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Filipinas en 1580[editar]
Cagayán es una de las provincias que conforma Filipinas. Su cabecera, Tuguegarao, se halla a 483 kilómetros al norte de Manila, por la autopista de Maharlika, también conocida como carretera del Valle del Cagayán.
- Historia
En el año de 1580 una serie de piratas japoneses atacaron la colonia española de la isla de Luzón, estos iban armados con catanas, arcabuces y cañones portugueses, y exigían a los habitantes del territorio una serie de tributos.
Al enterarse de este hecho Gonzalo de Ronquillo (gobernador español en Filipinas), le escribió al rey Felipe II una misiva alertando de este conflicto, como contra ataque, el rey envió una flota comandada por Juan Pablo Carrión (veterano de 69 años) a la guerra que más tarde se denominó: LOS COMBATES DE CAGAYÁN
Esta colonia española siempre fue lugar de conflicto entre chinos y españoles por hacerse con su control comercial e incluso los japoneses comerciaban con el oro filipino, hasta que en 1565 Miguel López de Legazpi anexiono el territorio al imperio español.
Pero el corsario chino Li Ma Hong atacó la ciudad de Manila el 29 de noviembre de 1974 con un ejército de aproximadamente 3000 hombres cuya única intención fue establecerse en dicho territorio. Tras un duro enfrentamiento contra el ejército español y filipino y tras un asedio de más de cuatro meses en un fuerte en Pangasinán, los hombres de Li Ma Hong y él mismo, fueron derrotados, pero a pesar de haber ganado esta victoria, el conflicto filipino continuó.
Mas tarde en 1580, los piratas japoneses liderados por Tay Fusa, saquearon filipinas y sembraron el terror en todo el territorio de Luzón, pero sobre todo en la provincia de Cagayán. El español Juan Pablo Carrión al mando de una flota compuesta de 7 barcos, incluidos La capitana y San Yusepe fue en busca de Tay Fusa para poner fin a este sangriento conflicto, pero ni él ni sus hombres estaban preparados para librar tal cruel y desigualada batalla, fueron unos 40 soldados españoles contra aproximadamente 1000 hombres japoneses divididos en: samuráis sin señor y miembros de la infantería japonesa armada con mosquetes.
Los soldados a cargo del veterano Carrión, avistaron en la zona del cabo de Bogueador, a uno de los juncos japoneses que habían saqueado Luzón, y aunque los japoneses les superaban en número La capitana logró acortar las distancias y provistos de armas, los españoles asaltaron los navíos japoneses. Pero los japoneses no solo les ganaban en número, sino que también en armamento y una vez asaltado los barcos japoneses, estos les obligaron a retirarse y a volver a los barcos que aún les quedaban, pero Carrión formó con el barco una trinchera consiguiendo así que sus soldados pudieran disparar sin dificultad a sus enemigos japoneses y es ahí cuando el San Yusepe disparando sus cañones, logró derribar los barcos que quedaban del enemigo obligándolos a saltar al mar para llegar a la costa y no morir ahogados como muchos otros.
Tras esta victoria por parte del imperio español, la flotilla que quedaba navegó por el río grande de Cagayán donde se encontró a 18 champanes japoneses, lo que conllevó a otro enfrentamiento que culminó en victoria para los españoles.
Ante este nuevo ataque español, los piratas japoneses, se rindieron, pero con la condición de una indemnización en oro por tener que abandonar el territorio, Carrión negó su petición y como consecuencia Tay Fusa ordenó a sus 600 hombres atacar por tierra a los hombres de Carrión. Los soldados de Carrión aguantaron dos asaltos seguidos, pero en el tercer asalto comenzaron a quedarse sin pólvora, aunque esto no impidió que siguiesen luchando y que ganasen este bélico conflicto.
Esta guerra mostró que las técnicas de combate españolas estaban por encima de las japonesas en cuanto a armamento, sobre todo por la grandeza de las espadas europeas de acero toledano en comparación con el débil acero de las catanas de los samuráis. Esto conllevó a que los japoneses, en cuestiones de armaduras, reformasen las suyas al estilo europeo, poniéndose petos metálicos.
Una vez encontrado la tranquilidad en el territorio, Carrión funda dicho territorio como la ciudad de Nueva Segovia, aunque ya se consiguió la paz en el lugar, aún continuaba la presencia de piratas por los alrededores, aunque estos solo iban para comerciar, por las bahías cercanas.
Pero no contento con ello, en 1590 kampaku Toyotomi Hideyoshi exigía que las Filipinas se rindiesen al poder de los japoneses, pero nunca tuvieron éxito y el territorio continuó siendo del imperio español
Cuenta un antiguo relato tradicional japonés que sus valientes guerreros fueron derrotados por los wo-cou, unos demonios mitad pez mitad lagarto que atacaban tanto en mar como por tierra. Con este relato fantástico, que resaltaba una ferocidad en el combate inhumana, la tierra del sol naciente otorgó a los hombres de Juan Pablo Carrión una fama legendaria.