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Primeros años y educación[editar]

Plagge nació el 10 de julio de 1897 en Darmstadt, Alemania, en el seno de una familia prusiana; muchos de sus antepasados habían sido médicos militares. Su padre murió en 1904, lo que dejó a su madre al cuidado de Plagge y su hermana mayor.[1]

Tras graduarse en el Ludwig-Georgs-Gymnasium,[2]​ un instituto de enseñanza secundaria centrado en los estudios clásicos, Plagge fue reclutado por el Ejército Imperial Alemán. Durante la Primera Guerra Mundial, luchó como teniente en el frente occidental, donde participó en las batallas del Somme, Verdún y Flandes. Encarcelado en un campo de prisioneros de guerra británico de 1917 a 1920, contrajo la polio y quedó inválido de la pierna izquierda.

Tras su liberación, Plagge estudió ingeniería química en la Universidad Técnica de Darmstadt, donde se licenció en 1924. Si bien le hubiese gustado estudiar medicina, los problemas económicos de su familia se lo impidieron. Tras graduarse, se casó con Anke Madsen, pero la pareja tuvo que vivir con su madre debido a sus problemas económicos. Desempleado, dirigía un laboratorio farmacéutico desde su casa.[3][4]

Período de entreguerras[editar]

Era ideológicamente un nacional conservador, pero se afilió al Partido Nazi el 1 de diciembre de 1931.[4]​ Muchos años después, durante su juicio de desnazificación, Plagge declaró que en un principio se sintió atraído por las promesas de Adolf Hitler y el Partido Nazi de reconstruir la economía alemana y el orgullo nacional, que se resintieron durante los años que Alemania vivió tras la firma del Tratado de Versalles.[3]​ Entre 1931 y 1933, Plagge trabajó como organizador local del partido.

Entró en conflicto con la dirección del partido después de 1933, cuando Hitler se hizo con el poder. Según su testimonio posterior, Plagge se negaba a aceptar las teorías raciales nazis, que consideraba poco científicas, y estaba disgustado por la persecución de los opositores políticos y la corrupción de muchos funcionarios nazis. En lugar de abandonar el partido, intentó cambiar las cosas desde dentro y aceptó un puesto como profesor científico y director de un instituto educativo nazi en Darmstadt.[5]​ Como se negó a enseñar la ideología racial nazi, fue despedido de su puesto en 1935. Un funcionario local del partido acusó a Plagge de mantener buenas relaciones con judíos y masones, de tratar a estos primeros en el laboratorio de su casa y de oponerse al boicot nazi a los negocios judíos, lo que le amenazó con llevarle ante un tribunal del partido. En lugar de ello, Plagge cesó su actividad en el partido, desencantado con el nazismo.[6]

En 1934, Plagge empezó a trabajar en Hessenwerks, una empresa de ingeniería dirigida por Kurt Hesse, cuya esposa Erica era medio judía. Con la contratación de un nazi nominal, Hesse esperaba evitar la «arianización» de su empresa.[7]​ Tras la Kristallnacht de 1938, Plagge se convirtió en el padrino del hijo de Hesse, Konrad.[8]​ Ese mismo año, también asumió el cargo de ingeniero jefe de dicha empresa.[9]

Servicio en Lituania[editar]

HKP 562[editar]

Plagge fue reclutado por la Wehrmacht como capitán en la reserva al comienzo de la Segunda Guerra Mundial,[4]​ y al mismo tiempo dejó de pagar las cuotas de afiliación al Partido Nazi. Inicialmente sirvió en Polonia tras la invasión alemana y fue testigo de atrocidades que le hicieron decidir «trabajar contra los nazis».[10]​ En 1941, fue puesto al mando de una unidad de ingenieros, Heereskraftfahrpark 562 —unidad de mantenimiento de vehículos 562, o HKP 562; literalmente, «parque de vehículos militares»—, que se encargaba del mantenimiento y la reparación de vehículos militares. Tras la invasión alemana de la Unión Soviética, la HKP 562 fue desplegada en Vilna (Lituania) a principios de julio de 1941. Plagge fue testigo del genocidio que se estaba llevando a cabo contra los judíos de la zona.[4][11]

Plagge otorgaba certificados de trabajo a los hombres judíos, lo que les certificaba como trabajadores esenciales y cualificados independientemente de sus antecedentes reales. Este tipo de permiso de trabajo protegía al trabajador, a su mujer y hasta a dos de sus hijos de las redadas de las SS llevadas a cabo en el gueto de Vilna, en las que los judíos sin papeles de trabajo eran capturados y asesinados en los cercanos campos de ejecución de Ponary. Como puesto de trabajo, el HKP 562 era especialmente solicitado por los judíos debido a los esfuerzos de Plagge por tratar bien a sus trabajadores, quien también se esforzó por ayudar a los polacos y a los prisioneros de guerra soviéticos obligados a trabajar para la Wehrmacht.[9]​ Plagge era el «cuasi-soberano» de su unidad, lo que conservaba su independencia mientras el trabajo de reparación se realizara, y trabajó para aislar a sus trabajadores del genocidio perpetrado por las SS.[12]​ Reasignó a subordinados antisemitas o violentos para que no interactuaran con los judíos e hizo la vista gorda ante el contrabando y el mercado negro que mantenía vivos a los trabajadores. Durante el otoño de 1941, cuando muchos judíos fueron detenidos y fusilados en las «Aktions» (operaciones de asesinatos en masa), el taller de Plagge era el cuarto mayor empleador de judíos de Vilna, con 261 permisos de trabajo asignados.[13]

Cuando sus trabajadores eran capturados durante las redadas, Plagge intentaba liberarlos de la prisión de Lukiškės antes de que pudieran ser ejecutados en Ponary, y en caso de que fueran pocos los judíos detenidos, enviaba a un subordinado. Sin embargo, a finales de 1941 fueron detenidos setenta trabajadores judíos y sus familias.[14]​ En 1942, doscientes judíos que trabajaban para Plagge fueron detenidos para ser deportados y, en consecuencia, este último discutió con el SS-Obersturmführer Rudolf Neugebauer en un intento de conseguir su liberación, pero no pudo salvarlos.[9]​ En 1943, tras negociar con las SS, Plagge pudo ampliar su plantilla de trescientos noventa y cuatro judíos en julio a más de mil cuando el gueto fue liquidado en septiembre.[15]

Campo de trabajo[editar]

Tras el levantamiento del gueto de Varsovia en abril de 1943 y el aumento de la actividad partisana soviética, Heinrich Himmler, jefe de las SS, decidió liquidar todos los guetos nazis, independientemente de la mano de obra esclava que proporcionaban al esfuerzo bélico de la Wehrmacht.[15][16]​ En particular, el gueto de Vilna se consideraba una amenaza debido a su amplio movimiento clandestino y a la proximidad de partisanos en los bosques de los alrededores de la ciudad. Plagge, quien había sido ascendido a mayor, consiguió permiso de las SS para establecer un Juden-KZ para el HKP 562 en la calle Subocz, en las afueras de Vilna. La HKP 562 era la única unidad de la Wehrmacht autorizada a retener trabajadores judíos. El 1 de septiembre, unos trescientos trabajadores de Plagge fueron detenidos por las SS para ser transportados al campo de concentración de Klooga, lo que ocasionó que este último se presentará en la estación de tren para discutir con el suboficial de las SS, Bruno Kittel, quien estaba a cargo de la liquidación. En un principio, Plagge logró que los judíos fueran liberados y los dejó a manos de sus subordinados, pero el oficial superior de Kittel, el SS-Obersturmführer Rudolf Neugebauer, ordenó que fueran deportados de todos modos. Plagge intentó ponerse en contacto con Neugebauer, pero no pudo, y todos los judíos fueron deportados a Klooga. En consecuencia, ordenó a sus subordinados que reclutaran a otros trabajadores judíos para reemplazar a los que habían sido deportados.[17][18]

El 16 de septiembre de 1943, Plagge trasladó a más de mil de sus trabajadores judíos y a sus familias del gueto de Vilna al campo HKP recién construido en el número 37 de la calle Subocz, donde permanecieron en relativa seguridad.[19]​ Plagge no sólo salvó a los trabajadores masculinos cualificados, sino también a sus esposas e hijos, argumentando que los trabajadores no estarían motivados sin sus familias.[20]​ Menos de una semana después, el 23 de septiembre, las SS liquidaron el gueto de Vilna. El resto de los judíos de la ciudad fueron ejecutados inmediatamente en Ponary o enviados a campos de concentración en la Europa ocupada por los nazis.[16]​ Unos pocos judíos se escondieron en las ruinas del gueto; argumentando que necesitaba más trabajadores, Plagge llevó a cien judíos arrestados al HKP. Otros cien fueron introducidos de contrabando por el movimiento de resistencia con la aquiescencia de Plagge, y la población alcanzó un máximo de mil doscientos cincuenta a principios de 1944. El campo, que consistía en dos viviendas de varios pisos construidas originalmente para alojar a judíos que recibían asistencia social, estaba rodeado de alambre de espino y vigilado por colaboradores lituanos y hombres de las SS. Alrededor del 60% de los judíos trabajaban en el depósito de reparación de vehículos o en un taller de reparación de uniformes de la Wehrmacht. Plagge estableció varias industrias para el resto de sus trabajadores, incluyendo una granja de conejos, un vivero y una carpintería, declarando a todos sus trabajadores esenciales para el esfuerzo de guerra. Además, este se opuso enérgicamente a los esfuerzos de las SS por retirar a estos trabajadores no esenciales.[9][20]

En ciertas ocasiones, la política de Plagge de no enfrentarse a las SS le puso, según el historiador Kim Priemel, «en una situación de callejón sin salida con graves implicaciones morales». En múltiples ocasiones, el HKP 562 prestó camiones y conductores a las SS para transportar judíos a Ponary para su ejecución. En noviembre de 1943, un prisionero judío llamado David Zalkind, su mujer y su hijo intentaron escapar del campo y fueron capturados por la Gestapo, lo que ocasionó que fueran ejecutados en el patio del campo delante de los demás prisioneros; el oficial de las SS que ordenó el asesinato informó de que se había llevado a cabo «de acuerdo con el comandante Plagge, jefe del campo».[21]​ Tras la ejecución de Zalkind, trenta y seis mujeres judías fueron ejecutadas por Bruno Kittel y soldados de las SS.[22]​ El 27 de marzo de 1944, mientras Plagge estaba de vacaciones en Alemania, las SS llevaron a cabo una Kinderaktion («Operación Infantil»), con la que entraron al campo, reunieron a unos doscientos cincuenta niños y ancianos judíos y los llevaron a Ponary para su ejecución. Aunque Plagge afirmó a su regreso que habría salvado a los niños de haber estado presente, es dudoso que hubiera podido hacerlo.[20][23][24]​ La aquiescencia de Plagge con estos asesinatos le convirtió «[en] términos morales... tanto en colaborador» como en salvador, según Priemel. Sin embargo, la colaboración de Plagge fue «posiblemente una elección racional», porque pudo salvar a más judíos que cualquier otro rescatador de la Wehrmacht en Vilna.[25]

Disolución[editar]

Durante el verano de 1944, el Ejército Rojo avanzó hasta las afueras de Vilna y la Wehrmacht se retiró bruscamente a principios de julio.[20]​ El campo iba a ser disuelto; acusado de ser blando con los judíos, a Plagge se le prohibió llevarlos con su unidad.[26]​ Sabiendo que el campo sería liquidado antes de que llegara el Ejército Rojo, los judíos hicieron escondites en búnkeres secretos, en las paredes y en las vigas del ático.[27]​ Sin embargo, necesitaban saber cuándo sería liquidado para poder poner en práctica sus planes de escapar o esconderse. El 1 de julio, Plagge dio un discurso informal a los prisioneros judíos en presencia del Oberscharführer de las SS Richter:

La línea del frente se está moviendo hacia el oeste y la asignación de la HKP es estar siempre un cierto número de millas detrás de esta... Como resultado, ustedes los judíos, y los trabajadores también serán trasladados... ya que todos ustedes son trabajadores altamente especializados y experimentados en un área de gran importancia para el ejercito alemán, serán reasignados a una unidad de la HKP... Seréis escoltados durante esta evacuación por la SS que, como sabéis, es una organización dedicada a la protección de los refugiados. Por lo tanto, no hay nada de que preocuparse...

—El discurso de Karl Plagge según el superviviente William Begell.[28]

En respuesta a una pregunta de los judíos reunidos, Plagge añadió que no era necesario que llevaran su equipaje.[26][29]​ Cuando las SS llegaron al campo el 4 de julio, quinientos judíos se presentaron al pase de lista y fueron ejecutados en Ponary, mientras el resto intentaba escapar o se escondía dentro del campo. Unos ciento cincuenta o doscientos judíos sobrevivieron a los registros y fueron liberados por el Ejército Rojo el 13 de julio.[23][27][29]​ De los cien mil judíos de Vilna, sólo dos mil sobrevivieron al Holocausto; los supervivientes del campo de HKP constituyeron el grupo más numeroso.[30]

Posguerra[editar]

Quizá a otros sólo les faltó un poco de determinación para actuar del mismo modo a fin de evitar o reducir el horror. Nunca he sentido que esta labor requiriera un valor especial. Sólo requería una fuerza de convicción que cualquiera puede sacar de las profundidades de la conciencia moral que todos tenemos. Además, hace falta tal vez un poco de buena voluntad, de vez en cuando una buena idea, y dedicación a la tarea que tenemos entre manos. Nunca tuve la sensación de correr un gran peligro... Básicamente, no soy un «héroe», sino una persona más bien tímida.

Karl Plagge.[31]

Tras abandonar Vilna, Plagge dirigió su unidad hacia el oeste y el 2 de mayo de 1945 se rindió al Ejército de los Estados Unidos sin sufrir una sola baja.[32]

Debido a su temprana afiliación al Partido Nazi y a que dirigió un campo de trabajo donde muchos prisioneros fueron asesinados, fue juzgado en 1947 como parte del proceso de desnazificación de posguerra; contrató a un abogado para que le defendiera.[33]​ Plagge y sus antiguos subordinados contaron al tribunal sus esfuerzos por ayudar a los judíos que realizaban trabajos forzados; su abogado pidió que se le clasificara como compañero de ruta y no como nazi activo. Antiguos prisioneros de la HKP 562 en un campo de refugiados de Ludwigsburg contaron a Maria Eichamueller las acciones de Plagge. Tras leer sobre el juicio en un periódico local, Eichamueller testificó a favor de este, lo que influyó en el resultado del juicio a su favor. El tribunal no exoneró completamente a Plagge, ya que consideró que sus acciones habían estado motivadas por el humanitarismo y no por la oposición al nazismo.[34][35]

Es posible que los jueces se mostraran reacios a reconocer la magnitud de los logros humanitarios de Plagge porque arrojaban una luz negativa sobre la indiferencia de los alemanes comunes hacia el Holocausto y la retención de jueces nazis en el sistema judicial de la posguerra.[36]

Tras el juicio, Plagge vivió la última década de su vida en silencio y murió de un ataque al corazón en Darmstadt el 19 de junio de 1957.[23]​ En una carta a un abogado judío, R. Strauss, fechada el 26 de abril de 1956, Plagge se comparaba con el Dr. Rieux, un personaje de la novela de Albert Camus La peste. En la novela, que fue escrita mientras Camus vivía bajo la ocupación nazi en Francia, Rieux arriesga su vida para salvar a la gente de la peste, pero sus esfuerzos no pueden salvar a mucha gente y a menudo parecen inútiles. Al igual que Plagge, Rieux no se considera un héroe.[37]

Originalmente luterano, Plagge perdió su fe en Dios a causa de las atrocidades que presenció durante el Holocausto.[38][39]

Referencias[editar]

  1. Good, 2005, pp. 113–114.
  2. FAZ, 2006.
  3. a b Good, 2005, p. 114.
  4. a b c d Schoeps, 2008, p. 497.
  5. Good, 2005, p. 115.
  6. Good, 2005, p. 116.
  7. Good, 2005, pp. 116–117.
  8. Good, 2005, p. 118.
  9. a b c d Schoeps, 2008, p. 498.
  10. Good, 2005, pp. 118–119.
  11. Priemel, 2008, p. 391.
  12. Priemel, 2008, p. 402.
  13. Priemel, 2008, p. 393.
  14. Priemel, 2008, p. 394.
  15. a b Priemel, 2008, p. 395.
  16. a b Arad, 1982, p. 410.
  17. Guzenberg, 2002, pp. 78–91.
  18. Priemel, 2008, pp. 395–396.
  19. Good, 2005, pp. 69–71.
  20. a b c d Priemel, 2008, p. 396.
  21. Priemel, 2008, pp. 402–403.
  22. Good, 2005, pp. 128–129.
  23. a b c Schoeps, 2008, p. 499.
  24. Good, 2005, p. 129.
  25. Priemel, 2008, p. 403.
  26. a b Good, 2005, p. 130.
  27. a b Bauman, 2017.
  28. Good, 2005, pp. 107–108.
  29. a b Priemel, 2008, pp. 396–397, 403.
  30. Good, 2018.
  31. Schoeps, 2008, pp. 506–507.
  32. Good, 2005, p. 131.
  33. Good, 2005, p. 112.
  34. Priemel, 2008, pp. 389–390.
  35. Good, 2005, pp. 131–132.
  36. Good, 2005, pp. 133–135.
  37. Schoeps, 2008, p. 500.
  38. Priemel, 2008, p. 401.
  39. Good, 2005, p. 175.