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Instituto Alavés de Arqueología[editar]

Es un Centro de investigación y difusión de la Arqueología focalizado en el estudio de la primera historia de Álava. Su andadura comenzó en 1957 formando parte del desaparecido Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava. Fue en 1978 que tomó su actual denominación, articulándose legalmente como una asociación sin ánimo de lucro. Posteriormente, el instituto fue declarado de Utilidad Pública por el Gobierno Vasco. [1]

Excavación del Instituto Alavés de Arqueología en el Castro de las Peñas de Oro (años 1964-66)

Fines y objetivos[editar]

Desde su creación el instituto ha estado volcado en el estudio e investigación, con metodología arqueológica, del pasado alavés[2]​.

Ciencia y divulgación[editar]

Sus actividades siempre se han desarrollado en dos ámbitos; el científico y el de la divulgación social. El primero, principalmente mediante la publicación de los resultados obtenidos en sus propias investigaciones, o su exposición en congresos, reuniones y diferentes foros de temática arqueológica. El de divulgación, ofertando conferencias, cursillos, publicaciones, audiovisuales, visitas a yacimientos arqueológicos al público en general, o como apoyo a las instituciones para la promoción de estos valores en sus ámbitos competenciales.

Actividad formativa[editar]

El instituto también ha estado volcado en la formación de las personas dedicadas a la Arqueología, mediante cursos de ampliación de conocimientos, sobre todo en el campo de las nuevas tecnologías. También con la integración de estas personas en programas de investigación puestos en marcha por la propia entidad.

Protección del Patrimonio y colaboración con las instituciones[editar]

Otro de sus objetivos es el de la protección del Patrimonio Arqueológico, mediante la prospección para el reconocimiento de nuevos yacimientos arqueológicos, así como mediante la puesta en conocimiento de las autoridades competentes de intervenciones incontroladas que supongan la destrucción o el deterioro de lugares de carácter arqueológico.

Trayectoria[editar]

Antecedentes[editar]

La trayectoria del instituto[3]​ se fundamenta en unos precedentes caracterizados por una larga tradición de asociacionismo e interés por todos aquellos aspectos que tienen que ver con la Arqueología de Álava. Sus precedentes pueden rastrearse en las iniciativas de José Miguel de Barandiaran, con la creación del Centro de Investigaciones Prehistóricas en1925, dependiente de la delegación alavesa de Eusko lkaskuntza, que aglutinaba a diferentes investigadores y personalidades del mundo cultural de la época.

Inicios dentro del Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava[editar]

En 1941, tras el obligado paréntesis de la Guerra Civil, se crea el Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava, el cual contaba entre sus comisiones de trabajo con la de Museos, Arte y Arqueología. Esta comisión, si bien activa desde 1957 (momento del nombramiento de su primera Junta), no será hasta 1968 que redacte sus primeros reglamentos. Es a lo largo de ese periodo que la Arqueología se consolida en solitario como Sección, por entonces bajo la dirección del profesor Domingo Fernández Medrano. Bajo la batuta de éste se investigaba, excavaba y publicaba, prácticamente todo cuanto sobre arqueología se realizaba en Álava. Así fue como, poco a poco, se fue formando un grupo cada vez más nutrido de colaboradores.

Investigaciones[editar]

El citado Fernández Medrano, siempre actuó en conjunción con J. M. Barandiaran. Ambos fueron rodeándose de un núcleo de discípulos entre los cuales cabría destacar a investigadores como Armando Llanos o J. M. Apellániz. Éstos recogieron el testigo de los anteriores y fueron alternandose en la dirección de numerosos proyectos de investigación.

Investigaciones bajo la dirección de J. M. Apellániz[editar]

Llanos y Apellaniz colaboraron en diversas experiencias, fruto de las cuales fueron por ejemplo los trabajos -dirigidos por Apellániz- en yacimientos alaveses tan señeros como la Cueva de Los Husos excavada entre 1965 y 1969 o el Dolmen de la Chabola de la Hechicera en 1974, ambos en la Rioja Alavesa. También desarrolló este último investigador numerosos trabajos en otros dólmenes, túmulos y cavidades de la prehistoria reciente alavesa. Gran parte de ello quedaría reflejado en su obra de síntesis “Corpus de materiales de las culturas prehistóricas con cerámica de la población de cavernas del País Vasco Meridional”.

Investigaciones bajo la dirección de A. Llanos[editar]

Por su parte, A. Llanos, además de una etapa de trabajos sobre el medievo dalavés (Necrópolis de la Rioja Alavesa, Casco medieval de Vitoria-Gasteiz, etc.), encontrará finalmente su ámbito preferencial de investigación, y así, en colaboración con J. M. Ugartechea, darán lugar a un importante salto cualitativo en cuanto al estudio de las últimas fases de nuestra prehistoria reciente. Nos referimos al planteamiento, en torno a principios de los años 60, del 'Proyecto para el Estudio de la Edad del Hierro en Baskonia'. Así, en los primeros momentos de ejecución del programa se fueron alternando los trabajos de prospección -con la localización e identificación de gran número de yacimientos de esta etapa cronológico/cultural- y con la elección de aquellos lugares óptimos para la obtención de seriaciones estratigráficas. Así se realizaron excavaciones en el Castro de las Peñas de Oro (Valle de Zuia) entre 1964 y 1966, en el Castro del Castillo de Henaio (Alegría/Dulantzi) entre 1969 y 1970, o en el Castro de Berbeia (Barrio) en 1972, en otros. En todos estos trabajos participó un grupo de investigadores liderado por A. Llanos, con la colaboración de J. A. Agorreta, J. Fariña y J. M. Apellániz.

Otra línea colateral del estudio global del final de la prehistoria alavesa, será la también dirigida por A. Llanos, en colaboración con el veterano Fernández Medrano y con J. A. Agorreta, ocupándose del fenómeno de los denominados “depósitos en hoyos”. Así se estudiaron y excavaron los hallazgos de Salbatierrabide, Batán, Mendizorroza o Arriaga (Vitoria-Gasteiz); Landatxo (Aretxabaleta); La Teja (Subijana de Álava); El Fuerte (Nanclares de La Oca); Vetrusa (Berantevilla); o Bizkar (Maestu).

Investigaciones en el poblado de La Hoya (Laguardia)[editar]

Con todo, sin duda la estrella del programa para el estudio de la Edad del Hierro, fue la puesta en marcha de las investigaciones en el Poblado de La Hoya (Laguardia). Tras algunos trabajos aislados e inéditos (Fernández Medrano, Ruiz de Gaona, Osaba y Nieto, en torno a los años 50) será en 1973 y hasta 1989, bajo la dirección de A. Llanos, cuando se lleven a cabo las excavaciones sistemáticas en extensión de este notable yacimiento, clave para el estudio de las sociedades del Bronce Final-Edad del Hierro en el norte peninsular. Estos trabajos, pioneros en su día de la metodología arqueológica de campo, tuvieron la potencialidad de servir de escuela de arqueología práctica a centenares de personas, muchas de las cuales han llegado a ejercer profesionalmente la Arqueología, bien desde la docencia, o desde la empresa privada, o la investigación.

Investigaciones de Sáenz de Urturi, Baldeón y Vegas[editar]

Así, una primera generación de discípulos de A. Llanos fue decantándose hacia diferentes orientaciones dentro del campo arqueológico. El estudio de las culturas de la Edad del Hierro tiene su primera continuadora en F. Sáenz de Urturi. Esta investigadora centrará sus trabajos de campo en el estudio del yacimiento de Los Castros de Lastra (Caranca) y otros de la zona de Valdegovía. En áreas cronológico-culturales diferentes se especializarán otros investigadores, como A. Baldeón, que se ocupará de las etapas tempranas de la prehistoria alavesa o bien como J. I. Vegas, quien realizará numerosos trabajos en torno al mundo megalítico-pastoril de la prehistoria alavesa.

Investigaciones de Ortíz, Lobo, Sáenz de Buruaga, Alday, Gil y Filloy[editar]

Con posterioridad, diferentes promociones de universitarios, tras participar igualmente en los trabajos de La Hoya y otras actividades del Instituto, se irán especializando en campos como la prehistoria reciente, como el equipo dirigido por L. Ortiz y P. Lobo, con sus trabajos en el Valle del Río Rojo. En momentos prehistóricos, A. Sáez de Buruaga investigó en asentamientos al aire libre y en cuevas; así como los de A. Alday en abrigos de la zona media alavesa. En el programa de investigaciones sobre la Edad del Hierro se incorporarán E. Gil e I. Filloy, con sus trabajos en los poblados de Atxa (Vitoria-Gasteiz) y Carasta (Caicedo Sopeña).

Investigaciones centradas en la etapa romana[editar]

Antecedentes[editar]

Aparte de la Prehistoria, otra de las líneas de investigación en el entorno del Instituto ha sido la del estudio de la etapa romana en el territorio alavés. Sus precedentes están en los mencionados trabajos de G. Nieto en Iruña (1949-1954), que fueron continuados con las labores de J. C. Elorza. Éste último desarrolló una fecunda labor entre mediados de los 60 y mediados de los 70. Su mérito fue, sobre todo, la puesta al día de la epigrafía, campo en el que destaca su ya clásica síntesis “Ensayo topográfico de epigrafía romana alavesa”. Trabajó igualmente en numismática y, en cuanto a la arqueología de campo, excavó en la Villa de Cabriana (Comunión) entre 1970 y 1972 y en Iruña (Iruña de Oca) en 1975. Le sigue L. R. Loza, quien excavó en el conjunto termal de Otazibarra (Arcaya) entre 1976 y 1981.

Investigaciones de Filloy, Iriarte, Sáenz de Buruaga y Gil[editar]

A principios de los 80, un grupo de investigadores (I. Filloy, A. Iriarte, A. Sáenz de Buruaga y E. Gil), en el marco del Instituto, se propuso abordar sistemáticamente el estudio científico de esta etapa, con el objetivo fundamental de conocer la historia alavesa en este período tan crucial como fue la época romana. Como fruto de este programa se obtuvo un notable avance en el conocimiento de los procesos culturales de esta etapa. Se revisaron la totalidad de las localizaciones alavesas con material arqueológico de estos momentos, contando con una nómina de más de 140 yacimientos. De ellos, se han realizado excavaciones en extensión o bien sondeos estratigráficos, en una decena de lugares, buscando cubrir diferentes tipologías de emplazamientos y localizaciones geográficas por todo nuestro territorio.

En cuanto a la identificación y catalogación de yacimientos arqueológicos de esta etapa, se incorporaron los datos de programas de prospección o de seguimientos de obras púbicas o privadas por parte de E. Gil, I. Filloy, A. Iriarte. Otro aspecto fue el del estudio de materiales arqueológicos, bien de los programas iniciados por este equipo, o de antiguas excavaciones. Sin duda, la pieza última en este proceso fue el abordar el estudio sistemático de Iruña/Veleia por parte de algunos miembros del Instituto. También se abordaron trabajos e investigaciones en la Llanada Alavesa en su parte oriental, durante la Prehistoria, como los dirigidos por M. Beorlegi, con sus intervenciones en el yacimiento de Ameztutxo, en Araia.

Investigaciones centradas en la etapa medieval[editar]

Por otra parte, en cuanto a la etapa medieval, investigarán en ella, además de la veterana Sáenz de Urturi (Hábitat y necrópolis de Los Castros de Lastra, Sta. Eufemia-Virgen del Campo, Cueva de los Moros, etc.) otros como E. García Retes, con sus trabajos en la Manzana de los Anda (Vitoria-Gasteiz), Otaza, Túnel de San Adrián, Despoblados de Aistra y Amamio, etc).

Investigación en tiempos recientes[editar]

Aún más recientemente, diferentes profesores de la Universidad del País Vasco, se añadirán a la nómina de investigadores a través del Instituto Alavés de Arqueología, como J. Fernández Eraso, con sus estudios sobre el hábitat prehistórico en cuevas y monumentos megalíticos al pie de la Sierra de Cantabria en la Rioja Alavesa. Otros trabajos importantes son los realizados por F. Galilea sobre el estudio global del megalitismo alavés, fruto del cual es la ampliación de la nómina de monumentos conocidos, y los recientes sondeos estratigráficos por parte de R. Varón en el Castro de Aldaia (Arroyabe), F. Saénz de Urturi en el poblado de santa Coloma y en el castro del Castillo de Astulez (Astulez), J. Ajamil en el poblado de Urizarra (Peñacerrada), R. Sánchez en el poblado de San Andrés (Salinas de Añana), P. Lobo en la minería del sílex de Araico, E. Telleria en el poblado de Murugain (Aramaio), A. Llanos en el Castro de Urisolo (Letona), y J. A. Fernández sobre el poblamiento altomedieval del Valle de Aiala.

Divulgación[editar]

Otra de las señas de identidad del instituto ha sido, a lo largo de su acontecer, la preocupación por los temas de divulgación y difusión.

Revista 'Estudios de Arqueología Alavesa'[editar]

En 1966 el Instituto Alavés de Arqueología promovió de la revista “Estudios de Arqueología Alavesa” (dirigida por A. Llanos y auspiciada por el Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava). Fue la primera revista científica alavesa dedicada al tema arqueológico. A partir de 2002, la publicación se edita en formato electrónico, siendo una de las primeras publicaciones en decidirse por este formato. En la actualidad se continúa su publicación, con 27 volúmenes aparecidos.

Carta Arqueológica de Álava[editar]

Otra de las publicaciones más señaladas del Instituto fue la 'Carta Arqueológica de Álava'. Se editó en 1987, y para sacarla adelante colaboró un amplio equipo de socios de la entidad bajo la dirección de Armando Llanos, los cuales fueron compilando los diferentes datos, a través de una base de datos informatizada creada al efecto. Hay que destacar su carácter pionero -habida cuenta de la época de su realización- y su filosofía como elemento base de posteriores investigaciones y gestión en la conservación del Patrimonio. La Carta tenía como ámbito cronológico desde la prehistoria a la época medieval, recopilando un total de 1600 “documentos” o localizaciones arqueológicas.

Otras iniciativas divulgativas[editar]

Aparte de la publicación de la serie Estudios de Arqueología Alavesa, o la de la Carta Arqueológica de Álava, el Instituto ha realizado otras muchas publicaciones de carácter divulgativo, como los trabajos sobre el propio colectivo: “Diez años de labor 1966-76” o “Urteak 30 Años 1957-1987”; así como las colaboraciones de miembros de este Instituto Alavés de Arqueología en obras de tipo general como “Museo de Arqueología de Álava” o en “150.000 años de Prehistoria Vasca. Gure Lehen Urratsak”. También, a lo largo de este proceso, se han ensayado otras fórmulas, como el “Boletín informativo del Instituto Alavés de Arqueología”. Ni qué decir tiene de la amplia y variada participación de los integrantes de este Instituto Alavés de Arqueología con artículos y trabajos en revistas y publicaciones de su especialidad.

Indisolublemente unido a esta actividad se encuentra el tema de los Congresos y reuniones científicas, tanto desde la organización directa o compartida, como en el de la participación, con ponencias y comunicaciones, Entre los primeros destacaríamos por ejemplo el “XIV Congreso Nacional de Arqueología”, celebrado en Vitoria-Gasteiz en 1975 o las “Jornadas Internacionales sobre el Arte Rupestre Esquemático”, organizadas en colaboración con Eusko Ikaskuntza. Coincidiendo con los 50 años de existencia del Instituto Alavés de Arqueología, en 2007 se organizó el Congreso Internacional “Medio Siglo de Arqueología en el Cantábrico Oriental y su Entorno”, en cuyas actas se refleja el estado de las investigaciones hasta ese año. Finalmente, el último escalón de la labor divulgativa y de formación, la representarían la organización de cursos y seminarios, particularmente en la primera etapa de este Instituto Alavés de Arqueología, como reflejo de su época, así como el ingente número de charlas y conferencias impartidas, bien en solitario, o en ciclos, en los principales foros culturales y científicos.

No se puede olvidar la participación activa del Instituto Alavés de Arqueología en la creación y organización del Museo de Arqueología de Álava, en su etapa inicial de 1966 y en la posterior ampliación de 1975, donde el esquema y montaje fue realizado por miembros del Instituto Alavés de Arqueología, de forma totalmente desinteresada.

Protección del Patrimonio[editar]

Finalmente, reseñaremos la vertiente del Instituto Alavés de Arqueología en lo referente a la salvaguarda y conservación de nuestro Patrimonio. Ésta ha sido una de las más tempranas preocupaciones de este colectivo. Así, desde sus orígenes se ha colaborado con las sucesivas administraciones competentes, sobre toda desde el terreno de la localización e identificación de yacimientos mediante los programas de prospección y Carta Arqueológica; así mismo, mediante la revisión de cuantas obras públicas y privadas, cambios de cultivo, y cuantas actividades pudieran afectar al patrimonio arqueológico subyacente o emergente. Estas iniciativas -y cuantas se han llevado a cabo desde otros foros- han recibido el espaldarazo de la promulgación de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1990, emanada del Parlamento Vasco, y que recoge en gran medida el sentir de los profesionales de la Arqueología y del patrimonio en general. A través de este marco legal se reglamenta -entre otras cuestiones- la conservación y gestión del Patrimonio arqueológico, afectado en una progresión geométrica por las cada vez más numerosas obras de infraestructura, de construcción o agrícolas. En todos estos aspectos el Instituto Alavés de Arqueología sigue proporcionando informes, sugerencias, denuncias y ejecuta, en su caso, aquellas intervenciones que le son encomendadas por la Administración.

Balance y reconocimientos[editar]

A modo de balance, no cabe duda de la notable aportación hecha por el Instituto en todo lo que tiene que ver con la reconstrucción del pasado alavés mediante el ejercicio de la Arqueología, tanto en su vertiente de gestión como de investigación. Como prueba de ello la entidad ha recibido diversos galardones como el “Premio especial Kultura” otorgado por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava, en su convocatoria de 1994, o la “Distinción Landázuri”, a título colectivo, otorgada por dicha Asociación, igualmente en 1994, así como el especial reconocimiento por el Gobierno Vasco, declarando al Instituto de Utilidad Pública. En 2020 el Instituto Alavés de Arqueología recibió la 'Medalla de Álava', máximo galardón concedido por la Diputación Foral de Álava[4]​.

Enlaces externos[editar]

- Pagina web oficial del Instituto Alavés de Arqueología.

  1. «Instituto Alavés de Arqueología: ¿qué es el IAA-AAI?». 
  2. «Instituto Alavés de Arqueología: Fines y objetivos». 
  3. «Instituto Alavés de Arqueología: Trayectoria». 
  4. «Europa Press: Entregan la Medalla de Álava 2020 al Instituto alavés de Arqueología y al investigador Armando Llanos».