Usuario:JPerezBlas/Taller

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Vida Equilibrada[editar]

Se han propuesto diversas definiciones de vida saludable, y aunque ninguna es considerada como superior a las demás, se complementan y se ajustan entre sí, proporcionándonos una visión más completa. Incluso varios autores sugieren la existencia de múltiples estilos de vida equilibrada. ¿Por qué debería existir solo uno? Sin embargo, todos los enfoques coinciden en los principales aspectos, es decir, implica priorizar el bienestar físico, mental y social. Por lo tanto, implica organizar nuestro entorno para promover este bienestar en todos los aspectos.[1]

Salud Mental[editar]

El concepto de salud mental puede parecer simple superficialmente, pero en realidad es altamente complejo y no tiene una definición única y global. La percepción de lo que constituye la salud mental varía según la persona y la disciplina y perspectiva biológica y cultural desde las que se aborde.

En términos generales, la salud mental puede entenderse como un estado de bienestar subjetivo en el cual una persona puede hacer frente a las demandas psicosociales cotidianas, es consciente de sus capacidades y puede adaptarse e integrarse de manera efectiva en su entorno.[2]

Por otro lado, es importante señalar que el concepto de salud mental no es meramente descriptivo, sino que también está influenciado por consideraciones morales, ya que nuestra noción de lo que constituye una buena salud se basa en nuestras ideas de "bueno" y "malo". Por lo tanto, va más allá del ámbito científico e invita a reflexionar y debatir sobre la calidad de vida que debemos buscar y promover a nivel social.

La salud mental no se limita a la ausencia de enfermedades o trastornos físicos o mentales, sino que implica un equilibrio biopsicosocial que nos permite mantenernos en buenas condiciones, adaptarnos al entorno y disfrutar de nuestra vida cotidiana. En otras palabras, para considerar que tenemos una buena salud mental, es necesario contar con un buen estado de bienestar psicológico.[3]

También se ha descrito como un estado de bienestar en el que los individuos reconocen sus habilidades, son capaces de enfrentar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y contribuir a sus comunidades. La salud mental se refiere a la capacidad de mejorar la competencia de las personas y comunidades para alcanzar sus propios objetivos. Es un tema de interés para todos, no solo para aquellos afectados por un trastorno mental.[4]

Los riesgos para la salud mental pueden surgir en todas las etapas de la vida, pero son especialmente perjudiciales durante los períodos sensibles del desarrollo, como la primera infancia.[5]​ Por ejemplo, la crianza severa y los castigos físicos afectan negativamente la salud infantil, y el acoso escolar es un importante factor de riesgo para los problemas de salud mental.

Los factores de protección, como las habilidades sociales y emocionales individuales, las interacciones sociales positivas, la educación de calidad y los entornos seguros, aumentan la resiliencia a lo largo de la vida. Estos factores pueden contrarrestar los riesgos y contribuir al bienestar mental en las personas, las familias y las comunidades.

Salud Física[editar]

Mantener una buena salud física es fundamental para llevar a cabo actividades diarias, promover el bienestar y desarrollar habilidades para una vida saludable en general. Esto incluye cuidar la alimentación y la nutrición, prevenir enfermedades, hacer ejercicio regularmente y adquirir conocimientos sobre cómo mantener un estilo de vida saludable. A menudo, esto es más fácil de decir que de hacer, especialmente para personas que trabajan y pueden tener dificultades para encontrar tiempo para comer saludablemente y hacer ejercicio.

La Organización Mundial de la Salud define la actividad física como cualquier movimiento corporal realizado por los músculos que requiere más energía que estar en reposo, distinguiéndola del ejercicio, que es una actividad planeada, estructurada y repetitiva. Según los especialistas en salud, la actividad física incluye caminar, correr, bailar o practicar yoga, mientras que el ejercicio implica actividades como levantar pesas, hacer aeróbicos, jugar fútbol, básquetbol o cualquier otro deporte.[6]

La actividad física y el ejercicio son beneficiosos para casi todas las personas. A pesar de la salud y las capacidades físicas, todos pueden beneficiarse de la actividad física regular. De hecho, estudios han demostrado que la inactividad conlleva riesgos para la salud. En muchas ocasiones, no es tanto la edad como la falta de actividad física lo que más afecta la capacidad de las personas mayores para realizar actividades por sí mismas.[7]​ Por ello la falta de actividad física también puede resultar en más visitas al médico, hospitalizaciones y un mayor uso de medicamentos para diversas enfermedades.

Permanecer activo puede ofrecer los siguientes beneficios:[8]

  1. - Conservar y mejorar la fuerza para mantener la independencia.
  2. - Incrementar la energía para realizar actividades deseadas y reducir la fatiga.
  3. - Mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas y lesiones.
  4. - Controlar y prevenir enfermedades como artritis, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, osteoporosis y varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de seno y de colon.
  5. - Mejorar la calidad del sueño.
  6. - Reducir los niveles de estrés y ansiedad.
  7. - Mantener o alcanzar un peso saludable y reducir el riesgo de aumento de peso.
  8. - Controlar la presión arterial.
  9. - Posiblemente mejorar o mantener la función cognitiva, como la capacidad para cambiar entre tareas o planificar actividades.
  10. - Mejorar el estado de ánimo y reducir los sentimientos de depresión.

Salud Alimentaria[editar]

Una alimentación saludable nos proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.[9]​ Por ejemplo, el desayuno es crucial ya que es nuestra primera comida después de varias horas de ayuno, proporcionándonos energía para el día y mejorando nuestro rendimiento. Además, ayuda a prevenir enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, mejora la concentración y atención en actividades escolares o laborales, y contribuye al crecimiento y desarrollo de los niños.[10]

La composición precisa de una dieta variada, equilibrada y saludable depende de las características individuales de cada persona (como la edad, el sexo, el estilo de vida y el nivel de actividad física), así como del contexto cultural, los alimentos locales disponibles y los hábitos alimentarios. A pesar de estas diferencias, los principios fundamentales de una alimentación saludable son universales.

Consejos para una dieta saludable:[11][editar]

  • Para mantener una alimentación saludable, se recomienda consumir al menos 400 g o cinco porciones de frutas y verduras al día, lo que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y garantiza una ingesta suficiente de fibra dietética. Para mejorar el consumo de estos alimentos, se aconseja incluir verduras en todas las comidas, consumir frutas frescas y verduras crudas como tentempiés, optar por productos frescos de temporada y variar la selección de frutas y verduras.
  • En cuanto a las grasas, es importante reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria para prevenir el aumento de peso no saludable. También se recomienda limitar las grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria, reducir las grasas trans a menos del 1% y sustituir estas grasas por grasas no saturadas, especialmente las poliinsaturadas. Para lograrlo, se sugiere cocinar al vapor o hervir en lugar de freír, utilizar aceites ricos en grasas poliinsaturadas en lugar de mantequilla o manteca de cerdo, consumir lácteos desnatados y carnes magras, y limitar los alimentos horneados o fritos.
  • En relación con la sal, se aconseja reducir su consumo al nivel recomendado, es decir, menos de 5 gramos diarios, para prevenir enfermedades como la hipertensión arterial. Para lograrlo, se sugiere limitar la cantidad de sal y condimentos ricos en sodio al cocinar, evitar poner sal en la mesa, reducir el consumo de tentempiés salados y seleccionar productos con menor contenido de sodio.
  • Por último, en cuanto a los azúcares, se recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total, ya que su consumo aumenta el riesgo de caries dental y contribuye al aumento de peso no saludable. Para reducir la ingesta de azúcares, se aconseja limitar el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares, como aperitivos y bebidas azucarados, y optar por consumir frutas y verduras crudas como tentempiés en lugar de productos azucarados.


Aunque nuestras necesidades nutricionales varían, es fundamental adoptar hábitos alimenticios saludables para beneficio propio y de nuestra familia. Es importante preparar los alimentos de forma higiénica y preferiblemente en casa, y disfrutar de las comidas en compañía de familiares o amigos. La dieta debe ser variada y equilibrada.

Es importante aprovechar los alimentos regionales y de temporada, ya que esto no solo nos permite tener una alimentación variada, sino también económica. Además, es fundamental incluir en las comidas principales todos los grupos de alimentos, dando prioridad a las verduras por su contenido de fibra, agua, vitaminas y minerales.[12]​ Sobre todo es importante beber mucha agua durante el día.

Referencias[editar]

  1. «ÜMA Salud». umasalud.com.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  2. «Salud mental: definición y características según la psicología». psicologiaymente.com. 20 de diciembre de 2018. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  3. «Salud mental: definición y características según la psicología». psicologiaymente.com. 20 de diciembre de 2018. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  4. Adicciones, Comisión Nacional contra las. «¿Qué es la Salud Mental?». gob.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  5. «Salud mental: fortalecer nuestra respuesta». www.who.int. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  6. Salud, Secretaría de. «¿Por qué realizar actividad física?». gob.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  7. «Beneficios del ejercicio y la actividad física». National Institute on Aging. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  8. «Beneficios del ejercicio y la actividad física». National Institute on Aging. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  9. salud, Hablemos de. «¿Qué es la alimentación saludable?». gob.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  10. salud, Hablemos de. «¿Qué es la alimentación saludable?». gob.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  11. «Alimentación sana». www.who.int. Consultado el 7 de marzo de 2024. 
  12. salud, Hablemos de. «¿Qué es la alimentación saludable?». gob.mx. Consultado el 7 de marzo de 2024.