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Monumento de Hasekura Tsunenaga en Coria del Rio[editar]

Posición geográfica de Coria del Río

Este monumento de Hasekura Tsunenaga se encuentra cercano al río Guadalquivir en Coria del Rio, una localidad sevillana.

Hasekura Tsunenaga en el año 1613 navegó desde Japón con destino España, junto con el monje franciscano Luis Sotelo y con un nutrido séquito de samuráis y comerciantes, para establecer relaciones políticas y comerciales con la corona española y solicitar su apoyo para acrecentar el cristianismo en su país entre otras cosas. El 5 de octubre de 1614 llegaba a las costas de Sanlúcar de Barrameda pero lo que él no sabía era que las cosas ya habían cambiado bastante en su Cipango natal, la religión cristiana fue prohibida y proscrita en Japón justamente en el tiempo en el que transcurría su viaje, además, por las contradictorias noticias que llegaban a la Corte española desde Filipinas sobre la situación interna de Japón y sobre la problemática del cristianismo en ese país hicieron que fuese impugnada la ayuda que se solicitaba.

Japón vivía en los primeros decenios del siglo XVII un proceso de fuerte controversia religiosa y de reordenación política del país. El cristianismo, presente en la isla desde mediados de la anterior centuria precisamente por iniciativa del jesuita español Francisco Javier, tenía ya una fuerte implantación en el país asiático. Algunos dirigentes japoneses pensaron entonces que la religión cristiana podía ser una primera punta de lanza de una proyectada conquista española o ibérica o, cuando menos, de un plan de control y mediatización política y económica de la isla japonesa por parte de las potencias occidentales. Además, el país se hallaba en un momento de desgarradoras luchas intestinas entre señores feudales y poderes centrales por el control del Shogunato.

La ruta hacia España era a través del Océano Pacífico, entrando en el virreinato de Nueva España, actualmente México, para esto desembarcó en Acapulco y volvió a embarcar en Veracruz. Recorrió el Mar Caribe y el Océano Atlántico para remontar el Río Guadalquivir hasta Coria del Río el 20 de diciembre de 1614. Una vez allí, siguió una ruta terrestre por España que le llevó por Sevilla, Madrid y Barcelona.

Tras muchos sucesos el grupo japonés emprendió viaje de regreso a su país. Sin embargo un grupo de nipones samuráis decidió no atravesar nuevamente los grandes océanos y establecerse definitivamente en España, y en concreto en Coria del Río. Fruto de aquella expedición es hoy el legado genealógico y cultural excepcional que queda en la localidad, reflejado entre otras cosas en la existencia y profusión del apellido "Japón" entre muchos de sus vecinos.

Había que articular y asegurar ese legado, rico en cultura, en historia y en ciudadanos españoles con apellido Japón. Con la iniciativa de Naomi K. Hasekura y el impulso de un gran defensor y promotor de este patrimonio, el coriano Virginio Carvajal Japón que en paz descanse, me cupo la satisfacción de contribuir a la articulación formal de la Asociación Hispano-Japonesa Hasekura. Hoy, bajo la presidencia honorífica de S. A. R. el Príncipe de Asturias y de S. A. I. el Príncipe Heredero de Japón, y con motivo de los cuatrocientos años de la Embajada Keicho-Hasekura, se pone felizmente en marcha el Año Dual España-Japón.

Al parecer, y a pesar de la importancia de aquella expedición para su propia historia nacional, los japoneses no tuvieron constancia de ello hasta el año 1989, cuando con motivo de la conmemoración del nacimiento de Sendai como ciudad se iniciaron nuevas investigaciones sobre sus orígenes y aparecieron unos escritos donde se mencionaba al fiel samurái Hasekura Tsunenaga y su gran labor dirigiendo la expedición "Keicho". A partir de ahí la ciudad japonesa y Coria del Río comenzaron una relación que se formalizó en 1991 con el hermanamiento entre ambas localidades, sellándolo con la instalación de esta estatua del samurái en el parque Carlos de Mesa, junto al río Guadalquivir.

Todavía parece que el espíritu de Tsunenaga continuó influyendo en la trayectoria de su incomparable y lejana “sobrina”, y el primer destino oficial de ésta fue la bella Isla Española, la actual República Dominicana cuyas costas pudo muy probablemente divisar el embajador de Date Masemune durante su travesía hacia España.

Monumento a Hasekura Tsunenaga 3.JPG Para finalizar, el monumento representa al samurái Hasekura revestido con la tradicional vestimenta de su época y de pie frente al río, sobre un alto pedestal de base cuadrada donde se incluyen distintas placas e inscripciones.

Tras su figura se alza un torii, una sencilla estructura vertical adintelada tradicional en la cultura japonesa que suele encontrarse a la entrada de los santuarios sintoístas señalando el límite entre los espacios profano y sagrado. Esta estructura está formada por dos postes o columnas sobre las que se apoyan dos travesaños horizontales y paralelos, frecuentemente coloreados de tonalidades rojas o bermellones, que en algunos casos contienen símbolos o tablas escritas sobre ellos.

En el caso de este monumento, el color cobrizo de esta estructura vertical contrasta vivamente con el color verdoso de la estatua que la precede y del pedestal oscuro sobre el que se alza la imagen del samurái, dando como resultado un conjunto de gran armonía y de alto contenido plástico.