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Ablativo en náhuatl clásico

La lengua náhuatl o mexicana es la lengua hablada por los nativos de México. Y se le dice náhuatl clásico cuando nos referimos a la lengua tal y como se hablaba al tiempo de la conquista, su momento de mayor esplendor. Se considera un modelo a seguir.

El adjetivo nahua viene a significar mexicana, pero por alguna razón suele decirse lengua náhuatl en lugar de lengua nahua.

La lengua náhuatl no tiene preposiciones, motivo por el cual resulta difícil de comprender. De ahí la importancia de este artículo. Hay especial falta de entendimiento en relación a los complementos ablativos de lugar.

La lengua náhuatl es una lengua pronominal, que se diferencia de las lenguas prepositivas —o preposicionales—, como el castellano, que introducen los distintos complementos del núcleo oracional mediante preposiciones.

También se diferencia de las lenguas declinativas —que tienen casos— y que introducen sus complementos oracionales mediante desinencias o flexiones nominales.

La lengua náhuatl es una lengua cuyo núcleo oracional[nota 1][1][2]​ es el sujeto, que queda introducido mediante el giro de énfasis o focalización, a diferencia de las lenguas indoeuropeas, como el latín o el alemán, cuyo núcleo oracional es el verbo (o nexo verbal) de modo que es el verbo quien recibe los distintos complementos de la oración, como el complemento sujeto, los complementos acusativo y dativo...

Entendemos por núcleo de la oración al elemento principal de la oración, al que se van agregando otros para formar un todo.

Entender e identificar cuál es el núcleo de la oración es fundamental para comprender la oración nahua, porque el sujeto se introduce mediante el giro de énfasis[3]

Cuando se introduce el sintagma verbal, con él entra el adverbio —formando parte de él—. Y ello permite introducir aposiciones pronominales al adverbio. Son los complementos ablativos.

Concepto de complemento ablativo[editar]

Real Academia Española. «Ablativo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 

Por «complemento ablativo» en castellano nos referimos a aquellos sintagmas, a aquellos segmentos de la oración, que expresan diversas circunstancias de lugar, tiempo, modo, étcetera, que concurren en la acción verbal.

  • Ma xictlali in amoxtli in ompa ahcopechpan: Pon el libro allá sobre la mesa
  • Ma xiccahua in amoxtli in oncan ahcopechco: Deja el libro ahí en la mesa

Cuando hablamos de ablativo, o caso ablativo, si nos referimos a la lengua latina, nos referimos a las flexiones o desinencias que practicaban los hablantes latinos para introducir complementos circunstanciales (de lugar, de tiempo...) referidas a la acción verbal.

En alemán, por ejemplo, puede ocurrir que se empleen flexiones del acusativo y del dativo para introducir complementos que en latín quedarían expresados mediante el ablativo.

Cuando hablamos de circunstancias del lugar, el náhuatl tiene partículas que indican localización, pero no son preposiciones, ni posposiciones, ni nada parecido. Son lugares.

En náhuatl clásico, la partícula icpac —por ejemplo— no significa en ningún caso en, ni sobre, sino que indica «la cumbre de una montaña», «la copa de un árbol» o «el piso superior de un edificio» y en ningún caso es una preposición. Indica localización, lugar que se encuentra «en lo alto»[4]

  • Nitlehco tlacpac: Subo arriba
  • Nitemo tlatzintlan: Bajo abajo

En los ejemplos, la acción verbal (poner, dejar) implica movimiento del libro y el complemento ablativo expresa determinadas circunstancias del lugar (sobre la mesa, en la mesa) a donde se lleva el libro —y no propiamente circunstancias de la acción verbal—.

Y claramente no son preposiciones —lo que se demuestra con el siguiente ejemplo—:

  • Ponlo sobre tu cabeza: *Mocua ipan xictlali —forma incorrecta que significaría «pon tu cabeza sobre él——
  • Ponlo sobre tu cabeza: Ma ompa xictlali in mocuapan

Verbos estáticos y de movimiento elativo o ilativo en el Nican mopohua de Antonio Valeriano[editar]

Vamos a poner numerosos ejemplos tomados del náhuatl clásico. Algunos atribuidos a Antonio Valeriano. Pero no sabemos si esos escritos nos han llegado retocados, porque hay varias versiones ni sabemos el alcance real de los retoques. Por eso, daremos una forma gramatical válida que resultará útil para evitar confusiones cuando se trata de expresar el origen y la meta de un movimiento, de modo que no sea el contexto el único que nos permita entender o aclarar el significado de una expresión.

Ese texto está lleno de incorrecciones. No cuadra con los textos de Andrés de Olmos. Y es incoherente. No puede ser una versión fidedigna del autor. Ha sido reescrito.

En náhuatl hay tres clases de verbos: los estáticos, los elativos y los ilativos —que pasaremos a explicar en este epígrafe—.

1.- Los verbos estáticos.

No suponen un desplazamiento, ni real, ni figurado, del sujeto o del objeto verbal.

  • La mosca está sobre ti: In zayolin mopan cah

2.- Los verbos de movimiento elativo[nota 2]​ (de movimiento centrífugo[5]​).

Suponen un desplazamiento de dentro hacia fuera, tomando como centro cualquier punto (donde se halle el sujeto, el objeto o la atención). Muchas veces el verbo elativo se ve reforzado con la partícula on- para introducir la meta del desplazamiento —dicho por alguien que no se halla en ese lugar—:

  • La Señora del Cielo inmediatamente le ordenó que subiera a lo alto del cerrito, allí donde antes la veía: Auh in ilhuicac cihuapilli niman ic quimonahuatilih inic ontlehcoc in icpac tepetzintli in oncan canin yeppa conmottiliaya[6][7][nota 3]
  • Voy a la escuela: Nonyauh in tlamachtiloyan
  • Inmediatamente fue derecho al palacio del obispo: Niman ic tlamelauh in itecpanchantzinco Obispo[8][9]
  • Bajo abajo: Nontemo tlatzintlan
  • Subo arriba: Nontlehco tlacpac
  • Salgo arriba: Nonquiza tlacpac
  • Dejo el libro ahí en la mesa: Niccahua in amoxtli in oncan ahcopechco
  • Pongo el libro sobre la mesa del comedor: Nocontlalia in amoxtli in ahcopehhpan in tlacualoyan
  • Te llevo el libro arriba: Nimitonzhuiquilia in amoxtli tlacpac

Los verbos elativos en on- introducen esta partícula tras el sujeto o tras los prefijos nech-, mitz-, qui-, tech-, amech- o quim-. Ante qui- o quim- da ocon. Y precede a los demás prefijos verbales (onno-, onte-, ontla-).

3.- Los verbos de movimiento ilativo[nota 5]​ (de movimiento centrípeto[12]​).

Suponen un desplazamiento, real o figurado, de fuera hacia dentro, hacia el centro. Suelen ir precedidos del prefijo verbal hual- —cuando el hablante está en dicho lugar—.

Cuando son de movimiento, tanto si son elativos («voy» niyauh) como si son ilativos («vengo» nihuallauh), en la sintaxis neutra la meta del desplazamiento suele expresarse a la derecha del verbo —si escribimos— o tras el verbo —si hablamos—:

  • Voy a la escuela —siendo «la escuela» la meta o destino del desplazamiento—: Niyauh in tlamachtiloyan
  • Vengo a la escuela —siendo «la escuela» la meta o destino del desplazamiento—: Nihuallauh in tlamachtiloyan
  • Bajo: Nihualtemo
  • Subo: Nihualtlehco
  • Salgo: Nihualquiza

La partícula hual- se intercala tras el prefijo sujeto —o, si los hubiere en el verbo, tras los prefijos nech-, mitz-, qui-, tech-, amech- y quin-— y delante de cualquier otro prefijo verbal.

  • Te traigo el libro: Nimitzhualhuica in amoxtli

Parece ser que cuando se quiere especificar el origen del movimiento, el náhuatl tiende a expresar el verbo en forma ilativa —antes que en forma elativa—, mediante un movimiento centrípeto (de fuera hacia dentro). Además, el adverbio suele preceder en esos casos al verbo —sea ompa, oncan o nican—:


A veces, se introduce un segundo verbo elativo cuando además del origen del movimiento ilativo se quiere introducir una meta

  • Salió de su casa y vino derecho a Tlatelolco —dicho por alguien que está en Tlatelolco—: Ompa hualquiz ichan huallamelauh in Tlatelolco[nota 7][15][16]
  • Luego, de ahí, fue directo a la cumbre del cerrito: Niman oncan (hualquiz) huallamelauh in icpac tepetzintli[17][18][nota 8]

Y si queremos resaltar más enfáticamente el origen del movimiento ilativo, se utiliza in nican, in ompa o in oncan antes del verbo, luego el verbo y luego el origen del movimiento (de salida, de partida, de venida), pudiendo posteriormente introducirse una meta:

  • Y el martes, antes de amanecer, salió de su habitación Juan Diego a llamar a un sacerdore a Tlatelolco: Auh in martes, huel oc tlatlayohuatoc, in ompa hualquiz ichan in Juan Diego in quimonochilia teopixqui in ompa Tlatelolco[nota 9][19][20]

Pero si el verbo no es de movimiento, no hay origen:

  • Y allí en la cumbre del cerrito no brotan flores: Auh in oncan icpac tepetzintli, ca niman ahtle xochitl in imochiuhyan[nota 10][21][22]

¿Antonio Valeriano no aclara bien cuándo estamos ante una meta del desplazamiento o ante el origen? Tenemos que sospechar sobre quién redactó la versión que nos ha llegado del Nican mopohua.

El uso de la partícula ''-pa'', es esencial en el náhuatl clásico. Y es seguro que Antonio Valeriano tenía conocimiento de ella.

Por todo ello, más abajo aclararemos esta interesante cuestión.

Los sufijos «-co» y «-tech» aluden a un lugar inespecífico[editar]

Encontramos «-co» —para no animados— y «-tech» —para animados—, partículas que indican localización neutra o inespecífica (ni específicamente dentro, ni arriba, ni abajo, ni fuera...).

  • Ma xictlali in amoxtli in ahcopechco: Pon el libro allá en la mesa.
  • Veo en ti maldad: Motech niquitta ahyectiliztli

El sufijo «-co» —aclara Michel Launey— no es compatible con un radical nominal animado[23]​. El equivalente a «-co» es «-tech» tratándose de seres animados.

  • Tetech nechicahualiztli : Confianza que se tiene en alguien
  • Motech ninochicahua: Tengo confianza en ti, te tengo confianza

Por eso podemos afirmar que se equivoca Michel Launey cuando afirma que la única manera de decir en con respecto a un ser animado es nohtic, mohtic, ihtic[24]​. Esas formas existen, pero no designan un lugar inespecífico —que es lo propio del sufijo «-co»— sino «dentro de mí», «dentro de ti» —localización al interior de alguien—.

Otras veces el hablante quiere especificar un lugar concreto (al costado de la mesa, sobre la mesa, frente a la mesa, junto a la mesa, debajo de la mesa, a la izquierda de la mesa...):

  • Ma xictlali in amoxtli in ompa ahcopechixco: Pon el libro allá, frente a la mesa
  • Ma xiccahua in amoxtli in ahcopechtzintlan: Deja el libro bajo la mesa


Hay algunas partículas, como «-pan» que en composición con un pronombre (nopan, mopan) sólo aluden a un ser animado (sobre mí, sobre ti). Y en tercera persona (sobre él, sobre ello) aluden tanto a personas como a cosas.

Otras veces, aunque parecen complementos ablativos que complementan al verbo, en realidad no son un complemento sino parte misma del verbo —en función pronominal y no ablativa—.

  • Motech ninoxicoa: Te odio, recelo de ti
  • Motech ninoyolcocoa: Te envidio, tengo celos de ti

El náhuatl es una lengua pronominal, por lo que los complementos ablativos se introducen con pronombres que sirven de antecedente al complemento ablativo, sin que haya preposiciones, ni desinencias o flexiones.

Ablativos de lugar en verbos de movimiento[editar]

Con verbos que implican movimiento elativo (de dentro hacia fuera), del sujeto o del objeto. Normalmente expresan meta o destino.

Van precedidos de in porque no se dice dentro sino al interior de y no se dice arriba sino a lo alto de y no se dice frente sino al frente de y así sucesivamente. La preposición a la suplimos con in como sigue:

  • Ma xictlali in tlapechco: Ponlo en la mesa[25]
  • Ma xictlali in tlapechpan: Ponlo sobre la mesa
  • Ma xictlali in tlapechixco: Ponlo frente a la mesa
  • Ma xictlali in tlapechtepotzco: Ponlo detrás de la mesa
  • Ma xictlali in tlapiccuitlapan: Ponlo al fondo del armario[26]
  • Ma xictlali in tlapechtenco: Ponlo al borde de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechnacazco: Ponlo en la esquina de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechtzintlan: Ponlo debajo de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechihtic: Ponlo dentro de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechyomotlan: Ponlo al costado de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechopochcopa: Ponlo a la izquierda de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechmayeccopa: Ponlo a la derecha de la mesa
  • Ma xictlali in tlapechtitech: Ponlo contra la mesa
  • Ma xictlali in tlapechixpan: Ponlo junto a la mesa
  • Ma xictlali in tlapechtitlan: Ponlo cerca de la mesa
  • Ma xictlali in ahmo tlapechtitlan: Ponlo lejos de la mesa


  • Ma xiccahua in calco: Déjalo en la casa
  • Ma xiccahua in calpan: Déjalo sobre la casa
  • Ma xiccahua in calixco: Déjalo frente a la casa
  • Ma xiccahua in calixpan: Déjalo junto a la casa
  • Ma xiccahua in caltepotzco: Déjalo detrás de la casa
  • Ma xiccahua in caltenco: Déjalo en la orilla de la casa
  • Ma xiccahua in calnacazco: Déjalo en la esquina de la casa
  • Ma xiccahua in caltzintlan: Déjalo debajo de la casa
  • Ma xiccahua in calihtic: Déjalo dentro de la casa
  • Ma xictlali in calyomotlan: Ponlo al costado de la casa
  • Ma xictlali in calopochcopa: Ponlo a la izquierda de la casa
  • Ma xictlali in calmayeccopa: Ponlo a la derecha de la casa

Cuando el movimiento lo realiza el sujeto:

  • Voy al interior de la casa: Niyauh in calihtic

Con los verbos de movimiento ilativos (de movimiento de fuera hacia dentro), cabe poner la partícula pa para precisar el sentido del movimiento:

  • Vengo del interior de la casa: Nihuallauh in calihticpa
  • Vengo al interior de la casa: Nihuallauh in calihtic

Y si sólo quiero poner el adverbio:

  • De allá vengo: Ompa nihuallauh

Mientras que el movimiento elativo el adverbio lleva in y va pospuesto:

  • Voy allá: Niyauh in ompa

No hay posible confusión.

Ablativos de lugar en verbos estáticos[editar]

Con verbos que no son de movimiento.

  • Estoy en la casa: Calco nicah
  • Estoy sobre la casa: Calpan nicah
  • Estoy frente a la casa: Calixco nicah
  • Estoy detrás de la casa: Caltepotzco nicah
  • Estoy en la orilla de la casa: Caltenco nicah
  • Estoy en la esquina de la casa: Calnacazco nicah
  • Estoy debajo de la casa: Caltzintlan nicah

Ablativos de lugar de animados[editar]

El sufijo «-co» —aclara Michel Launey— no es compatible con un radical nominal animado[27]​. El equivalente a «-co» es «-tech» tratándose de seres animados.

  • Veo en ti maldad: Motech niquitta ahyectiliztli

Por eso podemos afirmar que se equivoca Michel Launey cuando afirma que la única manera de decir en con respecto a un ser animado es nohtic, mohtic, ihtic[28]​. Esas formas existen, pero no designan un lugar inespecífico —que es lo propio del sufijo «-co»— sino «dentro de mí», «dentro de ti» —localización al interior de alguien—.

  • Estoy sobre ti: Mopan nicah
  • Estoy frente a ti: Mixco nicah

Cuando hablamos del agua, tampoco se usa c(o)-, sino tlan o pan.

  • Atlan nicah: Estoy en el agua, bajo el agua, dentro del agua
  • Apan ninehnemi: Camino sobre el agua

Y claramente tampoco puedan recibir complementos en aposición al pronombre:

  • Ponlo sobre tu cabeza: *Mocua ipan xictlali —forma incorrecta que significaría por tu cabeza sobre él—
  • Ponlo sobre tu cabeza: Ma xictlali in mocuapan

No debe usarse la forma pronominal con seres inanimados. Es una incorrección.

Ablativo de sustantivos en -loyan[editar]

La terminación «-loyan» es también neutra o inespecífica:

  • Déjalo en la escuela: Ma xiccahua in tlamachtiloyan
  • Déjalo frente a la escuela: Ma xiccahua in tlamachtilcalixco
  • Déjalo ante la escuela, junto a la escuela: Ma xiccahua in tlamachtilcalixpan


  • Déjalo en la librería: Ma xiccahua in amoxnamacoyan
  • Déjalo frente a la librería: Ma xiccahua in amoxnamacacanixco
  • Déjalo junto a la pescadería: Ma xiccahua in michnamacanixpan


  • Déjalo en el escondrijo del lobo: Ma xiccahua in netlatiloyan in cuetlachtli
  • Déjalo sobre el escondrijo del lobo: Ma xiccahua in calpan in cuetlachtli

Sintagmas de ablativo[editar]

El complemento ablativo puede ser simple o complejo. Es complejo cuando forma un sintagma con un adverbio.

Algunos ejemplos con verbos de movimiento elativo:

  • Déjalo sobre la mesa: Ma xiccahua in tlapechpan
  • Déjalo allá sobre la mesa: Ma xiccahua in ompa tlapechpan
  • Déjalo por ahí (allá) en la cocina: Ma xiccahua in nepa tlacualchihualoyan

Algunos ejemplos con verbos de movimiento no elativo:

  • Vengo de allá, del comedor: Ma ompa xihuallauh in tlacualchihuacampa

Comprobamos que el adverbio se elide u omite.

Complementos adverbiales, ablativos y verbales[editar]

Los adverbios pueden formar distintos tipos de sintagmas, unos son verbales y otros ablativos.

Cuando el sintagma es de ablativo, el adverbio precede al complemento ablativo:

  • Nican tlacualoyan nicah

Cuando el adverbio y el verbo forman un sintagma adverbial, el adverbio precede al verbo:

  • Nican nicah : Estoy aquí

Vemos que los sintagmas adverbiales son siempre simples (adverbio y verbo) —dos elementos— y los ablativos son siempre complejos (adverbio, locativo y verbo) —tres elementos—.

El complemento adverbial en verbos no elativos[editar]

Los verbos de movimiento no elativo son aquellos en que el desplazamiento es de fuera hacia dentro. Ello presenta alguna dificultad —mínima—:


  • Vengo de aquí: Nican nihuallauh
  • Vengo de cerca de aquí: Za nican nihuallauh
  • Vengo (a) aquí: Nihuallauh in nican

Teóricamente son válidas las dos siguientes expresiones gramaticales:

  • Aquí (a aquí) vengo a decir que...: Nihuallauh in nican in niquihtoz ca...
  • Aquí (de aquí) vino a decir que...: Nican ohuallah in quihtoz ca...

Seres animados y prefijos posesivos ablativos[editar]

Los seres animados son cosas (tla-), pero se personifican e incluso hablan y cantan. En este sentido aceptan los prefijos posesivos de ablativo. E incluso las flores.

Pero debe entenderse que es una figura retórica —un recurso literario— la personificación de animales y plantas.

Los prefijos posesivos excluyen al indefinido teh (que marca la indefinición y no la indeterminación), pronombre que va referidos a los seres humanos.

Por eso los prefijos posesivos son para humanos. No se puede decir ipan ahcopechtli. Porque ipan (sobre él —humano—) no puede preceder a un objeto.

Y en tlacpac (sobre algo indeterminado), no es un prefijo posesivo sino ablativo (tla).

Lo que sí se tratándose de cosas es usar la tercera persona:

  • Sobre él (sobreentendiendo un libro): Ipan

La partícula «-pan» no suele ir sobre «tla» sino «icpac».

No son preposiciones[editar]

Repetimos el ejemplo anterior:

  • Ponlo sobre tu cabeza: *Mocua ipan xictlali —forma incorrecta que significaría «pon tu cabeza sobre él——
  • Ponlo sobre tu cabeza: Ma ompa xictlali in mocuapan

El giro preposicional es incompatible con el giro de énfasis, que es quien justifica y aclara cómo introducir los complementos del núcleo oracional.

  • Ma xictlali in amoxpan: Ponlo sobre el libro
  • Ma xictlali ipan amoxtli: Pon sobre él el libro (sería incorrecto traducirlo como «ponlo sobre el libro»)

Por eso decimos que la versión del Nican mopohua que nos ha llegado no es la de Antonio Valeriano, dado que él sí sabía hablar bien náhuatl clásico, sino la de algún transcriptor del relato en época tardía, con influencias del castellano y de las preposiciones castellanas.

El sintagma verbal, que incluye al adverbio de lugar, queda introducido por el giro de énfasis. Y el complemento circunstancial de lugar se introduce en aposición al adverbio mediante el giro pronominal o relativo.

El prefijo tepan es indeterminado[editar]

Es un prefijo verbal, por eso, como te- y tla-, marcan la indeterminación y no la indefinición. Eso quiere decir que si nos referimos a alguien indefinido o a algo indefinido, debemos poner el prefijo verbal en tercera persona y añadir los prefijos indefinidos itlah o acah en aposición al verbo.

  • Lo puse sobre algo de comer: Onictlalih itlahpan in tlacualoz

Notas[editar]

  1. El concepto «núcleo de la oración» es un concepto que introducen ciertos gramáticos para explicar la sintaxis de ciertas lenguas. El núcleo de la oración es quien recibe los distintos complementos de la misma. Si el núcleo se identifica con el verbo, es el verbo quien recibe los distintos complementos de la oración, entre los que estarán el complemento sujeto, el dativo, el acusativo, el ablativo y el genitivo. Pero si es el sujeto el núcleo de la oración, es él quien recibe los complementos, de modo que el complemento verbal sería un complemento del sujeto.
  2. La RAE dice que el caso elativo es el caso de algunas lenguas flexivas que expresa el movimiento del interior al exterior Real Academia Española. «Elativo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  3. La escritura la he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico y la traducción es mía —porque no sigo literal la de Guillermo Ortiz de Montellano—.
  4. La escritura la he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico
  5. El caso ilativo es el caso de algunas lenguas que expresa el movimiento del interior al exterior Caso ilativo
  6. La escritura la he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico
  7. La escritura la he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico
  8. La traducción es mía y la adición del verbo hualquiza.
  9. El texto lo he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico e hice una traducción libre sin sujetarme a la literalidad de la traducción de Guillermo Ortiz de Montellano
  10. El texto lo he adaptado a la escritura tradicional del náhuatl clásico e hice una traducción libre sin sujetarme a la literalidad de la traducción de Guillermo Ortiz de Montellano

Referencias[editar]

  1. Andreu Castell da un concepto de «núcleo de la oración», en su tratado sobre gramática alemana, en el epígrafe «Las partes de la oración» en el sub epígrafe «El predicado como núcleo de la oración» (p. 14) donde dice que «el predicado, representado siempre por un verbo o un complejo verbal, constituye el núcleo de la oración del que dependen de forma inmediata o mediata los demás elementos», para pasar a describir lo que él llama «los complementos de primer grado», epígrafe que se refiere en primer lugar al «sujeto» (p. 15), «complemento acusativo» (p. 16), «complemento dativo» (p. 17), «complemento genitivo» (p. 19), étcétera. Andreu Castell, (2002) Gramática de la lengua alemana, p. p. 14 -28, Editorial Idiomas, edición de 2007
  2. La RAE explica qué debemos entender por núcleo y por oracional en los siguientes enlaces: Real Academia Española. «Núcleo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «Oracional». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  3. «Un giro muy frecuente es: «(Ca)-nombre-in- verbo. Corresponde en español al giro llamado de énfasis (que algunos gramáticos denominan „focalización“) es decir: Es-nombre-quien-verbo (p. 29)», «Ca cihuatl in tzahtzi “Es una mujer quien grita”(p. 30)» Michel Launey, Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. p. 29, 30, 36 y 41, 1992, UNAM. Michel Launey, Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, UNAM, México.
  4. Michel Launey, (1992) Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. 119, UNAM. México.
  5. Según la RAE se trata de un movimiento que se aleja del centro o tiende a alejarse de él Real Academia Española. «Centrífugo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  6. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 91, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  7. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  8. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 80, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  9. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  10. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 87, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  11. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  12. Según la RAE se trata de un movimiento que se mueve hacia el centro o atrae hacia él Real Academia Española. «Centrípeto». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  13. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 84, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  14. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  15. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 84, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  16. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  17. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 81, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  18. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  19. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 87, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  20. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  21. Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, p. 91, UIA (Universidad Iberoamericana). México.
  22. El relato Nican mopohua se atribuye a Antonio Valeriano, informante de Bernardino de Sahagún y de Andrés de Olmos
  23. Michel Launey, (1992) Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. 115, UNAM.
  24. Michel Launey, (1992) Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. 223, UNAM.
  25. Mesa se dice tlapechtli (Alonso de Molina)
  26. Armario se dice tlapictli (Alonso de Molina)
  27. Michel Launey, (1992) Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. 115, UNAM.
  28. Michel Launey, (1992) Introducción a la Lengua Náhuatl o Mexicana, p. 223, UNAM.

Bibliografía[editar]

  • Launey, Michel. (1992) Introducción a la lengua y literatura náhuatl. UNAM, México. ISBN 9683619444024
  • Garibay Kintana, Ángel María. (1989) Llave del náhuatl, Editorial Porrúa, México.
  • Guillermo Ortiz de Montellano, 1990. Nican Mopouha, UIA (Universidad Iberoamericana). México. ISBN 968-859-044-4
  • Thelma D. Sullivan. (1992) Compendio de la Gramática Náhuatl, UNAM, México.
  • Alonso de Molina. (1970) ‘’Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana y Mexicana y Castellana, Editorial Porrúa, S. A., México, primera edición 1555 – 1571. México.
  • Rémi Simeon (1988) Diccionario de la Lengua Náhuatl o Mexicana, Editorial Siglo XXI, México. ISBN 968-230573-x
  • Andrés de Olmos. (1996) Tratado sobre los Siete Pecados Mortales, Editorial UNAM. México. Edición de Georges Baudot. ISBN 968-36-4864-9

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