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Historia

1925. El testamento de Clotilde García del Castillo y la creación de la Fundación Museo Sorolla

Clotilde García del Castillo, en su testamento de 1925, legó al Estado español la casa y las colecciones que le pertenecían con el fin de crear un museo dedicado a la memoria de su marido Joaquín. El legado fue aceptado en el año 1931, a través de una Real Orden que clasificó la institución naciente como fundación benéfico-docente de carácter particular: ”La Fundación está inscrita en el registro de Fundaciones Culturales del Ministerio de Cultura con el número 5, y con fecha de 28/3/1931, y sus fines quedan definidos como: “La conservación y exposición al público con las obras auténticas ejecutadas por D. Joaquín Sorolla y cuantos cuadros, objetos artísticos, muebles, etc., existan en la casa 37 del Paseo del General Martínez Campos y de cuantas obras se adquieran en el futuro con destino a dicho Museo”.​

1932. La inauguración del Museo

Ese mismo año de 1931 se fundó el Patronato, compuesto por los tres hijos del pintor, además de las principales autoridades de instituciones españolas dedicadas a las bellas artes y donde también figuraba el presidente de la Hispanic Society of America. Presidía el Patronato el Jefe del Estado y era vicepresidente el Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes.El Patronato redactó el primer Reglamento del museo, que se publicó por Decreto de 24 de marzo de 1932. El museo se inauguró en 1932, abriendo al público su planta principal. Su primer director fue Joaquín Sorolla y García, hijo del pintor en una primera etapa que se caracterizó por la conservación de la casa museo tal y como él la había conocido tras haber residido en ella y, por otro lado, se iniciaron las primeras reformas museográficas. Sin embargo, la Guerra Civil obligó a cerrar el museo y desmontar las salas expositivas, quedando las obras almacenadas. El Patronato quedó suspendido por un Decreto de 1936 y al acabar la contienda, se reabrió el museo en 1941.

Joaquín Sorolla y García continuó con sus trabajos y montó nuevamente las salas dedicadas a la exposición de la obra de su padre.  Después de una reforma arquitectónica, se abrieron al público los espacios de la primera planta, que en vida de Sorolla estuvieron ocupados por los dormitorios de la familia. Además, el propio Joaquín donó al Estado 56 obras en 1931, y posteriormente legó en su testamento de 1941 todos sus bienes a la Fundación Museo Sorolla, de manera que, a las obras legadas por su madre Clotilde para la creación del Museo y otras que los tres hermanos habían donado en 1931, se sumaron ahora 156 obras más de Sorolla, entre pinturas y dibujos.

Joaquín Sorolla y García falleció en 1948 y fue sucedido al frente del Museo por su sobrino mayor Francisco Pons-Sorolla, hijo único de María Sorolla García. Su principal labor fue la creación de una nueva sala de exposición para los dibujos, guaches y acuarelas aprovechando el espacio de las antiguas cocinas de la casa, en la zona del Patio Andaluz. También, durante sus años al frente, se publicó en 1953 el primer catálogo de pintura del Museo Sorolla dentro de la obra "Vida y obra de Joaquín Sorolla", escrito por el historiador del arte Bernardino de Pantorba.​

La Fundación y el Museo Sorolla

A partir de la década de 1970, los cambios tanto en la legislación de fundaciones como en la de los museos hicieron que la Fundación Museo Sorolla se desdoblase en dos entidades: el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla. El Museo se integró en los museos dependientes del Ministerio de Educación Nacional, a través de la Dirección General de Bellas Artes. La Fundación continuó como una Fundación Cultural Privada con un nuevo estatuto jurídico. La integración del Museo dentro del Patronato Nacional de Museos (hoy desaparecido) marcó el inicio de una incipiente profesionalización en la gestión de la institución que pasó a estar dirigido por un Conservador-Director perteneciente al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos.​