.
  • Reducción de los antiguos diptongos decrecientes /ei/, /ou/.
  • Tendencia al cierre de la –o final en –u como una marca de género masculino. Por ejemplo: hondu < hondo.
  • Cierre de la –e final en –i. hombre<hombri.
  • Lo que se ha entendido como una aspiración de /s/ es en realidad una palatalización que más tarde ha quedado velarizada s >sh. Por ejemplo: shietiembri – septiembre.
  • Se van a producir un desplazamiento de los acentos: ráiz, méndigo,…

Castellano aragonés[editar]

  • Fonéticamente el Español aragonés presenta una entonación ascendente de la frase acabando con el alargamiento de la última vocal.
  • Las palabras, normalmente, suelen ser o llanas o agudas, las palabras con el acento esdrújulo no se dan en muchas ocasiones. Las palabras, que en el castellano estándar son esdrújulas, en el español aragonés serían llanas; por ejemplo: pájaro, medico,…
  • Tienen una tendencia a romper los hiatos para ello suelen cerrar la vocal más alta o desplazan el acento a la vocal más abierta.
  • Reducen los grupos consonánticos cultos de las palabras; por ejemplo: elétrico (eléctrico),…
  • Morfosintácticamente nos encontramos lo siguiente:
  • Tras una preposición van a hacer un uso de los pronombres fuertes.
  • Uso de los sufijos diminutivos –ico/a, -ete/a, -é/eta. Por ejemplo: poquico, moceta,…
  • Usan el sufijo –era para los nombres de los árboles: almendrera.
  • Omisión de la vocal final de algunas preposiciones, artículos y conjunciones cuando la palabra que la acompaña comienza por una vocal: d’aquel,
  • Uso de la conjunción pues al final de la frase.
  • Escasez del leísmo.
  • Pérdida de la [r] de infinitivo cuando va con un pronombre enclítico: decime,…

El orden de los pronombres átonos va a ser al contrario que en el uso habitual. Primero irá el pronombre correspondiente al complemento indirecto y a éste le va a seguir el pronombre correspondiente al complemento directo. Por ejemplo: me se olvidó.

  • Uso excesivo del artículo delante de los nombres propios: La María, el Hugo,…
  • En cualquier contexto fónico la conjunción disyuntiva va a ser la que usen frecuentemente. Por ejemplo: peras u manzanas. [7]

Castellano riojano[editar]

  • Al igual que el aragonés, conservan los grupos latinos pl, fl. Por ejemplo: plover (llover), flama (llama).
  • Conservación de los grupos –ns,  –mb: ansa (asa), lombo (lomo).
  • La diptongación es igual que la aragonesa.
  • Tienen tendencia a eliminar el hiato.
  • En algunas palabras se sigue conservando la –f inicial latina: ferrería (herrería).
  • El prefijo des- se convierte en el prefijo es- : esbalgar.
  • La sonorización de las oclusivas sordas intervocálicas no cambia.
  • Alternancia del sonido c- (-z), ch-, j-, s- en términos como chúnguele, júnguele, súnguele o zunguel (columpio), característica de procedencia euskérica.
  • Tendencia a igualar los diptongos "ai" y "ei" en una forma intermedia äi con la a totalmente palatalizada, peine, veinte.
  • Supresión de la V al principio de algunas palabras.
  • Da igual cuál sea la posición de las vocales átonas porque van a sufrir cualquier cambio dentro de la palabra: destingues, distingues, destinguir(distinguir).
  • Uso de “li” como si fuese el pronombre de tercera persona le: li regalé un libro.
  • Transformación del sonido "tr" en el sonido "ch": chactor.
  • Uso de la r en vez de la d final de imperativo.
  • Las consonantes b- y m- se neutralizan, menir por 'venir'.
  • El acento va a recaer sobre la terminación –mente en los adverbios que presentan esta terminación.
  • Pérdida de la –s final en las formas verbales.
  • Aspiración de la s ante a, o.
  • Las vocales finales e, o se van a convertir en i, u: pobri, (pobre).
  • Uso de los sufijos –ete , –eta. [8]

Véase también[editar]

Bibliografía[editar]

  • http://boj.pntic.mec.es/jsic0001/lenguas_y_dialectos/variedades_septentrionales.html
  • http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/347338
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Dialectos_del_castellano_en_Espa%C3%B1a#Dialectos_septentrionales
  • https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ntabro_(ling%C3%BC%C3%ADstica)#Variantes
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1ol_aragon%C3%A9s
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Dialecto_riojano

Enlaces externos[editar]

  • Castellano o español
  • Mapas de isoglosas de variantes fonéticas del Castellano en la Península Ibérica
  1. Sancho III el Mayor. Un rey Pamplonés e Hispano Armando Besga Marroquín Universidad de Deusto
    ... hoy está claro que parte del actual País Vasco forma parte de la cuna del español o castellano y no sólo la Álava castellana u occidental. sino también las Encartaciones, como ha demostrado recientemente en una voluminosa tesis doctoral I. Echeverria Isusquiza: «las Encartaciones parecen corresponder, a la llegada de los romanos, a la parte ya indoeuropeizada de la Península, de modo que, lejos de ser éste un espacio castellallizado más o menos recientemente, su lengua romance surgió sin interrupción de la evolución linguística de ámbito ya indoeuropeo a la lleqada de los romanos» (Hábeas de toponimia carranzana. Materiales para el estudio del castellano de Vizcaya. Universidad del País Vasco. Bilbao. 1999. pp 16-17).
  2. Lapesa, Rafael (2012). Historia de la lengua española. Nueva Biblioteca Románica Hispánica (3.ª edición). Madrid: Gredos. p. 418. «RASGOS GENERALES DEL ESPAÑOL MERIDIONAL [...] en el siglo XVI estaban en pleno desarrollo los principales rasgos fonológicos que hoy caracterizan el habla de la mitad meridional de España. [...] No todo el territorio situado al sur de la Cordillera Central es área ocupada por estos fenómenos. La mayor parte de la provincia de Guadalajara, igual que la Serranía de Cuenca, son ajenas a ellos. Pero algunos llegan hasta Madrid y se extienden por Toledo y La Mancha sin constituir dialecto especial. Conforme se avanza hacia el mediodía aumenta el número e intensidad de particularidades, que en Andalucía se han unido a los caracteres privativos que tomó allí la revolucion consonántica de los siglos XV y XVI, originando un sistema fonológico distinto del castellano.». 
  3. «Variedades septentrionales del español». boj.pntic.mec.es. Consultado el 10 de mayo de 2018. 
  4. «Dialectos del castellano en España». Wikipedia, la enciclopedia libre. 26 de abril de 2018. Consultado el 10 de mayo de 2018. 
  5. «Dialecto castellano septentrional». Los diccionarios y las enciclopedias sobre el Académico. Consultado el 10 de mayo de 2018. 
  6. «Cántabro (lingüística)». Wikipedia, la enciclopedia libre. 28 de marzo de 2018. Consultado el 10 de mayo de 2018. 
  7. «Español aragonés». Wikipedia, la enciclopedia libre. 7 de mayo de 2018. Consultado el 10 de mayo de 2018. 
  8. «Dialecto riojano». Wikipedia, la enciclopedia libre. 14 de abril de 2018. Consultado el 10 de mayo de 2018.